¡Hola!

¿Cómo están? Bueno, antes de que se hagan más preguntas debo comentarles algo: ¿Nunca les ha pasado que tienen varias ideas rondando por su cabeza y estas les impiden continuar con sus otras historias? Pues es exactamente lo que me sucede a mí. Así que este mini-fic es parte de mi plan "deshazte de esas ideas y continua tus long-fics" (no soy buena con los nombres XD).

Esta vez el fic es único y exclusivo de Black Star y Tsubaki, bueno no tanto así, pero son los protagonistas. En el fandom de Soul Eater hay mucho SoulxMaka y KidxChrona pero hay pocos fics dedicados a esta pareja; en lo personal me gusta, no soy su fan a morir, pero siento que como personajes separados son geniales y como pareja casi canon-semioficial tienen mucho potencial.

Así que los dejo con este pequeño primer capítulo. Ah, y este fic se lo dedico a Nitta Rawr, no hay una razón en especial, pero es mi amiga y ella me animó a subirlo ñ_ñ.

Soul Eater pertenece a Atsushi Okubo, solo la trama es mía.


My Little Sensei


Primer Acto:

Malas Calificaciones + Amenaza Paternal = Tutora Super Buena

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—¡Volviste a reprobar, Black Star!

El aludido resopló. No se inmutaba ante los gritos histéricos de su progenitor, al contrario, le parecían graciosas las muecas que hacía; mas los cómicos gestos de su padre no fueron suficientes para seguir atrayendo su atención, ya que apenas se distrajo un segundo y encontró mucho más interesante el observar la trayectoria del vuelo de una mosca que pasaba justo al frente. Aquel insecto en verdad que era extraño, es decir, ¿a quién en su sano juicio le gustaría comer basura y pararse en los desperdicios de los demás? Definitivamente, si él fuera un insecto, lo último que le gustaría ser sería ser una mosca… Aunque no negaba que tenían mucha libertad.

—¡Black Star, no me ignores cuando te hablo!

Nuevamente otro grito más, ¿es que acaso su padre no sabía hablar?

—Pero no me estás hablando, White, me estás gritando —contraatacó en tono de voz neutral, algo poco usual en él.

A veces en lugar de parecer padre e hijo parecían solo un par de hermanos que se llevaban varios años, una prueba de ello era que Black Star llamaba a su padre por su nombre cuando discutían o algo parecido, aquello no alarmaba en lo absoluto a White Star, era normal en ambos.

—Cuantas veces tengo que repetirte que es necesario que saques buenas notas. No puedes pasarte la vida sacando solo «F».

—Tú lo hiciste y no te ha ido tan mal.

—Yolo hice y mírame. Pude haber tenido un trabajo mejor, una casa más grande, mejor coche… —«Y pude haber conservado a tu madre a mi lado» completó de forma mental Black. Estaba al tanto que eso era lo que su papá anhelaba aunque nunca lo expresara en voz alta.

—Pero, papá, no hace falta el estudio, alguien tan big como yo no los necesita —concluyó señalándose con el dedo pulgar.

El hombre solo se golpeó el rostro con la mano; en verdad que su hijo era todo un caso.

—Escucha, Black, tienes que subir tus notas —declaró.

—¿Qué? ¿Por qué? El gran «yo» no necesita subir sus notas para demostrar su genialidad. Eso es cosa de simples mortales.

—El gran «tú» deberá subir sus notas sino es que quieres irte a vivir con Sunshine.

—¿Con mamá? —preguntó incrédulo, White asintió.

Black tragó grueso; ir a vivir con su madre era lo segundo en su larga lista de cosas que detestaba, solo superada por la clase de álgebra de la maestra Azusa. No, definitivamente no quería aquello. Death City ya era su hogar, su ciudad, y la idea de comenzar desde cero en Manhattan no le agradaba para nada. ¿Qué pasaría con sus amigos si él se alejaba de la ciudad? Soul ya no podría disfrutar de su compañía, Maka se volvería más sosa y nerd de lo que de por sí ya era, Kid sería aún más rarito… ¡No! Él no se iría de esa ciudad.


—…Y por eso tengo que conseguir un tutor.

Al finalizar Black Star su relato, Soul solo alzó una ceja.

—¿Qué te hace pensar qué yo extrañaría tu presencia si te fueras?

—¿Quién no lo haría? —contestó como si fuera la cosa más obvia del mundo —. Sin mí no vives, ni tú ni nadie.

—Claro, lo que tu digas —rodó los ojos con fastidio; aun así no iba a negar que si Black se fuera lo iba a extrañar, sabía que incluso Maka lo haría —. Entonces quién será tu inocente tutor.

—No lo he pensado… ¿Crees que la ratón de biblioteca de tu novia quiera…?

