Los personajes son creación de J.
Recomendación escuchar: Amor Apache. Gloria Trevi
Es un Sirius/Lucius, del universo El domador, espero que les guste y le den una oportunidad, algo AU, Mpreg. No quiero adelantar nada pero… veremos algo relacionado con una de mis películas favoritas.
Amor Salvaje
Por Tlacuilo
Eso no era verdad estaba soñando se dijo el hombre ¿como era posible? tanto le había trastornado Azkaban que ahora alucinaba, por que eso debía ser un alucinación, lo que su amigo le decía no podía ser cierto, era una mala pasada de su mente, con esos y otros mas descabellados pensamiento, Sirius se explicaba lo qué acababa de escuchar de los labios de su amigo Remus.
Las palabras aun resonaban en su confusa mente `estoy enamorado de Severus´, la voz de Remus le llegaba lejana
—Paddy, Paddy ¿estas bien?
Que si estaba bien lepreguntaba y ¿como iba a estar bien? con semejante noticia se decía el moreno, o seria una broma , ese pensamiento alegro al merodeador , pero al regresar a la realidad vio el gesto de seriedad en el rostro del licántropo, y con un suspiro Remus dejo salir lo siguiente.
—Me entregue a él.
— ¡¿Qué?
—Lo que oíste Paddy.
—Pero como se te ocurre… ¡guácala! tan solo de pensar que una serpiente me toque me da escalofríos
—Bueno… pues… por que tu no estas enamorado de una.
— ¿Estas seguro? Tal vez solo sea… no se... ¿Lastima?
— ¿Sirius no crees que tenemos suficiente edad para diferenciar los sentimientos?
—Bueno….
—No amigo, te digo que ese porcionista me trae loco; ¡incluso mi lobo interno esta hasta las patitas por el!
— ¡Ugh! lo siento.
—Pero no es eso lo que te quería contar.
— ¿¡Hay mas!- dijo lastimeramente el de ojos grises
—Si, veras es que… desde ese día el… bueno… tal vez son ideas mías... Pero siento que…
—Si
—Siento qué me evita.
El rubio espero pacientemente el brote de ira de su amigo pero esto no llego, sin embargo Sirius ya caminaba fuera de la casa de los gritos, Remus lo detuvo, pero este se revolvía furioso y convirtiéndose en animago escapo de su amigo; corriendo a Hogwarts para darle un escarmiento a ese Snivellus, Remus gracias a su velocidad lo detuvo metros mas adelante, el gran perro de revolvía rabioso pero la fuerza del Licántropo evito su huida.
— ¡Basta Sirius!—el perro dolido volvió a su forma humana y lo miro
— ¿Por que aun lo defiendes?
—Por que,… creo que ya es suficiente humillación como para hacerle saber que su actitud me afecta ¿lo entiendes?, deja que… conserve por lo menos mi dignidad.
—Moony - dijo el animago abrazando a su amigo dándole consuelo- Lo dejare en paz-«por el momento»
—Bueno a lo que venia –decía Remus irguiéndose-Sirius no debes acercarte mas a Hogwarts; Harry y sus amigos ya sospechan.
—Pero… yo quería verlo… pretendo que sepa la verdad.
—Lo se amigo pero si te atrapan no podrás decírselo.
— ¡Pero esa rata esta ahí!, lo se
—Si pero tu seguridad es lo primordial en este instante.
— ¡Oh si! y el que tu hayas dormido con una serpiente.
— ¡Sirius!
— ¿Qué?, es cierto
—Pero no lo digas de esa manera.
—Mm.
La conversación cambio de rumbo ahora concentrándose en como actuarían para que no hallaran a Sirius, pasadas las diez de la noche el licántropo se despidió de su amigo, pues tenia que levantarse temprano para dar clases.
El moreno lo vio alejarse pero en su mente buscaba la manera de hacer pagar al grasiento, no en vano se había metido con su familia que era como su vida y corazón.
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Lo que su amigo le había confesado le hizo recordar sucesos muy amargos de su pasado; memorias que deseaba creer ya no dolían, pero se derrumbo al saber que seguían punzando como si fueran recientes.
