Cuentos

"Cansado"

Para Anna Kyoyama habían tres cosas que nunca cambiarían.

1- Ella siempre iba a mandar.

2- Siempre iba a ganar.

3- Yoh siempre iba a sonreír.

O al menos eso pensaba ya que la tercera no estaba ocurriendo. Yoh Asakura, su prometido, el hombre mas ingenuo, tonto y feliz del mundo no sonreía. Esto la sorprendió por unos días pero no le dio mayor importancia. Pasaron los días, semanas hasta que se cumplió un mes entero sin verlo sonreír y su molestia se hizo evidente. Algo malo estaba pasando.

-Yoh-

Le dijo a su futuro esposo que estaba comiendo al otro extremo de la mesa con su mirada puesta en su plato.

-¿Que pasa Anna?-

La miro sin sonreír como lo hacia antes, no estaba su risa tonta y sus ojos no mostraban la alegría de antes... parecía una piedra.

-Toma-

Anna le planta en su cara la nueva rutina de entrenamiento que había sido reforzada en todos los sentidos. Lo miro esperando su típico berrinche de niño pequeño.

-Esta bien-

Pero no llego. Yoh tomo la hoja con la rutina y volvió a comer dejando a una sorprendida Anna algo confusa.

-¿No te vas a quejar?-

Dice levantando su ceja y cruzando sus brazos para parecer molesta ante la actitud de su prometido que termina de comer.

-No-

La respuesta fue secante, no la miro, solo tomo los platos y los llevo a la cocina para lavarlos. Mientras se iba la Itako estaba sorprendida, algo pasaba, ese no era el Yoh de siempre... así no es Yoh. Rápidamente se levanto y lo siguió hasta la cocina donde estaba limpiando los platos.

-¿Que te sucede?-

-Nada-

-Mentira-

Yoh seguía limpiando los platos mientras le respondía. Cosa que la Itako tomo como una ofensa y le ordeno que dejara de limpiar y la mirara.

- Ya no sonríes-

-...-

-¿Por que no sonríes?-

-...-

-¡TE ORDENO QUE ME RESPONDAS!-

Dijo enojada Anna al no tener respuesta de su prometido. Desesperada por una respuesta levanto su mano y abofeteo al chico en la cara dejando su mejilla roja.

-¡RESPONDE!-

Yoh solamente dio un suspiro y toco su mejilla. Anna estaba a punto de darle otra bofetada pero en ese momento la miro dando otro suspiro.

-Iré a mi habitación-

Anna por primera vez se quedo sin palabras. Lo vio pasar a su lado mientras se dirigía a su habitación. No podía decir nada, su boca y lengua estaban congeladas. Quería detenerlo y exigirle una respuesta, quería golpearlo por haberle faltado el respeto, le quería gritar que era un idiota y que le triplicaría el entrenamiento. Pero nada... solo lo vio subir las escaleras.

-Que... ¿que pasa?-

Decía mientras toma su cabeza con sus manos. Algo pasaba con Yoh y no podía obtener la respuesta al problema. Estaba desesperada.

Pasaron las horas y ya era hora de dormir. Ambos caminaban por el pasillo hasta que Anna se detuvo y le dijo que la mirara.

-¿Que sucede Anna?-

-Quiero que duermas conmigo -

Esta propuesta por parte de Anna hubiera echo que cualquier hombre cayera de espaldas y ella lo sabia. Pero él no se inmuto en lo absoluto, solo la miro, nada mas.

-¿Estas segura?-

-¿No quieres?-

-Te lo pregunto por si crees que te molestare-

-No te lo pediría si fuera así-

Anna cruzo sus brazos y espero la respuesta de su prometido y que no tardo en decir.

-Iré por mis cosas-

Unos minutos mas tarde Yoh tenia su cama instalada en la habitación de su prometida. Ambos sentados en sus respectivos puestos, mientras que Anna se sentó en dirección a la cama de Yoh, este se sentó dándole la espalda.

