PRÓLOGO

Me llamarán frustrada, que no se aceptar el final, dirán que necesito un psicólogo… Francamente me da igual.

Si sentirme mal porque me han arrebatado algo en lo que creía, algo que era bonito, algo que me emocionaba es estar frustrada, entonces lo estoy.

Esta es una historia que tenía que escribir. Lo necesitaba. Es lo que hubiera querido ver y no he visto, lo que hubiera sido coherente al desarrollo de la serie. Pero la intento escribir desde el respeto a todas las opiniones. Simplemente es MI historia y quiero compartirla con las que se sientan como yo. Al que no le guste que no la lea que no se va a perder nada.

Nunca he hecho esto antes pero me hacía falta. Y la verdad, ahora que voy avanzada ya en la historia tengo que decir que lo estoy disfrutando mucho.

Me da mucho pudor enseñaros esto porque es algo muy íntimo, muy personal, pero por otro lado necesito compartirlo.

No he escrito nunca. No sé cómo quedará, pero si quiero deciros que está hecha con el corazón, y que espero que la disfrutéis tanto como yo lo he hecho.

Eso sí, haceros algunas advertencias. Aún estáis a tiempo de no empezar ;)

Esto va a ser un culebrón. Porque ya que me pongo quiero escribir todo lo que me hubiera gustado ver, todo lo que creo que se ha quedado en el tintero, todo lo que me ha faltado. Así que no se lo que va a durar. Eso sí, prometo no dejarla a medias porque eso sería traicionarme a mí misma.

Esta historia va de personajes. Seguro que os suena esta frase, pero es que es verdad. No pretendáis encontrar aquí respuestas científicas ni otros enigmas porque no se me dan bien y no voy a meterme ahí. Así que aunque haya otras cosas, fundamentalmente los personajes, sus sentimientos y evoluciones es lo que vais a leer.

Puede que no os guste la historia, los giros que voy a darle, las sorpresas que vais a encontrar… pero lo que si que no me perdonaría es que alguien esté leyendo esto y no reconozca a los personajes. Es mi prioridad, que los veáis a ellos. Intentaré retratarlos tal y como los veo. Si alguien no los reconoce, por favor, que me lo diga porque quiero hacerles un homenaje y no distorsionarlos como han hecho los guionistas en la sexta temporada.

De más está decir que acepto críticas y sugerencias de todo tipo. Mejor dicho, de todo tipo no, sólo las que vengan desde el respeto. Porque francamente, críticas destructivas me harían daño. Me las tomaría como algo personal porque realmente esto es muy personal.

Os voy a contar un poco cómo he planteado esto.

La historia comienza en el avión de Ajira. Cuando se han escapado de la isla. Por supuesto no he tenido en cuenta para nada la realidad alternativa, esa especie de limbo que se montaron. Me gustan las realidades que puedo ver y tocar, no los paraísos prometidos.

Por supuesto los protagonistas son Sawyer y Kate pero tendréis más personajes de los que disfrutar y sorpresas que no voy a desvelar.

En un primer momento intenté alternar los capítulos centrándolos en Kate y Sawyer, pero finalmente veo que me resulta mucho más fácil ponerme en la piel de James.

No debería ser así ya que soy mujer, pero creo que Sawyer es mucho más claro para mí, más entendible. En cambio Kate es más misteriosa, más enigmática aunque esto es parte de su encanto.

No esperéis ver a los personajes del final. He intentado recuperar a los que nos engancharon, a los del principio. Aunque he tenido en cuenta su evolución.

Y por último, un aviso. Hay muchos tacos y palabras malsonantes. Pero siendo Sawyer el protagonista es algo inevitable y desde mi punto de vista adorable. Las que amamos al personaje lo amamos como es y no nos lo creeríamos nunca diciendo "cáspita". Así que es lo que hay J

Bueno, no me enrollo más.

Espero que os guste.

CAPÍTULO 1

No le gustaba volar. Nunca le había gustado. Sentía que estaba en manos de otro, que no tenía control sobre su vida, que no había nada que hacer más que dejarse llevar. Y eso le ponía muy nervioso.