Sus ojos grises Observaron el cielo nocturno como si fuera un pensadero remembrando esos sucesos…
Su niñez rodeado de lujos que a sus ojos infantiles eran comunes, las reuniones de sus padres con otras familias Sangre Pura -¡Como le gustaban a su madre!-, en esos ayeres su mente tierna no entendía gran cosa, el veía a las personas iguales a todas, rememorando sus travesuras. Aun podía verse a si mismo corriendo y escondiéndose de sus primas, Regulus era aun pequeño para acompañarlo en sus fechorías; una de sus preferidas era molestar a los elfos domésticos sobre todo al gruñón de Kreacher.
Con sus escasos cinco años lo vestían impecable, pero no duraba mucho su arreglo pues en un santiamén terminaba sucio o aun peor sin túnica, pero esa tarde en especial de sábado; sus padres y tíos,estaban mas susceptibles que de costumbre, según entendía tendrían visitas por eso es que sus primas ahora estaban sentaditas, en uno de los sillones sin hacerle el mínimo caso pará perseguirlo, a él lo tenían los elfos vigilado en otro de los sillones; sus pequeño ojos grises escudriñaban para buscar un escape, el sonido de las voces de los adultos le indico que su plan ya era inútil.
Un hombre rubio y de ojos azules junto con una mujer también rubia entraban con un chico como de ocho años que a primera vista a Sirius le pareció bonito, sus primas acomodaron sus vestiditos , bueno solo Bella y Cissy, por que Andrómeda estaba tan aburrida como el.
Su madre fue hasta el, lo cogió de la mano y lo llevo hasta los visitantes y lo presento, Incluso caviló Sirius: con orgullo
—Mi primogénito - adelanto al niño hacia el rubio mayor- Sirius Orión Black, Abraxas
—Es muy gallardo; te felicito Walburga.
El Sirius adulto sonrió tristemente recordando que fue una de las pocas veces que su madre lo considero un orgullo, sus recuerdos siguieron desfilando.
El niño que venia con ellos lo tomo de la mano pero lo miro como un bicho raro, eso molesto mucho al morenito , creyendo que aunque bonito el niño era muy desagradable, le hizo un gesto y el rubio se puso como las rosas de su mama y el morenito se rio con ganas, su madre que no había visto todo lo que paso lo mando a sentar, Sirius aprovecho que todos estaba ocupados con la presentación de sus primas y escapo de los elfos para perderse en el jardín subiendo a uno de los pequeños arboles -donde le gustaba colgarse de cabeza-, razonando que el color de los ojos del rubio eran como grises, pero no se parecían a los suyos; mas bien eran como los cubiertos o el dije que traía colgando «¡eso! » pensó, eran como su dije , que en tal posición le colgaba justo frente a sus ojos; bajo con cuidado y ya estando en el suelo tomo su colgante- una serpiente de plata- lo observo por mucho rato hasta que una voz que arrastraba las palabras lo saco de sus cavilaciones.
— ¿Oye, que ves?
—Nada que te importe —contesto molesto el morenito, pues considero que ese niño no tenia que inmiscuirse cuando la gente estaba sola pensando en el, ¡no era educado!
—Eres un grosero Black —dijo sarcástico el rubio
—Y tu un entormetido
— ¡¿Qué?
—Lo que oíste
—En-tro-me-ti-do… eres un tonto, que no sabe ni hablar
—Y tu eres un… un...
— ¡Sirius!— se oyó una vocecita, era Cyssi que llegaba de la mano con Bella que lo veía con ganas de comérselo—No debes insultar a los invitados.
— ¿No sabes que el joven Malfoy ha venido para pedir esposa o esposo? —Decía Bella — pero no creo que a ti te tomen en cuenta, con lo común que eres—Sirius la vio feo, y contesto de inmediato.
— ¡Pues ni quien quiera ser esposo de este paliducho desabrido! —y muy digno dio la media vuelta y se fue hacia la mansión donde subió a su cuarto.
Esa tarde se llevo a cabo el compromiso de Lucius Abraxas Malfoy con Narcissa Black…
Una mueca engreída pero muy pesarosa se formo en los labios de Sirius, cuando era un niño no entendía el alcance de las palabras, mucho menos de los hechos.
Años más tarde entendió que la simple curiosidad del color plata de los ojos de Malfoy… se convirtió en anhelo. Anhelo de que fueran suyas esas estrellas y que solo lo vieran a el, sin embargo cuando esas diamantes lo veían, solo era cuando se encontraban en alguna reunión de sus parientes, con los que Malfoy emparentarí años pasaron y se fueron alejando mas y mas, a pesar de ser ambos Sangre pura; Hasta que supo que el rubio entraba a Hogwarts a la casa Slytherin; un deseo de que el tiempo corriera mas rápido fue patente, ahora le importaba mucho la tradición de su familia der ser Sly, mas cuando las comparaciones entre Lucius y el fue su `pan de cada día´ con lo reproches de su madre.
