¡HoOla! Bueno humildemente aquí les dejo el primer capítulo de mi primer fan fic... Esta historia bien podría ser un Draco - Hermione así como un Ron - Hermione; en realidad prefiero que la pareja final se vaya dando con la historia y no tener un final predestinado, pero acepto sugerencias...! PoOrfa! Dejen Review! Porque ¿Qué es un escritor sin lectores? Sólo hagan click en "Go" ;-) BuenoO...! Espero les guste (si les gusta, me dicen, y si no les gusta, también me dicen jejeje!) Bye...! oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
¿Castigo o Salvación?
Capítulo I: Tropiezo y caída.
Era una noche sin estrellas, quizás hasta el cielo se obligaba en hacerla sentir mal. Sin embargo ahí estaba ella, con sus bellos ojos castaños fijos en un punto vacío de aquel cielo infinito.
Sus pensamientos se centraban en solo una cosa, o más bien, en una sola persona. Aquel chico de cabello pelirrojo que por alguna razón no podía sacar de su cabeza. Estaba cansada, a veces solo quería gritar y decirle que se detuviera, que ya no la tratara mal. Que cada palabra que él decía en su contra hacía que algo en su interior se secara. Aquellos pensamientos iban de ridículos a humillantes. Hermione se repetía a si misma que el comportamiento de Ron le dolía porque era su mejor amigo, nada más. Que equivocada o ciega estaba, pero si alguien iba a ceder, no sería ella, ya muchas veces lo había hecho, esta vez su orgullo no quedaría por el suelo, porque si ella era algo, es orgullosa y quizás hasta débil ante él, pero ya no más.
No supo ni siquiera cuando se durmió, pero una voz lejana la despertó.
- ¡Hermione! ¡Despierta! Vas a llegar tarde.- decía una voz que ella supo que era la de Lavender.
- ¿Q- Qué?- Hermione hizo todo el esfuerzo que pudo para levantarse de la cama, ya que no le provocaba para nada, la noche anterior había sido muy mala para ella.- ¿Qué hora es?
- Falta un cuarto para las 9, apenas tienes tiempo para cambiarte, date prisa.- dijo Parvati quien acababa de llegar, al parecer del Gran Comedor.
- ¡Por Merlín! ¡Me he quedado dormida!- Hermione saltó de la cama hacía el baño. Se alistó rápidamente, al salir Lavender y Parvati ya no estaban en la habitación.
Hermione corría por todo el castillo, iba tan apresurada que no se dio cuenta cuando un chico rubio platino iba saliendo de una de las aulas, cuando lo notó ya era demasiado tarde, Hermione había chocado contra él haciendo que los dos quedaran uno encima del otro en el suelo.
- ¡Ay! Disculpa.- dijo Hermione, sin darse cuenta con quien había tropezado, se quedó como petrificada cuando vio unos fríos ojos grises observándola con asco.- ¡Ah! ¡Eres tú!- Exclamó.-
- Sí soy yo Granger ¿a quién esperabas?- dijo Draco Malfoy, con un tono desdeñoso.
- A nadie en especial Malfoy, pero me sorprendo de mi mala suerte.- dijo la chica mirando al rubio con rabia.
- No te deberías sorprender, tú tienes mal todo Granger, deberías estar acostumbrada a ser una pérdida.- dijo el rubio con una "sonrisa" fría.
- Aquí la única pérdida eres tú, Malfoy, no eres más que un lastimoso hurón - repuso con furia Hermione, sabía de sobra que al blondo le provocaba una inmensa rabia recordar el incidente de 3er año con el supuesto Ojoloco Moody. Pero al parecer ninguno de los dos había notado que aún seguían juntos en el suelo, hasta que Draco empujó a Hermione para que se apartara de él.