Pero desde que tuvo el accidente aquel fatídico o bendito día (aún no lo tenía claro) no había vuelto a sentir esa sensación de impotencia.

Ahora era peor. Estaba en un avión sin destino, sin futuro, sin presente, y con un pasado que jamás podría recuperar ya que ni sabría ni quería volver a esa isla nunca más.

"Maldita isla!- pensó.

Siempre quiso abandonarla y volver a su vida. Pero ahora qué coño de vida iba a recuperar? Había cambiado tanto… La isla le había cambiado. Jamás, hasta que estuvo allí, había sido capaz de experimentar sentimientos como la gratitud, la responsabilidad, el deber, la amistad, el amor…

El amor, "jodida mierda"-pensó. Ahí estaba ella. Apenas a unos metros de su asiento. Y era incapaz de mirarla a los ojos. Le dolía demasiado verla sufrir por otro hombre. Le dolía verla preocuparse por Claire sin tener en cuenta cómo él estaba sufriendo. Ella fue desde que la conoció el centro de su vida, su eje, su motivo, tanto que se preguntaba si el cambio que él había experimentado como persona no se debía a la isla sino a ella.

Kate, siempre Kate. Durante 3 años la había extrañado tanto. Y ahora la tenía a unos metros y no era capaz de mirarla.

Qué sería de ella a partir de ahora? Qué sería de él? Y del resto de la gente a la que había aprendido a querer?

Claire parecía ausente, al igual que Miles. Tan solo Richard tenía una sonrisa permanente en su boca desde que habían despegado.

No podía pensar. No debía pensar. Iba a volverse loco. Dónde iban a aterrizar? Qué explicaciones darían? Y sobretodo, qué coño iba a hacer ahora con su vida? Sin dinero, sin familia, sin nadie que lo esperase…

Al menos ella tenía algo que hacer cuando llegasen a su destino sea cual fuere. Tendría que ayudar a Claire en su nueva vida. Debía ocuparse de ella para que fuera capaz de recuperar a su hijo.

Miles era un culo inquieto. Seguiría trabajando en lo suyo. Hablando con muertos. "Jodido listillo"

Pero él? Qué tenía él? Un pasado turbio y sucio al que ni de casualidad pensaba volver. Una hija a la que no tenía valor de buscar.

Decidió levantarse de ese puto asiento y hacer algo. La inactividad y la pasividad no era lo suyo. No quería pensar, y estar ahí quieto le estaba comiendo la sangre.

Fue a la cabina de mando y allí encontró a Lapidus relativamente tranquilo.

- Y qué "pecholobo"? Dónde vamos?- dijo forzando una sonrisa que pretendía ser tranquila.

- A casa, vaquero- le respondió Lapidus devolviéndole la sonrisa.

A casa? Qué mierda de lugar era lo que este tipo llamaba casa? Él no tenía casa!

- Bien, explícame el plan porque no sé cómo coño vamos a explicar de dónde hemos salido, tio – su tono empezaba a transmitir nerviosismo

- Penelope Widmore. Ella es la solución a nuestros problemas. –dijo Lapidus con tranquilidad.

-Espero que sepas lo que haces- dijo James. Y con resignación se dirigió a su asiento. No le quedaba otra opción que dejar su vida en las manos de este hombre. Al menos él parecía que tenía un rumbo.

Fue incapaz de evitar dirigirle una mirada mientras se sentaba. Ella miraba al infinito. Su mirada estaba perdida en sus pensamientos. Estaba sufriendo, él pudo percibirlo. Sufriendo porque había perdido al hombre que amaba. Le invadió una enorme necesidad de acercarse a ella, de consolarla, de abrazarla, de liberarla de esa pesada carga que era el dolor. Pero fue incapaz de acercarse. Por un segundo sus miradas se encontraron. Era tan hermosa… Así, despeinada, sucio su rostro por el polvo y las lágrimas era preciosa.

No pudo mantenerle la mirada. A pesar de que necesitaba calmar el dolor que ella sentía fue más fuerte el suyo propio, el pensar que ella sufría por otro hombre que no fuera él.

Y bajó los ojos tímidamente y volvió a su asiento.