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Pero el destino seguía de maneras caprichosas y conociendo a James, Remus incluso a Peter su decisión fue tomada, ganando en la balanza… la amistad.
Con eso Severus Snape se convirtió en su blanco de odio,y la presunción que demostraba al pertenecer a la casa verde plata no ayudaba; peor aun cuando consiguió que Lucius reparara en el, incluso se decía`que le ofreció su amistad´; desde ese instante, la rivalidad de casas, las peleas con Severus y todo su entorno se confabularon para que ese amor de niño que sintió por el rubio, se fuera hundiendo en su corazón enterrado entre prejuicios adolecentes y una gran desilusión: cuando se rumoro que el rubio por fin siguió la tradición familiar al pertenecer al bando oscuro.
Sirius dejo los recuerdos de lado, pensó que no valía nada especular en los pudo ser pues aun escuchaba las palabras hirientes de su madre `Si fueras un poco más educado, tu serias el prometido de Lucius Malfoy ¡pero que puedo esperar de una vergüenza de hijo como tu!´, siendo un niño no entendió las recriminaciones que le hacia su madre, pero si el daño que le provoco que ella lo repudiara.
Y fue así como supero el amor: convirtiéndolo en animadversión por el rubio, que hasta el presente seguía firme.
El merodeador entro a descansar cuando en el horizonte ya se veía el alba despuntando, los recuerdos le habían colocado un peso mas en su maltrecho espíritu, «pero esta vez no permitiría que su amigo saliera herido, por culpa de una serpiente»; se juro Sirius.
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La solución llego a el animago cuando en una de sus escapada a Hogwarts vio en uno de los pasillos que llevaban a las mazmorras; a Severus hablando con Lucius y aunque ambos se veían discutiendo era como cuando el y Remus lo hacían, se fue arrastrando con las cuatro patas sobre el suelo hasta llegar a una distancia que escuchaba a los dos hombres.
— ¡¿No puedo creer que precisamente tú hayas sido tan descuidado?
—Por favor Lucius eso ya me lo expresaste, ahora lo importante es si ¿me vas a ayudar?
—Sabes que nos jugamos el cuello, si Él se entera.
—Claro que lo se, pero tu que harías en mi lugar
—Sabes que mi Dragón es lo más importante para mí, es lo único que me queda de Narcissa.
—Entonces lo entiendes.
—Si
Unos pasos y risas en los pasillos interrumpieron la charla e hicieron que tanto como los Sly como el animago se fueran del lugar, pero en la cabeza de Sirius daba vueltas el motivo de las palabras de esos mortifagos, y por que no también la molestia, al recordar las palabras de Malfoy `Es lo único que me queda de Narcissa´, la noticia de la muerte de su prima ya era de su conocimiento; cuando los gritos de Bella en Azkaban se escucharon por todo lo alto cuando le informaron de su deceso.
Sirius espero pacientemente, cerca de las barreras a Lucius; cuando lo vio a punto de desaparecer lo alcanzo y lo embistió, el rubio solo atino a cubrirse el rostro y el cuello con los brazos. Sirius se quedo gruñendo cerca de su cara decidiendo que hacer; el rubio al ver la indecisión en el can busco su varita pero el perro al ver el movimiento gruño mas, el rubio abrió un ojo y miro a su atacante cuando se concentro en los ojos del gran perro negro el entendimiento inundo sus pupilas , esos ojos eran inconfundibles; pues si desde niño los tenia tatuados en su corazón, cuando un morenito que deseaba como esposo, -aunque no supiera bien a bien lo que eso significaba- lo rechazo dejando su orgullo herido y su corazón infantil roto.
— ¡¿Black?
El perro se retiro pero sin dejar de amenazarlo y el rubio siguió hablando.
—Sabia de tu escape, ¡estúpidos aurores! era lógico qué vendrías con tu amigo y tu ahijado; pero mira nada mas, quien lo diría no pudiste elegir mejor tu forma animaga; un perro pulgoso, —el perro gruño de nuevo, enseñando los dientes—tranquilo que no te entregare; ¿a mi de qué me serviría que te encarcelasen?