- Prefiero ser un hurón por la negligencia de un impostor que una rata por gusto, es clara la diferencia ¿no crees?- repuso el chico.- aparte me voy a tener que volver a bañar porque me ensuciaste asquerosa.-
- Pues deberías, quizás bañándote se te quita lo idiota, aunque en tu caso me temo que es permanente, ya sabes, lo tienes en los genes- dijo ella con un tono de burla que hizo que Draco estallara en furia.
- Vas a aprender a respetarme maldita sangre sucia.- Draco había sacado su varita, con la furia que sentía muy bien pudo haberle lanzado un Avada Kedavra a la castaña. Hermione también había sacado la suya también y los dos estaban en el medio del pasillo apuntándose el uno al otro amenazadoramente, hasta que se oyó una voz que los detuvo.
- ¡Sr. Malfoy! ¡Srta. Granger! ¿Qué creen que hacen?- La profesora McGonagall se dirigía hacia ellos con rapidez, en el rostro se le notaba que estaba furiosa.- es inaceptable que dos alumnos de su nivel estén dando espectáculos en el medio de un pasillo, ustedes son prefectos, tienen que dar el ejemplo.- exclamó furiosa.
- P-Profesora yo….- Hermione estaba muy apenada, aparte que iba tarde a su clase de Transformaciones se había encontrado con el imbécil de Malfoy, al parecer la suerte definitivamente ya la había abandonado.
- ¡Usted nada srta.! 20 puntos menos para sus respectivas casas ¡y están castigados!
- ¡Quée! ¿Castigados? ¡Pero si le iba a hacer un favor a la humanidad!- dijo Draco con su típico humor negro aunque estaba lívido de la rabia, esa sangre sucia se las pagaría, llegaría un momento que no tuviera a nadie para defenderla.
- Si dice una palabra más Sr. Malfoy serán más puntos para Slytherin.- lo cortó la profesora.- Los quiero ver a los dos en mi despacho a las 8 en punto esta noche. Y srta. más vale que entre a mi clase ya, antes de que se meta en más problemas.- dicho esto la profesora se fue. Hermione la siguió, no sin antes darle una mirada del más profundo odio a Malfoy, quien se la devolvió igual o más fuertemente.
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Hermione entró a la clase de Transformaciones absorta en sus pensamientos, casi no notó que todos sus compañeros la observaban extrañados, definitivamente era algo totalmente inusual que Hermione Granger llegara retrasada a una clase y más aún el hecho de que no se inmutara en ello.
Se sentó lo más rápido que pudo en una mesa con Neville, lo que menos quería en esos momentos era tener que ver a Ron, por estar pensando en él era que se había quedado despierta hasta tarde y se trasnochó, si no se hubieran peleado la noche anterior quizás nada de lo que había ocurrido con Malfoy fuera sucedido. Y sabía como iba a reaccionar Harry al saber que la habían castigado por culpa de su peor enemigo, por lo menos en Hogwarts.
- Hermione ¿te encuentras bien?- preguntó Neville con una voz algo tímida.
- Sí Neville, estoy bien, no te preocupes.- dijo Hermione fingiendo una sonrisa que Neville al parecer se creyó porque suavizó su expresión de preocupación.- ¿Me he perdido mucho de la clase?
- No, acababa de comenzar.-
- ¿Podrían hacer silencio Longbottom y Granger?- dijo una malhumorada Profesora McGonagall.- ¿No ha tenido suficiente srta.?
- Lo siento profesora.- Hermione bajó un poco la cabeza al sentir que era el centro de atención, de pronto sintió como unos ojos se clavaban en ella, al voltear vio como Ron la observaba ceñudo, sus ojos azules mostraban aún algo de resentimiento. La chica sintió como su estómago se encogía al ver que Ron se volteaba a seguir "concentrado" en la clase, pero la verdad era que no había tenido un minuto de paz hasta que no vio a la castaña entrar al aula.
