Muchos se preguntaran ¿Qué onda hace esta loca haciendo una historia nueva sin haber terminado con la o las anteriores? pero es que esto tiene su razón de ser... por ahora mejor los dejo con lo siguiente no sin antes decirles a todos que:

Los personajes de Death note pertenecen a su respectivo creador, yo solo tomo los personajes para crear la historia sin fin de lucro

Nos vemos abajo! ^_^

SOLO TU, SOLO YO

Capitulo 1: Una vida de dolor y mentiras

El sonido de un bote cayendo y rodando sumado al sonido de un cuerpo cayendo en el suelo fue lo que interrumpió el silencio en aquel pasillo y solo segundos después una risotada general se escuchó. Una chica apenas y se levantaba del suelo con la cabeza gacha y el cuerpo temblándole levemente. Sus ojos se habían humedecido pero no era el dolor de la caída lo que había ocasionado tal cosa.

- Vaya que eres idiota Yagami – escuchó la voz de un chico y la chica no podía atreverse a alzar la vista, no podía aunque quería

- ¿Qué pasa tonta? Te tropezaste con el bote de la basura – dijo otra voz, esta vez una chica, quien reía y se burlaba abiertamente de ella

- Mírala, quiere llorar – se burló otra chica mas sin dejar de mirarla con sorna

La chica a pesar de todo eso, no levantó la mirada. A su alrededor se encontraban restos de basura y ella también estaba cubierta de la misma. No era que se hubiera tropezado como le aseguraban era más bien que la habían empujado con brusquedad hasta irse encima del bote de basura sin tapadera que adrede estaba ahí. Para cuando intentó detenerse no pudo más que dejar ir el peso hacia el frente tomando el borde del bote, cayendo al suelo y arrojando el contenido del mismo encima suyo y el piso.

Los demás, seguían riéndose de ella y diciéndole cosas hirientes pero ella no hizo el menor intento por moverse. Cada momento, cada segundo que pasaba el nudo en su garganta le atenazaba fuertemente y sin saber siquiera cómo se levantó y salió corriendo directo a los baños escuchando las risas y las burlas del grupo de populares de la escuela y tan solo mirando apenas las miradas de compasión de algunos de los otros que habían llegado a ver, curiosos de saber que habían hecho los elitistas del instituto.

Cuando al fin alcanzó a llegar al baño abrió de golpe y cerró sin delicadeza para luego entrar al primer cubículo desocupado que encontró. Una vez dentro del mismo las lágrimas bajaron libremente y sus sollozos, contenidos hasta entonces, fluyeron irrumpiendo el silencio. A los pocos minutos escuchó la puerta abrirse con rapidez y creyó que serian de nuevo esas chicas que querían hacerle algo más.

- ¡Sayu! – habló una voz con nota de preocupación y ubico rápidamente el lugar del que provenían los sollozos intentando abrir rápidamente pero sin conseguirlo – Sayu abre por favor, soy yo... Erika – le suplicó y casi al instante la puerta se abrió dejando ver a una chica totalmente sucia y con las lagrimas bajándole por las mejillas – Sayu – su voz sonó preocupada y sumamente conmovida

La chica se acercó a ella y la abrazó tratando de consolarla, como hacia siempre que algo así pasaba. Sayu no tardó en corresponder, aferrándose fuertemente a ella y ahogando su llanto en su hombro.

- Sshh... tranquila... estas a salvo, ya no están aquí – mencionaba como susurros en su oído mientras frotaba su espalda para tranquilizarla

- Ya no puedo mas – mencionó entre sus gemidos, dejando que las lagrimas siguieran cayendo con libertad hasta mojar la camisa de su compañera y amiga

- Entonces ponle fin de una vez – mencionó conciliadora la otra pero justo al decirlo la chica se separó de ella y la miró con dolor y cierta indignación

- ¡Y para qué!... para que todos sigan burlándose de mí, para que vean que no puedo cuidarme sola y que dependo de otros... ¡No puedo! – mencionó bajando la mirada con dolor

- Sayu... no es eso pero solo así esto se detendrá – le dijo tratando de hacerla entrar en razón

