QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON ALGO NUEVO. SI, OTRO FANFIC (ANTES DE QUE ME REGAÑEN DEJENME EXPLICAR XD) ESTE FANFIC SOLO TENDRA 5 CAPITULOS. Y COMO DICE EL TITULO "MI VIDA EN EQUESTRIA" POR LO QUE VEN, ES UN SPIN OFF DE TODA LA SAGA ( SI ES QUE ASI SE PUEDE LLAMAR XD) DE ARTURO. ACLARO DE UNA VEZ. QUE A PESAR DE TENER ELEMENTOS DE AMBAS PARTES. LO HARE DE FORMA QUE CUALQUIERA PUEDA LEERLO.

Y EL MOTIVO DE ESTO. ¿QUE PASO CON LA HISTORIA PRINCIPAL? ¿POR QUE TANTAS HISTORIAS? EH, ANTES QUE NADA. ESTE FANFIC SOLO TENDRA 5 CAPITULOS. NO PIENSO DARLE UN SEGUIMIENTO SEMANAL COMO EL DE ARTURO Y EL DE ANGEL. SINO QUE SERA UN CAPITULO CADA DOS SEMANAS Y MEDIA . DE AHI LA DURACION DE ESTE CAPITULO PROLOGO. ADEMAS, NO HABRA TANTA VIOLENCIA O SITUACIONES QUE INVOLUCREN LA HISTORIA ORIGINAL. SOLO SERA UNA VERSION ALTERNA A LA HISTORIA. Y ESPERO NO TENER QUE INCLUIR DE FONDO. MUY PERO MUY AL FONDO A CIERTO PERSONAJE DE LA HISTORIA PRINCIPAL.

EN FIN, ESTE SERA UN CAPITULO PILOTO. LA PORTADA SERA LA MISMA QUE LA DE MI VIDA EN EQUESTRIA. LA DESCRIPCION, BUENO. AHORA VERE ESO. ESPERO QUE LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO. NOS VEMOS PRONTO XD


-MI VIDA EN EQUESTRIA; LA VIDA A TRAVES DE LA MORTALIDAD-

Nunca he sido una persona de buena presentación. Menos aún, que no sé cómo comenzar esto. En realidad no tengo ni la más remota de idea de todo esto. Solo era un joven adulto de una edad que aún no recuerdo. Caucásico, de pelo castaño lardo y de ojos marrón. Quien a pesar de tener una cierta afición por lo mágico y la fantasía. Sigo tratando de asimilar lo sucedido. Buscando algo sensato coherente. Un orden, pero al verla frente a mí. En una postura prominente y orgullosa. Era la Princesa Celestia.

Todo comenzó un día, un 25 de Septiembre del 2025. Había despertado en una hermosa pradera. Con hermoso pasto verde. Brillante y húmedo, con unas cuantas rosas y girasoles a mi alrededor, estaba desnudo. Por completo, con un sobre color crema en mi pecho. Que tenía escrito "Desalojo" No sabía que era eso. No lo recordaba en su momento. Abrí los ojos lentamente, sintiendo el cálido sol en mi cuerpo desnudo, cegándome. Con un dolor fuerte de cabeza me levante del suelo, tratando de mirar a mí alrededor. No conseguía reconocer donde estaba, al menos. Saber que era lo que veía. A los cuantos metros veía unas estatuas de animales de diferentes tamaños hecha de mármol. Bien talladas y bien cuidadas. Podía ver ese color marfil en ellas. Me vi las manos con detenimiento. Eran diminutas, y algo gordas. ¿Por qué se verán de tal forma? Ese sobre estuvo pegado en mi pecho por un buen rato hasta que decidí quitármelo del pecho y ver su silueta marcada entre mis pezones. Ni modo, al fin de cuentas. No sé qué paso con mi persona, no recuerdo ni mi nombre. Escuche unas cuantas aves pasar cerca de mí, levante la vista viendo a esas aves de varios colores cantar hacia un rumbo desconocido.

Unos cuantos cabellos cayeron a mi lado cubriendo mi ojo izquierdo. Con mi diminuta mano me lo hice a un lado y justo escuche un pequeño jadeo cerca de mí. Baje la vista de nuevo viendo frente a mí a un misterioso ser, cuadrúpedo. Un animal, era alto. De pelaje blanco, tan blanco como la misma nieve. Tenía un collar dorado como el mismo sol de verano con una hermosa gema violeta en su pecho. Brillante y podía ver el reflejo del sol iluminar dicha gema. Sus ojos eran grandes y del mismo color que la gema. Lo curioso de ella, inclusive me daba algo de miedo era que su cabello. O melena la cual era multicolor, similar a un arcoíris de primavera y ondeaba con el viento. Y esto era lo que me daba algo de pavor. No había mucho viento en este lugar. Difícilmente mi cabello se movía por la brisa. Ella me miraba con sorpresa y yo a ella con esa misma sorpresa o incluso más que ella. Camino hacia mi intranquila y conforme se acercaba veía con más detalle. Era como un caballo. Y sobre su cabeza veía una pequeña corona de oro con uno cuantos grabados semi circulares y otra gema de color violeta. En su lomo tenía un par de alas a ella. Por lo que veo. Puede volar, como un Pegaso pero el cuerno me dejaba en la duda. Por lo que se, los caballos que tienen cuerno son los unicornios. Por lo poco que se pero ¿Cómo se llamaran estos que poseen ambas cosas?

Continúo avanzando hacia mí, con esa intriga hasta detenerse frente a mí. Viéndome a los ojos, y yo a ella. Mirando mi cuerpo con detalle y yo a ella. Ambos en un silencio agradable por el sonido de las aves. Hasta que alguien de nosotros decidió hacer una conversación.

—Hola—Ella me saludo con una pequeña sonrisa bajando su inclinando su cuello hacia mí— ¿Cómo te llamas pequeño?—Diría algo pero, no lo recuerdo. Me quede mirándola fijamente mientras esperaba una respuesta mía. Lástima que no sé quién soy—Oh, disculpa. ¿Cuáles son mis modales? Soy la princesa Celestia. Co-Gobernante de este lugar llamado Equestria—Me quede aun en silencio. Vi el sobre nuevamente y se lo di. Ella hizo una ligera mueca en el rostro y lo tomo. Con su cuerno. No como tal, sino que su cuerno se cubrió de un color dorado al igual que el sobre haciéndolo flotar el en aire— ¿Una carta? Veamos su contenido—Ella abrió el sobre. La princesa Celestia, sacando su interior. Una hoja blanca, hacia varios gestos leyendo la carta. Yo seguía viendo con atención su cuerpo. Sus alas eran gigantescas, y tenía un sol en sus costados. Las ondas del sol eran de color naranja y el centro de color amarillo—Disculpa que pregunte. Pero ¿Tu nombre es Arturo Rivera? Ya que, la carta que me has dado. Es una carta de desalojo de tu hogar. Te han quitado tu hogar. El gobierno, dice aquí. Pero, ¿Qué es un gobierno? Aunque lo importante es que si este es tu verdadero nombre. Arturo

—No. Lo sé—me encogí algo de hombros de lo que decía, parecía tener dudas en muchas cosas de la carta. Aunque no recuerdo bien si se leer o no. Ella miro la carta por segunda vez y la volvió a guardar en el sobre dándomelo.