La clase transcurrió normalmente, excepto algunas miradas severas que la profesora McGonagall de vez en cuando le dedicaba a la castaña y el hecho de que "el trío inseparable" no estuviera junto. Pero Hermione no consiguió concentrarse en su clase como quería, en su mente aún flotaban los acontecimientos que acababan de ocurrir y por alguna razón no había podido sacar la imagen de Draco Malfoy de su cabeza. Tenía una extraña sensación de ¿emoción? La realidad era que nunca había estado tan cerca de Malfoy como aquella mañana, a pesar de que el encuentro le produjo un castigo ella no estaba del todo molesta, sin razón alguna al estar cerca de Malfoy sintió algo, no sabía del todo que era, había sido como una corriente de energía que le recorrió el cuerpo en un instante, sofocándola – "debe ser porque lo detesto y hasta mi cuerpo lo repele"- se decía ella, pero quizás, solo quizás la verdad era otra.
Hermione soltó un suspiro de alivio al terminar la clase, había estado muy tensa esa hora y media, sin contar que aún le quedaba una clase más por ver antes de ir al almuerzo y ella se estaba muriendo de hambre, por las prisas de llegar a tiempo a su primera clase no desayunó, y lo peor es que su sacrificio había sido en vano.
Al salir del aula de Transformaciones Hermione sintió como una mano sujetaba su brazo con fuerza, pero sin hacerle daño. Cuando giró la vista se encontró con unos ojos verdes esmeralda que la miraban interrogantemente.
- ¡Harry! ¿Que pasa? ¿Qué quieres?- dijo ella en tono casi indiferente.
- ¿Que pasa? Eso te pregunto yo a ti Hermione, primero te peleas con Ron, y luego llegas tarde a una clase, cuando tú jamás en tu sano juicio lo harías. ¿Hermy estas bien?- preguntó Harry visiblemente preocupado por su amiga.
- Harry tú sabes muy bien que Ron empezó, el no tenía derecho a decirme todas las cosas que me dijo, a veces pareciera que no me conoce.- respondió Hermione dolida.
- Lo sé Hermy, pero… no le puedes dar una oportunidad ¿por favor?- dijo el ojiverde con una mirada suplicantemente hermosa.
- ¡No Harry! ¡El que me debe pedir una oportunidad no eres tú, es él!-dijo la castaña.- espera un momento, él no sabe que estas hablando conmigo ¿cierto?- Harry bajó la cabeza, por un momento pensó que la chica creería que él iba por mandato del pelirrojo.- ¡lo sabía! ¡A él ni siquiera le importa si le hablo o no! ¡Y tú como siempre de su parte cuando sabes muy bien que la que tengo razón soy yo!- Hermione estaba tratando de contener las lágrimas, no quería llorar más, ya la noche anterior lo había hecho mucho.
- Hermione no es eso, lo que pasa es que….-
- ¿Es que qué? ¡No me mientas Harry! ¡Tú no! No trates de arreglar las cosas cuando ya no tienen arreglo ¿si? Ahora ve con él, al fin y al cabo él es tu mejor amigo y yo solo soy la que viene después ¿o no?- pero Hermione no esperó respuesta, se zafó el brazo de Harry y se fue con paso rápido pero decidido, ni siquiera se inmutó cuando vio a Ron apoyado contra un muro observándola, de hecho esto hizo que su mal humor aumentara, lo único que la consolaba era que su próxima clase era Runas Antiguas, así que no tendría que ver a Harry ni muchos menos a Ron.
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Draco estaba sentado en un sillón de su sala común mirando vacíamente a la chimenea, su cabello dorado platino le caía despreocupadamente por su frente, haciéndolo ver como a un ángel que le habían arrebatado las alas. Después del incidente con Granger había ido a su sala común, aún no podía creer que estuviera castigado por culpa de una sangre sucia y peor aún, tenía que cumplir su castigo con ella; aunque quizás eso no fuese tan malo, a lo mejor se divertiría un poco molestándola, el hecho de que Hermione fuese uno de los pocos seres en Hogwarts que no se sentían intimidados ante su presencia, le molestaba –"¿cómo podía una sangre sucia considerarse superior a Draco Malfoy?"-. Draco aún podía sentir el aroma de Hermione en su túnica, era un exquisito perfume que sin darse cuenta lo había estado embriagando, pero a él no le podía agradar nada que tuviera que ver con Granger de solo pensarlo le daba unas terribles ganas de vomitar, o eso se obligaba a pensar él.
