Agradecimientos y notas: Antes que todo quiero agradecer a mi hoy esposo ironearth por esta aventura de escribir juntos, por las noches en vela y los cafe muy cargados.

Infinitas gracias a Realhunter por la generosidad de permitirnos usar a sus queridos personajes que sin ellos a esta historia le faltaria sabor y sazon. Como siempre se te quiere mucho.

Esta historia en palabras de Ironearth no ha estado exenta de desvelos, preocupaciones, desentendidos y apuntalamientos de trincheras silenciosa. Las enfermedades jodidas, luchas por espacio y mucho amor.

Dedicado con el alma a aquellos que habitan nuestros corazones.

Disclaimer: esta historia no pretende vulnerar los derechos de autor de la historia y de los personajes ni de sus respectivas franquicias, solo fue hecho con el afán de divertir y entretener al lector.

Resbalón en el hielo.

La temperatura en el café en las afueras de ciudad Macross es perfecta para una tarde de relajo, una agotada Elizabeth Hayes camina con su conocido capuchino hasta una mesa cercana, los últimos dos días han sido realmente difíciles para ella, nunca le han gustado los espectáculos y menos si está involucrado el nombre de la señorita "soy una estrella". Con la nariz casi dentro de la taza de café Lisa no nota la figura que se sienta a su lado en la mesa.

- ¿Qué no es doña Lisa?

- Capitana Hayes para usted – responde sin levantar la mirada.

- ¡Si señora! – responde la voz con marcialidad - ¿Qué hace una capitana como tú en una terraza como esta, tomando café con un EX piloto como yo?

- Pasar mi franco en compañía antes de volver al puente, todavía hay mucho por hacer y necesitaba un poco de aire fresco. Ahora yo podría hacerle la misma pregunta piloto.

- heeeem, yo Lisa, necesitaba un café antes de... bueno quería... imagino que también y no... hemos tenido mucho tiempo recientemente, para hablar así que, bueno... , pase por aquí, y sé que te gusta este lugar... si tomarme un café y un poco de aire fresco.

- Locuaz no es la palabra para definirlo piloto – le enrostra Lisa mientras levanta la mirada -¿cómo logra coordinar su escuadrón?

- Hmmm, eso es fácil, hmmm, no hay mucho que decir, lo hacemos, la mayoría llevamos tiempo juntos, es como oír una vieja canción... hemm, supongo. Ya sabes Lisa.

- ¿Cuánto lleva a bordo? por lo menos de mis controladores no he tenido quejas de usted

- Tiempo ya, algunos años..., Lisa No sigas con esto, sé que me excedí la otra noche, lo siento, es esa vieja canción que me pone mal, nada más.

- ¿Mal? ¿Mal dices? define mal por favor – le pregunta mientras deja sonoramente la tasa de café sobre la mesa.

- Bueno no debí gritar en el pasillo a altas horas de la noche, ... borracho,... es que era el aniversario de su coronación como reina... y ya nadie se acordaba, salí a ... caminar y bebí un poco, y bueno después me encontré con ese tipo y peleamos... no sé cómo fue exactamente... lo siento

- ¡Ah ella! – dice Lisa con cara de "siempre la misma historia, que miss tontita esto, que miss tontita aquello" - bueno ya lo sabe, la próxima vez que le bajen los impulsos de borracho despechado trate de hacerlo a puerta cerrada, no son espectáculos dignos de MIS barracas, si no fuera porque no quise hacer un escándalo mayor, ahora estaría en el calabozo con la grata compañía de la Policía Militar y nada de café.

- Lo siento, hace mucho que no bebía... se me fue de las manos... quería saber cómo estabas... se hace difícil encontrar tiempo para estar juntos, ni si quiera hablamos... no estás nunca... y ahora ni si quiera... bueno encontré un lugar donde quedarme mientras... mientras pasa esto – le responde en piloto con un toque de real arrepentimiento en la voz.

- ¿Tiempo? le recuerdo piloto que comando una nave y por lo demás no me queda tiempo como a algunos para salir de fiesta por que ciertas canciones me ponen "mal" como ve estoy en perfecto estado ¿o quiere verme más de cerca?

- Mensaje recibido capitana, como usted también puede ver ya he encontrado mi lugar en su nave, y no se preocupe, no recibirá quejas de ninguno de sus controladores.