—Está bien, entonces no debes de saber mucho. Por lo que puedo decir con algo de miedo que tienes amnesia. Tal vez es una conclusión muy pronta pero quiero asegurarme antes de decirlo con un poco más de libertad. ¿Recuerdas donde vivías? ¿Dónde se encuentra origen de esta carta? ¿Y el motivo del porque te sacaron de tu hogar? ¿Tienes familia? ¿Amigos?

—No lo sé. No lo recuerdo.

—Ya veo. Así que mi suposición era correcta. Y temo saber que mi conclusión es la misma—Ella volteo hacia los alrededores con rapidez—Y también saber que no tienes ninguna pertenencia contigo. ¿Te gustaría venir conmigo al castillo? Pequeño…—Ella se quedó callada mirándome de nuevo con una consternación inspeccionando nuevamente mi cuerpo—Disculpa pero ¿Tampoco sabes que eres? No lo digo por descortesía.

—No, disculpa. No sé lo que soy. Solo se pocas cosas y con mucha dificultad se cuales son. Y sí, me gustaría ir a tu castillo—Ella sonrió y extendió su casco izquierdo y lo tome y me ayudo a levantarme y no esperaba que fuera tan alta. Ella era demasiado alta. Ella sonrió y me tomo con su cosa dorada levantándome en el aire sentándome sobre su espalda—Vamos, tenemos que caminar al castillo. Esta princesa Celestia. Quiero saber bien que es ella. No sé qué es. Es un caballo con cuernos y con alas pero. ¿Cómo se llama eso?

—Princesa Celestia, bueno. Perdone que lo diga pero ¿Qué es usted? ¿Por qué me trata con naturalidad? Yo no sé nada de usted y siendo honesto. Tengo miedo de que usted me haga algo malo—Ella comenzó a reírse, de forma elegante. Y no se detenía en su camino. Comenzaba ver una montaña de piedra lavanda asomarse entre el campo viendo un gran castillo de colores brillantes; Blanco, dorado y violeta. Con varias torres y un gran domo en el centro. Por un lado veía una cascada cayendo a tierra firme. La montaña, literalmente estaba pegada a esa montaña por la mitad. Era increíble.

—No seas bromista. Jamás haría algo así, mientras alguien esté en Equestria. Y este en problemas, yo cuidare de él o ellos. Es mi deber como princesa cuidar de todos en mi reino. Y te trato con naturalidad. Como un ser viviente, porque es lo que eres. Un ser viviente. Soy una princesa pero no arrogante.

-Ya veo, muchas gracias por. Bueno, decirme eso. Puedo sentir una confianza en sus palabras. A pesar de no ser de este lugar ¿O lo soy?

-No lo sé, pero pronto lo descubriremos Arturo. Tengo un aprendiz muy inteligente y sabe de muchas cosas. Inclusive sabe más que yo. Aunque sea una potrilla.

—Espero saber pronto eso, no sé nada. No tengo ni idea de cómo llegue a este lugar. A ¿Equestria?

—Exacto Arturo, a Equestria—Continuamos caminando hacia esa montaña por un buen rato. Nuestra plática se incomodó un poco ya que no podía responder mucho a sus preguntas. Solo se mi nombre, y fue porque ella me lo dijo porque venía en esa carta. En el camino sentía la brisa cada vez más fresca, sentía que todo mi cuerpo se congelaría. No pensé que haría tanto frio a pesar de que el sol este en su punto más alto.

—Tengo frio. Princesa Celestia. El aire es frio aquí—Me abrace el pecho tratando de hacerme calor. Ella se detuvo mirándome de nuevo con calma. Así estuvo por pocos minutos hasta que casi da un brinco por lo que haya pensado.

—Cierto, no tienes pelaje Arturo, solo tienes lo de la cabeza. El resto de tu cuerpo está desnudo por eso tienes frio. Déjame cubrirte un poco de la brisa—Ella extendió sus alas cubriendo parte de mi cuerpo. Sintiendo inmediatamente la calidez de sus plumas, sus suaves, cálidas y largas plumas blancas. Calentándome poco a poco. Estaba cómodo ahora— ¿Ahora si te sientes bien Arturo?

—Claro que si Celestia. Me siento mejor. Muchas gracias—Ella sonrió regresando la atención hacia el frente y continuando la caminata. Ya estábamos muy cerca de esta montaña. Podía ver una senda por un costado. Y al pie de esta montaña, veía otros ponys. Con armaduras de oro—Disculpe. Pero ¿Quiénes son ellos?

-Ah, ellos. Son mis guardias. Cada vez que vengo a este lugar ellos me acompañan, aunque esta vez no me acompañaron hacia donde te encontré.

—Por cierto. ¿Cómo supiste que estuve allí?

—Ahora que lo dices, cierto. No supe que estabas allí. Pero, algo me lo decía. No lo sé, pero solo sé que tenía que ver qué era eso—Celestia movía la cabeza hacia diferentes lados, estaba a punto de responderme pero los guardias la detuvieron. Y fue por mí.

—Princesa con todo respeto, ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué tiene un animal salvaje sobre su lomo? —El guardia del lado izquierdo me miraba con enojo. El otro guardia se me acerco con rapidez, su armadura era de oro puro, un casco que cubría toda su cabeza y la nuca y su melena salía de un orificio rectangular sobre el casco y su pecho tenía una estrella azulada y de ella convergía el resto de la armadura protegiendo su espalda únicamente y su cola. El guardia que hablaba era de otro material casi similar, era de acero. La parte central era de color violeta con los bordes de oro. Su casco cubría toda su cabeza hasta la nuca y la parte central consistía de un medallón con forma de escudo con una estrella lavanda en el centro sosteniendo la parte trasera de su armadura y cubría por completo su tórax. Aunque casi no podía ver con detalle debajo de su armadura sus ojos eran azulados y su tono de voz era juvenil pero imponía educación de antemano.

—No te preocupes Shining Armor. No es un animal salvaje, tiene un nombre. Se llama Arturo. Y es un infante. Por lo que parece—Espera ¿Dijo niño? ¿Soy un niño? Mire de nuevo mi cuerpo, ahora prestando atención mi cuerpo. Y si, era un niño ¿Cómo no me di cuenta antes? ¿Por qué paso algo así? Pensaba que era algo mayor, por mi voz.

—Princesa ¿Qué piensa hacer con él?

—Pienso cuidar de él. Es un niño únicamente. No lo pienso abandonar fácilmente en un lugar desconocido. Es claro que no es de por aquí.

— ¿Está segura de eso princesa? ¿Qué tal si es un enemigo que no sabemos? Una amenaza para Equestria.

— ¿Acaso ves una amenaza en el Shining Armor? Míralo, fácilmente puedo deducir que tiene 14 años. Es un infante madamas, pienso cuidar de el hasta que su malestar pase. Y luego lo ayudaremos a volver a su hogar.

