Disclaimer: Los personajes pertenecen a S. Meyer.
Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2014-15" del foro "Sol de Medianoche"
Me toco ser el amigo invisible de... ¡Una escritora más! Bueno, espero que mi historia te guste, la verdad pasé por muchos altos y bajos al escribirla y me esforcé por dejarla perfecta en estos últimos días. Literalmente cambie todo ayer a eso de las 10 de la noche y no dormi en toda la noche (Gracias Pepsi!) por terminarlo. Pense que terminaría como a las 6 am y entre que lo releia y corregía unas ultimas cosas se hicieron las 11 am asi que sip, no dormir aun! jajaja
Es tarde pero ¡Feliz navidad y año nuevo! Y nada, espero te guste mi regalo por reyes :3
Capítulo 1: "Salida en el cielo"
"Todos nos vemos, buscando bien o mal, una salida en el cielo" Tan lejos, No te va gustar.
Me aparté de la música por momentos para mantener mis pensamientos claros, Jacob amaba verlos cuando así era. Acaricié su mejilla, dandole fin la visión.
-Muéstrame algo más.-Susurró, capturando mi mano.
-¿Que quieres que te muestre?-Murmuré, llevando una papa a mi boca.
Las fiestas con los licántropos siempre resultaban divertidas, no faltaba la música, la comida, el alcohol y la diversión. Aun así, siempre llegaba un momento en el que Jacob y yo nos alejábamos de los demás y buscábamos algún lugar para estar solos, cosa de hablar... sin muchas palabras.
-No lo se.-Abrió sus ojos y me regaló una sonrisa.-Muéstrame que quisieras hacer mañana.
-Ya lo sabes.-Murmuré, esa misma mañana le conté de mis planes tan pronto abandonara la escuela, los cuales no contenían más que estar un rato con la manada y cazar de noche con mis tíos.
-Muestramelos aún así, la imaginación es mejor que los recuerdos.-Susurró, volviendo a cerrar los ojos.
Sonreí y comencé a enseñarle cosas irreales, un par de sueños extraños para entretenerlo un rato. Desde que comencé la escuela socializó más, por lo que dejé de usar mi don para comunicarme con el resto del mundo. Aun así, para todos sigue siendo sorprendente, y si tienen la oportunidad de pedirme que lo utilice en algo, no la pierden por nada del mundo.
Sam llegó a interrumpirnos.
-Se pasó tu hora límite, Renesmee.-Me comunicó, rompiendo mi lazo con Jacob.
-La fiesta aún no ha terminado.-Murmuró Jacob en tono juguetón.
Miré mi celular, Alice ya habría visto mi decisión hace horas.
-Nessie, quédate.-Susurró Jake.
-Esta bien.-Accedí.-Solo le enviaré un mensaje a mi tía.
"Aunque no lo necesite" Pensé.
Jacob besó mi mejilla sonoramente y se alejó a buscar algo de beber.
"La fiesta continuará hasta tarde, avísale a mamá. Ness."
No verifiqué si llegó a enviarse o no, en la casa de Jake siempre había problemas de señal.
Me encogí de hombros, ¿que es lo peor que podría pasar?
...
Llegué "tarde" a casa, como ya todos sabían, pero claro, ¿adivinen a quien le molestó eso?
-¡Renesmee Carlie Cullen!
Suspiré. Traía los zapatos tacón alto que según mi tía Alice eran "cómodos" (debí pedir su definición de la palabra) en la mano y las llaves de la casita del bosque en la boca.
"No las necesitas, Renesmee. ¿Adivina quien ya sabe que vienes desde que te adentraste en el bosque? Pista: No es Alice."
Gruñí, ¡maldita sea con Jacob y su estúpida idea de seguir la fiesta hasta tarde!
Entré a casa sin necesidad de usar mis llaves, ya me esperaban para el sermón de mi vida.
-¿Tienes idea de que hora es?-Me espetó mi madre ni bien aparecí en su campo de visión.