- Más le vale piloto, más le vale – le dice Lisa con la amenaza brillando en sus ojos verdes - si no hubiera sido por la intervención de "cabeza de piedra" ahora no estaríamos teniendo esta "amena" charla. Y ya ve por su culpa mi café se enfrió

- El mío también capitana, debe ser algo en el ambiente... está bien, solicito permiso para retirarme, mi lugar... mi lugar me espera, - deja unas llaves sobre la mesa - su lugar, es y ha sido siempre suyo. Adiós Lisa.

Una sorprendida Lisa mira las llaves sobre la mesa y al piloto que se aleja sin dar siquiera una mirada a tras, no puede creer que esto les este pasando, no otra vez la señorita "yo no fui", por lo visto no le quedara más que volver a su estación de combate y pasar el tiempo.

La noche ya comienza a caer cuando un solitario y veterano piloto de combate Varitech entra en la sala de guardia donde los animados pilotos, esperan su turno de patrullaje, nada mas al entrar una despeinada cabellera azul y brillantes anteojos le dan la bienvenida. Mientras él intenta todo tipo de tácticas evasivas para llegar a lo más profundo y solitario de la habitación donde se sienta en un sillón apartado y se desparrama mientras se toma la cabeza con ambas manos, al cabo de un instante unas brillantes botas lo alertan que ya no está solo. Las recriminaciones pasan por su cabeza rápidamente se da cuenta que también tiene cosas que hacer, tal vez deba tomarse un tiempo... ni se le pasa por la mente que pueda existir un contrincante por ahí no le apura, no lo cree posible ¿quién se le acercaría a ella? ¿Quién sería tan avezado para acercarse a alguien de tan mal carácter?

- ¿Solo a esta hora? – le dice Max sentándose a su lado - ¿Qué Lisa no está de franco hoy?

- Hola Max, si esta, pero no quiere verme ni de broma.

- ¿Supongo que no sabes los rumores? – le pregunta Max ajustándose los anteojos sobre la nariz - ¿Sean O'toole no te dice nada?

- Algo escuche de él, es el nuevo líder de los cancerberos.

- Un piloto recientemente transferido a esta unidad, con muy buenas referencias en combate y gran líder de escuadrón, pero con un mal carácter de los mil demonios, más una fama de ser maestro de cierto líder de skull, alto, irlandés como Lisa…

- Pero nooo... el nooooo... el no tiene interés, pero...pero los he visto...

- ¡Hey! al fin y al cabo la princesa de hielo es una mujer como todas ¿o no?

- Por lo menos Sean no se emborracha por mujeres que están en el otro extremo del planeta – le dice a Max mientras levanta la cabeza y se disparan todas las alarmas internas.

- Ahora si escucharas los comentarios sobre Lisa que hace O'toole en cada catapultaje…

- ¡Qué me dices! ¿que él dice que?

- Por lo que cuenta el jefe del Prometheus si O'toole sigue con ese tipo de comentarios va a tener un grave accidente la próxima vez que despegue en su turno

- ¿Ha si? ¿a qué te refieres?... ¿y qué comentarios hace O'toole y que dice el viejo que le puede pasar?

- Lo que he escuchado – dice Max bajando la voz hasta convertirla en un murmullo - es que es la irlandesa más sexy que ha visto en uniforme, eso y mirándola por detrás

- ¡Que!.. ¡ese estirado que se cree!,... ¿ha si?, quiero hablar con él, ¿donde lo encuentro?

- A esta hora hmmmmm en la cantina del sector tres, la más alejada posible de la casa de los maquinistas, el jefe nueve dedos quiere su cabeza sobre su escritorio, lo antes posible nadie dice esas cosas de la capitana y menos en su cubierta

- ¿Qué?, hmmm.. ¡que no se preocupe!, yo me hare cargo.

- Suerte, eso es lo que necesitas – le dice Max con una carcajada.

- Suerte, je ya veras, ¡voy a acabar con ese!

- Eso quiero verlo, no me lo perdería por nada.


