¡Muy bien nueva historia!

Si, había dicho que primero terminaría "El deseo de Karin"; pero esta historia es un sueño, un sueño que tuve hace unos tres meses, un sueño repetido, e insistente porque no a mas de dos semanas de haberse repetido tuve otro que era como la continuación, lo mas extraño es que anoche tuve el que seria el quinto, y teniéndolo tan claro en mi mente decidí escribirlo, demasiada insistencia, además que ha sido la continuación del primero, como si fuera contado por cap…

En fin, siempre he tenido sueños extraños y este no fue la excepción, pero me fascino por que a pesar de ser mi sueño, muchas veces era solo el espectador.

¿Curioso, no?

Bien léanlo y me dicen que piensan.

No olviden que es lo que vi en mi sueño y si no tiene coherencia, a pesar de intentarlo, es por que trato de relatar exactamente lo que vi…

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"Cerro los puños y separo bien los pies, dando todo lo que sus fuerzas podían, alzo la mano para extender el campo y la burbuja de aire avanzo unos diez metros mas.

Quería proteger a todos.

Estaba agotada y sabía que sus energías no durarían mas, la presión aumentaba, estaban decididos a eliminarla y a todo aquel que había tenido la osadía de desafiarlos.

La ola se levanto con más fuerza, con ira contra los pobres que no podían defenderse.

Enfureció y aunque trataba para que sus ojos no se cerrasen por la fuerza del choque de ambos poderes y el agotamiento del uso de este, se mantuvo firme, su largo cabello rojo como la sangre misma, bailaba con el viento, un pensamiento vino a su mente.

"Es todo o nada"

Cerro los ojos y elevo una suplica al cielo rogando que sus fuerzas no la abandonasen. Escucho como con burla se dirigían a ella.

—¿Es todo lo que tienes?...—

El hombre que cubría la mitad de su rostro con las manos, por más que intentaba no lograba avanzar hacia la mujer que controlaba el viento, estaba asombrado por los poderes de aquella mujer.

La gigantesca ola arremetió nuevamente y con mas fuerza, arrancando de raíz arboles, llevándose consigo animales, llevándose… personas.

Se maldijo ¿Cuántos segundos habían transcurrido desde que empezó?... Unos pocos; pero para ella había sido un lago momento, de destrucción..

—¿Hace cuanto que levantaste la barrera?... Has gastado tus energías y ahora que las necesitas no eres capaz de usar tu poder a voluntad…

Pregunto uno.

—Es una pena, solo lo haz desperdiciado—

Dijo otro.

El trío de hombres vestidos de un inusual uniforme blanco y capas del mismo color no esperaban respuesta, si tenia las fuerzas suficientes no las gastaría en discutir con ellos, la chica entre abrio sus labios y dijo:

—Tres meses… y no serán un desperdicio—

En realidad habían sido más de tres meses.

Los hombres anonadados ante la respuesta. Ellos solo podían levantar una barrera por unas cuantas horas, los de la elite por días y hasta semanas, habían escuchado de aquellos que podían por meses, con increíble poder; pero eran tan pocos que ninguno había tenido en "Honor" de conocerlos pues estaban en puestos muy altos, casi inalcanzables para ellos, unos simples soldados.

Lo que no sabían era que no los habían, eran simples rumores para mantener la moral de las filas…

Al menos de donde ellos provenían…

En ultimo esfuerzo y sabiendo que de esa manera no podía protegerlos, decidió usar el resto de sus energías, la única, de formar una salida.

Una esfera, burbuja de color azul, creció con rapidez y la intensidad de color cegó a los ojos de los presentes. Se expandió, brillo y desapareció con todas las personas que estaban dentro.

El trío de hombres miro alrededor, el lugar que deseaban invadir, el lugar que querían conquistar; no había nadie, habían escapado pero no hubo tiempo de reaccionar, la ola que hasta hacia unos segundos la chica retenía, los golpeo, arrastrándolos entres sus aguas…

A lo lejos dos figuras masculinas se mostraron cubiertos por las capas oscuras que eran ondeadas por el viento.

