Y bueno este es mi segundo fic (y el que planeo hacer mas largo) el anterior que hice tuvo pocos review pero al parecer a la gente les gustó ( o a las pocas personas que me lo dijeron XD) y decidi hacer otro. Cambiando de tema, esta idea se me vino a la mente cuando estaba jugando "Dragon city" y de pronto me acordé de la peli "como entrenar a tu dragon" XD. Está basado en varias ideas de la peli original como el "furia nocturna" y eso… Claaaro que esto es Rated M por algo no? :P
Hace falta decir que ninguno de los personajes me pertenece, ni de glee ni ninguno de los dragones de como entrenar a tu dragon? XD Lo único que me pertenece aquí es esta historia que mi pervertida y cada vez más loca imaginación creó
Por cierto este fic va dedicado a una de mis mejores amigas-casi hermanas Analí. Ayer me rogaste por un adelanto. PERO NO TE LO DI! Jajaja que malota. XD
Enjoy!
POV BLAINE:
Toda esta historia comienza en mi pequeña isla de Lima. Somos vikingos. Tenemos de todo aquí, vacas, ovejas y…
- ¡FURIA NOCTURNA! - …Dragones.
Sí, la lucha contra los dragones es pan de cada día aquí. Solo tenemos que tratar de que no se lleven a las ovejas y listo… o que nos lleven a nosotros. Pero lo mejor que le podía pasar a un vikingo aquí era matar a un dragon. Matar a un dragon era como si te ganaras una medalla olímpica. Recibias respeto de todos, todos te adoraban, todos te envidiaban. A mi edad nadie tendría las agallas de poder matar a un dragón. 1) porque aun somos demasiado jóvenes y 2) porque ni el joven más rudo podría sobrevivir a un combate contra un dragon… claro sin preparación.
Volviendo a lo que pasa en este preciso momento; Sí, estamos bajo ataque. Todas las noches es lo mismo, no hay un día en el que algo no termine incendiado o carbonizado por las llamas de los dragones.
Corría a toda velocidad hasta el taller de artillería. Ya sé lo que se preguntarán ¿Por qué no vas a pelear por tu tribu? La simple y única respuesta es: porque no me dejan. E tratado miles de veces meterme en el combate pero lo único que escucho cuando paso cerca de la gente es "vete a tu casa, Blaine" o "No estorbes, Blaine" pero como siempre nunca hago caso.
- Ya era hora, Blaine – me saludó con una sonrisa agitada el señor schuester. Que además de ser el jefe de artillería era el instructor de la escuela de como enfrentar dragones. – creí que te perderías toda la diversión.
- Nunca – le dije con una sonrisa igual de agitada.
Como siempre mi trabajo era hacer mas hachas o mas espadas o entregar escudos, etc, etc, etc. E "trabajado" aquí desde que era pequeño… bueno, más pequeño. El señor Shue era como un segundo padre para mí, no es que mi padre no me prestara atención – tal vez demasiada atención para que no arruine nada – y no digo que no disfrutara estar entre armas y eso, es solo que es muy frustrante estar entre tanta artillería y no poder usarla. Hace poco el señor Shue y yo construimos un cañon de redes. Era perfecto para atrapar a un dragon en el aire en pleno vuelo.
- Oh oh, se están llevando toda la diversión, será mejor hacer mi aparición – dijo a la vez que cambiaba su mano artificial de hierro con la forma de un martillo por una que tenía una espada, cogió un escudo y con un grito digno de un vikingo salió a la batalla dejándome solo con todo el trabajo.
Era mi oportunidad. Tome el cañon de redes y salí por la puerta directo hacia un punto en un acantilado donde estaba seguro de que atraparía algo.
No era solo mi oportunidad de poder matar a un dragon, sinó también de poder impresionar a…
No pude terminar mi frase porque un gran estallido me hizo detenerme en seco, a la vez que mi mirada se volteaba ante la conocida silueta de un joven, alto, piel blanca como la nieve que caía en esos días fríos, el pelo sexymente desordenado, con una capa de sudor cubriendo su rostro, unos cuantos raspones de los que salían pequeñas gotitas casi invisibles de sangre y esa mirada sería y de concentración que le quedaba tan sexy. Si no fuera porque recordé que tenía aun el cañon en mis manos estaba seguro de caería mientras que que una erección se me estaba formando en mis pantalones.