Dejé las cosas en el sillón de la sala y crucé las manos sobre mi pecho, pensando en una respuesta ingeniosa a la velocidad que sabía que mi papá no leería.
-¿La hora de que discutan sobre política y me manden con mis abuelos?-Pregunté, arqueando una ceja.
-Renesmee...-Masculló mi padre, mirándome con el ceño fruncido.
"¿Te frustra no leer esto?" Pensé, haciéndolo gruñir.
-¿Y bien?-Insistió mi madre, poniendo fin a la charla mental entre mi padre y yo.-¿Cual es tu escusa esta vez para no llegar al horario acordado por una "fiesta", en día de semana?
Suspiré. Ignoré el tono que utilizó en "fiesta" y comencé a explicarles:
-Estaba con Jacob...
-¡Ah, claro!-Murmuró exasperada, interrumpiéndome.
-¡¿Que quieres decir con "¡Ah, claro!"?! ¡Él es MI protector!-Grité, sorprendida de su actitud. ¿Cuando comenzaron a hartarse de Jake?
-Por muy buena influencia que resulta ser...-Susurró mi padre demasiado bajo.
-¡Nada malo me pasará con Jacob!-Grité, sintiéndome más enojada porque no confíen en su instinto de protegerme que por la estúpida fiesta.
-¡Tú no sabes lo impulsivos que son los lobos!-Gritó mi madre.
¡¿La historia de Emily otra vez?! ¡No sabes nada, Bella Swan Cullen!
-¡Nadie era lobo en la fiesta!-Expliqué.-Solo eramos un par de adolescentes, música y...
-¿Alcohol?-Preguntó mi padre, arqueando su ceja hacia mi.
-El alcohol no me hace nada.-Murmuré, evitando su mirada. Suspiré.-Y los adolescentes son menos peligrosos que los lobos.-Aclaré.
-Los adolescentes son más impulsivos que los lobos.-Susurró mi madre, como para sí.
-¿Y eso a que rayos va?-Inquirí.
-Supongo que ya sabes bastante de a lo que me refiero.-Mi madre chasqueó la lengua luego de decirlo.
Estreché mis ojos.
-¿Me estas llamando...?
-Yo no he dicho nada en referencia a ello.-Aclaró, refugiándose en sus palabras.
-¡Oh perdona, no todos podemos ser asexuales hasta los 110 años!-Grité, mucho más fuerte que antes.
-¡Hey, yo no te he dicho nada!-Gritó Edward.
-Yo no he dicho nada en referencia a ti.-Empleé el tono de mi madre, molestándola.
La vi suspirar y reconsiderar sus palabras.
-No quiero que vuelvas a salir con Jacob-Declaró.-, y menos a esas horas.
-¡¿Qué?!
-Ya me has oído, Renesmee Cullen.-Murmuró. Mi padre pasó una mano por su hombro intentando calmarla pero ella la apartó.
-¿No crees que estas exagerando, Bella?-Murmuró.
De verdad que eso es lo que menos esperaba. ¿Mi padre esta defendiendo mi relación con Jacob ante mi madre?
-No lo creo, Edward. ¿Puedes dejar de cuestionar mis ideas de como educar a mi hija?
-Nuestra hija.-Remarcó mi padre.-Y déjame decirte que estoy en desacuerdo contigo ante eso último. Tú lo has dicho, Renesmee necesita más libertad, aparenta 16 años ya.
-No de ese tipo de libertad, Edward.-Negó mi madre.-Y sabes, también necesita ciertos limites.
Apreté la mandíbula, pero no pude contenerme mucho tiempo.
-¡Parece como si hubieras olvidado que es ser una simple humana!-Le grité, sintiendo las lágrimas escocer mis ojos como cuando me invadía la rabia.
Había estado mal interferir en su pequeña discusión, más aún cuando mi padre podría haberme liberado, pero estaba demasiado enojada como para medir lo que decía o hacía.
-Tú tampoco eres una simple humana.-Aclaró volviéndose hacia mi..-Y creo que ya eres lo bastante mayor como para entender que lo hago por tu bien. El alcohol y las fiestas a esa hora pueden derivar a otras cosas... cosas de las que puedes arrepentirte.