"—No hay duda… es ella…"

Capitulo uno "Kushinawa"

Salto alto, logrando traspasar la barra de seguridad y la cerca de un solo intento, miro hacía atrás por donde los policías corrían frenéticamente tras ella, sonrío, no podían alcanzarla, sacudió el polvo que opacaba el color de su pantalón oscuro y amarro su largo cabello rojo con una coleta alta, en realidad se estaba burlando de ellos.

Nunca habían podido atraparla, tomo del suelo su mochila y se la colgó en el hombro, era su preciado botín.

—¡Maldita ladrona!—gritó un policía intentando subir la cerca.

Eso solo hizo que sonriera aun más, si, la odiaban: pero era poco lo que le importaba. Apretó la mochila, comprobando que todo estuviera intacto.

—¡Detente!—gritó otro a su compañero—Sabes que esta prohibido cruzar—poniendo la mano en el hombro de su enfurecido amigo

—Pero se va escapar de nuevo—replicó.

—Déjala… aun si lo intentamos, no tenemos la fuerza para cruzar… Aunque parece que ella si.

La vieron alejarse, saltando ágilmente por la orilla de aquel rio de misteriosa aguas cristalinas.

Camino con extremo cuidado entre las rocas afiladas hasta una de mayor tamaño, tras ella oculto un pequeño bote de madera bastante viejo pero muy bien cuidado.

La chica aseguro con una mano la mochila y con la otra desato el pequeño bote de donde estaba amarrado, lo utilizaba para cruzar a la otra orilla, no era muy lejos, como mucho ocho metros.

Conocía, como todos los demás ciudadanos, la ley que les prohibía acercarse a aquel rio, desde pequeños se les enseñaba la "Ley irrompible", y no cruzar era parte de ella.

No entendía el porque y creía que era inútil, "Podían haber creado mejores leyes" pensaba "Leyes que mejoraran este podrido mundo" se recalcaba.

Al llegar a la otra orilla y traspasar nuevamente la valla de seguridad camino por una estrecha calle casi desierta, a esa hora del dia la mayor parte de la gente estaba en las fabricas o los laboratorios con largas jornadas de trabajo forzado en la que recibían pequeñas raciones con las que apenas podían sobrevivir.

Allí estaría de no haberse escapado del orfanato a los diez años, mucho antes de ser usada en los laboratorios en procedimientos para "Perdurar la especie" como le llamaban, y sinceramente no estaba arrepentida de haberlo hecho, aunque ahora viviera en la pobreza total… aun tenia su libertad.

Miro con tristeza su refugio, su guarida, una casa que se caia a pedazos, con humedad y por ello mayormente cubierta de moho, aunque el resto de la ciudad no estaba en mejores condiciones.

Se sentó en el portal soltando en nudo de sus botas negras, cuando sintió la leve brisa, el soplar del viento siempre le daba paz, cerro lo ojos y aspiro su frescura. Si hubiera una forma de cambiar el sistema la gente no moriría de hambre y ella no tendría que robar para poder comer.

Sabía que por hacer eso, si la capturaban, la ejecutarían o la ofrecerían como sacrificio para el Kushinawa, si es que existía.

El Kushinawa, la serpiente de ojos rojos, devoradora de hombres en la antigua civilización, la creatura que sobrepasaba el poder y entendimiento humano y a la que una vez llamaron divinidad.

Dudaba de todo lo que le habían contado, creía que eran cuantos para asustar a los niños.

—Lo haz hecho otra vez…—dijo la voz de un chico—¿Qué haz traído?...

—De lo que he traído, ¡No pienso darte ni una migaja!

—Lo se… —contesto el chico sereno—Es por eso que…

La humilde estructura fue rodeada por un ejercito de soldados todos bien armados y entrenados para luchar. ¿Por qué tantos soldados para una simple chica, una ladrona del montón? No era como si fuera la única, habían muchos mas y mejor organizados que ella, ella solo tomaba una pequeña porción, solo aquello que necesitaba.

—Me haz vendido—dijo con rabia.

