Holaa~ \(-w-)/ les traigo un fanfic que llevo un tiempo pensando, basado en la epoca de estudiantes de las madres del grupo. Si notan alguna personalidad algo diferente a la que se muestra en el anime es porque pasan cosas que las hacen cambiar~ bueno, como sabran este es un fanfic yuri, y como tambien sabran ninguna quedará junta. Así que desde un inicio diré que el final no será el que esperan desde un inicio (ow-) espero que les agrade~ me dejaré de spoilear y dejaré que lean el fanfic. Los nombres de las chicas del capítulo se encuentran al final para que adivinen quien es quien (-w-). Nos vemos abajito~
Una tranquila mañana de primavera, los pétalos de los sakura caen lentamente en la acera y la gentil brisa mañanera hacía oscilar ligeramente el cabello de las jóvenes que empezaban nuevamente el ciclo estudiantil luego de vacaciones. Las chicas de listón azul se miraban ansiosas entre sí, ya que este sería su primer día de clases en aquella hermosa preparatoria sobre la colina. Las de listón verde se sentían nostálgicas recorriendo las calles, mirando por última vez los cerezos sobre sus cabezas, ya que sería la última vez que entrarían a la escuela acompañadas por los primeros pétalos de abril. Pero, por otro lado, las de segundo…
-…- un suspiro resignado se escucha bajo las escaleras de la escuela, caminaba arrastrando los pies y con la mirada baja, además de eso su camisa estaba doblada y su listón rojo mal amarrado, su mochila era arrastrada por los brazos caídos de la chica, quien al parecer no le importaba en lo más mínimo la gente que la observaba extrañada a su lado. Levantó perezosamente la mirada, dejando que sus ojos violetas se pasearan escalera arriba, en donde se encontraría con la preparatoria Otonokizaka y todo el estudio que tendrá que hacer por lo menos durante las primeras semanas esperando la Golden Week. -…- suspiró por segunda vez mientras rascaba su nuca, el cabello rojizo de la chica estaba semi enmarañado por las prisas que echó al haberse "quedado dormida" esa mañana, pero claro que había sido una broma de su madre, pues programó todos los relojes de la casa con una hora más para así asegurarse que llegara a la hora. Cuando se había dado cuenta de ello, ya estaba a mitad de camino y ahora había llegado excesivamente temprano y ya las ganas de subir las escaleras se le fueron completamente. Esta chica cansada de la vida era Shizumu Akane, de segundo año. Buena en los estudios de alguna forma y bastante mala en actividades físicas. -…- suspiró nuevamente la pelirroja y con desgano empezaba a subir el primer escalón, lo cual no logró pues la voz de alguien la detuvo.
-Aka-chan~- antes de lograr darse vuelta si quiera parcialmente, había sido embestida por una cosa que la golpeó desde el costado haciéndola caer hacia atrás.
-Duele…- murmuró mientras se sobaba la espalda baja, cuando bajó la mirada para ver a la dueña del ataque se encontró con un par de ojos dorados que eran acompañados por una sonrisa comparable a la de un niño nervioso luego de hacer una travesura, y podría apostar a que aquel mechón que sobresalía de su cabello grisáceo se meneaba como la cola de un perro. -Qué crees que estás haciendo, Hana- dijo con algo de molestia en la voz. Esa… cosa de allí era Inoue Hana, compañera de clase de Akane y de alguna la mejor amiga de esta. Es buena en los deportes y de alguna forma una de las mejores estudiantes de la clase. Además de ser la nieta de la directora.
-Que amargada, y yo que quería alegrarte la mañana con un abrazo- se quejó haciendo un puchero.
-Claro, si el abrazo hubiera sido de forma normal y no como una embestida que me hizo caer de la escalera- se defendió.
-No te quejes, ni siquiera habías subido al segundo escalón- le contraatacó ya levantada y sacando el polvo de su falda para luego extender la mano a su amiga.
-A veces me sorprende que seas mayor que yo- suspiró la pelirroja aceptando la ayuda para luego limpiar su propio uniforme.