-Dime... ¿que pasa?-

-Nada-

-Exijo que me respondas Yoh Asakura o si no yo...-

-¿Me golpearas?-

Anna se detuvo ante esta interrupción de su prometido, el cual continuo hablando.

-Aumentarme el entrenamiento, no ver a mis amigos, lavar los platos, cocinar, limpiar, ir a la escuela, sacar buenas notas, volver, hacer la cena, dormir... esa es mi vida Anna, no me puedes amenazar con algo que vivo a diario-

Yoh al terminar de hablar abrió su cama y se metió en ella aun dándole la espalda a su prometida que estaba congelada con lo que le había dicho. Sin decir nada ella hizo lo mismo.

Había pasado una hora y no podían dormir, ambos sabían que el otro estaba despierto lo cual hacia mas incomoda la situación. De pronto Anna se levanto y camino hacia él. Cuando llego a su lado le quito las sabanas y poniendo la cadera de Yoh entre sus piernas se dejo caer sobre el abdomen de su prometido.

-¿Con esto sonreirás de nuevo?-

-No-

-¿Me rechazas?-

-Tu no quieres-

-¿Que sabes tú de eso?-

Dijo mientras se desabrocha su yukata dejando ver la parte superior de su cuerpo totalmente desnudo.

-¿Y?-

-...-

Yoh aun sin emociones en su rostro levanto su mano y la puso en uno de sus senos. Lo que desbordo sobre su rostro una gran cantidad de golpes y cachetadas. Al rato después ella se había calmado mientras que Yoh aun seguía debajo de ella sintiendo el dolor en su rostro y como su sangre escurría por su nariz. El rostro de la Itako no daba mas de vergüenza por lo que había hecho y su boca no podía emitir palabras completas por la tormenta de pensamientos que le vinieron a su mente.

-Ddd..-

-Lo sé... ¿puedes bajarte?, estoy sangrando.

Anna se levanto y camino hasta su cama mientras Yoh se dirigía al baño para limpiar su nariz. No había sueño en su cuerpo solo cansancio, decidió tomar un baño pero no se saco su yukata, se metió con ella y se sentó para sentir el calor del agua y como la sangre volvía a el. Sus ojos estaban cerrados cuando sintió que alguien se había sentado a su lado, al abrirlos la vio también con su yukata puesta mirando el agua.

-Nunca mas te volveré a pegar Yoh-

-...-

-Y... perdo-

-Cállate Anna-

Se mordió el labio inferior al escuchar esa orden. Nadie le decía que hacer y nadie le podía levantar la voz... pero lo hizo y le obedeció.

-Anna Kyoyama no se disculpa-

Dijo el shaman ante los sorprendidos ojos de su prometida que permanecía en silencio.

-Anna siempre gana, siempre es la mas fuerte, siempre tiene razón, nunca llora...-

-...-

-No quiero que cambies tu forma de ser-

-...-

-Mis sentimientos por ti están ligados a eso-

-Yoh...-

-...Quiero dormir...-

-...Esta bien...-

Dicho esto salieron de la terma y fueron a dormir sin decirse una palabra.

A la mañana siguiente Anna despertó con la sorpresa de que no tuvo que despertar a Yoh y que su desayuno estaba a su lado. Se levanto y se dirigió hacia su ventana donde vio al shaman sentado a la sombra de un árbol aun sin su sonrisa. La Itako decidida a solucionar esto se baño, se cambio de ropa, comió su desayuno y fue a enfrentar a su prometido.

Yoh estaba sentado en forma de apache con su mirada clavada en el pasto. No noto a su prometida hasta que sus pies aparecieron en el pasto.

-Yoh-

-¿Si?-

-¿Ya entrenaste?-

-Si-

-¿Puedo sentarme?-

El asintió y ella se sentó a su lado abrazando sus piernas. Estuvieron un rato sin hablar hasta que ella suspiro estirando sus piernas.