Mientras en el puente…

Una solitaria figura de pasos firmes y sonoros, se acerca por el pasillo principal, al llegar a la puerta se acomoda la guerrera mientras escucha las risillas del equipo del puente. Al abrir la compuerta el silencio cae duro sobre cada una de las mujeres. Lisa se encamina a su terminal y se calza la diadema de comunicaciones y comienza a revisar el protocolo de vuelo para hoy. Al terminar pide informe a cada una de las oficiales del puente, Sammie, Kim y Vanessa reportan el estado de sus estaciones con impecable eficiencia, mientras Claudia Grant de la estación contigua a la de Lisa la mira como si acabara se salir de un cuarto de tortura Zentraedi. El turno transcurre sin mayor inconveniente para el equipo del puente amenizado claro con los gritos del jefe nuevededos en la cubierta.


El piloto cabeza hueca despierta... no siente dolor de inmediato, espera unos momentos, está confundido... cree que despertó de otra borrachera, de pronto siente un dolor enorme al respirar, la boca le duele, ve borroso, tiene nauseas no puede abrir bien los ojos. Trata de incorporarse y no puede, le duele el estomago, piensa que comió de mas ayer, hasta que una imagen se le viene a la cabeza, el rostro de O'toole, y un puño que le acaricia el rostro brutalmente, "parece de piedra" recordó. Después de un rato de estar inmóvil el dolor no cesa pero se apaga, parece hacerse tarde de repente, se ha dormido y no lo ha notado. De pronto parece escuchar algo, un piano, alguien toca un piano en el pasillo, se levanta y a duras penas llega a un elegante hall, donde al lado de un piano de cantina del viejo oeste esta O'tool, y en un traje de noche rojo, escotado y con mostacillas brillantes llega ella...

Lisa pero con el cabello teñido de negro, con el maquillaje corrido, y visiblemente dolida, mira a nuestro cabeza hueca y le habla al oído a O'toole, quien se saca la chaqueta, la cubre gentilmente y la toma en brazos, para llevarla de ahí. Nuestro borracho pseudo rocky de pacotilla camina hacia el piano vacío y nota como a su alrededor hay una fiesta de gala, con todos los altos integrantes de la flota, todos vestidos de etiqueta, y comentando el estado de Lisa, y el que esta vestido para la ocasión puede ver que el cierre de su pantalón está abierto y que su chaqueta esta al revés y que su camisa esta sucia con sangre y tierra. De pronto siente que alguien toca el piano... Miriya toca unas notas en desorden y luego se pone de pie y lo enfrenta.

- No lo esperaba de ti bufón.

Despierta, está confundido, no se puede incorporar, es de noche, "hmmm no estoy tan mal" la pelea fue solo hace unas horas... eso creo…


… Ya es el segundo turno consecutivo de Lisa en el puente, no ha dejado espacio ni siquiera para respirar, solo se ha volcado a su trabajo en cuerpo y alma. Las llaves que le entregara el señor "la canción me pone mal" aun están sobre su terminal, mientras el turno de la noche se mira las caras afligidas por la inminente tormenta que la capitana enfadada y más aun triste presagia. El cansancio comienza a hacer mella en Lisa de una manera que no creyó que le afectaría, de pronto las manos le comienzan a temblar sobre el tablero de control y se da cuenta que es hora de tomar un descanso, no irá a su cuarto esta noche, no podría, solo tomara una taza de café en su despacho.

- Almirante, una llamada de la cubierta del prometheus, el jefe 9D dice que le urge hablar con usted.

- Transfiérelo a mi despacho queen bee.

Al llegar y tomar el teléfono sorprendentemente no es la voz de su hermanito la que está al otro lado de la línea, si no que un acento irlandés risueño la hace saltar de su butaca.

Luego de un par de "no" unos cuantos "tal vez" Lisa cuelga el teléfono y sin querer una sonrisa curva sus labios, no puede creer que este tipo, sea capaz de tanto para dar con ella. Toma su café y pasa las páginas del informe que esta sobre su escritorio, las horas pasan y en el puente no hay novedad alguna, pero algo se agita inquieto en su interior, es como si un presentimiento la quisiera alertar que las cosas no serán tan tranquilas al termino de su turno, nuevamente el teléfono vuelve a sonar.

- Almirante Hayes ¿diga?

- ¿Que hizo qué? ¿Estás seguro Bennie que lo sacaron de donde dices? está bien, si no lo mato O'toole yo misma lo hare.

Lisa se levanta de su butaca como un furioso huracán de ojos verdes y se dirige al puente para ladrar un par de indicaciones a sus subalternos y dejar a queen bee al mando mientras ella resuelve un "problemita" en las barracas a las 4 am.


