Hola, ¿Cómo estan? Espero que bien…
En fin, ahora vengo con una entrega "especial" (¿?)
Un pequeño fanfic que constará de 2 capítulos, que contará con la participación de las parejas:
Corazon x Law & Doffy x Crocodile.
Me divertí bastante escribiendo esta cosa, ¿por qué?
Es puro fanservice. Así es, puro fanservice. Me reía cada vez que escribía un dialogo sexy.
Esta cosa es una especie de homenaje a uno de mis hentai favoritos (Si, ya se pueden reír o retirar)
No esperen mucho de esta cosa, no lo tomen en serio, será como ver una película porno con una trama horrible como pretexto para poner escenas sexuales. Así que diviértanse, ríanse, háganse la paja mental (o real) o huyan, estan a tiempo.
En verdad necesitaba escribir algo así de relajado después de un bajon de mi autoestima como fanficker, ya que, ciertas observaciones me hicieron ver que actualmente solo escribo cosas muy serias o tristes.
Sin más por el momento, aquí tienen.
La marina ha estado pasando por una racha de éxito sorprendente este año; piratas, rebeldes y demás escoria que afectaba la tranquilidad de la sociedad se vio severamente aplastada por el peso de la justicia.
Cada mes bajaban más lo índices de delincuencia y con ello la captura de criminales aumentaba a niveles nunca antes atestiguados…
Incluso criminales de gran talla habían estado cayendo.
¿La razón? Los mandos de la marina habían reforzado sus fuerzas y, además, habían ideado un sistema un tanto peculiar:
Los criminales atrapados serían enviados a distintos destinos, la prisión ya no bastaría para adoctrinarlos, estos podrían ser enviados a campos de trabajo y de construcciones, serían sujetos de pruebas y experimentos para la rama científica del gobierno mundial, y por último (y tal vez la peor opción) serían regalados como esclavos personales a nobles y personal de la marina…
De esta manera los rumores correrían y el simple pensamiento de querer cometer algún acto ilegal o criminal sería algo que se pensaría dos veces.
En cierta base de la marina, aquel sistema de castigo se había deformado a tal punto en que los criminales que fueran a parar ahí eran prácticamente repartidos entre los soldados y dirigentes para el puro placer sexual; esto claro era algo que se mantenía en la indiferencia pues, después de todo, ¿Qué importaba la calidad de vida de aquella basura que solo provocaba problemas a la sociedad?
Cierto día en esa base de la armada, después de que se realizara una junta sobre temas de organización de vigilancia de zonas, un par de marines rubios discutían…
-Simplemente no creo que sea correcto, Doffy-balbuceo un rubio de cabello espeso y con un fleco que parecía cubrir ligeramente sus ojos color naranja.
-Vamos, Rocinante, ¿Qué hay de malo? Esas basuras dañaron a gente inocente, ¿Por qué habríamos de tenerles respeto?-terció el rubio cuyo cabello estaba recortado y ligeramente peinado en mechones puntiagudos. Este llevaba unas estilosas gafas de cristal rojo.
-Pero abusar de ellos, de esa forma…-dijo Rocinante poniéndose cada vez más incómodo al pensar en que cada día más soldados aprovechaban ese sistema y dejaban su moral por los suelos-, es un tanto injusto…
-Ja, que niño tan bueno eres, hermanito…-y este se detuvo un momento para estirar sus brazos-. Pero apuesto que, si en algún día de estos, traen a alguien que de verdad te guste aprovecharas la oportunidad… ¿Eh?
-¡¿Qué dices!? No… No… Claro que no, no lo creo-y el rubio llamado Rocinante se ruborizo mientras agitaba su mano derecha en gesto de negación.
-Claro… Espero que puedan traer a alguien que valga la pena, ya estoy harto de ver personas comunes y corrientes, no es divertido…-y se detuvieron ante un pizarrón donde estaban varios carteles de "Se busca".
Los hermanos observaron a los distintos sujetos.
