Disclaimer: nada de lo que podáis reconocer me pertenece, todo es propiedad de Stephenie Meyer. Escribo fics sin ánimos de lucro.
Nota: Este fic participa en el reto "Pecados Capitales" del foro "La Caída del Crepúsculo", con el pecado de la envidia.
"Envidia"
Los mira a la distancia. Siempre lo hace. Se siente herida, traicionada y como muerta por dentro. No hay cabida en su alma para nada más que el dolor. Porque era suyo, suyo. Suyo y de nadie más. Y ahora es ella la que le pasa la mano por el pelo largo y oscuro; la que besa sus labios resecos y dulces; es Emily, y no Leah, la que puede decirle que le quiere a media voz o, simplemente, con la libertad que te da saber que eres correspondido, gritarlo al viento, al cielo y al mundo entero.
Y todo eso fue suyo una vez.
Y la envidia, Dios cómo la envidia. Porque no es justo, porque su vida había estado marcada desde siempre por él. Por Sam, por el amor que siempre le había dado. Y ahora los dos pasean juntos por toda la reserva y ella, ella, su prima, la mujer en la que siempre había confiado a pesar de los años de diferencia, disfruta de todo lo que es de Leah. Y se regodea en su dolor.
Y no lo entiende.
¿Es porque Emily es más alta?¿Es porque Emily tiene el pelo más largo y espeso?¿Es porque Emily cocina mejor?¿Por qué?¿Por qué?¿Qué es lo que le falta a Leah? Y es mientras se hace todas esas preguntas que empieza a desear tener todo eso, quiere ser más alta, quiere tener el pelo largo y espeso, quiere cocinar mejor. Quiere ser Emily y el sentimiento es tan fuerte que está a punto de romperla en dos.
Y, cuando nada puede ser peor, ocurre.
Duele, arde y asusta. Leah no entiende qué está pasando mientras todo su cuerpo muta. De pronto es otra cosa, es algo más, algo no humano. Es una pequeña loba y está aterrada porque no entiende nada. Y es Sam, Sam, quien se lo explica, quien la tranquiliza y le dice que todo estará bien.
Y la envidia vuelve.
Les envidia, a todos, porque son más fuertes, más grandes y mucho más poderosos y capaces que ella. Leah lo sabe y, por consiguiente, todos ellos también. Entonces, tiene que seguir sufriendo en silencio y a gritos, todo a la vez. Porque resulta que están conectados y, a veces, a Sam se le escapan imágenes, retazos de la vida que tiene con Emily. Y ella siente que su alma muere.
Y quiere más.
Quiere volver a ser la de antes. Quiere ser ella, ella, no Emily, la que arranque sonrisas de amor a Sam; quiere ser ella, ella, por Dios, la que reciba los besos, los abrazos y las palabras; y ella, Leah, se cambiaría por Emily a la hora de recibir las garras de Sam en su rostro. Porque Emily tiene todo lo que ella desea. Tiene a Sam y eso, eso, es lo único que Leah ha necesitado jamás.
Recuento de palabras: 475
Muchas gracias por leer este pequeño desvarío :)