-Ouch - exclama el piloto se mira al espejo y ve su rostro hinchado, la camisa rota, por lo menos los dientes siguen ahí, camina unos pasos y nota que en la sombra hay una silueta sentada en una esquina de su diminuto cuarto

- ¿Te cansaste de contar tus moretones?- dice Max - La próxima vez busca a un tipo más duro, más joven y mejor peleador, ja ja ja, ya no estás para estos trotes mira que la última vez que te vi así fue a causa de ese borracho el manager de la miss... ¿cómo se llamaba?, huy toma asiento, esa cara se te sigue hinchando.

- Estoy bien Max, se me pasara en unas horas, no fue tanto, debiste ver como quedo él.

- hmmm si lo vi, manda saludos, el infeliz esta de maravilla- Max se levanta, enciende la luz y ve como su borrachín amigo hace un gesto de molestia - Me debo ir y como no te vas a morir, puedo regresar a la cama con mi esposa, claro que primero debo explicar cómo fue que tu aliento me impregno la ropa a alcohol, si no, no me dejara entrar en casa, adiós, duerme bien.

Max no da tiempo de respuestas, solo se va, compadece a su viejo amigo, porque ya sabe por experiencia lo que se viene, por mientras intenta imaginar cómo contara la historia para poder convencer a su esposa.

Los pasos de Lisa hacen temblar las paredes de la barraca, el centinela de la entrada aun esta pálido del susto al ver pasar como una tromba a la capitana Hayes y saber a ciencia cierta que no hay nada que él pueda hacer para detenerla, solo compadece la pobre alma del sujeto que busca la capitana. Al llegar a la habitación indicada, la puerta se remece ante los tres golpes secos de puño de una furiosa Lisa Hayes, algo cae en la habitación, se escuchan unos pasos apagados en el interior, luego de una pausa la puerta se abre, la luz está apagada.

- ¿Así que estás vivo? pensé tener más suerte esta noche – le dice Lisa escudriñando en la oscuridad.

- Hola Lisa - dice una casi irreconocible voz - pasa la nave es tuya.

- Esto no es una visita de cortesía piloto, quiero saber que sucedió esta noche y quiero la verdad - mientras se pasea por la habitación tratando de encontrar el interruptor de la luz.

- A la derecha - dice una voz de "me comí una papa caliente" - ahí suele estar el interruptor

- Bien, pero ¿Qué desastre tienes aquí? casi no se puede caminar

- No he tenido tiempo de ordenar…

- Ahora explícate zopenco, hmmm zopenco creo que a Andy le gustaba llamarte así – recuerda Lisa dándose golpecitos con el índice en la barbilla - a mí me gusta por lo menos.

- Quería colocar a alguien en su lugar, eso es todo - mientras intenta sentarse, cayendo pesadamente en el borde de la cama.

- ¿Sean O'toole por casualidad? ¿Se puede saber que tienes que ver tu con Sean y más en el kitty?

- No suelo visitar el kitty – el zopenco baja la cabeza, intenta reír pero le duele el estomago más que la cara - ¿Desde hace cuanto se ven? ¿Uno? ¿Dos meses? ¿Mas? – apoya las manos en la cama para que Lisa no note que le tiemblan.

- ¿Qué? ¿Estás de broma? para tu información fue Bennie el que me llamo para contarme tu última hazaña de combate. Y con Sean bueno...

- Dime que no hablaste con el hoy...

- Lo hice pero...

- Si, parece que ha sido mi última hazaña de combate... ¡Fuera! será tu nave pero esta es mi habitación... aun que sea solo por esta noche sigue siendo mi habitación, ¡Fuera! - el monigote Hinchado tose un poco, y trata de incorporarse, pero decide permanecer sentado.

- ¿Qué pasa por tu cabezota zopenco? de pie Hamster si no quiere que lo lleve directo a corte marcial por insubordinación con su oficial superior – le dice Lisa con su mejor tono de capitán.

- Eso imagine, capitana, permiso para hablar libremente.

- Permiso concedido.

- Cuando pueda... incorporarme, buscare otro lugar, veo que ya no hay espacio para mí en tu nave, Lisa y si es por corte marcial... Haz lo que quieras, la nave es la misma, el espacio es menos. no desapareceré por estar en confinamiento.

