Desde la ventana de la mansión se podía ver como un joven moreno de ojos verdes paseaba por los amplios jardines hermosamente decorados y llenos de color, ya que era primavera. El hermoso moreno se detenía a oler las flores y a disfrutar del paisaje sin tener idea siquiera de lo que pasaba por la cabeza de aquel que le observaba.
Harry Potter miro hacia la ventana y vio a su novio, que le miraba con expresión pensativa. `Seguramente ha tenido un día duro en el trabajo´ pensó. Le sonrió dulcemente tratando de animarle ya que siempre le decía que con una sonrisa suya sus problemas desaparecían y su pareja le respondió con una sonrisa igual de dulce, para luego girarse.
Harry sonrió satisfecho. Cuando después de la guerra comenzaron su relación hubo mucha gente en contra, pero jamas les escuchó porque el conocía al verdadero Draco Malfoy, y los demás no. siempre le decían lo mismo: es el hijo de un mortifago, te a tratado mal durante años, probablemente te engañará porque es un hurón traicionero... ¿acaso pensaban que el se habría metido en esa relación sin estar completamente seguro de que se amaban el uno al otro? Y durante los 5 años que llevaban juntos jamás se había arrepentido de su decisión de permanecer junto a su dragón quien si bien ante otros mantenía parte de su mascara, en privado era el mas apasionado y tierno de los amantes.
Mientras tanto en la mansión Draco no pensaba como Harry en el inicio de su relación, sino en el futuro de esta. Se acercó al escritorio de su despacho y sacó del segundo cajón una caja de terciopelo negro. Estaba bastante seguro de lo que iba a hacer, pero su problema era como hacerlo. Quería pedirle a su amor que pasase el resto de su vida junto a él, pero quería hacerlo lo mas especial y romántico posible por lo que ninguna de sus ideas le parecía buena.
Esa misma noche estando los dos en la cama después de haber hecho el amor apasionadamente Draco contempló a Harry mientras este recuperaba el aliento.
"Dios Draco, cada vez que lo hacemos siento que es mejor que la anterior" le dijo medio juguetón "no sabes cuanto te amo". El corazón de Draco se aceleró, como cada vez que su moreno le decía esas palabras y supo que era el momento indicado. Cogió la caja que había guardado en su mesilla y se incorporó ante la atenta mirada verde.
"Harry yo... he estado dandole vueltas durante un tiempo a esto y creo que ya es hora de que demos el siguiente paso en nuestra relación" cogió aire y abrió la caja lentamente "se que todavía hay gente que tiene dudas sobre nosotros y me muero por callarles la boca a todos, y además cada día que paso contigo estoy mas seguro de que eres el único que quiero a mi lado por eso, ¿me harías el honor de casarte conmigo?"
Miro expectante al otro, que se encontraba boqueando como un pez fuera del agua. Harry suspiró, cogió aire y se lanzo a los labios de su pareja murmurando si entre pequeños besos para luego fundirse en uno largo y apasionado. "Listo para la segunda ronda, mi amor" le susurró sensual mientras el rubio le colocaba el anillo y se colaba entre sus piernas.
"Si es contigo siempre".