El perro se sentó sobre su parte trasera y lo vio ladeando la cabeza, luego separo y camino hacia los aboles; el rubio lo siguió de cerca. Al llegar Sirius se transformo Y Lucius hizo un gesto de sorpresa combinada con lastima; el prófugo se veía sucio y desecho; era un fantasma del Sirius qué el conoció, aunque sus ojos seguían tan arrogantes como siempre los vio. Y lo comprobó cuando el moreno lo encaro.
— ¿Que se traen tú y Snivellus?
—Vaya tu siempre tan directo Black, pero temo que lo que Sev — El semblante de Sirius de endureció por el sobrenombre usado—y yo tenemos no te incumbe.
—Se que algo traen entre manos y conociéndolos no es nada bueno, después de todo son los dos unos malditos mortifagos.
— ¡Y tu eres un asesino; entonces también tengo que desconfiar de ti!
— ¡Maldita serpiente!
—Mm… ya te enojaste tan pronto.
— ¡Eres un maldito!
—Mira y tú sigues sin extender tu léxico, los años no te han servido, quien creería que eres primo de mi Cissy
—Si, es algo de lo que ninguno de los dos se sintió orgulloso, pero que te preocupa Malfoy después de todo hiciste la mejor elección.
—Si… aunque me hubiese gustado saber, que habría pasado si…
—No píense en imposibles, tu cerebro se quemara por el esfuerzo.
El rubio lo miro sin decir nada luego de un rato se giro hacia el escampado.
—Adiós Black y no te preocupes tanto, te aseguro que lo que planeamos no es tan malo.
El moreno no alcanzo a detenerlo cuando ya desaparecía, sin embargo la presencia del rubio había despertado todos sus sentidos, y el instinto; estuvo a punto de saltar sobre su presa pero el que no tuviera varita y su antagonista si, detuvo cualquier intento.
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Regreso a su escondite para esperar a su amigo, con la disyuntiva de contarle lo que había descubierto o quedarse callado para no herirlo mas, el ruido de la madera se escucho y enseguida llego Remus con algo de comida, cenaron en silencio pero terminando el licántropo le conto sus temores; de que los rumores acerca de su enfermedad, fueran extendidos por el propio Severus, los puños del animago se apretaron con furia, concluyendo que de eso hablaban esas dos serpientes esa tarde, los brazos de Sirius fueron el consuelo que necesitaba Remus en ese instante, sobre todo con la depresión por su embarazo; otro golpe al humor del merodeador Black.
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El tiempo de Sirius se dividía entre buscar a Peter y esconderse de los Dementores, escuchar a Remus y… quien lo dijera ocultarse de su ahijado. Pero Harry demostró su herencia merodeadora cuando dio con el, pero por desgracia no fue el único y no solo eso si no que fue en luna llena, Sirius agradecía de que en el estado de Remus su agresividad ya no era tan fuerte y con el tiempo según habían leído en los libros desaparecería hasta su transformación para proteger al feto.
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Los sucesos se precipitaron y a esa ahora volaba en el hipogrifo con destino incierto, sin embargo radiante de felicidad pues había aclarado las cosas con Harry.
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Ahora en Escocia instalado en un pueblo minero Muggle esperaba contestación a su carta ya que rogaba que Remus estuviera a salvo, la contestación llego pero no con las noticias qué deseaba.
Querido Paddy
Te tengo una sorpresa o bueno varias; la primera si, en definitiva estoy embarazado, la segunda Severus si me quiere (y yo lo quiero) todo lo hizo para que El-que- no debe- ser-nombrado, no se enterase de nuestra relación, así que ya no tienes que cruciarlo. Otra estoy viviendo con el y pues… quiero que vengas a estar conmigo, me prometió que no te molestara, la casa esta bajo Fidellio y es muy segura; además el no estará mucho tiempo ya que las clases empiezan en tres semanas.
Y bien ¿que dices vivirás conmigo? Recuerda que no puedes dejarme solo, no cuando espero a tu futuro ahijado.
Atentamente
Remus Lupin
PD. Próximamente de Snape.
El moreno negó con la cabeza su amigo si que era un manipulador adorable, y pensó que más podría hacer« no podía dejar a Moony a merced de una serpiente».