—No —contestó tajante —. Has agotado toda la paciencia de Maka y si quieres mantener tu cráneo intacto será mejor que ni siquiera se lo insinúes.

—¿Qué piensas de Kid?

—Es todavía peor opción que Maka. Ya sabes que está con el dilema de si es gay o no.

—Yo digo que sí lo es; Chrona es un hombre.

—¿En qué te basas?

—Yo digo que es hombre y mi palabra siempre…

—Ya, ya, dejemos este asunto por la paz. No me interesa saber tu opinión.

Ambos permanecieron en silencio algunos minutos, Soul pensando en algo que pudiese ayudar a su amigo y este debatiéndose mentalmente entre si abrirle los ojos a Kid sobre su muy evidente homosexualidad —porque, según él, Chrona sí era hombre—. En ese instante, cuando más concentrado estaba, Soul posó una mano en su hombro trayéndolo de vuelta a la realidad.

—¡Ya sé! Qué te parece si le pido a Justin que sea tu tutor; él también es listo y muy paciente, seguro podrá ayudarte.

—Aún no entiendo cómo es que te llevas tan bien con el hermano de tu novia, si el te odiaba en un principio.

—Justin es alivianado, omitiendo el detalle de que me quería castrar cuando le pedí a Maka formalmente que fuera mi novia, claro. —Black le miró incrédulo, Soul se encogió de hombros —. Además tiene buenos gustos musicales. Pero ese no es el punto, le pediré que te ayude, aunque supongo que tendrás que pagarle.

—Mi padre haría lo que fuera porque yo sacara tan siquiera «D», así que no crea que haya problema.

—Hoy que visite a Maka se lo comentaré.


Black Star permanecía en la sala de su casa, entreteniéndose con alguna aplicación nueva en su celular que Kid amablemente le ayudo a descargar. Esperaba a su nuevo tutor, a Justin, el hermano mayor de Maka, la novia de su mejor amigo. Estudiar y prepararse para los exámenes era algo que en otras circunstancias ni siquiera habría considerado hacer, y solo porque no quería ir con su madre a vivir a Manhattan; de tan solo pensar en estar con ella, con Mifune —el nuevo esposo y por lo tanto su padrastro— y su media-hermana Ángela, se le revolvía el estomago. Por eso hacia ese sacrificio, sí, sacrificio, algo que los héroes como él debían hacer de vez en vez.

El celular comenzó a vibrar entre sus manos logrando sobresaltarlo levemente. Se trataba de un mensaje de Soul. Extrañado, Black abrió el mensaje.

Justin no podrá ser tu tutor ya que está ocupado en otras cosas, pero le pidió a una compañera suya de clase que lo hiciera y ella aceptó. La chica tiene un nombre raro y difícil de pronunciar, creo que era japonés o chino.

¡Suerte y no la espantes!

El chico chasqueó la lengua enfadado. ¿Qué clase de tipa vendría? Si es que aquella chica prefería pasar su viernes por la noche dando clases particulares a él, un chico de primer año de preparatoria, en vez de ir a una fiesta o a beber entre amigos, debía tratarse de una chica sosa, nerd, fea y gorda, ¡una chica peor que Maka! Al menos su amiga tenía la ventaja de ser un poco, pero solo un poco atractiva, al menos a los ojos de Soul.

Casi como si la hubiera invocado, el tiemble de la puerta se escuchó. Con pesadez dejó el celular en la mesita de la sala y se encaminó a abrir. Está sí que sería una noche muy larga.

Al menos eso creía.

Al abrir la puerta se topo con una chica, no, no era una chica, aquella muchacha era un ángel ¡una Diosa! De larga cabellera negra, hermosos ojos azules y grandes pechos —sobretodo grandes pechos—, y cuando sonrío, oh por Dios, la sonrisa más encantadora del mundo. Quizá ya había muerto, de seguro de un paro cardiaco, y ella era el ángel que lo guiaría hasta el paraíso; o tal vez al fin la fuerza divina que rige el universo al fin se había percatado del ser tan big que era él y aquella chica era la Diosa que lo escoltaría hasta su pedestal. Cualquiera de las dos opciones era buena, ¡buenísima!

—Buenas noches. Mi nombre es Nakatsukasa Tsubaki, tú debes ser Black Star, ¿verdad? —La cabeza de Black solo subía y bajaba en un gesto afirmativo, estaba demasiado embelesado como para hacer o decir algo coherente —. A partir de hoy seré tu tutora.

Sí, definitivamente Dios, Buda, Alá o quien fuera había reconocido al fin su genialidad y le estaba otorgando su premio. Ahora solo faltaba la aureola sobre su cabeza.


Espero que les haya gustado. Los capítulos no serán muy largos y ya tengo un poco avanzado así que espero actualizar pronto ñ_ñ

Prometo continuar lo antes posible con las historias que tengo pendientes, así que no desesperen.

¿Review?