- No lo hare – le contestó por lo bajo temblando en su sitio

Erika vio como la chica seguía igual de obstinada. Ella, Sayu Yagami, no lo haría. Vio con melancolía el sufrimiento de su amiga, su cabello castaño lo tenía lleno de trozos de lo que sea que contuviera el bote de basura y su uniforme estaba sucio y manchado. Su figura entera temblaba de dolor y frustración y sus ojos cafés escondidos tras su flequillo estaban totalmente llenos de tristeza. No sabía que mas hacer por ella, tan solo le quedaba consolarla en momentos como ese y se sentía frustrada. Quería comentarlo con alguien para que pusiera en su lugar a ese grupo de elitistas pero Sayu le rogó y le hizo prometer que no lo haría... diciendo que ella lo solucionaría de alguna forma pero hasta ahora no había sucedido nada salvo las constantes bromas y burlas que la chica recibía.

- Por favor Sayu – le rogó por lo bajo, asegurándose que le escuchaba

- No lo hare... no correré a la sombra de mi padre o mi hermano ni menos a la sombra de cualquier otra persona... yo debo

- Solucionarlo por ti misma – concluyó la otra chica bajando y apartando la mirada

- Entiende Erika... no pienso permitir que piensen que no puedo defenderme... yo solo – un nudo se le hizo en la garganta y las lagrimas de nuevo se acumularon en sus ojos

- Entiendo – soltó con un suspiro resignado su amiga

El cabello oscuro, largo y rizado de Erika le ocultó el rostro cuando volteó la mirada. No le gustaba ver los días pasar en la misma rutina de burlas y bromas pesadas que le hacían a ella... estaban destruyendo poco a poco a Sayu y temía que el día de mañana las cosas se volvieran peor de lo que ya estaban... pero... si Sayu se lo pedía... le haría caso aunque supiera que no estaba en lo correcto.

Con una última resignación no hizo más que dejar de lado sus preocupaciones para ayudar a la chica a limpiarse un poco... tan solo esperaba que las cosas no fueran peor de lo que ya estaban porque de ser así... no sabía cuánto más callaría... o cuanto más aguantaría su castaña amiga.

- Solo espero que sepas lo que haces – fue su último pensamiento resignado por ese momento

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

- ¡Ya llegue! – anunció la chica al entrar por la puerta principal

- Bienvenida a casa hija... ¡oh Dios! ¿Qué te paso en la ropa? – había dicho con asombro la mujer al ver la apariencia de su hija

- Ah esto – mencionó mirándose ligeramente – estuve ayudando a unos compañeros a sacar la basura y me ensucie – mintió la chica – lo siento mamá – se disculpó apenas conteniendo sus emociones

- Uf!... siempre tan gentil hija pero deberías ser más cuidadosa la próxima vez – la mujer sonrió ante lo gentil que era la chica al ayudar a los demás sin sospechar en absoluto de la mentira – ve a cambiarte y pondremos esa ropa en la lavadora ¿de acuerdo? – inquirió a lo que la chica sonrió

- Si mamá – afirmó para luego subir a su cuarto y cambiarse

Una vez sola en su habitación, se quitó la ropa mientras miraba hacia el espejo que le devolvía una imagen diferente de la mostrada con su madre. Las lágrimas querían resbalar por sus mejillas pero las contenía para no delatarse ante nadie. Ya ni siquiera recordaba cuando había dicho la verdad sinceramente sobre sus días de escuela. Mirando a su reflejo lo único que veía era un ente vacío y sin ningún sentido de sinceridad. No era que fuera así siempre, de hecho siempre fue my sincera y cada cosa que le pasaba la comentaba al menos a su madre, sin importar si era algo bueno o malo. Sus días agradables, los tristes y desastrosos, todos por igual iban a tema de conversación pero... desde que había iniciado su primer año de estudio había comenzado una etapa de lo mas caótica para ella. Sus primeros días se vieron marcados por el inicio de lo que ella llamaba "su infierno personal". Los chicos y chicas de más recursos que asistían en la misma escuela habían formado el llamado Grupo Elite, en el cual solo había una regla: "Nadie sin importancia merece su buen trato"

Naturalmente ella no era una persona que podía entrar en su círculo social pero aun así ese grupo sabía sobre ella, sobres su padre y hermano para más especifico. Habían comenzado a acercarse a ella quien en un principio no comprendía el porqué sino hasta que comenzaron a adular a aquellos dos miembros de la familia que más sobresalían.