- Kurt… - no pude evitar gemir como un bobo al ver la imagen de la perfección misma ante mis ojos.
La sonrisa que aparentemente se me había formado en mi rostro se desvaneció al ver a Sebastian Smythe, otros de los jóvenes vikingos que SI podían ayudar en estas circunstancias, tomar por la cintura a Kurt y acorralarlo contra uno de los postes de madera -kurt no dio resistencia alguna - y posar sus labios sobre el cuello de kurt, haciendo reir a este. Pareciese que no recordaban que estaban bajo un ataque. Pero la verdad no culpaba a Smythe por gustarle también Kurt, él era uno de los pocos chicos que se mantenía en forma en toda la isla y lo que lo convertía en el más sexy. Todos los chicos que conocía le habrán dado al menos una mirada a su trasero como mínimo: Sam Evans, Sebastian Smythe, Mike Chang, Artie Abrans, Finn Hudson y hasta al "recto" de Puckerman. Todos – menos Smythe claro – han afirmado que son completamente rectos pero mientras más vieran el trasero de kurt más dudaba la gente de su sexualidad,
Corrí para alejarme de esa imagen que me rompió el corazón y fui hasta el acantilado, la adrenalina hizo que mis lagrimas dejaran de caer. Apunté con el cañon al cielo, buscando señales de algún dragon y si tenía más suerte de un Furia Nocturna. Pude divisar un movimiento entre las estrellas. Disparé. Vi y escuché un rugido y como el dragon caía en picada hacia algún lugar en el bosque. Me emocioné. Corrí lo mas rápido que pude hasta encontrarme con mi padre que se entaba enfrentando contra una Pesadilla Monstruosa.
- Papá… le dí…un Dragon, estoy seguro que si vamos al bosque…
- Ya, hijo – dijo notablemente arto y estresado.- déjalo, seguramente fue tu imaginación. – dijo a la vez que derrotaba al dragon y a la vez que todos los demás dragones se iban con unas cuantas ovejas entre sus garras. Satisfechos por haber logrado conseguir lo que querían.
Completamente desilucionado me dirigí hacia mi cabaña. Entré hasta mi habitación y me senté en mi mesa de dibujos. Había papeles con planos de armas escritos, dibujos, bocetos y en el fondo de todo ese desastre unos retratos de Kurt. Recuerdo haber hecho estos hace tan solo una semana.
Flashback POV Blaine
Todos los jóvenes nos habían reclutado para una excursión de recolección de comida. Los adultos estaban de excursión cazando dragones en sus islas, como lo hacían cada tantos meses. Ese tipo de viajes de recolección llegaban a durar una semana como mínimo, acampábamos, contábamos historias junto al señor Shue y yo, solitariamente, cantaba.
Uno de esos días tuvimos un reseso al encontrar un lago, todos lo aprovechamos al máximo, casi todo el mundo se fue a nadar y el resto con el simple objetivo de limpiarse. Ese era el caso de Kurt. Él siempre era muy meticuloso cuando se trataba de su piel, no importa cuán rudo sea, cuantas marcas tenga en su cuerpo, siempre encontraba la manera de que su piel se vea perfecta.