—Muy bien Princesa, si usted confía en él. Nosotros también lo haremos—Este pony, Shining Armor quien veía que era unicornio. Hizo reverencia al igual que el otro guardia quien a pesar de estar en esa pose me veía con sospecha. ¿Acaso Equestria es un mundo problemático?

—Vamos al Castillo Shining Armor, tenemos que preparar los instrumentos para cuando llegue Twilight—La princesa Celestia subió por la senda de piedra natural con los guardias detrás de nosotros. Ella tenía una sonrisa en el rostro conforme subíamos y yo podía sentir la brisa acrecentarse por cada vez que subíamos al igual que la brisa podía ver el paisaje mostrarse, frente a mi veía al castillo pero no era solo un castillo. Era una ciudad entera, veía en la base de esta montaña, una hermosa ciudad de piedra y oro. Hermosos colores brillantes y calles labradas por piedra. Todo debajo de este castillo rodeado de muros. Aunque también la ciudad tenía muros gigantescos. Dios mío, era hermoso. Ver tanta belleza, tantos edificios e inclusive veía más de estos ponys. Caminando y volando entre las blancas nubes o sobre de ellas. La Princesa Celestia se detuvo permitiéndome apreciar esta belleza—Bienvenido a Canterlot, Arturo. Este será tu hogar por el tiempo que desees.

-Es hermoso Princesa Celestia. No pensé que vería algo así—La princesa Celestia sonrió gustosa y continuo caminando mientras seguía viendo el paisaje. Y de igual manera, el paisaje se mostraba ante mis ojos. Veía más ciudades. A lo más lejano, como diminutos puntos pero me imaginaba una belleza igual a esta. Dios, no podía asimilar esto. La brisa se acrecentaba cada vez más hasta que dimos una pequeña vuelta en la senda y llegamos finalmente al castillo. Por un lado veía una cascada por el frente de la muralla del castillo pasando por un corto rio y caer de nuevo del lado izquierdo como una nueva cascada hacia Canterlot bajo nosotros. Veía un puente de madera sobre este rio con unos cuantos guardias custodiándola y del otro lado el castillo y el interior. Sentía una hermosa calidez con solo verlo, era como si ya hubiera vivido allí en algún momento de mi vida pero nunca lo hice-Y este Arturo, es el castillo de Canterlot. Tu futuro hogar. Donde pasaremos el tiempo buscando una forma de saber quién eres.

-Es un hermoso castillo Princesa Celestia. Muy hermoso.

—Y no has visto el interior Arturo. Vamos—Proseguimos nuestro camino pero ahora con un poco más de prisa, escuchando el sonido de la cascada por un lado y el cantar de las aves por otro. Veía los pequeños arbolillos de nuestro alrededor con interés. Muchos tenían brotes entre sus hojas. Y otros tenían ya flores entre ellos. También veía las torres del castillo detrás del gran domo del centro. No encontraba forma para describir este castillo. Tenía demasiadas cosas maravillosas e imaginarias. Trotamos sobre el puente escuchando las pisadas de las botas de oro de Celestia y los guardias del puente hicieron reverencia al ver a la Princesa Celestia pero al verme perdían ligeramente su postura. Viéndome con sospecha. Al entrar vi detrás viéndolos y a los que nos escoltaban con calma al saber la situación. Regrese la mirada viendo con una gran y despampánate sorpresa—Este es el recibidor del Castillo Arturo, donde pasaras por el en más de una ocasión ya que casi todo el castillo se une al recibidor. Después haremos un pequeño tour. Ahora debemos de hacer otras cosas—Miraba hacia todas partes con cierta emoción. En las paredes veía banderas de colores variados y brillantes con un pasillo por cada lado, de frente veía una gran escalera con unos vitrales con las dos fases solares y una de la noche. Y de igual manera al primer nivel se dividia en dos alas dividiéndose aun mas de lo imaginado. Vaya, el suelo era de baldosas de vidrio de forma cuadros blancos y negros similares al de un tablero de ajedrez y un tapete de color guinda con rojo con un sol dorado en el centro el cual se dividia según el pasillo al que se iba—Hasta aquí pueden acompañarnos. Queridos guardias.

-Muy bien princesa Celestia, lo que ordene-Shining Armor hizo nuevamente reverencia quitándose su casco.

—Por cierto, puedes tomarte el dia Shining Armor, tu hermana al saber sobre esto vendrá volando. Asi que es mejor que te alistes para que la recibas y mas en caso de que venga con sus amigas.

—Esta bien Princesa, muchas gracias—Shining Armor camino hacia el ala izquierda del castillo y el otro guardia solo bajo la cabeza en reverencia yendo hacia el ala opuesta con tranquilidad.

—Antes de hacer otro movimiento Arturo, quiero decirte que cuando alguien se teletransporta de un lugar a otro tiende a darle nauseas. Y bueno, suena tonto preguntarlo ¿Ya has teletransportado de un lugar a otro?

—No, la verdad. Pero supongo que no dolerá. ¿O si dolerá?

—Para nada, solo es ese simple detalle de las nauseas. ¿Estas listo?

—No creo tener otra alternativa—Celestia sonrio nuevamente y de momento a otro aparecimos en una habitación algo reducida. De forma circular. Apareci a su lado sintiendo como la cabeza me daba vueltas y me bailaba por el shock—Si, creo que pensándolo mejor. Pudimos tomar las escaleras, al menos no hubiera sido tan. Feo.

—Es lo normal, la primera vez que te teletransportas o teletransportan es algo negativo ya que todo tu cuerpo se mueve de u punto a otro y por la desorientación sucede eso—Me reincorpore poco a poco mirando a mi alrededor, esta habitación tenia un toque algo hogareño. Las paredes de esta habitación estaban pintadas simulando la noche con varias nubes y estrellas. Por un lado estaba una gran chimenea encendida viendo y escuchando los troncos quemarse por la llama. Con un marco redondo de color lavanda con el escape de forma ovalada con detalles dorados en el, a mi lado izquierdo. Exactamente debajo de mi pie izquierdo estaba la cama de la Princesa Celestia. Era como un tapete en forma de guisante de color violeta. Muy suave con una gran almohada de color amarillo que abarcaba toda la marte superior de esta cosa. Detrás de esa cama veía una puerta de madera oscura con unos toques de color rosa oscuro y por el lado derecho otra puerta pero era de madera mas clara y tenia menos detalles característicos. Frente a mi veía el balcón al exterior, una puerta doble de cristal con marco metalico plateado viendo el cielo azul escuchando el tenue canto de las aves—Bienvenido a mi habitación Arturo. De momento compartiremos habitacion, ya que las habitaciones de invitados estarán ocupados por Twilight Sparkle, mi aprendiz que te había mencionado. Y en caso de que venga con sus amigas también.

—Suena bien, pero nunca he estado con una mujer. No se, me siento raro pensar eso. Y bueno, me he dado cuenta que me siento incomodo al no tener ropa. No lo se, ¿No tiene algo que yo me pueda poner?

—¿Ropa? ¿Acaso no te sientes bien por eso?