Su padre era el jefe de investigaciones de la APN, la policía japonesa, encargado de los casos de mayor interés y que requerían de alguien con capacidad para resolverlos. Por otro lado su hermano, el genio de la familia, el chico diez de su escuela y el joven que fue noticia por haber ingresado a la universidad con el puntaje perfecto. Lo admiraba mucho y le quería como nadie tenía idea, no es que ella fuera una mala estudiante... de hecho era una estudiante promedio que de vez en cuando sobresalía aunque no a la perfección como su hermano pero no era un cero a la izquierda tampoco. No sabía en un inicio si lo que querían era estar con ella por eso o por otra cosa, como por ejemplo que las chicas le pidieran que le arreglaran alguna cita con su hermano, pero pronto sabría que no era nada de eso.

En un abrir y cerrar de ojos sus elementos de mayor aprecio se vieron convertidos por esos elitistas en su fuente de principal burla hacia ella. Primero fueron palabras y luego pasaron a las bromas que muchas veces llegaban al contacto físico. En una primera instancia llegó a la idea de decirle a sus familia e incluso a los docentes pero... pero unas simples frases le abrieron los ojos y se dio cuenta de cuánto dependía de la sombra de otros para ser completamente como era... nunca se había defendido ya que siempre que había algún problema recurría a las personas que sabia le darían la protección que quería... jamás había sido ella la que resolviera sus asuntos plenamente, siempre había alguien más que se encargaba de hacer la mayor parte de su trabajo... y saberlo le dolió.

Ahora, mientras lo recordaba, también se recordaba la razón de sus constantes mentiras en temas de su vida en la escuela... quería mostrarles a todos esos elitistas que se equivocaban... quería demostrarles que no tenía que haber alguien para que ella pudiera sobrellevarse a sí misma pero... aun así supo desde un principio que la sombra que su padre y hermano representaban en ella era algo que difícilmente dejaría de lado y aunque sabía que le costaría lagrimas y dolor lograría que vieran que tenía el coraje y valor necesarios para poder avanzar sin necesidad que otros le dijeran que dependía de ellos.

Suspiró sin dejar de pensar en su situación por demás complicada... sería muy difícil para ella seguir callando pero lo haría, debía ser fuerte y mostrarles a todos que ella podía valerse por sí misma para resolver sus problemas y poner en su lugar a los elitistas... tan solo debía ser fuerte y decidida.

- Yo les mostrare a todos que puedo sobresalir sin ayuda de nadie – mencionó por lo bajo con fuerte convicción – ya verán... no me harán sufrir mas – dijo con un tono de profunda seriedad

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

La mañana era muy tranquila y siempre le había parecido de lo mas relajante antes de tener que enfrentarse a las muchas situaciones que sabia le esperaban apenas comenzara la jornada de clases. Desde hacía ya un tiempo había decidido llegar lo más temprano posible para al menos postergar su sufrimiento aunque sea para los siguientes recesos o incluso el almuerzo... era raro cuanto se reservaban las burlas y las bromas pesadas para el final del día pero al menos ya no estaba tan desalertada sobre su situación. Agradecía enormemente que todos los elitistas llegaran poco más tarde pues si comenzara la mañana con toda la típica jugarreta que le hacían no sabría de donde sacar el valor para seguir asistiendo a la escuela. Caminó por unos minutos hasta que pudo ver la reja de la institución. Al principio le fue extraño a su familia que se fuera tan temprano pero había dicho que le gustaba mucho ayudar en las actividades de arreglo y limpieza para el inicio de clases y con el tiempo dijo haberse unido a un club de estudio y le agradaba la tranquilidad proporcionada antes de las clases... de ahí a la fecha ya era natural su rutina y ya no preguntaban mas... incluso Light la había felicitado por su actitud entregada a sus estudios y su dedicación, que según él era la base para ser un buen estudiante.