-Un mes y dos días para ser exactos- dijo inflando el pecho de orgullo. -Y sin mencionar que soy la heredera de la escuela y tengo mejores calificaciones que tú- sonrió con superioridad.
-Ya, no pareciera que fueras la nieta de la directora si quiera, alguien que debería estar a la altura de tomar aquella responsabilidad sería… ¿Por qué me miras así?- se interrumpió al ver que su mejor amiga la miraba con picardía en la mirada y con una sonrisa gatuna.
-Acaso la persona que está en tu mente no será…- hizo una pausa dramática para luego dirigir su mirada a otro punto, -¡Oh! Hablando del Rey de Roma- dijo mirando detrás de su pelirroja amiga. -¡Aoi-chan~!- gritó antes de taclear a la nombrada, quien ya estaba por el quinto escalón y, al igual que lo hizo con la pelirroja, cayeron escalera abajo. Akane solo cerró los ojos antes de escuchar el impacto. -Buenos días~- dijo la peli gris restregando su mejilla en la de la otra chica, quien se veía fuera de combate además de haber sido el colchón de su menor recibiendo el doble de daño.
-E-Eh…- se veía bastante confundida al parecer de la pelirroja, cosa que hizo bombear el corazón de Akane. La chica de allí era Homura Aoi, de tercer año y era la amiga de la infancia de Hana, además de ser la que hace palpitar el corazón de Akane como nadie lo hace, pero esta lo oculta ya que su amor es imposible incluso si era correspondido. Ambas son mujeres, algo anti natural a vista de todos los demás, nunca serían aceptadas, aunque lo quisieran, así que sería un secreto y un olvido, si no fuera por culpa de Hana, que por un pequeño comentario se dio cuenta de sus sentimientos. -Puede parecer una idiota, pero sorpresivamente no lo es…- meditaba la pelirroja con una mano en su barbilla.
-Oye, Aoi-chan…- un silencio le siguió y al no conseguir respuesta se giró lentamente a la pelirroja quien había guardado distancia y la miraba de brazos cruzados. -Aka-chan, llama a la funeraria- parecía que fuera a llorar en cualquier momento. -No, mejor no, sus padres me matarán, envenenarán los manjuus y me los darán de comer en el funeral- se agarró dramáticamente la cabeza sin moverse de su lugar, solo giró su cuerpo y se sentó como si Aoi fuera la banca más cómoda del mundo, luego de estar pensativa unos minutos levantó la mirada con los ojos brillantes. -Consigue dos palas y una bolsa, yo me encargo de la van.
-Estas exagerando- dijo la pelirroja suspirando por cuarta vez en el día, estaba acostumbrada a las estupideces de la peli gris y, acercándose a ambas chicas, llevó su mano debajo de la nariz de la mayor y sintió la respiración de Aoi en su dedo índice. Tratando de ocultar el sonrojo por haber sentido el calor de la castaña de ojos turquesa, carraspeó y se dio media vuelta para que Hana no la viera. -Está respirando, solo quítate de encima y se pondrá mejor.
-Uhm- asintió la chica con renovada felicidad, luego de pararse de su amiga de la infancia se acercó en cuclillas y empezó a pinchar la mejilla de la mayor. -Oye, despierta- decía mientras acercaba su cara lentamente a la de ella, claro que sin saber que aquello puso los nervios de punta a dos personas que estaban alrededor. Una, era claramente la pelirroja que sintió como su pelo se encendía en fuego al ver la cercanía de ambas sintiendo como las ansias por asesinar a su amiga aumentaban y, por otro lado, una joven que caminaba inocentemente por el lugar.
-¡¿Q-Q-Que cosas vergonzosas hacen en público?!- exclamó una de las pocas chicas que seguían en aquel camino, ya que la mayoría ya había entrado en la escuela y la escena que se montaban las tres era prácticamente ignorado por la gente a su alrededor, claro, excepto aquella chica desconocida que pasó por allí en el momento menos indicado.