—En verdad no, no lo se. Me da algo de vergüenza—Me cubri mi entrepierna algo avergonzado, no era algo que me afectase como tal pero por instinto me sentía asi. Ella giro un poco la cabeza hacia un lado extrañada.

—Curioso. Ya que todos vemos las prendas de vestir como algo opcional, aunque se usan comúnmente en eventos personales o por mero gusto. No comprendo tu emoción Arturo.

—Entonces ¿Estoy en un mundo nudista?

—No comprendo lo que dices. ¿Acaso sabes si en tu reino usan ropa?

—No lo se, pero es extraño ahora. ¿No hay algo para mi?

—Lo siento, pero no creo que exista ropa para alguien como tu. Pero puedes tomar una de las toallas de mi ducha—La Princesa Celestia abrió esa puerta de madera marron sacando del interior una de sus toallas y me la dio con su magia. La tome y me la pase por toda la cadera pero esta toalla era muy grande, tuve que pasármela por el cuerpo tres veces. Y al terminar de cubrir mi parte baja vi por una cara el mismo dibujo que tenia la Princesa Celestia en su costado—¿Te sientes comodo?

—Me siento un poco mas seguro Princesa Celestia. Aunque no puedo dejar de preocuparme que me vio desnudo e inclusive estuve sobre usted de esa forma.

-Oh, no te preocupes. Es algo natural, eventualmente tendría que haberte llevado de esa forma. Si venias por un lado mio mas ponys te hubieran visto y mis guardias te hubieran detenido. A veces tienden ser muy impulsivos cuando ven algo desconocido. Si quieres, puedes tomarte una ducha. Por mi no hay problema, siéntete en tu hogar. Yo tengo que envíar una carta a Twilight Sparkle. Ademas, no te aburrirías en estos momentos.

—Bueno, eso suena bien. Podria hacerlo—Ademas que asi me dejaría de sentir incomodo por haber estado desnudo. Aunque ¿De donde vengo mi cultura usara ropa o será como el de ellas? Celestia sonrio y dio media vuelta y con su cosa dorada creo un pergamino, una pluma de ave y un tintero. Mi sobre la coloco sobre la cama y comenzó a escribir con calma. Camine en silencio hacia el baño dando pocos pasos y entre cerrando la puerta mirando el interior. No era la gran cosa, era un simple baño. Común y corriente. Paredes de azulejo blanco con un lavabo de porcelana con base de madera. Ultra fina y un espejo en la pared de forma redonda. Donde podía verme el rostro. Mi cabello era demasiado largo. Me llegaba hasta la nuca o un poco mas de eso. Del lado opuesto un perchero con varias toallas con la misma marca de sol. Y frente a mi esa regadera con una cortina de por medo de color blanco. Parece que esta princesa tiene una afición por el blanco. Me volvi a quitar la toalla dejándola en ese perchero y sin mas. Me meti a duchar.

No me tomo mucho tiempo en ducharme. Solo tome la misma toalla y me seque el cuerpo y la deje colgando y tome una seca. Me sacudi un poco el cabello para sentir un poco el fresco. Sali de la habitación con mi calma. Me sentía comodo, o eso era. Hasta que apenas cerrando la puerta del baño me atraparon con ese brillo pero este era de color violeta inmovilizando mi cuerpo. Me alzo en el aire arrastrándome por toda la habitación. No veía a la Princesa Celestia por ningún lado. Ahora veía un pequeño pedestal de madera con sus herramientas de escritura de madera pero no estaba ella. Me sacaron de la habitación con esa rapidez pasando por los pasillos de este castillo. No pude apreciar mucho por la velocidad solo veía cuadros pintados a mano con diferentes escenarios de este reino. Llegue a ese recibidor pasando por las escaleras bajando al nivel inferior yendo al ala derecha por donde había pasado anteriormente Shining Armor. Los guardias se sorprendían al verme y comenzaron a correr detrás de mi. Nuevamente pasando por otros pasillos. Viendo otros cuadros y puertas de diferentes colores. Hasta ver una puerta al final de este pasillo y antes de golpearla con la cara se abrió con el mismo brillo violeta donde al cruzar apenas me solto de golpe cayendo de rodillas al suelo y los guardias me habían rodeado. Unos cuantos tenían lanzas y otros no pero se veian igual de peligrosos.

—Tranquilos chicos. No se precipiten tan pronto. Es un conocido mio—La princesa Celestia apareció por un lado entre los guardias ayudándome a levantarme del suelo. Todos los guardias cruzaron miradas entre ellos. hicieron una corta reverencia y salieron de la habitación corriendo—¿Estas bien Arturo?

—Si, estoy bien. Pero ¿Por qué me paso eso? ¿Qué era?

—Fue mi aprendiz, Twilight Sparkle—Ella apareció por un lado de Celestia mientras me levantaba, y detrás de ella otras mas. Era de pelaje color lavanda, su melena era asimétrica y tenia una pequeña franja rosada entre su melena. Y al igual que Celestia tenia un cuerno y un par de alas. Su marca en su costado era una estrella de 6 puntas y 5 estrellas pequeñas a su alrededor. Tenia una gran sonrisa en el rostro.

—Antes que nada, disculpa lo que te hice. No fue mi intención traerte de forma estrepitosa. Me llamo Twilight Sparkle, soy la princesa de la amistad. Es un gran placer conocerte. Ser extraño y misterioso—Mire varias veces a la Princesa Celestia algo. Ofendido, porque no se porque me siento como un experimento o como un juguete.

—Twilight, procura no emocionarte tanto frente a Arturo. Lo puedes asustar.

—Cierto cierto—Twilight Sparkle se encogio de hombros ruborizándose retrodeciendo varios pasos pero solo para caminar a mi alrededor. Veía las 6 mas que la acompañaban. ¿Cómo debería de llamarlas? ¿Caballos o ponys? Porque son ponys, pero la Princesa Celestia es mas alta que ellas. Ella debería de ser un caballo ¿O me estare equivocando? —Bien, primero. Soy Twilight Sparkle, recidente en Ponyville. Ellas son mis amigas, de izquierda a derecha son; Pinkie pie, Applejack, Rarity, Rainbow Dash, Fluttershy y Starlight Glimmer—Estas ponys se acercaron a mi con inquietud. Me veian de diferentes maneras. Aunque, a su manera. Pinkie Pie, una pony de color rosado. Un rosado similar al betún de los pasteles y su melena esponjosa como el algodón de azúcar me veía con una sonrisa y desde su lugar daba grandes saltos. Su marca era un trio de globos de fiesta, Applejack. Una pony de aspecto humilde, de pelaje naranja. Con una melena rubia y lacia al igual que su cola y ambas tenían un liston rojo reforzandole su aspecto pero lo que definitivamente la caractarizaba. Tenia tres pecas blancas en sus pomulos y un sombrero color marron de campo. Ella me miraba con la cabeza inclinada hacia un lado. La tercera, Una pony blanca. Con el pelaje similar a Celestia, blanco como el de la nieve y hasta aca podía oler un fuerte perfume proveniente de su cuerpo. Su marca eran 3 gemas azules su melena era de color violeta y brillaba ligeramente por tanto acondicionador, bien peinada haciendo cairel por un lado al igual que su cola quien imitaba la forma de un cono. Una pony de pelaje azul cyan, me veía con una gran mueca. Con una nube blanca lanzando un rayo de color arcoíris. Su melena estaba revuelta y un poco descuidada pero no perdia su cierta elegancia multicolor ya que al igual de su marca su melena y cola era de arcoíris. Esta pony, era extraña. Estaba casi impresionada como Twilight. No se, veía un tic en su casco izquierdo y tenia una pequeña sonrisa y su pelaje era de color limón y tenia tres mariposas rosas en su costado y su melena y cola eran de color rosa y ambas eran muy largas. Tanta que cubria la mitad de su ojo derecho. Y la ultima, una pony que reaccionaba al igual que Rainbow Dash. Pero de una forma mas discreta. De pelaje color lila con una estrella morada con unas franjas onduladas de color azul verde y azul cielo. Su melena era algo elegante, sobre salía su cuerno de unicornio entre un pequeño flequillo de su melena en punta ondulada al igual que su parte trasera de su melena y cola. Ambas eran de color violeta con una franja azul cielo y otra color lavanda un poco opaca. Eran dos ponys sin cuerno, dos con alas, dos unicornios y Twilight. Aun sigo sin encontrar nombre a ese don de alas y cuerno.