En ese momento yo me encontraba subido en un árbol con mis hojas de papel y mi lápiz buscando nuevas ideas para una canción que se me había ocurrido, puede que sea débil y todo pero lo mío siempre ha sido escalar arboles. Debe ser por eso la razón de que me dicen que soy como un león cuando yo creía que era por mis alborotados rizos cuando en realidad se referían a mi capacidad de trepar arboles como un felino. Desde mi angulo (en el cual tenía una gran vista del lago y del resto del bosque) pude divisar a kurt, con el pecho y la espalda desnuda, caminando por unas cuantas plantas, recolectando unas cuantas flores y frutos que encontraba. Guardé sigilosamente mis hojas y mi lápiz en mi bolsa de piel y me la colgué al hombro, e igual de sigilosamente me moví de rama en rama siguiéndolo. Una vez que tuvo todo listo se sentó con un pequeño tazon de madera y una piedra del tamaño de su mano; tenía una buena vista de su espalda, se veía tan sexy con sus pequeñas marquitas de combate en esa piel perfecta. No perdí el tiempo. Saqué una de mis hojas y dibuje perfectamente su espalda tal y como estaba en su posición. Kurt metió todo los frutos y hojas en el pequeño tazón y las empezó a moler hasta que se formó una sustancia aparentemente viscosa, casi liquida, de un color verde muy suave. Pude ver su expresión de satisfacción desde arriba. Se levantó rápidamente, sosteniendo el tazon con una mano y corrió hasta una parte del lago donde era solitaria, yo lo perseguí nuevamente. Pero lo que vi cuando me detuve me dejo babeando: Kurt estaba completamente desnudo, metido en el lago, el agua tapándole solo un poco más de su cadera, apenas tapando su trasero. Nuevamente retraté esto, me sentía como un pervertido al hacer esto pero que mierda, esto es oro puro. Ví como tomaba un poco de la sustancia que había preparado y se la echaba por todo su cuerpo. No pude evitar soltar un jadeo cuando Kurt metió sus manos en el agua y pasaba con delicadeza sus manos por esa zona que todo el mundo en la tribu quisiera tocar, de la misma forma hizo con su trasero, podía sentir la sangre bajando hasta mi entrepierna. Volví a dibujar esto, cuando termine el dibujo pude darme cuenta que había dibujado justo cuando Kurt tenía una mano en su entrepierna y la otra en su pecho, su rostro aparentando placer. Me volví a sonrojar, podía sentir mis pantalones un poco más apretados de lo normal. Kurt con su pequeño tazon ahora vacío recogía pequeñas cantidades de agua y se las echaba n su cuerpo delicadamente desde sus hombros, llevandose consigo la sustancia que había formado burbujas en el cuerpo de Kurt a causa de la friccion.
- ¡CHICOS SE ACABÓ EL DESCANZO, DEBEMOS ARMAR LAS TIENDAS ANTES DEL ANOCHECER, RAPIDO! – gritó el señor Shue a lo lejos.
Kurt rápidamente recogió sus pantalones que había dejado encima de una roca cercana, se los puso, recogió su bolso de piel (debo admitir que se veía más fino que el mío) y, aun sin camisa, corrió hasta donde estaba todo el mundo. Yo, por mi parte, me moví de rama en rama nuevamente hasta el punto de reunión. Cuando todos estuvimos juntos, ya la mitad tenía almenos armada hasta la mitad de su tienda.
- Bien chicos y chicas, como sabrán las tiendas son muy pocas y nosotros somos muchos así que necesito que duerman en parejas esta noche – Puckerman abrió la boca para decir algo pero el señor Shue se le adelantó – y no, Puckerman,las chicas elijan a una compañera y los chicos igual. Sin excepciones… - rápidamente los chicos se reunieron alrededor de Kurt, pidiéndole que sea su compañero de tienda por lo que queda del viaje. Yo sabía que no tenía oportunidad así que me senté a un lado de la muchuedumbre. – Pero esperen. Esta vez YO seré quien elija las parejas, debido a que hay mucha…emmm… preferencia. – sacó una hoja de su bolsillo y leyó en voz alta: - Finn con Puck, Mike con Artie – Sebastian con Kurt pensé desanimado – Sebastian con Sam – Pude oir como Sebastian gritaba un ¡¿QUÉ?! Muy exagerado y trataba de ir hasta donde estaba el señor Shue claramente enojado.- y… Blaine con Kurt – mi corazón de paró por unos segundos, volteé a ver al señor Shue quien me miraba con una sonrisa y me daba un guiño. Pude oir nuevamente a TODOS gritar nuevamente ¡¿Qué?! Y se hiban a reclamarle.
Kurt, sin que me diera cuenta, se paró detrás de mi y me dijo muy cerca de mi oído: - Veo que seremos compañeros – salté por la sorpresa, pude oir una pequeña y adorable risita por parte de kurt. Quise entablar una conversación normal, cosa que no se me podría hacer tan difícil puesto que otra de mis habilidades son las palabras:
- Veo que a tu novio no le gusta para nada la idea del señor Shue – dije mirando como seguía el conflicto entre ambos.
- Que? Él? No es mi novio. Solo que siempre anda asi de… emm… caliente? Supongo. No tengo novio… quiero decir, no es que no quiera un novio es solo que aun no encuentro al indicado – divagó notoriamente ¿nervioso?
