¡Hola! Mis queridos, últimamente he estado escribiendo muchas cosas pero en sí nada conciso, lo que me ha llevado a hacer esta historia que se basara en varias viñetas de diferentes personajes, parejas, etcétera.

Sí les gusta comenten, si no; acepto críticas constructivas.

Y por raro que parezca tenía muchas ganas de poner un Buttercup x Butch primero.

Los personajes no me pertenecen.


Las muestras del corazón.

Piropo

A Buttercup no le gustaba en lo absoluto la manera en la que se sentían demasiados pares de ojos mirando fijamente el punto exacto que marcaba el centro de su nuca.

No le gustaba en lo absoluto…Y cuando algo no le gustaba en lo absoluto solo podía significar una cosa…

Sí no golpeo a nadie hoy, no podré morir en paz…- La chica abrió su casillero cansadamente mientras que su hermana rubia junto a ella reía de la forma pegajosa y femenina que tanto le desquiciaba a la chica más ruda de la ciudad.

Vamos Buttercup, no hagas tanto drama por una cosa así- Bubbles le sonrío, sin embargo la cara de Buttercup no mostró felicidad alguna- No servirá de nada que hayas hecho el esfuerzo si pones una cara que espanta a cualquiera.

¡Precisamente es eso Bubbles! ¡Yo no quería hacer ningún maldito esfuerzo!- Pero antes de decir más se detuvo al notar como Blossom las había alcanzado, siendo capaz de notar la gran mota roja anaranjada que formaba su melena- ¿Qué me ves, mandona?

Nada en especial malhumorada, solamente he notado que…-Pero la chica verde azotó la puerta de su casillero- ¡Buttercup, sabes que no puedes desquitarte con el mobiliario escolar!

¡Yo me puedo desquitar con lo que se me hinche la regalada gana!- Y siguió su camino hecha una furia mientras que las cabezas continuaban girando por donde ella pasara.

La pelirroja se giró para darle una mirada no aprobatoria a su hermana.

¡No pude resistirme!- La rubia levanto sus hombros y sacó los libros que le faltaban de su casillero mientras que Blossom la esperaba para poder entrar a la clase juntas. No tenía caso regañarla más, si Bubbles no se había intimidado a la primera vez ya no funcionaría.

Además de que si hubiera estado en su lugar, tampoco hubiera sido capaz de resistirse.


¡Uh Buttercup!- La chica pensó en las miles de veces que había ido ya a la dirección esa semana, en los castigos que todavía le faltaban por realizar y en como su carta de buena conducta (Carta que necesitaba para poder seguir participando en el equipo deportivo de la escuela) estaba en peligro, y solo pensando en todo eso se aguantó las ganas de arrancar la mano que confiadamente se había posado en su hombro, apretándolo.

¡Vete a la mierda Butch!- El chico ignoró la ofensa.

Pero sí esa boquita no queda nada con lo que veo, Buttercup- El chico comenzó a picarle la cara mientras que ella intentaba destrozarle los dedos sin mucho éxito- Ya era mucho pedir que el cambio fuera de equipo completo.

¿De qué diablos estas hablando?- Buttercup decidió ponerse a anotar lo que la maestra había comenzado a escribir- Todo mundo y sus cambios, sus cambios me tienen hasta…

¡Buttercup!- Un susurró con tono de orden les llegó desde atrás.

¡Tú vuelve a tus apuntes, zanahoria!- Buttercup odiaba que Blossom siempre escuchara y la interrumpiera cuando quería sacar todo lo que sentía por medio de groserías.

Primero los golpes, ahora esto…Cómo odio que controlen cada mugre aspecto de mi vida- Gruñó para ella misma mientras que seguía escribiendo- Y tú deja de mirar, pervertido.

Butch ni siquiera pareció afectado al ser descubierto mientras observaba el dulce panorama para sus ojos verdes.

Pervertido es cuando piensas cosas malas con lo que ves, yo solo estoy pensando en cosas muy pero muy buenas-La chica sabía que era una tontería hacerle caso, pero al notar que más tonto parecía lo que estaba explicando la maestra decidió que podía tomarse unos instantes para maldecir a su contra parte.

Definitivamente eres un cerdo imbécil de lo peor, ¿Pero supongo que eso te lo dicen siempre? Olvida el tono de pregunta, es una afirmación- Con esto tomo su lápiz aún sabiendo que cuando uno se sumerge en la tormenta es muy difícil no salir mojado.

Difícil, no. Imposible, sí.

Pues te diré…que….No me lo dicen mucho- Con esto notó como el chico se inclinó demasiado para su gusto, y en su oreja sintió un cosquilleo que prácticamente era una invitación a golpearlo en plena cara- Porque no muchas me hacen volverme un cerdo imbécil.