- Buenos días Sayu – la saludaron y la chica respingó un tanto asustada que fuera alguno de sus atacantes diarios pero se llevó una sorpresa al ver a un chico pelirrojo con el uniforme medio desfajado, su maletín bajo el brazo y un PSP en las manos

- ¡Ah eres tú! – mencionó con cierto alivio la joven al ver de quien se trataba

- Por la manera en que lo has dicho parece que te decepciona verme – le dijo sonriendo divertido y rascándose por detrás de la cabeza

- No, no es eso – negó la chica más animada que antes – es que creí que se trataba de alguno de "ellos", no te lo tomes a mal Matt – le dijo regalándole una sonrisa al chico frente a ella

- Bueno, si lo aclaras así me hace sentir mejor – le devolvió la sonrisa con tranquilidad – por cierto, escuché lo de ayer y de verdad lamento no haber estado contigo – mencionó un poco apenado el chico

- No te preocupes por ello, eso ya paso – afirmó apartando la mirada de él

- Un amigo no hace eso, un amigo debe estar en las buenas y malas – afirmó Matt con tono serio – no puedo perdonarme dejarte sola y a merced de cualquiera de esos elitistas – afirmó – no me digas que solo pasó y nada más, no al menos después de todo lo que sé que sufres por eso – le puso una mano en el hombro a fin de que ella volviera a mirarlo, lográndolo casi al instante y viendo que efectivamente la chica se mostraba afectada

- Lo siento Matt – se disculpó ella a su amigo

Matt tan solo resopló un poco y luego hizo algo que sabia le reconfortaba a la chica. La acercó envolviéndola en un abrazo que no fue rechazado por ella quien permaneció con los brazos a los costados pero con una sensación de tranquilidad.

Sayu sonrió con dulzura ante la muestra de cariño que le daba Matt. Nunca permitió que nadie, salvo su mejor amiga Erika, la abrazara con tanta libertad... Matt simplemente había aparecido un día en su vida y se convirtió poco a poco en un gran compañero y amigo. Siempre era bastante adepto a ser criticado por algunas de sus manías como pasar horas jugando con su consola o con su PSP, además de que a sus 16 años se había enviciado un poco con los cigarrillos, una manía que poco a poco desplazó desde que se convirtió en amigo de Sayu quien constantemente le pedía que dejara de fumar.

Él simplemente se había acercado a ella como cualquier otra persona o compañero de clases pero a diferencia de muchos otros, él si había demostrado ser un amigo para la castaña a quien cuidaba lo mas que podía ante las bromas y burlas que la acechaban en cada día de escuela. A veces hasta se volvía extremista y estando enfermo asistía a la escuela tan solo para estar con ella, apoyarla y cuidarla como si de su hermana se tratase.

- Tranquila... no te preocupes más ¿Si? – le dijo en tono bajo con una sonrisa tranquilizadora

- Gracias – susurró la chica que poco resistía las lagrimas que querían salirse

- Muy bien, aclarado ese punto porque no entramos de una vez – sonrió mas animado

- Si, vamos – aceptó ella tomando camino junto a l pelirrojo – por cierto Matt, ¿Qué haces aquí tan temprano? – preguntó pues que recordara él solía llegar unos cuantos minutos después o antes del toque de entrada

- La verdad ni yo lo sé – contestó divertido pero al ver la expresión escéptica de la castaña suspiró con resigno – vale, vale… está bien, mi padre no me permitió dormir mas tarde de lo normal y como ya no tenía ganas de estar en casa pues… me vine a la escuela para jugar con mi PSP antes del inicio de clases – dijo como si no importara la cosa

- Es en serio o me estas vacilando con eso – inquirió la chica con tono de "no te creo una sola palabra"

- Está bien, me cachaste – dijo divertido y despreocupado – me vine temprano porque quería hablar contigo respecto a lo de ayer y como se que vienes temprano pues… era lo mejor no – inquirió mirándola fijamente

- Creo que eso si puedo creerlo – mencionó dirigiendo la mirada a él – pero no debiste… estoy bien – afirmó – además… te puedo preguntar algo – inquirió y al verlo asentir prosiguió – ¿a qué hora te dormiste? – preguntó seria parando su andar y parándose frente a Matt

- Je je… es curioso sabes – se rió mientras se rascaba la parte posterior de la cabeza – creo que… a las 2 – respondió bajito aunque Sayu pudo escucharlo con claridad

- ¡¿A las 2?! – exclamó con sorpresa - ¿Qué se supone que hacías a las 2 de la mañana eh? – inquirió como si estuviese regañando a un hermano o hijo pequeño

- Estaba jugando los niveles del último juego que conseguí… ya voy por más de la mitad y eso que solo llevo una semana de haberlo obtenido – contestó con simpleza y cierta emoción