Doflamingo señalo el cartel donde se exhibía la fotografía de un atractivo joven moreno que sonreía arrogantemente.
Tal criminal llevaba una especie de gorra blanca con puntos oscuros, parecía portar espada, un par de pendientes decoraban su oreja, lucía patillas y una pequeña perilla cubría su barba.
-Oh… A esto me refiero. Trafalgar Law… Mira que tremendo premio sería este altanero-declaro el rubio de gafas rojas-. Le daría tal lección que se le borraría esa traviesa sonrisa de su linda cara…
-Doffy… En verdad me asustas, ya van varias veces que dices cosas así sobre ese tipo. Parece que de verdad estas interesado en él…
-Nunca logramos atraparlo, en verdad que es escurridizo, ¿te lo has topado? A mí siempre se me escapa, el muy canalla.
-Sí lo he visto un par de veces, pero como dices, es ágil y sabe burlarse de uno, no olvidare como se burló de mí y mi tropa…-comento Rocinante mientras desviaba la vista del cartel.
-No puedo creer que lo tuviste cerca y no hayas notado lo bien que está. Debes de estar ciego, quítate ese fleco de los ojos…
-Basta, bueno, admito que es un joven atractivo, el único pirata atractivo que he visto entre los carteles a decir verdad, pero no creo que me atreviera a hacer algo así con él…
-Más para mí entonces…
La verdad detrás de todo este asunto era que, muy en el fondo de su ser, Rocinante sentía una curiosidad respecto a ese joven pirata; en las ocasiones en que había tenido que enfrentarse a este le habían dejado una rara sensación de "querer más", querer verlo más de cerca, oír su voz más de cerca, seguir persiguiéndolo y sentir una leve conexión con él…
Pero al final del día prefería ignorar todo indicio de atracción y seguir con su recto camino libre de todo acto "sucio".
Y al día siguiente, durante una especie de junta sobre tácticas y defensa, un soldado irrumpió para dar un importante aviso.
-¡Señor, ha arribado un nuevo grupo de criminales, estos son de un nivel especial y han sido asignados específicamente!-informo en voz alta un pequeño soldado-¡Solicito la presencia del comandante Donquixote Rocinante y el capitán Donquixote Doflamingo!
Los hermanos voltearon a verse, Doflamingo esbozó una amplia sonrisa y comenzó a reír suavemente mientras que Rocinante reflejo toda su confusión y nerviosismo en su pálido rostro.
El par iba detrás del soldado que les había llevado la noticia.
-¿Con que fueron asignados especialmente? Ja, ya se lo estan tomando en serio los viejos de arriba-decía Doflamingo sin detener sus pasos-. Veamos quienes llegaron…
Y llegaron a una gran sala donde varios soldados y otros líderes ya se encontraban sentados en espera del nuevo grupo de delincuentes.
Rocinante y Doflamingo tomaron asiento, separados por dos sujetos entre ellos.
Para ese día, los hermanos Donquixote se habían puesto sus trajes formales que consistían en pantalones y sacos blancos acompañados de una capa que descansaba sobre sus hombros que rezaba en la espalda la palabra "Justicia".
Al cabo de unos minutos la puerta de esa gran estancia se abrió y un conjunto de aproximadamente diez criminales entraron custodiados por varios marines a su espalda que les apuntaban con mosquetes. Pronto cada sujeto se fue dirigiendo frente a cada marine presente.
-¡Sujeto 050927, asignado a la custodia del capitán Donquixote Doflamingo!-exclamo uno de los soldados que llevaba una lista entre sus manos-¡Vamos basura, muévete y preséntate ante el capitán!-grito empujándolo violentamente.
Y un hombre alto, de cabello negro lacio peinado hacia atrás, de piel pálida y cuyo rostro estaba decorado por una gran cicatriz en horizontal que atravesaba sus mejillas y su puente nasal, se posiciono de mala gana frente a Doflamingo. Su vestimenta consistía en un simple traje de prisionero; pantalones y camisa de rayas negras y fondo blanco, alrededor de su cuello estaba un grueso collar explosivo de seguridad de donde colgaba una insignia con su número y nombre: "Crocodile". Un garfio dorado ocupaba el lugar de una mano izquierda.