- Sí, te entiendo. Yo también estoy buscando al indicado. Claro que obviamente nunca eh estado con alguien. En ningún sentido.
- Osea eres virgen. – dijo como si fuera algo normal. Me sonrojé – jajaja no te preocupes, yo también – susurró como si no quisiera que nadie se enterara – pero será nuestro secreto ok? – susurró mirándome a los ojos, a lo que asentí.
Esa noche, cuando el señor Shue nos pidió apagar las velas que nos alumbraban y la fogata, cada uno tomó su camino hacia su tienda a regañadientes porque no tuvieron la fortuna de estar con Kurt.
- Hola, virgen – le susurré a Kurt cuando entró en la tienda y me encontró viendo unos apuntes que guardé rápidamente.
- Hola, león – me saludo sonriente.
Kurt extendió una sábana de piel delgada que se veía que era de venado que traía consigo para poder protegerse del frío una vez que ya esté recostado. Yo, por mi lado, tenía una gran y pesada sábana de piel de Búfalo, que obviamente abrigaría del frío más abrazador que pudiera existir. Ambos nos recostamos juntos, mirándonos cara a cara, Kurt esbozaba una sonrisa cansada a la vez que veía la hermosa imagen de sus parpados caer lentamente dejándose llevar por el sueño y el cansancio.
La noche fue fría a pesar del calor abrazador del día. Apenas pasaron unos 45 minutos desde que todos nos habíamos perdido en nuestros sueños hasta que escuché un castañeo de dientes y unos sonidos parecidos a quejiditos.
Abrí mis ojos, mi corazón se rompió al ver a Kurt hecho una bolita con su sabana envuelta alrededor de su delicado cuerpo.
- Hey que tienes – le dije sacando una mano de mi fortaleza de piel para ponerla en su brazo consoladoramente, la preocupación notándose en mi voz. No recibí respuesta, solo una mirada lastimera por parte de Kurt. Cuando mi mano entró en contacto con su piel me di cuenta de que estaba helada – Estás muy frío – dije aun preocupado. Kurt me volvió a mirar de la misma manera.
Mi instinto enamorado hizo que tomara a Kurt por la cintura y lo acercara más a mi cuerpo, metiéndolo debajo de mi gruesa fortaleza de piel. Kurt parecía sorprendido pero no dio señal de protesta, es más, se acurrucó más contra mi pecho, escondiendo su cara en mi cuello. Envolví mis brazos alrededor de su cintura atrayéndolo más a mi (como si eso fuera posible) Kurt sin querer metió sus manos debajo de mi camiseta de dormir, me estremecí cuando sentí sus manos aun heladas hacer contacto con mi piel, descubriendo que esta era mas caliente expuesta que con la ropa puesta. Ante este descubrimiento Kurt empezó a subir mi camiseta hasta que esta estuvo a la altura de mi cuello, de un tirón me la quitó. Él hizo lo mismo con la suya. Susupiró cuando estuvimos piel con piel. Se acurrucó aun mas cerca, pero esta vez inclinando su cabeza hasta queestuvo a la altura de mi pecho, sentí como la punta de su nariz acariciaba el poco vello que tenía en esa zona, juro que podía sentir una sonrisa contra mi piel.
Como me lo imaginaba, su piel bajo mi tacto se sentía como la seda, tan bien cuidad que apenas se sentían esas pequeñas cicatrices que vi temprano. No pude evitar excitarme. No podía dejar de pensar que si así se sentía esta zona como se sentirá esa zona ahí más abajo.