—Mucho gusto—Me sentía algo incomodo por ser el centro de atención. Twilight dio otras dos vueltas en lo que veía a sus amigas. La Princesa Celestia veía con paciencia y algo de alegría la actitud alegre de su aprendiz—Princesa Celestia. Me siento algo mal. ¿Puedo irme?

—Lo siento mucho Arturo pero debemos de saber de ti. Twilight, ¿Tienes alguna idea?

—Viendo su complexión, falta de pelaje y muestra de garras en cada extremidad. Y según lo que he investigado en lo que veníamos hacia aca. Puedo decir que nunca había visto algo asi—Twilight volteo a ver a la Princesa Celestia moviendo a cabeza hacia los lados negando su respuesta—No hay registro en mi biblioteca sobre algo como el.

—¿Y si buscas en la biblioteca de Canterlot? —Supongo que ira a largo esto. Me sente en el suelo cruzándome de piernas mirando a Twilight conversar con Celestia. Las demás ponys se comenzaron a acercárseme con lentitud hasta pararse en hilera frente a mi.

—Hola—Starlight fue la primera en hablarme, con un peculiar nerviosismo. Apenas podía verme a los ojos—¿Cómo estas?

—Bien, supongo. ¿Y tu?

—Tambien bien—Ella sonrio ruborizándose avergonzada. Su sonrisa daba algo de miedo y su sonrisa parecía un triangulo algo deforme.

—Vamos Starlight, no seas cortante con nuestro nuevo amigo—Esa pony que apestaba a perfume, Rarity le dio un pequeño codazo en el antebrazo con una sonrisa mas confiada—Disculpela señor Arturo, apenas esta aprendiendo hacer amigos. Soy Miss Rarity. Mucho gusto—Extendio su casco y yo el mio estrechando manos. Mano casco, lo que sea.

—Mucho gusto Rarity. Es un placer.

— ¿Ven? No es tan difícil hablar con el. Es como nosotras, vamos chicas. No es peligroso, no sean descorteces con el chico—Todas tomaron un poco de mas confianza, haciéndome platica entre ellas; Pinkie Pie era repostera. Trabaja en Sugar Cube Corner a tiempo parcial y el otro tiempo se dedica a hacer fiesta para todos. Era muy explosiva. Rarity, era modista y tiene mucho éxito en Equestria, era agradable pero tenia cierto narcicismo al hablar. Rainbow Dash era una desempleada. O eso decía ella con mucho orgullo. Starlight era algo timida y se cohibio cuando le pregunte si se dedicaba a algo. Solo dijo que era aprendiz de Twilight, Applejack trabajaba en su granja de manzanas, diciéndolo con humildad e inclusive por su forma de hablar. Fluttershy, era un caso especial. No supo decirme bien en lo que trabajaba y cuando preguntaba por su nombre. Bueno, se ponía mas nerviosa al preguntarle su nombre. Pero gracias a Rainbow Dash la presento con burla. Es cuidadora de animales a tiempo completo y alberga en su hogar a muchos animales, incluyendo osos. Eso era algo asombroso. No cualqueira acepta animales salvajes en su hogar. Pero ¿Ellas no son animales? Aunque Fluttershy me daba algo ternura sobre todas. Parecia un perro muy bonito.

—Es un gusto conocerlas a todas. He de ser honesto diciendo que tenia algo de miedo al verlas. Pensaba que eran un poco mas agresivas. Como Twilight.

—Es que Twilight tiende a ser muy agresiva cuando ve algo que no sabe—Applejack señalo a Twilight con su casco mientras ella me dibujaba con rapidez—¿Ves a lo que hablo?

—Ya veo, aunque ¿Cómo explicara un dibujo mio sobre lo que soy?

—No lo hara, solo que hare unos cuantos registros sobre ti. Comencemos—Twilight hizo a un lado a a sus amigas sentándose frente a mi con esas cosas por un lado suyo; El dibujo mio con los brazos extendidos y de piernas abiertas. Todo flotando a mi alrededor—¿Nombre completo?

—Arturo Rivera. Lo único que recuerdo.

—Bien. ¿Edad?

—No lo se, la princesa Celestia dice que tengo 14 años pero no estoy seguro de eso.

—Bien, de momento pondremos esa edad. Cuando tengas algo nuevo me dices y corregiremos esto. ¿Tipo de sangre?

—No lo se y creo que es mejor decirte que no recuerdo nada de mi, no se nada. Asi que mejor no hagamos esto algo tan largo—Twilight se decepciono un poco. Miro a Celestia por pocos segundos regresando la atención a mi.

—Esta bien. ¿Algo que puedas decirme?

—Lo siento, lo único que se es mi nombre. Desperte hace un buen rato en un campo con un sobre. La princesa Celestia me encontró y me trajo aquí. De ahí, no se mas.

—¿Un sobre? ¿Puedo verlo?

—Ahora lo traigo Twilight—Celestia envolvió su cuerno en ese brillo y en un instante apareció el sobre con la carta por un lado. Twilight la tomo con su magia leyendo su contenido—¿Te molesta si leo el contenido de la carta? Es para que las demás escuchen.

—No, adelante.

—Muy bien. Para Arturo Rivera. De Phoenix Incorporated SA de CV. Por la presente le notificamos que ha sido despedido de la compañía antes mencionada por causas clasificadas. Tiene dos horas para abandonar la instalación que se le ha proporcionado al igual que sus pertenencias personales. En caso de no hacerlo se usara la fuerza militar para reprenderlo y demandarlo por tercera vez. Su familia ha sido notificada de esto y en caso de no obedecer también nuestra petición se le confiscara todo bien personal. Firma, Doctor Knives—Twilight doblo la hoja y la guardo dentro del sobre mirando a todos. Confusa—No entiendo. ¿De que habla esto?