Mi mandíbula cayó.
-¿Te refieres al sexo?-Fruncí el ceño.-¡¿Crees que me acostaría con Jacob en una de esas fiestas?!
-El alcohol puede hacerte hacer muchas cosas raras, Renesmee.-Murmuró.
-¡Entiende que el alcohol no me hace nada!-Grité, acercándome a ellos.
-No lo sabes.-Susurró, ignorando mis caprichos a estas alturas.
Aparté mi mirada y reprimí el deseo de recurrir a mi padre por un poco de piedad.
No lo hice, no valía la pena.
Me fui a mi cuarto, sin importarme el dejar mis cosas en la sala. Ya encontrarían escusa para quitarme el teléfono y las demás cosas.
Eran las 3 am y, a pesar de la fiesta, no tenía sueño. Busqué a tientas mi Ipod en la mesita de noche y reproduje la última canción que había escuchado, activando el modo aleatorio. La voz de Hayley Williams apenas podía ahogar la de mis padres discutiendo, por lo que no me molesté en pensar en mis sensibles oídos cuando alcancé el volumen máximo.
No me dañaría los oídos, no importa que tan fuerte estuviera, no importa que el zumbido de los auriculares se escuchara hasta Brasil. Debía dejar ir esa ira, y antes de gritar o escuchar sonidos guturales como solían hacerlo mis amigas, prefería a bandas como Paramore, All Time Low, Green Day o Simple Plan.
Estuve a punto de quedarme dormida cuando noté una estrella en el cielo que parecía brillar con más intensidad que las otras. Finalmente, esa misma estrella cruzó el cielo y pareció susurrarme "pide un deseo".
Lo hice, pero extrañamente no pedí que mi mamá aceptara que estuviera con Jacob, que no existieran las divisiones "Licantropo" y "Vampiro" o que Jacob y yo pudiéramos huir juntos en donde lo nuestro fuera correcto.
"¡Parece como si hubieras olvidado que es ser una simple humana!"
¿En serio lo había hecho?
Suspiré.
Estrella, mi deseo es conocer a mi madre cuando aun era una simple humana.
...
Los parpados me pesaban, pero aun así me esforcé en abrir mis ojos. Tuve que mentalizarme durante un largo rato, como si despertara de un sueño muy profundo.
Mis pestañas revolotearon hasta abrirse del todo, para cerrarse al instante al sentir una luz fuerte entrar directamente en mis ojos.
¡Juro que corrí las cortinas de mi habitación! ¡Maldito sol!
Gruñí y me removí en busca de mi sábana... ¿Donde estaba? ¡¿Donde estaba yo?!
Me levanté sobresaltada al advertir algo similar al césped mojado debajo de mi. ¡Si era césped mojado! ¡ESTABA EN MEDIO DEL BOSQUE!
Me incorporé y observé mi alrededor asustada.
-Jacob...-Murmuré, enfadada.
Sacudí la tierra de mis jeans y agradecí que debido a mi pequeño berrinche por lo de la fiesta olvidé ponerme la pijama.
-Muy gracioso, Jake.-Murmuré, encaminándome hacía ningún lado en concreto. ¿A donde se supone que iría? ¡¿Donde rayos estaba?!
Suspiré y comencé a caminar, a la búsqueda de algún lugar conocido para ubicarme.
En el momento en los que solo podía pensar "Jacob, te mataré cuando te vea, disfruta tus últimos momentos de vida" logré identificar el sonido de una camioneta acercarse a la distancia.
Apresuré mis pasos dispuesta a seguir el origen del sonido, quizás al reconocer la calle sabría por donde regresar a mi casa.
-¡Estúpido Jacob!-Mascullé entre dientes en lo que me abrazaba a mi misma. Hacía demasiado frío para ser verano, ¿no? Aunque Forks no conoce la definición de "verano" tal cual...
Bueno, esa es la razón principal por la que estamos aquí.