La pelirroja puso una pausa en su intento de asesinato hacia su amiga y tanto ella como la inocente víctima de ojos dorados se giraron hacia la chica dueña de la voz, Hana solo pudo contener un suspiro ahogado, al encontrarse con la figura de una hermosa chica que parecía sacada de una leyenda mitológica, de unos hermosos ojos miel y pestañas largas, de pequeña nariz y piel pálida similar a la de una muñeca. Su lacio y brillante cabello azulado caía por su espalda hasta casi llegar a la rodilla, sus piernas eran largas y de aspecto terso, su falda llegaba hasta su rodilla, pero no le quitaba lo elegante que se veía, su camisa perfectamente planchada y ajustada dejaba ver un poco de su busto que, aunque no fuera mucho, era más de lo que se podría identificar como petanko*, su blusa era cubierta por la americana azul de la escuela, y en su cuello exhibía un listón azul.
(*: chica de pecho plano)
-Debe ser de primero- fue lo que pensó simplemente la pelirroja, que, al voltearse a su amiga pegó un pequeño salto al ver como a esta le brillaban los ojos y casi caía baba de su boca. Se acercó disimuladamente a ella y le susurró al oído. -Hana, cariño, cierra la boca o las moscas entraran, y deja de desvestirla con la mirada- ante su aviso, la chica salió de su aturdimiento y limpió su boca con su antebrazo. -La molestaré luego- se agendó mentalmente la chica ocultando una pequeña sonrisa.
-No es lo que crees- dijo Hana con mal fingida tranquilidad agitando sus manos. -Esta es mi amiga de la infancia y se cayó de las escaleras, estaba viendo si seguía viva- sonrió, mientras que la pelirroja golpeó su frente con su mano.
-Solo cree la mitad de lo que dice- le recomendó.
-Sigue siendo desvergonzado- dijo la peli azul dando unos pasos hacia atrás.
-¿Cómo puedes tener ese cuerpo y ser de primero? Es sorprendente- comentó Hana recorriéndola con la mirada, ganándose un manotazo en la nuca por parte de su amiga.
-¡Hii!- chilló la menor abrazándose a sí misma antes de salir corriendo del lugar.
-La ahuyentaste.
-¿Ups?- dijo con una sonrisa nerviosa rascando su cabeza.
-¿D-Dónde estoy?- escucharon de nueva cuenta desde el suelo. -¿Ya estoy muerta?- dijo girando lentamente la cabeza para ver a sus alrededores y se encontró con la mirada de Hana. -Oh, Hana está aquí, estoy en el infierno.
-Eso no es lindo- se quejó Hana haciendo un mohín. -Aka-chan también está aquí, ¿sabes?
-Oh, Shizumu-san, ¿Estoy en el cielo?- sonrió ligeramente haciendo sonrojar a la nombrada.
-Consíganse una habitación- sonrió inocentemente Hana para luego ver su reloj de mano y empezar a sudar frío. -Esto… Aoi-san.
-¿Por qué tan formal?- dijo sentándose en el piso. -Ay, mi espalda duele como un demonio.
-Pues…- Akane le ofreció una mano a Aoi, quien la aceptó con una sonrisa enternecedora. -Tienes que dar un discurso, ¿No?- preguntó nerviosamente, pues la segunda víctima de las embestidas de Hana, además de ser la mejor estudiante de su año, era la presidenta del consejo estudiantil
-Oh, cierto que hoy empiezan las clases- dijo mientras limpiaba el polvo de su uniforme con ayuda de su kohai. -Se supone que debo llegar veinte minutos an-… Hana-san, ¿Qué hora es?- una aura algo tenebrosa empezaba a rodear a la mayor, quien había tomado a la peli gris del cuello de su camisa y levantándola en el proceso, tendrá cuerpo pequeño pero por el trabajo en la panadería familiar, tenía la fuerza de diez hombres.
-Pues veras… FaltanCincoMinutos- dijo atropelladamente lo último, sin dejar de temblar.
-Hana…- empezó a apretar el agarre a su amiga quien soltó un pequeño chillido.
-Esto… Homura-sempai- le llamó la atención a la mayor, quien dirigió su mirada a la menor para luego sonreír ligeramente, pero sin soltar a Hana que todavía se encontraba suspendida en el aire. -mejor dejemos el intento de asesinato para después, el tiempo…- Aoi asintió y bajo despacio a Hana y sin antes de mirarla con una oscuridad en los ojos, se giró y le sonrió nuevamente a la mejor amiga de su amiga en común.