—Lo mismo me pregunte cuando lo lei Twilight. Lo único que entendí fue que lo despojaron de su hogar y pertenencias, el resto fue desconocido para mi también.

—¿Tienen alguna idea chicas?

—Lo siento Twilight, no tengo idea de lo que dice. Lo siento—Applejack se quito el sombrero, las demás negaron lo mismo menos Starlight quien veía la carta con interés.

—Creo poder hacer algo con eso Twilight. Tengo una idea.

— ¿De que se trata Starlight?

— ¿Recuerdas como usaba el pergamino de Star Swirl el barbudo para viajar al tiempo y tratar de cambiar la historia?

—Claro que lo recuerdo, como olvidar eso.

—Bueno, si lo que pienso es lo correcto. Deberia de funcionar con esto. ¿Me permites?—Twilight le dio el sobre y Stralight lo tomo con su magia sacando de nuevo el contenido—Interesante, el que lo escribió lo hizo con mucho cuidado. El que lo haya escrito. Osea, este tal Doctor Knives tiene una escritura formidable. Ningún erro de ortografía o gramatica—Starlight alzo poco a poco la carta en el aire viendo como se intensificaba el color a tal punto de tener un brillo casi blanco. Ella comenzó a sudar hasta que una gran esfera de color azul con muchos símbolos la iluminaba en ese color pero súbitamente todo se corto y la carta cayo suavemente al suelo y ella quedo agotada por esto—Lo siento mucho Twilight. Parece que no pude hacer nada útil. Como siempre.

—No te preocupes Starlight-Twilight paso su casco sobre el cuello de Starlight con una sonrisa—Al menos hiciste el intento de ayudarnos y eso se agradece mucho.

—Je, gracias por el animo.

— ¿Entonces no haya nada sobre mi?

—Lo siento Arturo, no sabemos quien eres. Claro, investigaremos todo sobre ti. No importa lo que suceda—A pesar de tener dos puntos negativos hacia mi. La carta y la falta de memoria me sentía en confianza, ellas me daban esa confianza y me dejaba un poco tranquilo aunque en si no me importa mucho recordar quien era. Si estoy aquí fue por algo. ¿No?

—Gracias, aunque no se presionen mucho. Me gustaría vivir un tiempo aquí, aprender de todo esto—Todas miraron a la princesa Celestia y ella me miraba con cierta sorpresa. Indirectamente acepte su proposición. Ella se me acerco tomando mi barbilla con su casco con una sonrisa.

—Me da gusto escuchar eso. Si quieres, podemos cumplir tus necesidades. ¿Qué te gustaría primero?

—Bueno, para empezar. Algo de ropa, no me siento comodo como estoy.

—¿Ropa? —Las ponys se preguntaron al mismo tiempo mirándome fijamente.

—Eh si. Ropa. No me siento comodo y menos teniendo a ocho mujeres. ¿Si son mujeres verdad? —Todas rieron ante algo que dije. No comprendo lo que dije.

—Claro que lo somos Arturo. ¿Acaso no tenemos la apariencia?

—Pues, no soy igual a ustedes. Además que lo único que me hace pensar al menos que son mujeres—Siguieron riendo después de esto. Se sentía raro pero de alguna manera gratificante. Eran buenas conmigo, a pesar de que no me conocen. No lo se, siento que puedo creer que todo saldrá bien. Aunque sigo creyendo que debo de tener otra edad a esta. 14 años no es algo que vea correcto, no lo se. Algo no me cuadra. No lo se. Debo de recordar quien soy en verdad.

Han pasado ya dos horas desde que apareci en este lugar. Rarity se tomo de su tiempo para confeccionar mi ropa. Y he de agradecerlo mucho en realidad. Supo lo que me gustaba con solo ver mi cuerpo. Me dio una camisa de botones de mangas largas de seda. Con botones de oro. Unos pantalones del mismo material de color marron con un par de bolsillos muy grandes y espaciosos. Podía meter unos libros en ellos y un cinturón de plástico flexible recubierto de cuero sintetico negro aunque este cinturón. En la parte trasera tenia una tela de color azul rey y unas botas negras de cuero sintetico de color negro con unos botones de oro. Era fresco, Fluttershy se paso un buen rato arreglando mi cabello gracias a las indicaciones de Rarity. Rainbow Dash se paso todo el rato contándome anécdotas de lo increíble que era. Algo que no buscaba, no lo se. Quería saber mas de Equestria, del lugar donde viviré hasta saber quien soy. No de Rainbow Dash, no era por ser grosero pero hablaba mucho de ella misma. De lo genial que era, pero el buen animo de Pinkie Pie al interrumpirla entre historias y Twilight analizando mi cuerpo con cierta rareza. Analizaba los dedos de mis manos con su magia con un monóculo y Starlight anotaba lo que Twilight le decía lo interesante como mis uñas. Applejack estaba con la princesa en su habitación atendiendo mi asunto. Supongo que deben de arreglarlo para mi estadia. O no se, era extraño ahora. Me investigaban ahora como animal. No lo se, tenia miedo de que me introdujeran algo en un lugar feo.

Terminaron con algo de calma. Me habían hecho muchos estudios visuales y físicos indoloros. La princesa Celestia había regresado con Applejack de su habitaicon conversando con varias risas entre ellas y eso me alegraba. Y mas al ver la comida que venían con ellas, unos cuantos sirvientes nos trajeron algo de comida. Y digo sirvientes con calma ya que tenían uniforme. Aunque se veian muy amistosos. Su comida era algo. Verde, naranja y amarillo. Consistia en plantas; hojas de lechuga, zanahoria y girasoles. Si, girasoles. Las mismas que crecen en el campo. Esto me quito el apetito, pero ellas se veian muy bien. La única que no comia eso era la Princesa Celestia que tomaba te de manzana por un lado y le habían colocado una pequeña mesa de madera con comida y unos postres. Me acerque a ella sentándome a su lado cruzándome de piernas, mirando la mesa con tanta comida.

—¿Sucede algo Arturo? ¿No te gusta la comida que te han servido?

—Bueno—Mire a las demás ponys. Quienes comían con alegría a los pocos centímetros viéndome a los ojos. Voltee a ver a Celestia alzando la vista chocando mis puños en mis rodillas—No siento apetecible comer eso. No lo se, no me imagino comer algo que crecio por la lluvia.

—Oh, ya veo. Supongo que gustas de otras cosas. ¿Y sabes cuales son?

—La verdad no, pero lo que se con solo verlo. Me siento atraído. Hablo de ese pastel—Celestia miro la rebanada de pastel a un lado de la tetera de porcelana. Miro a Twilight y ella con una discreción indiscreta anoto lo que dije. Starlight estaba riendo con verdadera discreción.