Mi blusa purpura de tirantes no alcanzaba a protegerme de ese repentino viento helado. Me apresuré aun más, si llegaba rápido a casa podría abrigarme.
Comencé a escuchar voces a la distancia, demasiadas. ¿Adolescentes, quizás? ¿Había llegado hasta el instituto de Forks?
Allí estaba, colina abajo, lleno de estudiantes.
"¡Renesmee, llegarás tarde de nuevo por culpa del idiota de Jacob!"
Gruñí y decidí bajar rápido, agradeciendo nuevamente el estar vestida con ropa normal (aunque la mayoría iba mucho más abrigados que yo, ¡malfito calentamiento global!). Noté que no llevaba mi bolso conmigo pero, si mis tíos sabían de la broma de Jacob, pronto me darían mis útiles.
Identifiqué a mis tíos recostados sobre el BMW de Rosalie, y mi padre apoyado en su Volvo gris niebla, bastante brilloso en esos momentos. No logré recordar cuando fue que lo lavó.
Busqué a mi madre con la mirada para ver si seguía molesta, pero no estaba con ellos. No estaba con mi padre... eso era muy raro. ¿Acaso el hecho de que él se pusiera de mi lado causó la ofendió? Eso sonaba tan... inmaduro para su edad.
Me reí y decidí ponerme a buscar un Ferrari negro con la mirada por todo el estacionamiento. No lo encontré, pero encontré a mi madre.
Me acerqué a ella, estaba leyendo un libro de espaldas al resto de los Cullen, junto a el monovolumen que le había regalado mi abuelo Charlie cuando comenzó el instituto en Forks.
"¡Vaya! Si que esta molesta." Pensé, dado que por lo general, si se molestaba solo cogía el Ferrari. ¿En serio había ido por el viejo monovolumen? ¿Tan fuerte fue su discusión?
Traía los auriculares puestos, finalmente levantó la mirada y me miró. Me quedé helada.
Sus ojos... ¿me había vuelto loca o eran idénticos a los míos?
Ella también se congeló al verme, algo en su mirada me dijo que no me reconocía. Sus ojos seguían fijos en mi, escuché una camioneta acercarse, le indiqué que se volteara.
-¡Cuidado!-Grité.
Ella se volteó, la camioneta estaba tan cerca que no habría forma posible en que se moviera sin delatarnos. En el caso de que siguiera... siendo un vampiro.
"¡¿Que estás diciendo, Renesmee?!"
Ignoré ese pensamiento, no podía dejar de pensar en lo peligrosamente cerca que estaba mi madre de un accidente automovilístico.
Estuve a punto de correr cuando vi a mi padre precipitarse hacía ella y evitar que la camioneta la aplastara.
No daba crédito a lo que veía.
Era la misma escena que me habían descrito hace días, cuando me contaban como se habían enamorado.
Los demás estudiantes comenzaron a acercarse a ellos, me apresuré a esconderme entre los arbustos del estacionamiento.
¿Que estaba pasando? ¡¿He retrocedido en el tiempo?! ¿Como puede ser?
¡La estrella! ¿Mi deseo se ha cumplido? ¡¿Esto es real?!
-¡Sacad a Tyler de la furgoneta!-Chilló alguien, sacándome de mis pensamientos. Pensé en acercarme a mis tíos pero... ¿podía arriesgarme a que no me reconocieran?
Me quedé oculta aún más tiempo. Las ambulancias llegaron, al igual que los demás profesores, enloqueciendo de pánico. Mi madre y el tal Tyler no pudieron escaparse del traslado al hospital, a pesar de que Bella no se veía tan mal, pero mi padre utilizó el talento mentiroso de todos los Cullen y su forma de hablar y desviar la conversación para safarse e incluso poder ir en la parte delantera de la ambulancia en la que iba mi mamá.
Ja, ja, ja.
Estuvieron a punto de irse, hasta que una patrulla de policía ingresó en el estacionamiento del instituto y los detuvo a todos. Me mordí el labio.
Charlie.