Este delincuente miraba hostilmente a su nuevo "dueño" quien al parecer en esos momentos no tenía interés en verlo.
-No… No puede ser…
Y delante de Rocinante se presentó aquel atractivo pirata del que habían discutido el día anterior.
Trafalgar Law sonreía confiadamente ante el nervioso comandante rubio que temblaba de arriba abajo. El pirata de cabello negro vestía con el simple traje de prisionero de rayas blancas y negras, alrededor de su delgado cuello, el collar explosivo que cargaba su insignia con su número 061019 y su nombre: "Trafalgar Law"
-Tra… Trafalgar Law…-balbuceaba Rocinante tratando de esquivar su intimidante mirada.
-¿Me recuerda, comandante Donquixote?-pregunto el joven moreno en un tono despreocupado y un tanto sugerente-. Yo no lo he olvidado…-y este comenzó a quitarse la camisa.
Rocinante estaba boquiabierto y totalmente ruborizado ante tal escena. ¿Acaso estaba soñando?
Pero había alguien aún más impresionado que Rocinante, y este era su hermano mayor, Doflamingo. El rubio de las gafas extravagantes miraba atónito la figura semi desnuda del atractivo pirata de cabello negro que había sido protagonista de varias de sus fantasías íntimas.
Pronto observo como Trafalgar Law se ponía de rodillas ante la nerviosa figura de su hermano menor.
-A partir de hoy seré su tiradero de semen personal-dijo Law de una manera tremendamente obscena, acerco sus manos a la entrepierna del rubio y comenzó a bajar su cremallera-. Debería de estar más contento, comandante…-y una gran erección salió de los pantalones blancos de Rocinante.
-Yo… No… No…-balbuceaba el comandante sin dejar de temblar y cerrar fuertemente sus ojos como una manera de negar todas las sensaciones que invadían su cuerpo.
-Bueno, al menos su cuerpo no puede mentir, está completamente duro... ¿Tanto así le excita tenerme frente a usted?
Rocinante ya no podía hablar, se encontraba jadeando y tratando de mantener su respiración lo más estable posible.
Sus latidos iban a toda marcha y su rostro ya estaba cubierto por una delgada capa de sudor que acompañaba su rubor.
"No… No puedo creerlo… Él… ¡Trafalgar Law está tocándome!" era el único pensamiento que podía concebir la alterada mente del comandante.
Y mientras tanto, a un par de asientos de ahí, Doflamingo observaba furioso y completamente frustrado como su hermano estaba a punto de recibir una felación por parte de Trafalgar Law.
-Maldita sea…-gruño en voz baja mientras cerraba con fuerza su puño derecho-¿Cómo es que tuvo tanta suerte?
Y aquella lasciva escena continuó…
Rocinante ya se encontraba gimiendo debido a las intensas maniobras orales aplicadas por Law, este joven moreno succionaba con fuerza para después sacar el rígido miembro de su boca y pasar su lengua desde la base hasta la punta y chupar suavemente de ella.
-¿Co-como…? ¿Cómo puedes hacer esto…?-logro articular Rocinante abriendo al fin sus ojos y toparse con la lasciva expresión de Law quien parecía disfrutar de aquella tarea-¿Cómo puedes estar de acuerdo con esto…?
-Es usted muy lindo, comandante-confeso el atractivo pirata en voz baja-. A decir verdad… Siempre me llamo la atención, ¿acaso no lo noto?
-Eh…
-La forma en que me "burlaba" de usted… No me diga que no sabe lo que es el coqueteo. Es más lindo e inocente de lo que me imagine-y el muchacho dio otra lamida más a la erección que sostenía con su mano derecha.
