N/A: No soy tan fan del TodoDeku, pero es una ship muy adorable y necesitaba contribuir sí o sí a esta semana.

Renuncia: los personajes pertenecen a Horikoshi.

Advertencias: OoC, probablemente (?) no tengo confianza en cómo escribo a Todoroki.


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Día 3 Frase;

"A veces, por las noches, dormía con los ojos abiertos bajo un cielo chorreante de estrellas. Entonces yo vivía."

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Sentado sobre la fina hierba, el joven príncipe observaba el cielo estrellado con un rostro sereno y unos ojos que brillaban con el más profundo y genuino interés. Midoriya había visto ese mismo rostro múltiples veces, como en aquellas ocasiones donde el chico heterocromático se maravillaba por las cosas más simples de la vida —que nunca antes había podido experimentar debido a haber pasado su infancia encerrado en sus aposentos dentro del castillo—, tales como comprar fruta en el mercado. Pero esta vez era un poco diferente. Sus ojos resplandecían de forma tenue; aquella era una vista que ya conocía, y le tranquilizaba ver.

Izuku se sentó a su lado en silencio, tras apagar el fuego que había encendido para cocinar algo. No lo habían mantenido, pues en pleno verano las noches resultaban ser bastante calurosas. No iba a mentir; en ciertas ocasiones se sentía algo nervioso de estar a su lado, pues era una persona bastante callada, y el silencio era una cosa que el peliverde odiaba bastante, porque le hacía pensar. Y en ocasiones pensar demasiado las cosas era malo para su salud.

"No le estaré molestando, ¿cierto?"

Era un poco estúpido preguntarse aquello cuando habían pasado un mes viajando juntos a través del país. Estaba seguro de que ahora era una de las pocas personas en las que el joven príncipe confiaba, y su presencia no le resultaba molesta. A no ser que...

Midoriya.

—¿S-sí?—cuestionó alarmado.

—Estás haciendo eso extraño con tu labio inferior cuando piensas demasiado—respondió, imitando el gesto—, no te recomiendo que continúes.

—Oh...—murmuró avergonzado, apartando su mano y aferrándola al pasto—, ¡lo siento!

—No importa. ¿A ti también te gusta observar las estrellas?

Izuku parpadeó. No era todos los días que Todoroki le preguntaba algo así. Si bien eran amigos, o quizás camaradas, él no acostumbraba a hablar mucho de las cosas que le gustaban.

—S-sí, es una vista impresionante, y me trae buenos recuerdos de mi infancia.

Shouto le observó unos segundos en silencio, y luego volvió a dirigir su vista al frente.

—Para mí antes el cielo estrellado era un recordatorio de que había más vida ahí fuera, una escapatoria—declaró en un tono de voz inalterable—, de mi padre, del castillo, y de la mirada de desprecio de mi madre.

Aquella declaración por parte del heterocromático hizo que su pecho se apretara, aunque en lugar de sentir pena, lo que podía apreciarse en sus ojos era una gran y profunda admiración. Porque sí, el peliverde admiraba a su amigo, por haber sido capaz de superar todas aquellas adversidades.

—¿Y ahora?—preguntó—Cuando observas el cielo estrellado, ¿en qué piensas?

Todoroki giró su cabeza y sus ojos se encontraron. Entonces, extendió su mano derecha y acarició su mejilla, trazando una línea imaginaria con su pulgar en esta. El cuerpo de Izuku se tensó al sentir el frío tacto de su lado de hielo. Sin entender muy bien la razón de sus acciones, levantó una ceja.

—Deberías observar tu reflejo de vez en cuando—mencionó—, quizás así encuentres la respuesta.

—¿De qué hablas? ¿Todoroki-kun?

—Tengo sueño, ¿tú no?—bostezó, para regresar entonces al improvisado campamento.

—¡¿Todoroki-kun?!

Midoriya le persiguió, y entonces, escuchó la risa más hermosa que había oído en su vida.