- ¡Draco! ¡Te estaba buscando!- la empalagosa voz de Pansy Parkinson llegó hasta los oídos del rubio e hizo que Draco saliera de sus pensamientos y volteó a verla, pero con una mirada de superioridad que hacía que Pansy se derritiera, y el lo sabía.
- ¿Qué quieres Pansy?- dijo arrastrando las palabras como siempre.
- Eh… yo… bueno es que yo me preguntaba porque no entraste a clase de Encantamientos.- dijo ella tímida y entrecortadamente.
- Yo no tengo por qué darte explicaciones Parkinson.- el chico vio como a Pansy se le llenaban los ojos de lágrimas, siempre le había dolido que él la llamara por su apellido.
- Draco, yo no quería molestarte, disculpa, es solo que estaba preocupada por ti, es todo- dijo ella tratando de contener las lágrimas pero su voz se notaba forzada.
- No seas tan patética Pansy, no te metas en mis asuntos porque no te incumben, yo falto a las clases que quiera y no tienes que preocuparte por ello, aparte tengo cosas más importantes que hacer.- dijo con una voz punzantemente suave pero mirándola fríamente.- Callada te ves mejor.- le dijo y la tomó en sus brazos dándole un beso que dejó a la chica sin aliento, Draco sentía como Pansy le respondía con urgencia y pasión a su beso, como si hubiese estado esperando ese momento hace tiempo, aunque él sabía que era así; ya Pansy le había pasado los brazos por su cuello cuando él la apartó.
- No te emociones Pansy, aún estoy molesto contigo.- y se fue hacia su dormitorio dejando a la Slytherin en el medio de su sala común con ganas de seguir besándolo y a unos ocultos ojos oscuros molestos por la debilidad de Parkinson.
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Harry y Ron estaban en su hora libre, ellos no cursaban Runas Antiguas como Hermione así que podían tener esa hora para lo que quisieran, pero los dos solo estaban pensando en la misma persona, Hermione Granger.
- ¡No entiendo por qué está así!- dijo Harry.- Ahora estoy más seguro que nunca que no está bien, ella no me había hablado así jamás… Ron quizás lo mejor será que hables con Hermy y le pidas disculpas….- dijo el chico casi en una súplica.
- ¡Qué! ¡No Harry! ¡Ella es la que me tiene que pedir disculpas a mí!- respondió Ron tercamente.- Aparte ella no parece muy interesada en arreglar las cosas.
- Ron tú sabes como es Hermione, aparte no te ofendas pero tú fuiste el que empezaste la pelea, no puedes dejar que se aleje más de nosotros ¡a ti también te hace falta!- Harry trataba de hacerlo entrar en razón pero al parecer era inútil porque el pelirrojo no cedía en nada.
- ¿A mi? ¡Claro que no!- dijo Ron en un tono poco convincente. Harry lo miró con reproche, eso no se lo creía ni el mismo, era obvio que Ron veía a Hermione como algo más que una amiga y viceversa, pero ambos eran lo suficientemente tercos y orgullosos como para aceptarlo, pero Harry ya se estaba cansando que ocultaran sus sentimientos y estaba dispuesto a hacer algo al respecto.
- Claro que si te hace falta y también te importa Ron, deja de comportarte como un niño malcriado¿quieres?- Ginny había escuchado toda la conversación hasta que se decidió intervenir.- Harry, Hermione no tiene la culpa de que mi hermano sea un celoso extremo incapaz de expresar sus sentimientos, así que no creo que el te ayude a recuperarla.
- ¿De que estas hablando Ginny? ¿Que sentimientos tengo que expresar?- la cara de Ron estaba tomando un tono rojo muy usual en él.