No se retrasaron tanto como pensé, antes de que pudiera darme cuenta todos los estudiantes entraron a clases y las ambulancias partieron al hospital, escoltadas por la policía. Me acerqué a mis tíos, los cuales se veían enfrascados en una discusión.
-¡Esto nos delatará a todos!-Jasper cerró sus manos en puños.
-¡Edward es un perfecto idiota! ¡¿Como no la dejó morir?! ¡Dios, que idiota!-Rosalie lucía escandalizada, había olvidado que solía odiar a mi madre antes...
-¡Dejenlo!-Alice movió sus pequeños brazos silenciandolos a todos.-Hay que irnos, debemos hablar con Carlisle.
Se dividieron en dos grupos e ingresaron a los autos.
Yo también debía llegar al hospital, ¿pero como?
Me encogí de hombros y me dispuse a ir caminando. La historia continuaría en el hospital y no me apetecía demasiado seguirle el hilo en esos momentos.
¿Que había dicho Emmett que pasaba ahora? ¿A mi madre le daba amnesia?
Suspiré, ni idea.
...
Llegué al hospital y rogué por que mi abuelo conservara el consultorio que tenía en el presente, no me apetecía pedir instrucciones para encontrarlo.
Aceleré el paso y evité al personal del hospital. Decidí apresurarme tomando las escaleras al primer piso en lugar del ascensor.
Hiperventilaba, no solo por estar subiendo las escaleras de a tres escalones sino por el efecto que me producía estar allí. Me sentía como en un sueño, cada paso volvía las cosas más reales para mi, cada vez iba asimilando más las cosas.
Al llegar a la puerta que buscaba tuve que recargarme en ella y cerrar los ojos para "recuperar fuerzas".
Me estremecí, un viento helado se coló por la ventana del pasillo, demostrándome que seguía ahí, que nada desaparecería aunque cerrara los ojos.
Escuché movimiento, alguien aproximándose a la puerta. Retrocedí y aguardé a que llegara y la abriera.
Lo hizo, y no pude evitar sentirme pequeña ante su mirada. Contuve ese sentimiento y me erguí.
Abrí mi boca, para volver a cerrarla y respirar. Estuve a punto de llamarlo "abuelo".
-¿Carlisle Cullen?-Pregunté.
-Si.-Respondió, dudoso. Sabía lo que estaba pensando, aunque no pudiera leer su mente como mi padre.
Además de notar los razgos vampirescos y humanos en mi, notaba mi parecido con su hijo y Bella Swan. Aunque claro, los primeros podía adjudicarlos a mi naturaleza vampírica, pero los segundos...
Los más difíciles de ocultar eran mis ojos, y más aun cuando el recuerdo de los de Bella estaban recientes en la mente de mi abuelo. La había visto hace minutos, y ahora esta comparando.
Carraspeé.
-Necesito hablar con... usted.-Murmuré.
El doctor de más de tres siglos arqueó una ceja.
-Claro.-Sonrió ampliamente, maravillado ante mi naturaleza, ansioso por saber de ella.
Eso podría servirme.
-Pasa.-Me invitó a su consultorio.
Ingresé, no muy segura de mis propios pasos y pensamientos.
Suspiré y cerré la puerta detrás de mi.
Renesmee, llegó la hora de confesarte.
Bueno, quisiera aclarar que sip, me basé en la película para el encuentro entre Nessie y Bella porque al releerme Crepúsculo no encontré otro momento donde pudiera introducirla a la historia y escribir cómodamente :S
Estoy pasando por mi faceta de escuchar Rock Nacional gracias a una amiga y bueno, cada cap tendra una frase al inicio (Re Cazadores de sombras: Los origenes, ¿no? jaja) y también el nombre es alguna parte de la canción o algo :P
Bien, ¡espero te haya gustado este primer cap! Y, dado que es una historia algo corta (10 capitulos sin contar el epilogo), subiré un cap todos los días sino hay inconvenientes. Wiii!
Eso es todo, supongo. Quisiera leer que te parecio este primer cap :3
¡Bye!