Dos días después llegaba al lugar de la cita donde se suponía vería al guardián, era una zona boscosa si no fuera por que la carta de las indicaciones venia con la letra de Remus hubiese pensado que era una broma o peor aun ¡una trampa!, se sentó en una roca del gran bosque donde se encontraba y ahí espero pacientemente, unos ruidos de hojas quebrándose a su espalda lo hicieron reaccionar ; girando sobre su eje, al ver a la persona que se suponía era a quien esperaba, se quedo lívido. Ahí frente a el estaba una de las serpientes que menos toleraba.
— ¡Hay por favor Black! si quisiera matarte ya lo hubiera hecho ¿cuanto crees que llevo aquí?
—No se, tal vez esperabas que bajara la guardia para atacarme por la espalda, como serpiente que eres.
—Mira sin insultos, que yo al igual que tu hago esto por un amigo… baja la varita si a eso le puedes llamar varita.
— ¡Quieres que te muestre que tan buena es en maldiciones!
— ¡Uf sigues igual de inmaduro! … vienes o no; tu amigo te esta esperando, quisiera decirte que también Severus, pero no me gusta mentir.
— ¡¿Tu eres…
—Si
— ¿Como pueden confiar tu amigo, en un mortifago?
— ¿Como puedo confiar el tuyo en una asesino?
— ¡Cállate Malfoy! tu no sabes…
—Si lo se, Severus me lo conto, pero si me insultas; prepárate a recibir lo mismo de mi parte.
—Bueno no me queda otra que confiar en la intuición de Moony, vamos llévame con el y te prometo que si algo me pasa… te vendré a buscar del mas allá para vengarme.
—Bien te creo… dame la mano
— ¿Tengo que?- el rubio rodo los ojos- Bueno ya- y el moreno tomo la mano
Los dos hombres sintieron una explosión de galaxias con ese roce por muy insignificante que fuera, los hizo desear más de ese contacto; pero la prioridad era llegar a la casa de Severus ya que Remus estaría preocupado.
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Llegaron a el linde de las apariciones y Lucius dijo las palabras y ante sus ojos surgió una hermosa casa de dos pisos y grandes techados de tejas rojas, mas allá se vislumbraba un lago; al final de un inmenso jardín. Remus los esperaba en el porche sentado en una mecedora, pero cuando los vio se levanto con ayuda de Severus que salía para recibirlos, Malfoy enarco una ceja hacia su amigo y Severus puso su mejor cara «todo por no molestar a su lobito», Remus tenia una gran sonrisa y por eso Sirius se convenció de hacer los mismos intentos de Snivellus.
—Paddy.
—Moony, estas… estas muy… —un gesto de advertencia del profesor de pociones freno la frase, el animago entendió que el aumento de peso, era un tema delicado para Remus- muy repuesto—termino.
—Si ya vez, ahora que mi embarazo freno las transformaciones ya no me desgasto y que decir de la infinidad de pociones energéticas que me prepara Sev.
—Si, para algo deber servir el inútil este.
— ¡Por lo menos hago algo no que tu prófugo!—los dos hombre sacaban chispas de los ojos,mientras Lucius se recargaba en el porche viendo entretenido la pelea; pero Remus ya molesto, los detuvo.
—¡Basta los dos!
—El empezó —dijeron al mismo tiempo.
—Ahora antes de que entren en mi casa, quiero que lo dos juren que se intentaran llevarse bien o por lo menos sobrellevarse.
Lucius desde su lugar observaba como el licántropo los controlaba a la perfección, así que intervino sin preocuparse.
—Severus invítame un vaso de ese vino español que guardas; no seas tacaño.
—Vamos Lucius, Black quedas en tu casa, Rem estaré en mi despacho
—Si amor, vamos Sirius te mostrare tu habitación.
—Si Moony… y gra… gracias Snivellus. —El de ojos negros bufo, pero una mano sobre su brazo evito cualquier contestación; era Malfoy que lo guiaba al despacho
El licántropo camino feliz hacia el interior de la casa, sabiendo que dos hombres que eran tan importantes en su vida, hacían su mayor esfuerzo por él, a ambos les costaba trabajo pero por el bienestar de Remus se tolerarían.