- Si no sabes no te lo voy a explicar, pero piensa por qué te pusiste así ayer, porque yo creo que la respuesta es clara, lo que falta es que tú sepas cual es, porque si Hermione tan solo se molestara contigo estaría bien, pero no le habla tampoco a Harry, así que si no lo vas a ayudar, por lo menos tampoco estorbes.- Ginny habló muy segura y con una mirada de reproche y exasperación hacia su hermano se tuvo que ir para reprimir las ganas que tenía de abofetearlo para que reaccionara.
Harry subió a su habitación dejando solo a Ron en la sala común¿Qué había querido decir Ginny con todo aquello¿Cuál era la respuesta que tenía que encontrar? Ni el mismo sabía porque reaccionado de la forma que lo hizo la noche anterior, o quizás si lo sabía pero tan solo pensar en ello hacía que un nudo se formara en su estómago, eso no podía estar pasándole, Hermione era su amiga, nada más. Al fin y al cabo no hay peor ciego que el que no quiere ver.
oOoOoOoOoO Flash Back OoOoOoOoOo
Hermione escribía una carta, que por lo larga bien podría haber sido una novela, cuando sus amigos Harry y Ron entraron por el agujero del retrato de la Señora Gorda; habían pasado toda la tarde entrenando Quidditch, Harry se veía cansado pero Ron era el que tenía peor aspecto de los dos, en su rostro había una expresión de ¿decepción?.
- ¡Muchachos! ¿Cómo les ha ido?- preguntó la castaña con curiosidad por saber cual era la razón por la que Ron estuviera tan cabizbajo.
- Pues….- empezó a decir Harry mirando de reojo a Ron.- no nos ha ido tan mal.
- Si claro Harry, tú siempre tan optimista.- dijo Ginny quien también acababa de llegar, la pelirroja se sentó al lado de Hermione y miró a su hermano quien aun seguía sin levantar la mirada.- aún nos quedan más prácticas antes del partido con Slytherin así que vamos a tener que prepararnos mejor¿no crees Ron?
- ¿Ron qué te sucede?, traes muy mala cara.- dijo Hermione
- Nada, estoy bien, es solo que…- la voz de Ron se oía de ultratumba.- no hice muy buen papel hoy en la práctica, es todo, quizás no sirva para el Quidditch.
- Nada de eso Ron, te falta práctica, seguro mejoras con el tiempo.- dijo Harry tratando de convencer a su amigo y a él también en realidad.
- ¡HERMIONEEE!- Ginny abrazó a su amiga dejando a todos confundidos.
- Ginny ¿que te pasa?- dijo Ron.
- ¿Por qué no me dijiste que te escribías con Krum?- la pelirroja tenía una enorme sonrisa dibujada en sus labios, mientras observaba la carta que tenía Hermione en sus manos y se la quitaba para leerla mejor.
- Yo….- empezó a decir ella.
- Hermione no se escribe con Krum.- negó Ron rotundamente.
- ¿En serio? Yo que tú no estaría tan seguro….- Ginny levantó los ojos de la hoja y asesinó con la mirada a su hermano.- aparte creí haberle preguntado a Hermione, no a ti.
- Cuidado como me hablas, Ginny.
- ¡Bueno ya! De hecho, yo si me escribo con Viktor.- las mejillas de Hermione se estaban comenzando a encender. Ron se quedó mudo ante el comentario de la muchacha, pero sus ojos se llenaron de ira contenida.
- No nos habías dicho que estabas en contacto con él.- dijo el ojiverde en tono neutral.
- Si bueno es que no creí que les importara saberlo.- dijo la chica quitando la mirada de sus amigos.
- Pues creíste mal Hermione, nos los debiste haber dicho, nosotros debemos cuidarte y quien sabe que rayos quiere Krum de ti.- dijo Ron subiendo un poco la voz. Su cara ya estaba comenzando a tornarse roja, lo que indicaba problemas y Harry lo sabía.