- Vine aquí por respuestas y eso es lo que obtendré - le dice una furiosa irlandesa de brazos en jarra - ahora dime ¿Qué fue lo que paso con Sean? ¿Sean te dijo algo de mí? ¿De nosotros?

- ¿Sean? no recuerdo que dijo de ti – le dice mientras se inclina peligrosamente hacia adelante - sé lo que todos saben, lo que todos dicen.

- ¿Qué cosa si se puede saber?

- Sean, que familiaridad tienes con el... al comandante O'toole le gusta tu CULO, me extraña que su varitech este en una pieza aun dime, lo visitas ¿Por que soy poca cosa para ti o me apartas por que el llego?

- ¿Qué? ¿que Sean dijo...mi cu... qué? – exclama Lisa llevándose una mano a la boca.

- ¿Crees que soy tonto?

- Ahora sí que los golpes te afectaron el cerebro.

- No tienes tiempo, siempre estas ocupada, ¿Crees que nací ayer? Desde hace cuanto tiempo...

- Primero... no he visto a Sean O'toole desde… NUNCA, segundo... lo creo incapaz de decir algo tan vulgar de mí, tercero...con esto me confirmas que eres tonto. Y por ultimo hoy me llamo a mi despacho para invitarme una copa, pero le dije por octava vez que no. ¿contento?

- El radio reloj se activa y una antigua canción comienza a sonar cantada por una femenina voz juvenil, el aporreado beodo hace un esfuerzo por levantarse, y dando dos pasos y con un par de manotones para llegar al aparato empuja este a los pies de Lisa

- Bonita manera de despertar arrullado por la dulce voz de tu ex... JA.

- Ella ... no es mi ex... tu eres mi ex, - se muerde la boca mientras habla

- Así que esas tenemos Hamster, al parecer perdí mi tiempo al despreciar las invitaciones de Sean...por lo menos ¡el algo aprecia de mi!

- Lo sé, parece que la capitana se retira, el interruptor esta a la derecha, capitana.

- ¡Si crees que me vas correr de aquí sin una mísera explicación de tu comportamiento estas terriblemente equivocado zopenco!

- ¿Correrte?, no puedo correrte, no capitana, no puedo, estas en todos lados, en todas las esquinas, en cada bar, en cada refugio, tienes todas la llaves, abres todas las puertas, capitana. Yo no puedo correrte, ¿Quieres encender la luz?, no te veo así, quiero verte para saber donde estas y no estar sintiendo a este fantasma a mi alrededor.

- ¿Que no puedes hacerlo solo hámster? – le dice la almirante mientras da manotones en la muralla - que no se diga que soy poco cortés.

El golpeado piloto, cierra los ojos, la luz lo lastima, aun esta algo mareado, por su esfuerzo de alcanzar el radio reloj, la cara hinchada, ya no quedan rastros de sangre en su nariz, pero si en el cuello de su camisa. Lisa lo observa con los ojos agrandados por el lamentable estado de su cara y se quita la guerrera, para poder intentar hacer algo por el magullado piloto.

- ¿Qué le paso a tu cara? ¿Me vas a decir que O'toole te hizo esto? ¿El está bien o quedo peor que tú?

- Estoy en mi lugar... me puso en mi lugar... es mejor que yo, ¿Eso quieres saber? si es mejor que yo... disculpe capitana. permiso para posición de descanso... permiso para sentarme.

- Siéntate por Dios ¿Te duele? ¿Tienes algún hueso roto?

- Lis, déjame, necesito dormir... pronto amanecerá, y debo componerme.

- ¿Componerte? así no te presentaras al servicio, ¿Qué crees que hará Andy cuando te vea así en cubierta? te sacara las respuestas a punta de golpes, eso si ya no viene para acá, si corremos con suerte el charro no le habrá dicho nada – le dice mientras el piloto baja la cabeza - hay un par de cosas que no sabes... Andy hace unos años, fue a corte marcial por mi culpa, digamos que se topo un oficial que pregonaba tener cierta "familiaridad" conmigo.

- Hay... hmmm - cayendo en la cama

- Pero Andy es un bruto cabeza de piedra y pega como una mula, pero tú no, y O'toole te saca ventaja, así que no te presentaras en la cubierta hoy.