"Entonces… ¿¡Le gusto en verdad!? No puede ser… Es… Es demasiado bueno para ser cierto… Debe decirlo solo porque trae ese collar y está custodiado… Pero… La manera en cómo me lo hace… Es demasiado entusiasta…" pensó el comandante sin dejar de ver como su pene se introducía una y otra vez dentro de la cálida boca de Law.
-No debería decir esto pero… En serio me alegra de haber terminado con usted, espero hacerlo feliz-susurro el moreno mientras frotaba el rosado y rígido miembro-. Y espero ser feliz con usted… Haber terminado en manos de la marina no será tan malo si me mantengo a su lado-y Law acarició con especial cuidado el pequeño pedazo de piel que unía el glande con el tronco de su pene.
-Ah… Eres… Muy atractivo… No puedo creerlo…-jadeaba Rocinante sin dejar de mirar a su nuevo amante-. Es la primera vez que hago esto… No puedo creer que sea contigo…
-Me halaga en verdad…
-Eres… Agh… Se siente muy bien cuando tocas ahí…
El corazón de Rocinante se agitaba cada vez más, las palabras de Law sonaban tan sinceras, su voz tan suave y tan seductora además de su tonificado cuerpo bronceado hacían que su nivel de excitación fuera en aumento cada segundo…
Y por fin sucedió, Rocinante cedió a sus instintos.
El rubio se puso de pie y sus fuertes manos se posaron en el cabello de Trafalgar Law.
-Comandante, ¿tan de repente…?-y el muchacho no pudo continuar sus palabras porque su boca fue totalmente ocupada por la erección de Rocinante.
El comandante empujaba ligeramente la cabeza del joven pirata contra su miembro, haciendo que Law lo engullera profundamente...
Rocinante sentía oleadas de intenso placer al sentir que llegaba hasta la garganta del atractivo joven.
Law seguía empeñado en su labor; continuaba succionado en intervalos, utilizando su lengua en ciertos momentos y gimiendo para crear leves vibraciones que intensificaban el placer de su ahora dueño.
-No… No puedo soportar más…-suspiro Rocinante sintiendo una presión increíblemente placentera en todo su cuerpo-. Voy a…-y emitió un largo y profundo gemido que anunció su clímax.
Un chorro de ardiente semen salió del miembro de Rocinante y fue a parar directamente a la lengua de Law.
El joven moreno abrió su boca, como para mostrar que había recibido por completo aquel fluido blanquecino, y exhibirlo con cierto orgullo ante aquel rubio que seguía con el pulso acelerado. Después de exhibir aquel líquido sobre su lengua y asegurarse de que su rubio comandante lo mirara, lo trago por completo con una expresión de intensa satisfacción.
Rocinante, completamente exhausto y sonrojado, trataba de recobrar el aire y la cordura.
Se arrojó sobre su silla de nuevo y cerró sus ojos para tranquilizarse…
-¿Está satisfecho, comandante?-pregunto Trafalgar Law mientras se limpiaba los labios con el dorso de su mano derecha. Se puso de pie y se recargo contra el pecho de Rocinante-. En verdad que es lindo…-y el muchacho beso tiernamente en los labios al ruborizado marine.
En ese momento, los ojos de Rocinante se abrieron de golpe y miraron estupefactos al joven moreno que le sonreía insinuantemente. Y entonces…
-¿Comandante?
Rocinante apartó a Law de si, se puso de pie, cerro rápidamente sus pantalones y salió a toda prisa de aquella sala.
-¡No te quedes ahí, ve a seguir al comandante Rocinante!-exclamo un soldado empujando a Law por la espalda mientras que el moreno se ponía de nuevo la camisa.
Mientras tanto, Rocinante iba rumbo a su habitación a darse un baño, su corazón aun no podía calmarse, la horrible sensación de haber hecho algo impactante y prohibido seguía a flor de piel…
¿Qué pasaría más tarde? ¿Qué haría con este nueva "responsabilidad"?
Para cuando Rocinante ya había tomado su ducha, Trafalgar Law ya se encontraba dentro de sus aposentos.
-¡¿QUÉ HACES AQUÍ!?-exclamo el rubio quien solo traía una toalla blanca envuelta en sus caderas.
-Los soldados me trajeron aquí…
-Eh… Dios… Bueno… Esto… Señor Trafalgar…
-No actué tan formal. Dígame Law, comandante.
-Law… ¿Podrías dejarme solo por ahora?
-Pero…
-Ve al patio, diles que yo te mande ahí. Iré en unos minutos. Tenemos que… Hablar.
-Como ordene, lo esperare allá entonces.
Y Law salió de la habitación. Rocinante se puso a vestirse a toda velocidad, peino su espeso cabello rubio y se dispuso a ir hacia el patio de la institución.
Al llegar se encontró a Law sentado sobre una banca cerca de unos casilleros y una gran pared en donde se encontraban varios anuncios de la marina.
-Comandante…
-Law…
Y de pronto Rocinante sintió un jalón detrás de él, alguien lo había tomado por la capa en su espalda.
El rubio quiso voltear pero fue violentamente empujado hacia la pared llena de anuncios.
-Sabías que me gustaba…
Y quien realizo la ofensa no fue nadie más y nada menos que su hermano mayor quien lo miraba con frustración.
Doflamingo tenía una mueca que reflejaba toda su inconformidad, tenía su mano derecha cerrada fuertemente en un puño. Este bronceado rubio con gafas venía acompañado por su "prisionero personal" que lo escoltaba de mala gana.
-¡¿Crees que puedes lidiar con alguien como él!? ¡Intercambia conmigo!-y Doflamingo tomo por el cuello de la camisa a su hermano menor-¡Trafalgar Law es para mí, él tendría que estar chupando mi pene ahora mismo…!
-Pero… Doffy…-y Rocinante no pudo más que confesar-. También me gusta…
-¡¿Qué dices!?-y Doflamingo dio un leve bofeteo en la cara de su hermano.
-Además…-balbuceo el rubio de cabello espeso-, ya es mío…
-No te creas muy listo solo porque acabas de perder la virginidad, querido hermano. Voy a demostrarte la misma cortesía que tú me demostraste…-y el rubio de las gafas rojas levanto amenazante su puño derecho para aterrizarlo en el rostro de su hermano.
Pero aquel puño nunca llego a golpear nada pues fue detenido por la firme mano de Trafalgar Law que intervino a tiempo.
-¿Qué tal si este asunto se termina de una vez?-dijo Law con calma mientras apartaba eficazmente a Doflamingo con mucha fuerza lejos de Rocinante-. No puedo decir que me halagan los tipos que quieren follarme, en realidad… Me desagradan bastante.
-¡¿Qué!?
-En cambio… Personas como el comandante Rocinante hacen que mi cuerpo se emocione como nunca...-declaro Law con la misma tranquilidad de antes mientras ayudaba a Rocinante a incorporarse. El joven moreno volteo a ver directamente a su rubio dueño que aun yacía en el suelo-. Comandante… Si quiere una prueba de sinceridad, permítame ofrecerle, de una vez por todas, esto…
Y Law se quitó los pantalones, se apoyó contra la pared, inclinándose un poco para así darle una mejor vista de su trasero. Rocinante no pudo evitar tener una inmediata erección al ver aquella parte de Law desnuda por primera vez.
-¡BASTA…!-exclamo Doflamingo con un temblor furioso en su voz- ¡Esa no es la clase de cosas que haría Rocinante…! ¡Ni tú, Trafalgar Law! ¡Siempre fuiste lo bastante arrogante y orgulloso como para dejarte coger tan fácil…!
-Parece que no me conoce en lo absoluto-dijo Law fríamente mientras veía despectivamente a Doflamingo-. Muy bien, comandante, vamos a dar un buen espectáculo…
Law abrió la cremallera de Rocinante y saco el rígido miembro del rubio que ya luchaba por salir desde hace unos momentos. El moreno volvió a posicionarse contra la pared y esta vez usando sus manos para abrir un poco sus glúteos, dejó ver aquella pequeña y ajustada anatomía que se abría un poco más y se ofrecía con gusto a Rocinante.
-¡ROCINANTE…!-grito Doflamingo exasperado al ver como su hermano parecía ignorar su presencia y tomar el valor de seguir el juego de aquel pirata.
-No tiene que preocuparse por cosas de higiene…-dijo Law suavemente-. Todo ha sido limpiado. ¿Qué tal está? Se ve bien, ¿no es así, comandante?
Rocinante ya se encontraba vibrando, ya le quedaba poca conciencia. Se había atrevido a posar sus manos en los glúteos de Law y a frotar suavemente su endurecido pene contra ellos.
Pronto su urgencia fue creciendo y acerco sus dedos hacia aquella apretada zona y comenzó a expandirla con cuidado y con cierto toque curioso.
"Lo siento, Doffy… Pero no voy a dejártelo..." logro pensar Rocinante en su ahora tan excitada mente.
-Voy… Voy a entrar…-jadeo el rubio cuyo fleco ahora parecía cubrir sus ojos por completo. Comenzó a empujar la punta de su miembro contra la entrada de Law-. Es… muy difícil meterlo…
-Si… Parece que es más difícil para ti introducirlo, más complicado de lo que pensé…-suspiro Law sintiendo los intentos de Rocinante contra su piel-. Es la parte inconveniente de tener un gran pene, comandante…
Y por fin aquel rígido órgano entro dentro del cuerpo de Law.
Los ojos del moreno se abrieron demasiado al instante de sentir completamente llena aquella apretada cavidad.
El rostro de Rocinante se ruborizo más que nunca.
-Siento… Que me llena hasta las entrañas…
-Siento que me exprimes…-jadeo el rubio cerrando fuertemente sus ojos-. Agh… Law…
Y Rocinante comenzó a empujar un poco.
-No tenga miedo, comandante. Folleme como si estuviera tratando de hacer un hoyo en mi cuerpo…
El rubio comenzó a abalanzarse con más energía sobre el cuerpo de Law.
-Soy algo de su propiedad, ¿cierto…?-gimió Law.
"Trafalgar Law… El criminal al que siempre perseguí… Al que siempre admire en secreto… Ahora está aquí… Conmigo… Y actuando como si fuese un simple esclavo sexual…"
-Sí… ¡LAW…!-gimió Rocinante en voz vibrante mientras se hundía más en el cuerpo del muchacho de cabello negro y provocaba movimientos exagerados.
Y mientras tanto, Doflamingo miraba atónito la escena; una vez más su hermano se encontraba teniendo sexo con aquel atractivo pirata de piel morena. El rubio de las gafas extravagantes se encontraba apretando fuertemente sus dientes... Ya era demasiado tarde para arrancárselo de las manos, sin embargo, el enojo no se iría tan fácil…
-Tú… Deja de torturarte-dijo una grave voz. Por fin aquel hombre pálido de lustroso cabello negro y cicatriz en el rostro, llamado Crocodile, había hablado-. Y deja de menospreciarme… Si estoy en este maldito lugar, es para servirte. ¿Acaso te crees tan magnifico como para desdeñar a alguien de mi talla?
Doflamingo miro pasmado al sujeto que lo miraba duramente, en verdad le había tomado por sorpresa el que se atreviera a hablar y más aún la clase de palabras que le había expresado.
-Bien, si así son las cosas. Me largo…-y Crocodile se dio media vuelta y se alejó de Doflamingo.
-¿¡A donde rayos crees que irás…!?
-Que importa…
Y Doflamingo miro la ancha espalda de Crocodile retirarse. El rubio de las gafas echo una última mirada rencorosa hacia su hermano y Trafalgar Law, y se dispuso a marcharse también de ese lugar.
-Agh… Parece que… Ya… Se va a venir, comandante-jadeo Law cuyos ojos estaban desorbitados del inmenso placer que experimentaba. Su cuerpo ya estaba cubierto de sudor y su trasero era embestido cada vez con más fuerza y velocidad.