-Yoh... por favor dime-

-Estoy cansado Anna-

-¿De mi?-

-No-

-No mientas-

-No lo hago-

-¿Entonces?-

Se volvió a callar. Anna no podía permitirse pasar mas tiempo sin saber la respuesta. Rápidamente se levanto y lo levanto a el mientras apretaba su remera con sus manos.

-¡DIME!-

Lo comenzó a zamarrear exigiendo una respuesta. Luego de un rato se canso y lo dejo de zamarrear pero sin soltar su remera.

-Dime... por favor-

-¿Por que te importa?-

-¡POR QUE ESTOY FALLANDO!-

Yoh la miro sorprendido por que de sus ojos comenzaron a salir lágrimas y que corrían por sus mejillas. Aun no lo soltaba y cada vez apretaba mas su remera. Aun serio puso sus manos en sus hombros y los apretó.

-Anna no llora-

-¡ANNA KYOYAMA LLORA POR SU PROMETIDO!-

Dijo mientras hundía su cabeza en el pecho de su prometido.

-Llora por que esta fallando como prometida, llora por que no te puede hacer sonreír, llora... por que no sabe que hacer-

Anna soltó a Yoh al sentir gota de agua en su piel. Al levantar su cabeza vio a su prometido llorando con una pequeña sonrisa, esas que tanto extrañaba.

-Yo lloro por que te temo... y te quiero.

-Yoh-

-Estoy cansado... de haber entrenado, haber luchado y haber muerto por los demás. Quiero poder descansar...-

-...-

-Y quiero hacerlo contigo pero... me das tanto miedo que no puedo-

Decía mientras su sonrisa desaparecía para dar paso a una cara de pena que jamas se le había visto a Yoh y la cual le rompió el corazón helado a su prometida que se aferro a el tomando sus brazos.

-No, no llores Yoh por favor-

-...-

-Te prometo que las cosas cambiaran-

Anna al ver la pena de su prometido estaba dispuesta a todo para que fuera feliz. Le dijo que no entrenaría mas, podría ver a sus amigos cuando quisiera, dormiría todo el día si ese era su antojo y que no tendría mas responsabilidades.

-¿Que opinas?-

-No-

-¿Que?-

Anna lo soltó y lo miro incrédula. Le ofreció toda una vida de ocio y de paz y la rechazo.

-No quiero que las cosas cambien y tampoco quiero que tu cambies-

-Pero Yoh...-

-Solo quiero... vivir mi vida contigo. Los demás se irán un día y solo te tendré a ti-

-...-

-Pero no quiero que sea solo una vida de entrenamientos y deberes -

-¿Que es lo que quieres Yoh?-

Anna pregunto limpiando las lágrimas del rostro de su prometido.

-Yo... abrázame Anna-

-...-

-Por favor-

Anna obedeció a su prometido y rodeo con sus brazos su cuello mientras que él cruzo los suyos alrededor de su cintura. Estuvieron minutos en silencio hasta que Anna le pregunto.

-¿Cuanto tiempo quieres estar así?-

-¿Te molesta?

-No... es solo que quiero saber que mas hacer-

-No hay nada mas que hacer... por fin puedo disfrutar a mi prometida-

Yoh se separa del abrazo y le sonrió de nuevo. Anna estaba feliz y satisfecha por que lo había logrado. Había devuelto la sonrisa a su prometido y terminado con su pena.

Las cosas volvieron a ser las de antes. Yoh entrenaba, cocinaba, limpiaba y demás pero había vuelto la sonrisa que todos amaban y Anna seguía viendo sus novelas. Pero ahora Anna había incluido nuevas leyes a su vida.

1- Ella siempre iba a mandar.

2- Siempre iba a ganar.

3- Yoh siempre iba a sonreír

4- Nunca mas lo golpearía... a menos que se lo mereciera-

Y la ultima.

5- Ella siempre lo haría feliz.