A Sayu le salió una enorme gota estilo anime en la nuca ante la contestación de su amigo, lo conocía bien y sabia de esa maña con sus juegos pero cada vez la sorprendía mas y mas… a veces pensaba que eso influía en su condición física pues era delgado, aunque no flaco ni debilucho… si no fuera porque ella sabía que practicaba deportes diría que sus constantes desvelos por jugar eran la manera para mantenerse en esa figura… pero considerándolo bien eso solo contribuiría a que fuera enclenque y casi un zombie debido a las ojeras, aunque Matt casi no se le notaban pues estaba tan acostumbrado al desvelo que solo con más de semana y media tal vez se verían estragos de cansancio en su rostro y por eso algunas veces lo envidiaba.

- Vaya si eres imposible – comentó con un suspiro resignado, aunque le reclamara y le dijera que no lo hiciera siempre lo haría y ni tomaría en cuenta su reclamo

- Pero así te agrado no – inquirió divertido adivinando los pensamientos de la castaña

- Eso no te lo niego… después de todo… ambos somos raros a nuestro estilo – dijo con diversión y cierto animo burlón

- ¡Tú lo has dicho Sayu! – y posterior a sus palabras abrazó a la castaña con confianza por encima de los hombros

- Si siguen de esa forma cualquiera pensaría que de verdad se tienen algo – escucharon una voz suave y tranquila, aunque divertida, tras ellos

- Ah, buenos días Hansel – saludó con burla el pelirrojo girando la cabeza para ver a quien había hablado

- Que gracioso… a ella si la llamas por su nombre y a mí no, y eso que nos conocemos bastante sabes – se quejó la chica de cabello rizado

- Ya sabes cómo es Matt – comento la chica castaña – ya deberías acostumbrarte a sus bromas Erika – mencionó tranquila

- Uf! – suspiró con pesar exagerado – supongo que tienes razón – afirmó con falsa nota de tristeza

- Ya, ya, está bien – se rindió ante aquel gesto que a pesar de saber era fingido siempre le hacía ceder en las bromas – no te lo tomes tan a pecho Erika, te hará daño – pero como siempre, se rendía en una y comenzaba otra

- Vaya tonto – comentó frívola mirándolo con cierto toque asesino que a Matt le causo más gracia que miedo

- Porque no mejor entramos de una vez, les parece – comentó sonriendo nerviosamente, sus amigos a veces parecían tan aniñados pero a su modo hasta la hacían sonreír sin importar el motivo

- Supongo que sí, no quiero seguir con las bromas de Matt en este momento – comentó, ignorando por completo al pelirrojo que sonrió con burla ante su gesto

- No quieres seguir con mis bromas pero sin con mi compañía – y justo al decirlo una nueva disputa se escuchaba y la castaña simplemente intentaba pararlos... al menos su día no había iniciado tan mal como esperaba pero la castaña sabía que era solo la calma antes de la tempestad diaria

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Notas de Autora:

Ni hao!... bueno pues, aquí me tienen con esta nueva historia que he decidido publicar como un pequeño regalo adelantado para una amiga muy especial... PAO – CHAN ESTO PARA TI!... y para todos los que leen por supuesto ^_^U

Bueno, como vemos... este historia es un universo alterno y en la cual vamos a darle un giro a muchas cosas que por ahora no voy a mencionar para no quitarle misterio y emoción a lo que viene... es un fic basado en otra de mis parejas favoritas de Death Note y de la cual ya me habían pedido, si no es que suplicado, que realizara algo nuevo de más de un solo capitulo ^_^ y he aquí el resultado.

Debo decir que desde ya anuncio que me voy a tomar mi tiempo con la historia pero no tengan duda que jamás dejaría una historia inconclusa... mas ahora que me siento tan sensible al haber concluido una de mis historias largas T^T... es una emoción sin igual la que tengo. Pero dejando eso de lado espero les haya gustado este primer capítulo que es bastante introductorio^_^

En fin... no quiero alargarme más de lo que ya lo hice por lo que sin más me despido y de nuevo doy gracias a todos los que leen...

¿Me dejarían un review?... sería estupendo conocer sus opiniones ^_^

Luna Love

Pd: Feliz cumpleaños anticipadamente amiga!... espero te haya gustado de todo corazón... aunque es un inicio un tanto... triste de alguna forma ^_^. Ahora sí! Bye!