- No creo que Krum quiera hacerle algo malo a Hermione, Ron.- dijo tratando de calmar al pelirrojo.
- No seas exagerado Ron.- dijo Ginny.
- No es ser exagerado, es ser realista que es distinto, al parecer soy el único que se da cuenta de las verdaderas intenciones de "Vicky".- dijo el pelirrojo haciendo especial énfasis en la última palabra en tono burlón.
- ¿Ah si? Y según tú ¿cuales son las verdaderas intenciones de Viktor?- respondió Hermione levantándose del sillón en donde estaba sentada, ya el pelirrojo había logrado molestarla.
- Es obvio Hermione, lo único que ese jugadorcito quiere es atraparte como si fueras una snitch, que creas que te quiere y llevarte a la cama para después dejarte luego que te use.- Ron ya estaba gritando, su cara había alcanzado un rojo alarmante y si fuese posible seguramente le saldría humo por las orejas: todos en la sala común los miraban escandalizados y ya ni Harry ni Ginny sabía como parar la discusión que se venía encima. Hermione no podía creer lo que sus oídos acaban de escuchar, sentía como la sangre empezaba a fluir rápidamente por sus venas y como su respiración estaba cada vez más agitada, estaba realmente furiosa, Ron le había dado a entender que cualquier chico la vería sólo como un objeto. En un arrebato de furia Hermione se acercó al pelirrojo y le dio una bofetada con todas sus fuerzas dejando a todos sorprendidos; incluso a Ron que no esperaba esa reacción por parte de la chica.
- No te atrevas a decir una palabra más Ronald Weasley! A diferencia de lo que crees yo no soy un objeto, un juguete ni muchos menos una snitch que se puede usar y botar al antojo de cualquiera ¿te queda claro? ¡Y no necesito que nadie me cuide porque puedo hacerlo perfectamente sola! Que tú cuando tienes una "relación" con alguien lo único que hagas sea intercambiar salivas no quiere decir que Viktor tenga tan pocos sentimientos como tú, y para tu información ¡yo me doy a respetar!- los ojos de Hermione estaban inundados en lágrimas de dolor y decepción, la chica temblaba de la rabia que en ese momento recorría su cuerpo, mientras que sentía una opresión en el pecho por el esfuerzo de no llorar como quería, el pelirrojo no tenía ni idea de los que sus palabras la habían lastimado.
- Que sabes tú de mis sentimientos Hermione, yo solo te digo la verdad, ya hace dos años que Krum vino para Hogwarts ¡y aún sigue detrás de ti¡Es obvio que lo que quiere es conseguir algo más de ti!- respondió el chico ofendido por las palabras de la castaña más que por haberle dado una bofetada; ambos se gritaban en el medio de la sala común de Gryffindor sin importarles las miradas de sus compañeros, Harry sabía que era mejor quedarse callado porque no quería tomar partido, pero sabía que Ron estaba siendo injusto con Hermione.
- ¿No se te ha ocurrido pensar que tal vez si me quiera en serio?- respondió dolida la castaña.- ¿O es que piensas que soy muy poca cosa como para que un chico se fije en m? i¿Es eso? Él no eres tú Ron, yo no te digo nada de tu vida amorosa así que no te metas en la mía ¿estamos? Haz y deshaz en tu vida lo que quieras, pero en la mía ¡ni siquiera opines!- gritó Hermione con voz decidida, ya no podía controlar las lágrimas y estas se derramaban precipitadamente por sus mejillas, la castaña no podía seguir con esa discusión, le hacía demasiado daño, subió corriendo a su habitación dejando abajo a Ron, con un nudo en la garganta igual que el de la castaña, pero su orgullo y terquedad eran más fuertes.
oOoOoOoOoO Fin de Flash Back OoOoOoOoOo
Hermione bajaba al Gran Comedor para almorzar cuando vio a Ginny que se aproximaba hacia ella, la pelirroja era la única amiga que tenía y siempre se sintió a gusto con ella, aparte que en ese momento era prácticamente con la única que podía hablar.