—Supongo que no te hara daño si comes un poco de pastel y bebes te en vez de comer algo natural. Adelante, come. Eres libre de comer el postre—Celestia tomo la rebanada dándomelo con su magia y sirviéndome te en una taza de porcelana similar a la suya. Comence a comer con las manos, veía los cubiertos frente a mi pero me gustaba mas con las manos. Tenia hambre, no se. Apenas comencé a comer y el hambre se manifestó en mi estomago. El pastel era muy dulce y no se sentía seco. Sentía la crema azucarada y el pan deshacerse en mi boca y mas rápido por el betún blanco aun mas dulce y el te era algo amargo. Complementando la dulzura del pastel. Lastimosamente, todo termino. Me había terminado la rebanada de pastel quedando únicamente el te amargo. Me siento usado—¿Qué sucede Arturo? ¿Por qué te sientes mal?

—Me quede con ganas de comer mas. Me siento con hambre. Quiero mas.

—Bueno, podría decirle a LovelyWheel que traiga mas postre pero creo que ya no queda mas en el castillo. Habrá que preparar mas para sacias tu hambre.

—Oh, bueno. Supongo podría que podría conformarme con esto—Le pase el dedo al plato y me meti el dedo a la boca saboreando los restos de la rebanada de pastel, no se. La primera vez que como algo asi y no pude saborearlo. Ni menos describirlo, eso era un problema.

—Esta bien, pediré un pastel solo para ti. Le dire de favor a LovelyWheel que vaya a Canterlot y busque el pastel mas rico y dulce solo para ti—Celestia me toco la punta de la nariz con su casco con una sonrisa—Twilight. ¿Podrias enviarle un telegrama a LovelyWheel que necesito que vaya a Canterlot a buscar lo que he dicho?

—Sera un gusto princesa—Twilight escribió rápidamente sobre una de sus tantas hojas y lo envio con su magia haciendo un efecto de implosión desapareciendo de la habitación—¿Y bien chicas? ¿Listas para ir a sus habitaciones?

—Queremos quedarnos Twilight—Rainbow Dash volo de su asiento tomándome de los brazos alzándolos en el aire—Queremos conocer mas a Arturo.

—Exacto, de un momento a otro conocimos a Arturo. Lo mejor que debemos de hacer es convivir con el, para que se sienta a gusto y se adapte a Equestria—Starlight quien aprecia ser la mas allegada a Twilight, al ser su aprendiz apoyo a Rainbow Dash quien movia mis brazos hacia los lados con mucho entretenimiento.

—Diria yo. Bueno, que sepamos quien es. No he visto un animal como el y bueno, se que como cualquiera busca conocer mas lo que le rodea. Y bueno, me gustaría enseñarle como cuidar este lugar—Fluttershy, aquella pony miedosa de la vida y timida hablo apoyando a Rainbow Dash. Con un tono de voz suave y casi desapercibido. Twilight me miro fijamente mordiéndose el labio inferior.

—¿Qué opinan? Applejack y Rarity.

—Digo yo que lo dejemos descansar, hoy le hicieron muchas cosas. Me sorprende mucho que no le hayas hecho algo raro Twilight, ya que acostumbras mucho indagar donde no deberias—Applejack sonrio avergonzando a Twilight. Ella se encogio de hombros mirando a Celestia y ella la veía con el gesto semi fruncido.

—Opino lo mismo que Applejack, aunque me gustaría seguir haciendo ropa para el Joven Arturo. Sus medidas son nuevas para mi seria un placer para mi que me permitieras hacerte mas ropa. Eso ampliaría mi galería—Rarity se veía mas explosiva. Su melena se alboroto ligeramente pero, era una explosión algo inocente. Y perturbador.

—No me molestaría para nada pero. Aun asi insisto que me gustaría aprender mas de Equestria. No soy una atracción.

—Eso me da una idea—Celestia tomo una de las hojas de Twilight y su pluma escribiendo un mensaje largo. Se veía la tinta del otro lado de la hoja y ocupaba mas de la mitad y repitió el mismo proceso que Twilight—Listo. Le he avisado a una vieja amiga mia que se encargara de esto.

—¿De quien se trata Princesa Celestia?

—FlashingBulb. Una maestra de educación primaria y secundaria en Canterlot. Una vieja estudiante mia.

—¿Por qué no me lo deja en cargo Princesa Celestia? Podria enseñarle muchas cosas de Equestria en corto tiempo.

—De hecho, es mejor no agobiarlo mas. Y se que Flashingbulb le enseñara las cosas que a el le interesan en un largo plazo. Ademas ya no eres una simple estudiante, ahora eres una princesa Twilight. Tienes responsabilidades por toda Equestria y no podemos darnos el gusto de tener a una princesa en Canterlot desprotegiendo Ponyville—Twilight se desanimo pero las palabras de animo en tono agradable. Le subio la moral, y no digo mas porque no se de lo que hablan. ¿Qué es Ponyville? ¿El hogar de Twilight?

—Tiene razón princesa. Tengo que atender muchas cosas. Curiosamente días antes de este hecho Pinkie Pie y Rainbow Dash fueron a GriffinStone a ayudar a sus habitantes en un problema de amistad.

—Asombroso. Me gustaría luego escuchar de eso. Ahora, debemos de ir a nuestros aposentos. Estoy a punto de dar el ocaso. Arturo—Celestia se levanto del suelo tomándome de la mano con su casco—Tu postre llegara directamente a nuestra habitación. Asi que podras comer con libertad después de dormir. Y si tenemos buena suerte podras conocer a mi hermana.

—Esta bien Princesa, me gustaría seguir comiendo eso. Esta bien Princesa, me gustaría seguir comiendo eso. Es algo delicioso.

—Me da gusto, pero a partir de mañana buscaremos también la dieta de tu especie. No puedes comer cosas dulces todos los días. Te podrias enfermar. Ahora, debemos de ir a nuestros destinos. Twilight, ponys. Con su permiso—Celestia me tomo nuevamente con su cosa dorada sentándome sobre su lomo caminando hacia la salida con las ponys haciendo reverencia. Caminamos el trayecto que había pasado hace horas. Mirando el pasillo con mas calma, con sorpresa. Hermosas paredes de piedra con cuadros de la Princesa Celestia en ellos. Por un lado veía a la Princesa Celestia joven, de melena rosa pastel y corto. Una melena corta y bufanda. En una plaza remarcándole una figura humilde y joven. ¿Cuántos años tendrá la Princesa Celestia? El recuadro se veía muy viejo que el resto y era el único donde ella tenia esa melena. Pasamos por el Lobby principal viendo mas guardias. Pero de diferente aspecto. Los guardias de armadura dorada daban sus armas o al menos los que tenían a otros guiardias con armadura negra y su pelaje era de color gris y sus orejas eran puntiagudas y en su mayoría eran pegasos—Ellos son los guardias nocturnos Arturo, son los guardias que están bajo el nombre de mi hermana. La Princesa Luna.

—Ya veo, es muy interesante. Sus guardias están durante el dia y en la noche su hermana. Asi los guardias no se cansan por el trabajo.