-Cierto, pues entonces me voy yendo- dijo de nueva cuenta tomando su bolso y correr escaleras arribas, pero antes de llegar a la mitad desaceleró el paso y se dio vuelta. -Y te dije que podrías llamarme solo Aoi- sonrió sacando la lengua y retomó su camino.
La pelirroja se sonrojó aún más y empezó a jugar con sus dedos, Aoi siempre era así con ella y no sabía si sería bueno o malo sentirse especial con ello, ya que ilusionarse sería demasiado malo y se podría ganar una fuerte decepción luego, pero gestos como aquel no dejaban de emocionarla de aquella forma que solo Aoi lograba. Sus pensamientos se detuvieron al sentir la mirada que su amiga le daba con una sonrisa gatuna.
-Puhuhuhu- se reía por lo bajo. –"Ohh~ Aoi-sama, se gentil por favor" "Tranquila Akane-chan, te aseguro que no dolerá"- dijo exagerando los tonos de voz de sus amigas mientras reía.
-¡C-Cállate! Al menos yo no ahuyento a mis kohai- se defendió la pelirroja sonrojada hasta las orejas, lo cual se contagió a su amiga al recordar a la chica de cabello azul.
-Ella era como un ángel- sonrió bobamente.
-Lo que digas, lolicona-san.
-Solo es un año menor- se quejó.
-Ósea admites que te gusta.
-Sí. Yo no soy como tú, tsun tsun.
-Cállate.
Empezaron a subir las escaleras sin mucha prisa, ambas estaban acostumbradas a llegar justo antes de que las puertas cerraran, y esta sería su primera entrada como estudiantes de segundo año.
-Aka-chan.
-¿Qué quieres ahora?
-¿Te dije que el listón rojo te queda perfecto? Ahora eres roja de pies a cabeza.
-¡No soy toda roja!
-Pues cuando hablas con Aoi-chan eres confundible con un tomate- dijo con el índice en su barbilla, ganándose un golpe en la nuca de parte de su amiga. -¿Y eso por qué fue?
-Por idiota.
-Sí, sí- le restó importancia con un gesto con su mano.
Empezando el ciclo escolar con una sonrisa en el rostro, acompañadas por los pétalos de abril, entran tranquilamente por el portón de la preparatoria Otonokizaka, la segunda y penúltima vez que entrarían de aquella forma a la escuela, pero quien sabe, quizás en un futuro la esencia de aquellas chicas también entraría por las mismas puertas, con una sonrisa en el rostro, iniciando una nueva etapa de su vida.
Madre de Maki ➝ Shizumu Akane
Madre de Honoka ➝ Homura Aoi
Madre de Kotori ➝ Inoue Hana
Y este sería el primer capítulo~ Espero que les alla gustado, si es así dejen sus reviews por si tienen opiniones o algo que aportar a los proximos capítulos (/w\) Este fanfic es posible que no lo publique tan seguido como entrelazando nuestro destino, pero aún así espero que se emocionen con esta historia tanto como yo al escribirla (o^w^o) Ahora les dejaré el avance por aquí~
~(oo~) Avance sexy (~oo)~
-Uh… Ugh…- gimoteaba la chica arrastrando los pies, a lo que solo pudo soltar un chillido y salir corriendo del lugar.
.
-Mori Yume, de primer año.
-Yo soy Kimura Haruna, segundo año. Mucho gusto, Yume-chan.
.
-(...) ojalá seamos amigas- dijo antes de sentarse sin borrar su tímida sonrisa y echar su cabello cenizo de lado. Su forma de hablar y de ser era como el de una madre, claro que una madre bastante extraña. ¿Se puede considerar un hobbie comer?
.
-es vergonzoso…- pensaba la chica, levantado ligeramente la cabeza y sintiendo todo el calor que se reunía en su cara.
.
.
Capítulo 2: "El conejito azul"
Nos vemos~ \(^3^)