- ¡Hermy! Estaba buscándote ¿podemos hablar?
- Eh… si claro.- la castaña no podía negarse pero en realidad estaba luchando con los deseos de ir al Gran Comedor a comer, y aunque no lo quisiera admitir, también quería ver a cierto rubio.
- Me imagino que sabes de que es, Harry me contó lo que le dijiste esta mañana.-
- Umm… bueno supongo que le dije lo que siento, y lo que creo que es la verdad.-
- ¿Eso es lo que crees? Hermy no pienses eso, las dos sabemos que ustedes tres son inseparables.-
- ¿Inseparables? Pues no parece, Ginny ¿tú crees que a mi no me duele lo que está pasando? No tan solo estoy decepcionada de Ron sino que de Harry también, el siempre se pone de parte de tu hermano y lo sabes y yo solo… yo solo estoy dándome cuenta de cosas que siempre me propuse en negar, pero es la verdad.- la castaña estaba tratando de ser fuerte y no desplomarse delante de la pelirroja pero la idea de sentir que sobraba en el "trío" y que quizás había dado su amistad sin recibir la de ellos la hacía sentir impotente, vacía.
- ¡Claro que no Hermione! Me parece que estás siendo demasiado dura con ellos, bueno al menos con Harry.- corrigió al ver que su amiga la miraba con reproche.- y bueno con respecto a Ron yo creo que lo mejor es que hablen, yo lo conozco y sé que le duele estar así contigo pero es demasiado orgulloso.
- Yo también lo soy Ginny, y en serio te agradezco lo que estás haciendo pero ya no puedo ignorar las cosas que pienso y mucho menos ceder ante Ron cuando él fue el que me ofendió y bueno si las cosas se acaban aquí al parecer es a mí a la que le importa, pero ya no puedo más en serio, prefiero estar sola que con personas que a la primera de cambio me dejan igual que como estoy ahora, y no lo digo por ti claro, gracias por todo pero tengo que ir a clases.- la castaña se dirigió a su próxima clase, sintiéndose un poco mejor, por lo menos había hablado con alguien pero seguía estando sola, quizás como siempre lo estuvo, solo que ahora ya no podía negárselo más. Sin darse cuenta un rubio había estado viéndola y reparó en como la chica se secó una lágrima que resbaló por su mejilla involuntariamente, sintiéndose con ganas de ir a hablar con ella pero se frenó al recordar quienes eran ambos y cual era su lugar.
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El cielo poco a poco se había oscurecido y las estrellas se empezaban a ver, ya la hora de su castigo estaba llegando y la castaña se sentía más nerviosa de lo usual, sabía que Malfoy se vengaría por haber sido, según él, la culpable de su castigo, y esa idea no le agradaba para nada.
Hermione había pasado todo el día esquivando a Ron y a Harry, y lo había logrado con éxito, pero la verdad era que se sentía mas sola que nunca, si bien es cierto que muchas veces Ron y ella peleaban, no era lo mismo con Harry, solo había estado molesta con los dos en el tercer curso y de eso ya hacían 3 años.
La castaña se dirigía al despacho de la sub- directora pensando en todo esto y en lo que había pasado cuando una pregunta se pasó por su mente. ¿Qué hacía Malfoy rondando por los pasillos esa mañana cuando debía haber estado en clase? Ella porque se había quedado dormida e iba retrasada, pero ¿y él? Hermione se reprochó no haber pensado en eso antes, pero sea lo que sea que estaba haciendo Malfoy seguro que no sería nada bueno, y ella lo iba a averiguar.
La chica tocó la puerta del despacho de la profesora McGonagall y la empujó para abrirla al escuchar:
- Pase Srta. Granger.- Hermione entró y se sorprendió al ver a el rubio ya adentro. Su castigo apenas comenzaba.
Opiniones, sugerencias, calabazas
Este es el camino
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