—Exacto, buena forma de verlo. Mi hermana y yo habíamos acordado eso hace muchos años—Entramos al pasillo final que daba a la habitación de Celestia. Y mi cuarto también. Ya que a partir de hoy dormiré con ella pero ¿Eso es normal? Soy alguien que ella no conoce que recién apareció en su mundo. Lo mejor seria que durmiera en otro lado. No en su misma habitación además, es una princesa. Obviamente alguien como yo no merecería dormir con una princesa. Aunque no sea malintencionado. Era muy amable conmigo. No comprendo tanta amabilidad. Hoy fue un dia rápido y a duras penas puedo percibir lo sucedido. Entramos a la habitación y ella me bajo al entrar caminando hacia el balconsillo viendo al sol caminar con demasiada lentitud— ¿Te gustaría ver como bajo el sol? Me harias muy feliz si lo presencias.

—Claro. Seria algo bueno—Camine hacia ella viendo como poco a poco envolvía su cuerno en ese color dorado. Me detuve a su lado por fuera de su habitación, mirando con otra sorpresa. Esta lugar era muy alto. Por dentro no parece eso. En serio, no parece. Estabamos a una gran altura. Tanta que las nubes estaban tan cerca de nosotros, la brisa era refrescante. Movia mi cabello desarreglándolo en pocos segundos—Vaya, no pensaba que esta seria la vista exterior. No se ve asi dede el interior.

—Observa bien Arturo. Inclusive te puedes sorprender—Mire debajo de mi viendo una gran columna redonda. Era una torre—Exacto. Estamos en una de las torres que habias visto a lo lejos. Del otro lado, esta mi hermana—Celestia señalo hacia la derecha y voltee viendo la otra torra. Similar al que estábamos. Una pony de pelaje azul marino y melena ondulante similar a Celestia. Mirando al cielo ignorándonos—Ella es mi hermana, espero pronto puedas conocerla.

—Si, seria bueno conocerla. Se ve que es buena como tu.

—Me halagas y también eres bueno. Desde el momento de conocerte lo pude ver. Ahora, si me disculpas debo de concentrarme en esto—Celestia envolvió su cuerno en ese color dorado semi transparente apuntando al sol y este se envolvió en tal forma y poco a poco comenzó a bajar de su lugar. Del cielo azul que había poco a poco veía el naranja del atardecer. Detrás mio veía el azul marino de la noche al igual que las estrellas. Brillando con poder y mas aun la Luna sobre ellas en el centro. Era algo impresionante pero no podía ver explicación para esto. Me siento raro, esto no me cuadraba—Por lo que veo tienes dudas; Veras. Equestria es un mundo el cual vive de la magia. Y esto que ves, es magia. Yo, la Princesa Celestia me encargo de cuidar a mis súbditos durante el dia. De protegerlos de todo mal y darles amor en su vida. Y en la noche mi hermana hace lo mismo. En el reino de los sueños, y por ende nuestros talentos van de la mano a lo que hacemos. Yo muevo el sol durante todo el dia y mi hermana lo hace durante toda la noche. Estemos despiertas o no. Asi traemos un balance a todo el mundo. Con la alegría de traerles a todos un nuevo y hermoso dia o una calida noche de descanso. Por eso Arturo, mi Cutiemark es un sol y el de mi hermana de una Luna. Inclusive nuestros nombres van de la mano de eso. Fue una ligera explicación para que supieras lo que hacemos todos los días desde hace muchos pero muchos años.

—Es increíble Princesa, ver que hace esto con tanta facilidad y bondad. Por el bien de su mundo—El sol bajo lo suficiente para esconderse parcialmente en el terreno. Grandes montañas rodeaban este lugar. Grandes y pequeñas. Todas con un color verde natural. Un brillante verde con naranja. Estaba, complacido por ver tal belleza. Hasta que finalmente la oscuridad cubrió toda Equestria y ver a la Princesa Luna volar desde su habitación con calma.

—Ahora si Arturo. Debemos ir a la cama. No pudimos preparar otra cama para ti, pero procuraremos mañana hacer una a tu antojo. Que cumpla con tus necesidades—Celestia dio media vuelta y yo le segui por detrás cerrando las puertas de este balcón mientras ella se quitaba sus accesorios de oro dejándolos sobre su mueble de madera. Se acostó en cama. En forma lateral doblando sus cascos mirándome con una sonrisa—Anda, recuéstate. Mañana será un dia largo.

— ¿Segura que quiere que pase la noche con usted?

—Claro que no, no es problema para mi. Ya te lo he mencionado. Cuidare de ti mientras estes en Equestria. No hay problema, a fin de cuentas. Veo bondad en tu corazón. Anda, recuéstate.

—Muy bien—Me quite las botas y el cinturón de cuero dejándolos en el suelo y me recosté por un lado de Celestia. Apoyandome en uno de sus cascos. Sentirla de esta forma era algo. Reconfortante. Su calido y suave cuerpo me relajaba. Y mas escuchando el sonido de la madera quemarse dentro de la chimenea. Ella bajo la cabeza doblando su cuello de forma que su cabeza quedo a un lado de la mia—¿Cómo cree que llegue a este lugar? —Cerre los ojos descansando la vista. No se si ella hizo lo mismo o se mantiuvo con los ojos abiertos.

—No lo se, eres todo un misterio Arturo.

—¿Cree que algún dia recuerde lo que soy en realidad?

—Eso espero. Porque eres el primero que llega a Equestria. Asi que todos querrán saber de ti. Y tampoco podremos ocultarte para siempre, eventualmente todo el reino sabra de ti.

—Princesa Celestia. ¿Por qué me recibió sin dudar? Apenas tengo un dia en Equestria y usted me abrió las puertas como si fuera algo importante para usted.

—Puedes decirme por mi nombre, Celestia. No te preocupes por las formalidades conmigo, podemos hablarnos con calma—Ella se quedo callada de pronto. Podia sentir sus movimientos y uno de ellos fue que levanto la cabeza de la cama—Bueno, te recibi en Equestria sin dudar. Porque, bueno. No tengo idea, al verte. En ese momento supe que estabas desorientado, solo y abandonado. Y me puso triste cuando dijiste que no tenias recuerdo de tu hogar. Y mas a tu corta edad. Porque te ves joven ¿O me equivoco?

—No lo se Celestia. Pero, desde que me dijo que era un niño me siento raro. No me veo de esa forma, y por eso también quiero saber que sucede conmigo.

—Lo que yo se Arturo. Es que, cuidare de ti. Porque es difícil tener una vida en un lugar que no conoces. Sin saber quien eres, y siento. Que eso, es lo peor que le puede pasar a uno. Me gustaría cuidarte y quererte con todo mi corazón Arturo. Puede sonar pretencioso. Pero, quiero que seas mi hijo. ¿Aceptarias eso? Puedes rehusarte. No me molestare, se que hago mal en preguntarte y decirte eso. Me veo maleducada por decir esto.

—Claro que no me molesta. Mientras que no haya nada que lo impida. Aceptare ser su hijo, no veo problema alguno—Tras mi ultima palabra quede profundamente dormido. Al no tener recuerdos, todo era un espacio vacio. Negro, y frio. Pero me sentía a salvo. Porque, a pesar de haber aceptado ser hijo de una princesa de un Reino que muy apenas se que existe por magia. Como lo llaman, ella me enseñara lo que debo de aprender. Y me ayudara a recordar quien soy. Esta será mi vida en Equestria, Esta será. Mi vida con Celestia.