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La habitación de Sirius era una de las que daban con vista al lago, y con baño completo, el moreno reflexiono que su amigo eligió una de las mejores para alojarlo; pensando en que estaría mucho tiempo con el escondiéndose de los lo dejo desempacando sus pocas pertenecías. en lo que el bajaba a preparar algo de comer, acomodo su escasa vestimenta en el armario y decidió tomar un baño; lleno la tina y se metió para relajarse, con la espuma llenado la bañera, recorrió la mano que había sostenido Lucius y la observo, aceptando con pesar que ninguno de sus amantes logro nunca que su cuerpo reaccionara con un solo toque, como la serpiente rubia lo había conseguido, desechando esos pensamiento se termino de bañar y salió para vestirse, tan solo con la toalla anudada en la cintura, busco entre los cajones ropa limpia, pero sintió que alguien estaba en la alcoba, no le hizo falta voltear para saber quien era el intruso, pues las palabras de este se lo confirmaron.
— ¡Vaya si que tienes buen cuerpo! algo delgado para mis gusto, pero bonito.
—¡Mugrosa Serpiente!¿¡Que haces aquí!
—Admirando el espectáculo.
—Vete a la mier…
—Shh, que estas en una casadecente Black; cuidado con esos modales, además te estoy halagando.
—Viniendo de alguien que no esta acostumbrado a ver buenas cosas, no es muy halagador.
—Yo no estaría tan seguro.
— ¿No me digas que Lucius Malfoy esposo ejemplar ha tenido deslices fuera del matrimonio?–pregunto Sirius con un dejo de celos que jamás aceptaría que tuvo.
—Te dejo con la duda, ahora solo vengo a avisarte que ya esta la comida.
— ¡Mira! como Snivellus no tiene elfos domésticos ¿te ofreciste tu?
—Que va a saber alguien como tú de sutilezas, te vine a buscar para dejar que el matrimonio estuviera a solas un rato.
El rubio salió de la habitación dejando molesto a Sirius; no solo por el intercambio de mofas si no también avergonzado por las adulaciones
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La convivencia aunque forzada entre Severus y Sirius fue todo lo pacifica que se podía; Lucius haciendo frente común con Severus pasaba seguido de visita por la casa, y entre tanta coexistencia obligada se termino por formar una especie de tregua.
Lucius en un intento de llegar a ganarse la confianza de Black, lo invitaba a dar algunos paseos, por el lago o por las cercanías de la cabaña, y este aceptaba para dejarles un rato de intimidad a sus anfitriones.
—¿Pudiste ver a Potter?
—No es detu incumbencia.
— ¿Podrías poner mas de tu parte?, estoy tratando de entablar una conversación que no termine en un discusión
—Eso es difícil entre nosotros que tenemos unahistoria de rivalidad, o que esperas que te diga si pude ver un rato a mi ahijado, el que quedo huérfano por culpa de tu Señor.
— ¡¿Y que esperabas que hiciera Black; que desobedeciera ordenes que le costarían las vidas a mi esposa y a mi hijo?
—Pudiste hacer algo para ayudarlos.
—Yo no estuve presente, me entere después por boca del propio Severus.
—Otro traidor
—Si adivináramos el futuro no cometeríamos fallos Black; pero como no lo hacemos no somos infalibles y créeme que el ya carga su pena.
—Como si de veras lo sintieran el o tu.
— ¡Bueno ya basta! te que crees que por que somos mortifagos no somos fieles o tenemos sentimientos y por que estuvimos en una casa contraria a la tuya en el colegio; somos malvados por naturaleza.
— ¿Y no los son?
—Por los prejuicios como los que tú tienes, es por lo que esta guerra se inicio.
—¡Yo no asesino Muggles!
—No, pero imagínate que el Señor oscuro, fuera un Sangre Sucia— el animago bufo por la palabra, pero eso no detuvo el discurso de Malfoy—que quisiera acabar con todo los Sangre Pura o Los Slytherin, solo por el hecho de serlo ¿lo apoyarías?.
—…
El moreno se quedo analizando la situación. Era cierto las guerras siempre empezaban por gente intolerante; creyendo que poseían el Don de la verdad absoluta y sin desearlo tuvo que darle algo de razón a Malfoy, el resto del paseo en lancha fue silencioso, cuando llegaron a la orilla, ambos caminaron hacia la casa enfrascados en su pensaminetos.
Desde ese día las visitas de Lucius se hicieron menos frecuentes, ahora era Severus el que salía a la mansión Malfoy para visitarlo, Remus le comento a su amigo este hecho pero Sirius solo se encogió de hombros asegurando que no entendía a las serpientes.
Continuara.
¿Y que les parecio? Yo me imagino a Sirius como un niño traviedso y por eso lo puse asi, espero sus comentarios.
