One-shot. ShikaIno.

¡Siempre lo mismo!

Era un día normal en la residencia de los Nara. Shikaku desayunaba tranquilamente junto a su hijo Shikamaru, con el cual de vez en cuando se miraban uno al otro de reojo. Su hijo había crecido, ya era todo un genin. ¡Incluso ya entrenaba con un grupo!

No se llevó una gran sorpresa cuando Shikamaru le había contado quienes eran los integrantes de su equipo. El equipo diez. Al contrario sonrió socarronamente. ¡De nuevo el equipo Shika-Ino-Cho juntos! Como en los viejos tiempos. Era como revivir sus propios días de genin.

Una voz interrumpió sus pensamientos, la voz de su mujer.

—Shikaku, ¡ya deberías estar preparando tu equipo!—Yoshino se cruzó de brazos con una mirada de puro enfado.

Shikamaru miró con indiferencia a su padre que no articulaba palabra alguna.

—¡Estoy harta!. Siempre es lo mismo contigo, tengo que andar detrás tuya—se quejó aún mas enfadada.—El tercer maestro confía en que lleves a cabo esta misión con éxito.—frunció aún más su ceño cuando su marido no la contestó.—¡Siempre lo mismo!—farfulló agotada y dando media vuelta sobre su propio eje.

Suspiró tranquilo al ver que su mujer se volvía sobre sus pasos.

—¡Ay, papá!—esbozó en tono cansado shikamaru.—Siempre te dejas pisotear por mamá.—Calló inmediatamente al ver la mueca de fastidio de su progenitor.

Yoshino mientras parecía estar atendiendo a alguien justo en la entrada de la residencia Nara.

—¡Oh, pasa Ino!. El vago de mi hijo está junto al vago de su padre desayunando.—Aclaró en tono más alto para que ambos hombres pudieran escucharla.

—Problemático...—susurró el joven moreno al ver ingresar a su compañera de equipo en la sala. Parecía estar bastante enfada, la vena de su sien estaba completamente marcada y casi podía escuchar el rechinar de los dientes de la joven rubia.

—¡Shikamaru estoy harta!—exclamo con los brazos en jarra.—¡Todos los días lo mismo! ¡Tengo que venir a buscarte y siempre termino esperándote!.—gritó con un puño cerrado en el aire.

—De acuerdo—intentó calmarla sin éxito.—Cojo mi equipo y nos vamos—

La ojiazul puso de nuevo sus manos en su cadera, dio media vuelta y volvió por donde había entrado.

Antes de salir de la habitación, Shikamaru escuchó una carcajada proveniente de su padre.—Esto no es lo mismo—aclaró.

—Claro, dentro de unos años será más divertido.

N/A: Se me pasó por la cabeza y tuve que escribirlo. Mi primer ShikaIno. ¡Un abrazo!.