Me gustaría saber que piensan todas las tontas que dejan que les des alas- dijo Buttercup.

Bien que las notas linda- Dijo Butch.

Vete al diablo- Dijo Buttercup.

¡Buttercup!- Siseó desde atrás Blossom.

¡Tú calla, zanahoria!- Dijo otra vez Buttercup.

¡Señorita Utonio!- Esa fue…La maestra.

Buttercup miró con odio a su contraparte mientras se daba un golpe en la frente, si lo que planeaba era sacarla de juicio, casi lo lograba. Pero ya vería cuando estuviera afuera de terreno escolar…Pero antes tendría que pasar a la casa…Por…

¡Oh cuanto odio esto, maldita sea!

¡Se lo advierto señorita, es la segunda vez!- Buttercup se calló al instante ante la amenazadora mirada de la profesora y dio un fuerte pisotón al pie que estaba por donde sonaba una carcajada burlona.

¡Maestra, mírela!- Buttercup le miró con odio mientras el chico le sonreía con suficiencia, ¿Cómo es que podía sacarle tanto provecho a esta situación?

¡Buttercup!

¡Señorita Utonio!

No seas chillón, hijo de…- Todo el salón quedó en silencio- Ooops.


Te dije que esa boquita no quedaba con lo que veo- Y por milésima vez en ese día Buttercup se imaginó la dulce sensación de clavarle algo filoso en la garganta a Butch.

Algo muy filoso.

O sí de plano no quieres cambiar esa boca de machorra que tienes podemos quitar lo que veo y problema resuelto- Algo extremadamente filoso. En la yugular, por favor.

¿Por qué demonios estas aquí?- La morena le arrojo una pluma que desgraciadamente logró esquivar- No te bastó con tenerme más tiempo en esta horrenda cosa de….

Eso es Buttercup, di todas las maldiciones que quieras. Entre más tiempo pueda disfrutar esto mejor.

Jodete.

Música para mis oídos.

Butch por lo que más quieras deja de fregarme.

¿Por lo que más quiera?- Buttercup siguió ignorando al chico mientras pensaba que molesto era cuando trataba de poner voz seductora, que en especial a ella no funcionaba para nada.

No, no. Nunca. Cero.

Sí no dices nada tomaré tu proposición indecorosa.

Otro lápiz esquivado, pensó Buttercup, maldición.

¿Y sabes que es lo que más quiero, trasero de mantequilla?

Sí no te callas, te parto la madre…

Quiero que…-Al ver lo que señalaba Butch, Buttercup supo que tenía que pensar rápido, pero extrañamente notó como su molesto acompañante volvía a salir por la ventana del aula de retención como había aparecido y el profesor asignado entraba para indicarle que ya podía irse.


Muy bien, un pie afuera de la escuela y podré hacer lo que he deseado todo el día- El chico caminaba despreocupado junto a ella, ignorando las ofensas que esta le escupía- solo espero que no planees tener descendencia.

Pues me lo pones muy difícil- Buttercup maldijo que no pudiera soltarle la tan añorada patada- Ahora sí me permites decirte antes de que lleguemos al límite y tenga que escapar de tus garras de gata…

¿Sabes? Cada vez pienso que necesito menos la dichosa carta de buena conducta…-Amenazó la morena.

Hoy te ves bien, Buttercup- La chica paró en secó, estupefacta- Eso es lo que te he querido decir todo el día y tus berrinches no me han dejado.

¿Pero que coños te pasa?

Tú me pasas- Buttercup comenzó calcular donde le dolería más, ¿Acaso este tipo estaba demente? Bueno, eso ya lo sabía. ¿Pero a tal punto? ¿Cómo podía atreverse siquiera a decirle eso?

No me vengas con esas tonterías Butch- Por fin había llegado al límite.

Pero un par de labios más rápidos que sus puños le golpearon mil veces de lo que ella pudo haberlo lastimado.

Aunque solo fuera una vez lo que rozaron con los suyos.

Aprende a aceptar los piropos, machorra- Con esto el chico se echo a volar, literalmente. No sin antes decirle a los ojos verdes que se encontraban todavía procesando lo que había pasado- Por cierto Buttercup, bonita falda.

La morena se dio cuenta que la única victima de ese día sería una cierta rubia que se dignó a esconder toda su ropa.

Mañana sería entonces, cuando haría a Butch tragarse sus estúpidos piropos.


¿Les gustó? Se aprecian comentarios, ideas y sugerencias. El siguiente capítulo será de una pareja diferente y será una trama diferente y bueno…Todo diferente. Estoy agrupando las historias cortas que llegan a mi mente porque no creo que sea necesario saturar la sección de pequeños fragmentos. Así que, ya saben que espero sus comentarios, queridos lectores.

Sí gustan una pareja, digan y veremos que sale.