Cuando sentí la respiración de Kurt estaba más lenta, baje mis manos un poco más, mi otra mano que estaba encima de mi estómago, bajó metiéndose por debajo de mi pantalón y aprisionando mi erección. Malditas hormonas de adolecente maldije mentalmente cuando sentí en mi otra mano la piel de la espalda baja de Kurt, jadeé un poco, procurando no despertarlo. Aún mas sigilosamente metí mi mano por debajo de su pantalo, tuve que hacer un gran esfuerzo de no gemir cuando sentí esa piel tan suave como la de un bebé. Con mi otra mano empecé a masturbarme lentamente para no levantar sospechas de kurt en caso de que despertara. Me sorprendí de que Kurt no se haya despertado, seguía durmiendo pacíficamente. Con mi mano aun dentro de su pantalón deslicé mi dedo por la raya de su trasero, casi me infarto cuando sentí que kurt se removía en mi brazos, pero no parecía dar señales de molestia. Mi mano separó sus nalgas un poco, mis dedos volvieron a repasar delicadamente esa zona, pero esta vez rocé su entrada. Un gemido. Pero no provenía de mí. Kurt se removió nuevamente en mis brazos, gimiendo. Volví a rozar su entrada y un nuevo gemido salió de su boca, acompañado de un pequeño movimiento involuntario de cadera. Pronto este frotaba su creciente erección contra mi muslo, una de sus piernas se envolvió en mis caderas acercándonos más y hacia que nuestras erecciones se rocen. Más gemidos. Sabía a ciencia cierta que Kurt estaba teniendo un "Sueño Caliente". Kurt me tomó con más fuerza, de tal manera que sus labios quedaron muy cerca de mi oído. Pude oir sus gemiditos y jadeos que soltaba cuando movia sus caderas involuntariamente por el sueño. Me excité aun más. Antes de que me diera cuenta mi movimiento de cadera se había sumado al suyo y yo estaba gimiendo con los ojos cerrados. No me había dado cuenta de que mis manos habían salido de nuestros pantalones o que en este momento se encontraban apoyadas en el trasero de kurt por encima de la tela de sus pantalones. Pensé que si en algún momento Kurt despertaba podría darle una excusa de que estaba soñando y que fue involuntario. A los minutos me sentí a punto de acabar. Parecía que Kurt también estaba en la misma situación que yo porque aceleró el movimiento de sus caderas y sus gemidos se hacían mas fuertes. Sin que el otro se diera cuenta ambos acabamos al mismo tiempo. Lo que me impresionó fue que Kurt cuando llegó susurró algo parecido a mi nombre. Me sentí alagado e incluso feliz pero eso duró poco porque supuse que era debido a la cercanía que teníamos y porque yo era el ultimo hombre que había estado cerca de él.
No falta decir que el resto de la semana fue casi igual. Ambos dormimos juntos.. Muy juntos. Y más de una vez pasó lo mismo de esa noche. Pero que puedo decir. Fue la mejor semana de mi vida.
Fin del Flashback
¿Qué? Tenía que contarles todo. Así tendrían una idea de qué somos Kurt y yo: Buenos amigos que por las noches nos masturbamos sin manos "inconscientemente" cuando dormimos en la misma tienda en la semana de caza.
Cuando desperté al día siguiente no me había dado cuenta de que me había quedado dormido encima de mi mesa de trabajo. Escuché los pasos de mi padre al otro lado de la puerta de mi habitación. Rápidamente escondí mis retratos entre todo el desastre. Justo a tiempo:
- Blaine, voy a una reunión del consejo. No hagas… solo… no salgas – dijo rendido mientras se daba la vuelta y se retiraba. – No me esperes despierto – dijo a lo lejos mientras cerraba la puerta.
- Tú tampoco – dije con una sonrisa malévola sin que él me escuchara. Corrí hasta dar con la puerta trasera de la cabaña. La abrí y corrí colina arriba a buscar a mi dragón.
Cuando estuve a medio camino de mi objetivo escuché un grito seguido del característico sonido de un hacha clavándose en algo. Seguí el sonido hasta que me encontré con Kurt. Traía puesto un conjunto de unos pantalones de piel que no lograba identificar qué animal, un cinturón de púas que le caía flojamente a un lado y una playera del mismo material que sus pantalones solo que en un tono más claro. Me quedé unos segundos mirándolo, embobado; viendo como lanzaba diferentes tipos de armas y cuchillos para tratar de dar el blanco que había pintado en un grueso árbol.
- Sabías que puedo oírte a kilómetros de distancia, Anderson? - dijo Kurt claramente divertido.
- Yo no soy Blaine. – dije con una voz un poco más grave de lo normal para seguirle el juego.
- Jaja Blaine, ven acá te quiero enseñar algo – dijo dejando de lado el juego.
- Que pasó? – le dije saliendo de mi escondite.
- Mira lo que papá me regaló. – dijo a la vez que tiraba sus armas por un lado y extendía los brazos dejando ver todo su espléndido atuendo - Me lo trajo de su último viaje a las islas del sur – