Tenía los ojos completamente cerrados, simplemente contemplando su interior oscuro. El último caso por más fácil que hubiese sido, lo agotó más de lo que el pensaba. Muchas y distantes imágenes de su doctor... Sí su doctor, aquel que pese a lo mucho que indirectamente le rogó que no se fuera y que no le dejase, finalmente lo hizo. Esas Imágenes venían a su mente; aquella sonrisa, aquellos orbes de color celeste precioso, aquella suave pero muy intimidadota mirada... Todas y cada una siempre dirigidas hacía el gran Holmes.

Un escalofrío prominente recorrió su cuerpo al sentir algunos olores desagradables rondando por ahí, abrió los ojos y como no sería aquello si en toda su habitación ya estaba repleta de experimentos mal habidos y comida putrefacta que ni la señora Hudson quería siquiera tocar. Pese que estimaba mucho a su "niñera" personal, era demasiado molesta cuando se trataba de ordenar su habitación así que casi siempre le prohibía tocar sus cosas, lo demás estaba al cuidado de ella. lento al espejo más cercano. Se levantó de su 'Cómoda' estancia en el suelo y se acomodo un poco el cabello, desordenado y mugroso con el que contaba en ese momento. Se dirigió a paso muy lento al espejo más cercano carraspeando una sonrisa ingenua.

-Seguro Watson ya me hubiera dicho algo...- Se volvió a reír tristemente por un segundo y después rodó sus ojos a la foto de Irene Adler que estaba allí, y la volvió a bajar, seguro el doctor la había puesto hacia arriba la última vez que le había visitado. Pasó su mente de nuevo por los dos mencionados, y aún que siempre cayera carnalmente bajo los encantos de esa mujer, en realidad él, y ella muy bien sabían que su corazón solo pertenecía a Watson, a su mejor amigo...

Es más, a veces estando con ella necesitaba pensar en él, en su piel y su aroma, en la textura y sus reacciones cuando el detective sin querer lo tocaba de una forma no muy adecuada.

Suspiró y de pronto escuchó la puerta del 221b de Baker Street, Se acercó a la ventana lo más pronto posible, pero solo vio como alguien entraba, a lo que corrió hacia la otra puerta, escuchando la voz de su niñera esbozaba felicidad ante la nueva visita que casi no emitía sonido alguno.

Pegó oído al estar cerca de la puerta, pero esta se abrió casi de inmediato, dejándolo sin poder reaccionar, e inevitablemente cayendo al suelo, a lo que una risa encantadora llenó todo el lugar. Ya sabía quién era...

- ¿A estas horas ebrio Holmes?.- Le tendió la mano ayudándole a levantarlo, él tomó su mano posando su mirada en la del doctor

- Gracias mi querido Watson.- Sonrió ampliamente y no pudo evitar abrazar al otro felizmente.- Y usted sabe que a cualquier hora se puede degustar una buena copa de vino... Pero, cambiando el tema, ¿Que hace aquí?- Liberándose así ambos del abrazo calido.

- Bueno... Mary salió con sus padres hacia Paris por unas semanas, fue a comprar muebles nuevos a casa.

- Ah, ya veo, Pero... No respondió mi pregunta.- Se miraron por unos segundos y el doctor desvió la mirada un poco apenado, siempre la mirada fija de Holmes le hacía sentir como una chiquilla acorralada... Teóricamente hablando...

En realidad ni él sabía para que había vuelto a Baker Street 221b.

- Solo... Quería visitar a mi mejor amigo, y saber si su salud estaba bien, así como si cuidaba bien a mi perro...

- Nuestro perro. - Alardeó el detective.

- Sí, nuestro perro...

- Sabes que eres más que bienvenido Watson, Esta sigue y seguirá siendo tu casa también, aun que no quieras.- Por más que no quisiera, el inconciente de Holmes, comenzó a analizar a su amigo, había varios desperfectos en su persona.

Tenía unas pequeñas y casi invisibles ojeras, y digo casi, puesto a que simples ojos, pasarían desapercibidos. Pero jamás para los del gran Holmes. Su ropa, o bien su playera estaba un poco arrugada, y uno de los botones mal abrochados; los ojos un tanto cristalinos y ligeramente rojos, al igual que la punta de la nariz. Ahora era más que evidente, John Watson había estado llorando y muy triste al parecer, para haberse descuidado tanto así.

Teorías y deducciones más que malvadas y crueles comenzaron a apoderarse de la mente de Sherlock.
- "Tal vez se pelearon por una infidelidad de john... No, él no es así, Oya sé! tal vez fue ella la infiel y es por eso que se fue, Pues claro, un inminente final querido amigo, el divorcio, bueno el matrimonio tampoco te sentaba bien"- Una sonrisa maquiavélica se forjó en sus labios, esto hizo que el doctor se preocupara, casí nunca sabia bien lo que pensaba Holmes y ahora que había estado lejos... Era peor.
Lo extrañaba... Es decir, Sus aventuras, las deducciones, las persecuciones sin sentido o aveces con el más sentido de todos... Lo visitaba, pero no muy a menudo, a veces por que su corazón se lo pedía, pedía con tanta fuerza el estar cerca de Sherlock, pero después sentía mucha culpa, por dejar así a Mary. Cenaban en el Royal, como antes solo para que ambos estudiaran solos.
Le partía el alma cuando Holmes le mandaba cartas con invitaciones al teatro, opera, exposiciones de arte, etc... Con toda el alma le diría que sí... Pero no lo hacía por que, Amaba a Mary, mucho y no le gustaba engañarla así, ¿Que pasaría si el le dijera que como la amaba a ella, lo amaba a él?.

Continuara.

Los

personajes aquí presentesNo mepertenecen,sifueran míos ya habrían tenido un gran romance esos dos xDDD

pd:

Ya va a salir la 2da película! T/T Iré a verla lo juro!

Se aceptan revews! comentarios, criticas, sugerencias etc :333