Título: Felices cumpleaños.

Fandom: Kingdom Hearts.

Pareja: Aeris/León.

Palabras: 648.

Advertencias: post-KHII. Medio spoiler, pero muy implícito.

Notas: para Malena-sama, que me pidió la pareja en el meme de los besos. Y no, no me he olvidado de él.


Aeris le había pedido, con voz suave y tranquila, que por favor cerrase los ojos. Tenía una sorpresa preparada, o eso creía haber oído León. Le había parecido extraño que esperase el momento justo en el que Yuffie y Cid se fueron a comprar un montón de piezas de nombres impronunciables y en el que Merlín había desaparecido tras una humareda roja, después de una mañana entera absorto entre sus frascos y sus hechizos. Sí, había esperado pacientemente a que los dos estuviesen solos en casa por algún motivo que León desconocía; pero que entendió un segundo después de que unos labios rozasen los suyos.

La sonrisa sospechosa que Aeris había lucido antes de bajar los párpados cobró sentido; y, en otro momento, León se hubiese cruzado de brazos, con el ceño fruncido, y hubiera replicado y gruñido como solía hacer, incómodo por el gesto. Pero lo cierto es que el beso de Aeris no le molestó en absoluto, y descubrió que la cercanía le resultaba agradable. Demasiado, para su gusto. Tenía una imagen que mantener, y esto no estaba ayudando para nada porque pronto se dio cuenta de que tuvo que ser ella la que cortó primero el beso, mientras que él se había dejado llevar por la situación. Se reprendió mentalmente varias veces, carraspeó y agachó la cabeza, evitando la mirada brillante de su compañera.

—Feliz cumpleaños, Squall.

El nombre activó el resorte automático de su cerebro que saltaba con la sola mención de esa palabra.

—No me llames… —se detuvo, una vez que sus ojos encararon los de Aeris, y arrugó el ceño aún más—. Espera. Hoy no es mi cumpleaños.

Ella sonrió aún más.

—Pero hoy hace dos años que te conocimos, cuando esto aún era Bastión Hueco, ¿lo recuerdas? —León lo recordaba bastante bien, pues él había llegado solo y desamparado después de la desaparición de su mundo; mientras que Yuffie, Aeris, Tifa, Cid y Cloud sí habían logrado mantenerse unidos, con ciertos percances entremedias, a pesar de que su mundo ya no existiese.

No supo qué responder. Él no estaba hecho para estas cosas, se repetía a sí mismo.

—Uhm… gracias, supongo.

Aeris dejó escapar un suspiro de resignación, acompañado de una leve sonrisa. Para sorpresa de León, le propinó un pequeño golpe en la frente con el dedo índice y empezó a caminar hasta la puerta.

—Eres imposible —dijo, riendo entre dientes-; pero, si quieres, te guardo otro para tu cumpleaños.

Y se fue, dejándolo allí plantado como un soberano idiota. Desde luego, no había reaccionado como debía (aunque sospechaba que Aeris sí había previsto una reacción así por su parte). Pero tampoco pudo evitar pensar que, llegado el momento, no le importaría reclamar su regalo de cumpleaños.

-fin-