La chica esquivo un par de soldados luego corrió desesperadamente, la adrenalina corría por sus venas y el temor de ser apresada le dio mas fuerza a sus piernas, sus saltos eran tan altos que parecía volar, agradecía el hecho de que al final no se había quitado sus botas, paso fácilmente la cerca y de nuevo uso el bote, pero esta vez le fue imposible cruzar, en ambas orillas, soldados esperaban a que ella se acercara, no pudo hacer otra cosa que dejar que la corriente lo arrastrara mas allá de todo lo que conocía…

—¡Quiero mi recompensa!—gritó el chico

El soldado que claramente se miraba que no era un soldado cualquiera, se distinguía por su uniforme blanco y un par de estrellas doradas en la parte superior del cuello de una camisa militar ligeramente diferente del resto, excepto por el color y la capa blanca con una línea dorada al borde de esta, claro sin contar con su postura y actitud de superioridad. Le ignoro e hizo un ademan para que lo sostuvieran, no permitiría que se acercara mas, después de todo eran de clases diferentes, aquel chico era un simple obrero.

—El trato fue… que debíamos capturarla— le contesto sin mirarle la cara, solo el tenerle enfrente le disgustaba.

—Yo les dije donde encontrarla y, ¡Hasta los traje aquí!

El soldado dejo que el otro se hiciera cargo del histérico chico que no dejaba de luchar… Él no perdería tiempo en alguien tan insignificante, y se fue haciendo gala de su buen porte…

La niebla era densa ¿Cuántas horas habían pasado? No sabía si amanecía o anochecía, era confuso, la niebla tenía algo extraño que la mareaba, cerro los ojos por el cansancio repasando lo que había pasado, ahora recordaba, estaba en un bote; pero no había ningún ruido todo era tranquilidad, el bote ni siquiera se movia y si no fuera por que sentía el frio de la madera y el olor, juraría que estaba en alguna clase paraíso...

Entre la niebla, alguien observaba con detenimiento aquel diminuto ser tan extraño, acerco la cabeza deslizando su enorme cuerpo en la superficie del agua, en silencio y sin perturbar la tranquilidad de las aguas. El ser empezó a moverse, parecía inquieto, eso despertó más su curiosidad y se acerco aun mas.

Entre abrió los ojos perezosamente, adolorida por el ajetreo de sucesos pasados, se sentó, la niebla aun era espesa, era imposible ver mas allá del bote, miro a su alrededor buscando una señal que le indicara donde estaba, hasta donde había ido a parar en ese pequeño bote…

Entre la niebla algo llamo su atención, dos luces rojas que sobresalían de aquella blanca niebla, fijo sus ojos en ellas dándose cuenta que no eran luces: eran ojos, algo la estaba observando, comenzó a asustarse de aquel brillo rojizo, era lo único que podía ver con la niebla, la criatura se movió logrando ver el cuerpo de esta.

Era una gigantesca serpiente blanca de ojos rojos, tan grande como nunca hubiese imaginado, aquellos ojos no eran los de una serpiente cualquiera y fue cuando entendió… Aquella criatura, la serpiente blanca de ojos rojos… era el Kushinawa…

¿Qué les pareció?

¿Un poco loco, no? Y enredado, bien ese solo es parte de mi primer sueño, la primera parte es: parte del sueño de anoche…

Bueno… ¿Qué es el "Kushinawa"? Es un ser, por así llamarlo, que según, devora dioses o divinidades para tomar su lugar y poderes, generalmente montañas, ¿Han escuchado que una serpiente al vivir cien años (de montaña) sube al cielo y se convierte en dragón?... Bueno algo por el estilo.

Yo simplemente la use para describir lo que vi en mi sueño, ya que se parecía muchísimo, conste que cuando tuve ese sueño no lo sabía, me acabo de enterar…

Esta ya es la versión ya editada y espero haber narrado y explicado de mejor manera; pero en en segundo capitulo quedara un poco mas claro como se desarrollara la historia.

Dejen su review para saber que opinan… (^_^)

Nos leemos…

DianaParu… (^_^)

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