-Sí… Agh… ¡LAW…!-y Rocinante apretó sus manos contra los glúteos del muchacho dejándolos algo enrojecidos. Apresuro el ritmo de su cadera, chocando con más violencia contra el trasero de Law hasta que sintió que descargaba una gran cantidad de semen en el ardiente interior de Law.
Law sintió que desfallecía, fue resbalándose de la pared de donde se apoyaba hasta finalmente quedar en el piso con el trasero aun ligeramente levantado pues seguía unido a Rocinante.
El rubio seguía sosteniendo las caderas de Law, pero ahora con menos fuerza, su boca trataba de recobrar el aire perdido.
Aún seguía dentro de Law; era tan cálido y toda esa cavidad se ajustaba deliciosamente alrededor de su virilidad que iba perdiendo su dureza poco a poco.
-Esto… ¿Realmente está bien…?-cuestiono Rocinante con un hilo de voz segundos después de separarse de Law y tomar asiento en el piso, con la espalda recargada en la pared.
-Comandante… Es un poco tonto decir eso después de que se corrió dentro de mí, ¿no cree?-soltó el muchacho mientras se recargaba en sobre el fuerte brazo de Rocinante-. Como sea, cualquier cosa estará bien, soy suyo… Si vamos a hacer esta clase de cosas, no necesito ninguna consideración… Soy algo de su propiedad, no lo olvide.
-¿Y si no quiero hacer esto…?-resoplo el rubio dirigiendo una mirada culpable al piso.
-Bueno… Si rechazas mis servicios especiales-dijo Law con voz estoica-. No me quedará de otra...-y apunto a lo lejos a un par de soldados de bajo rango que fornicaban con prisioneros-. Me iré a ser el juguete de los soldados simples, eso hasta que logre escapar de aquí.
-No… De ninguna manera…-musito Rocinante con un genuino tono de preocupación-. No…-y de pronto junto sus labios con los de Law de una manera desesperada.
Law, completamente asombrado, recibió el efusivo gesto y rodeo con sus brazos el cuello del comandante. Las manos de Rocinante se posaron en la cintura de Law y fueron recorriendo su espalda y glúteos. El beso se fue tornando cada vez más apasionado; sus lenguas jugaban la una con la otra con delicadeza, mordían levemente sus labios y la respiración se entrecortaba. No tardo mucho para que el miembro de Rocinante se volviera a endurecer.
-Comandante… Cambio de actitud muy rápido…-murmuro Law al sentir que Rocinante llevaba una de sus manos para que comenzara a frotar aquella rígida extremidad-¿Acaso le molesto pensar en esa posibilidad de perderme…?-y volvió a besar lascivamente al hombre rubio que ahora disfrutaba de su mano derecha.
-Argh… ¿A quién le perteneces…?-gimió Rocinante mirando con pasión a Law.
-Soy el amante del comandante Donquixote Rocinante…
-Daré lo mejor de mí… Me aseguraré de que no tengas que caer en manos de otros tipos…-y Rocinante poso su mano alrededor del pene de Law y comenzó a masturbarlo con entusiasmo-. Me asegurare de hacerte feliz…
Y siguieron estimulándose el uno al otro, besándose en intervalos y acariciándose hasta que ambos dejaron salir su blanquecino fluido sobre la mano del otro.
Mientras tanto, lejos de ahí, Crocodile se encontraba rondando por el interior del cuartel. Doflamingo le había perdido la pista, el bronceado rubio caminaba con cierta impaciencia por encontrar a su menospreciado esclavo.
-¡¿Dónde se pudo haber metido!?
[To be continued…] Como Jojo fan, siempre quise poner eso.
En fin, hasta el próximo capítulo. Espero les haya gustado o entretenido.
Muchas gracias por haber leído y gracias en especial a quienes comentan y dejan muestras de cariño o gusto, como favoritos o "seguir".
Atte. Levita Hatake
