Los personajes de Kuroshitsuji no me pertenecen.
Era un día normal en la mansión Phantomhive, cada uno de los sirvientes hacían tranquilamente sus tareas, pero el conde estaba algo preocupado le había llegado un mensaje de Lizzy informándole que la mansión Midfort había sido quemada y solo ella había sobrevivido y que si él quería se quedaría por un tiempo en la mansión Phantomhive hasta que volvieran a reconstruir su hogar, sinceramente él no hubiera querido que Lizzy viviera también esa experiencia.
- Bocchan, Lady Elizabeth ha llegado – Dijo Sebastián entrando al despacho de su joven amo.
- Prepárale una habitación – Ordeno Ciel mientras salía de su despacho y se dirigía a la sala de visita.
- Yes, my lord – Dijo Sebastián y fue a hacer lo que su amo le ordenaba.
- Ciel – Dijo Elizabeth mientras se abalanzaba hacia él y lo abrazaba fuertemente – Te extrañe mucho.
- Lizzy… no puedo… respirar – Dijo Ciel, poniéndose morado por la falta de aire.
- Oh Gomen nasai – Dijo Lizzy mientras se separaba de él.
- ¿Quién es ella? – Pregunto Ciel, al percatarse de una mujer extraña, que estaba detrás de Lizzy.
- Ella es Yami Mei Shimizu, mi mayordoma – Dijo Elizabeth dando vueltas de felicidad.
Sebastián que ya había vuelto de su pequeña tarea se quedó mirando detalladamente a Mei, ella era de un pelo azul oscuro como la noche que le llegaba hasta las rodillas, sus ojos de un rojo profundo y no hablar de su cuerpo que era esculturalmente bello, aquella chica tenía una belleza sobrehumana y el olor que emanaba era totalmente atrayente, ese olor era… el de una hembra demonio. Abrió sus ojos con sorpresa, era muy difícil encontrarse a una hembra de su especie ya que habían muy pocas, tanto que con pura suerte podías encontrar a una.
- ¡Sebastián! – Le grito Ciel a su mayordomo, ya algo arto llevaba un buen tiempo hablándole y este no contestaba.
- Si, Bocchan – Dijo Sebastián saliendo de sus pensamientos.
- Enséñale a Mei su habitación – Ordeno mientras se daba media vuelta para retirarse.
- Yes, my lord – Dijo Sebastián mientras hacia una leve reverencia – Le mostrare su habitación – Le dijo a Mei mientras le hacia una señal para que lo siguiera.
- No eres humano – Hablo por primera vez Mei.
- Tu tampoco – Dijo Sebastián sonriendo.
- ¿Cuál es el propósito del contrato? – Pregunto Mei.
- Vengar la muerte de sus padres ¿Y el tuyo?
- Lo mismo, pero también cuidar de Ciel hasta el día de su boda.
Espero que les haiga gustado.
¿Reviews?
