Diez horas llevaba metida en aquel maldito avión, y aun le quedaban cerca de cuarenta minutos, y su cabeza estaba a punto de explotar, se había pasado la semana anterior hasta arriba de trabajo, dejando atados todos y cada uno de los cabos que le quedaban, esta había su última semana en Londres. Después de tres años viviendo en aquella maravillosa y húmeda ciudad, se marchaba para volver a LAX el cual no había echado de menos.
El mundo de Hollywood no iba mucho con ella, y tras su ruptura con Rachel, había conseguido dejarlo a un lado.
Suspiro estirando las piernas y volvió a centrarse en la portada de la revista que su acompañante traía, ahí estaba ella con una enorme sonrisa columpiando a su pequeña que esta con la misma sonrisa perfecta que su madre…
- ¿Rachel como que estas embarazada, eso no es posible? ¿Me has puesto los cuernos? - decía horrorizada la rubia.
-No cariño déjame explicarte- decía Rachel nerviosa temblando.
Al ver que la rubia la escuchaba atentamente le explico todo el proceso.
-Rachel y porque no me dijiste que querías tener un hijo, lo podríamos a ver hablado, pero esto…- decía la rubia llevándose las manos a la cabeza.
Rachel al ver la duda de la rubia asustada trato de acercarse a tocarla.
-No, por favor no me toques, yo… necesito pensar- dijo la rubia saliendo, corriendo.
Rachel solo pudo escuchar el portazo que daba Quinn en la puerta que daba a la calle dejando tanto su habitación como la casa en silenció donde solo se escuchaban los sollozos de Rachel.
Todavía recordaba como se hizo madre por segunda vez… aun le resultaba gracioso, recordar el comentario que hizo su madre cuando le conto que estaba saliendo con Rachel… "al menos así no me harás abuela por sorpresa" no pudo evitar sonreír al recordarlo de nuevo, mientras miraba por la ventana, ya se veían luces… ya estaban cerca de la ciudad.
Miro su reloj: las doce y media de la noche, pronto cambiarían de día y oficialmente sería el cumpleaños de su pequeña adoración, ya había avisado a Rachel de la hora sobre la que llegaría para poder darle una sorpresa por su quinto cumpleaños…
-Enhorabuena hija- dijo Russel apareciendo detrás de su hija.
-Papá ¿Cómo sabes que estaría aquí? - dijo la rubia desconcentrada levantándose de la silla de su despacho.
-Eres una Fabray y por muy poco que te guste somos unos adictos al trabajo, además esta empresa ha sido un lugar donde se han tomado las mejores decisiones de echo este despacho es muy bueno para eso- sonrió el hombre.
-ya entiendo ¿te manda mamá? - dijo la rubia algo decepcionada.
-A veces olvido que también tienes genes de Judy- sonrió el hombre al haber sido pillado por su hija-Quinn eres la persona más responsable que conozco en la vida, solo tu conseguiste sacar excelentes notas estando embarazada y te había echado de casa, no seas estúpida-
-Los estudios hacían olvidarme de mi realidad- dijo Quinn encogiéndose de hombros y sentándose de nuevo en su sillón mirando por la ventana ¿cómo ya había anochecido? al parecer había pasado toda la tarde fuera de casa.
-Lo que trato de decirte es que tu mejor que nadie sabe que significa estar embaraza sin tener a quien quieres de tu lado- dijo el hombre serio –Rachel esta embaraza y sola y por muy poco que te guste ahora lleva a tu hijo en su vientre, sé que no es biológico, pero Beth tampoco es su hija biológica y no ha dudado en aceptarla- le regaño el hombre al ver la cara que ponía Quinn
La rubia se levantó y le estrecho la mano a su padre –gracias- dijo la rubia entregándole una carpeta
- ¿Qué es esto? - dijo el hombre con el ceño fruncido.
-Llevo toda la tarde haciéndolo es quien creo que debería ser mi sustituto en Europa en dos años me mudaré a Europa sin falta, todo está comentado en el informe y ya lo he firmado, cuando lo hayas firmado lo haremos oficial- decía la rubia acabando de coger sus cosas para irse a su casa.
-Estoy orgullosa de ti- decía el hombre.
-No me mal interpretes papá, pero sé lo que significa no tener un padre en casa por culpa de su trabajo, no pretendo ser ese tipo de madre para mis hijos, pretendo siempre estar a su lado y apoyarles en todas sus dificultades y jamás perderme su cumpleaños por alguna maldita reunión- decía la rubia seria antes de marcharse.
El hombre simplemente asintió y le hizo un gesto para que se marchara.
Se abrocho el cinturón, ya que acaba de avisarles el piloto que pronto iniciaría el descenso y pego su espalda al asiento, la azafata que pasaba controlando que todo estaba en orden, le hizo un gesto a su acompañante para que cerrase la mesita y apagase el ordenador, la rubia la miro y negó con una sonrisa al ver que le pedía que esperase unos minutos ya que necesitaba saber el final del capítulo, como no pensó la rubia con una sonrisa, y con un suspiro volvió a centrarse en la ventanilla perdiéndose en sus recuerdos…
Cuando Quinn llego toda la casa estaba en silenció al parecer todos se había ido a sus casas ya, pudo ver que en el salón estaba su hermana y su nuevo esposo Jason.
La rubia al ver que Jason estaba despierto simplemente le saludo con la mano tratando de no despertar a su hermana, al no ver a su madre por ningún nado supo que se había ido a su casa al igual que sus amigos, Frannie se quedaba allí mientras la casa de sus padres se acaba de arreglar, ya que ella vivía en NY.
Al ver el reloj supo que era muy tarde eran casi las once de la noche.
Suspiró cansada y fue a ver a su hija está dormía abrazada a RJ como si esté fuera un peluche, no pudo evitar sonreír, se acercó para besar la cabeza de su hija y de su sobrino.
Sin más entro en su habitación y pudo notar que la habitación estaba vacía, entró en el baño se ducho rápidamente y se puso un camisón y encima una bata de seda para ir a buscar a su esposa observando por la puerta de la cocina se encontró a su mujer de pie en la orilla de la piscina.
Cogió una manta y salió en busca de su esposa.
Sonrió al ver como Rachel estaba abrazada a su tripa susurrando varias cosas, pero rápidamente su sonrisa se disipo al ver cómo le caían lágrimas de los ojos.
Despacito tratando de no asustarla le puso por encima una manta y la abrazo por la espalda, notando como el cuerpo de Rachel se relajaba y se apoyaba sobre ella.
-No deberías estar aquí fuera, hace frío y os podríais constipar- dijo la rubia besando la cabeza de Rachel.
La castaña sonrió al notar como ya hablaba en plural indicándole que estaba aceptando al bebe que llevaba dentro.
-Quinn yo…- la rubia no le dejo acabar.
-No es momento de hablar esto de acuerdo, ahora tenemos que centrarnos en mirar hacia el futuro y de que esta barriguita empiece a crecer- decía la rubia acariciando el vientre plano de su esposa.
-Te iras a Europa- dijo con miedo la castaña más afirmando que preguntando.
-He hablado con mi padre me quedare dos años aquí para ayudarte con él bebe- dijo la rubia.
La castaña asintió en parte feliz porque Quinn se quedará, aunque sabía que pronto se tendría que marchar a Europa cosa que no le haría mucha gracia….