- Lisa se acerca y toma el teléfono para marcar el número del puente y dar indicaciones para que al zopenco se le borre del rol del día…

- Estas en todos lados... – le dice mientras cae de la cama por quedarse dormido sentado – ¡Ay! – eso y un ronquido son su única expresión.

- Ay hamster en que lío nos metiste, ahora despiértate lo suficiente para quitarte la ropa y poder meterte en la cama, además si no salgo de aquí en los próximos 20 min. No sé cómo voy a explicarlo, bonito seria el comentario "la capitana Hayes hace visitas nocturnas al zopenco exiliado" eso sí que sería material. veamos tu camisa – le dice mientras el piloto se acerca y queda de rodillas a un costado de ella - ya no sirve para nada, supongo que trajiste mas de casa ¿o no?

- Blmas,cljon dbl flbondo

- ¡Ouch! Sean te dio duro de verdad ahora ayúdame, quítate los zapatos.

Algo mareado el piloto se deja caer hacia atrás, dejando libres sus pies, después de eso busca a tientas sus propias hebillas y comienza a retirarse los zapatos.

- ¡Arghh! – Reclama el piloto mientras el dolor le recuerda el par de puntapiés que recibió en el estomago.

Después de varios intentos Lisa logra quitar la ropa del piloto y subirlo a duras penas a la cama, donde queda despatarrado tal y como cayo. Mientras el sonido de la diana hace resonar las murallas de las barracas, las puertas se abren y cierran rápidamente y los pasos apresurados de las botas por el corredor le dicen a la capitana que su tiempo en la habitación de piloto se ha extendido más de lo normal y que se quedara confinada por fuerza en la guarida del zopenco.

En el puente Sammi Porter no puede más tratando de controlar la furia del jefe nuevededos, el que grita descontrolado por el canal abierto al puente, exigiendo el paradero de su hermanita. Pasado unos minutos de amenazas, por fin Vanessa logra dar con el paradero de la última llamada de la capitana, Sammie al informar desde donde proviene la llamada, un grito feroz, hace que la joven se quite de un solo golpe la diadema de comunicación y acto seguido, la comunicación se corta bruscamente.

La mañana transcurre tranquilamente para los habitantes de cuidad Macross y para la pareja que duerme en las barracas. Un golpe seco en la puerta hace que la cabeza del piloto se levante rapidamente de la almohada, otro golpe más y el ya está en pie, un golpe más y la puerta se caerá a pedazos. Afirmándose la cabeza se dirige a la puerta.

- ¿Así que este es tu cuarto? – le dicen unos ojos acerados que se abren como rendijas al infierno - ¿Dónde está Hamster?

- ¿Dónde está quien jefe? – le responde el piloto apoyándose en el marco de la puerta – no sé a quién buscas Andy…

- Quítate zopenco, por tu bien mejor te haces a un lado, porque si la encuentro en esta habitación desearas jamás haber aprendido a pilotear en tu vida.

El jefe Steinhauser se coloca en medio de la habitación en dos zancadas, y lo primero que atrae su vista es la guerrera doblada cuidadosamente sobre el respaldo de una silla, blanca con ribetes verdes, no puede ser de nadie más que de su hermanita, al voltear la vista y posarla en la cama, sus ojos se detienen en una larga cabellera castaña que sobre sale por un costado de las sabanas.

- ELIZABETH CLAIRE HAYES BRANSFORD, SAL DE ESA CAMA INMEDIATAMENTE.

Con el estruendo resonando en las paredes una asustada Lisa Hayes salta de la cama, mientras con una mano acomoda la falda de su uniforme y con la otra trata de cerrar su blusa, con los ojos desorbitados mira con temor reverencial al jefe Andrew Steinhauser "su hermanito" que la mira al igual que lo haría su padre en una situación como esta, cuando Lisa trata de articular palabra la detiene en seco la mano en alto del jefe nuevededos, que solo le indica la salida, ella toma rápidamente sus zapatos y colocándoselos, sale rápidamente de la habitación. Los ojos acerados fulminan al piloto y el brillo en la mirada le dice que lo peor está por venir.

- Ni una palabra de esto a nadie zopenco, si quieres seguir respirando no dirás nada de esto a nadie ¿he sido claro?

Asombrado y asustado el comandante Hunter solo atina a dejar el paso libre, para la asustada Lisa Hayes y la tromba del jefe Nuevededos.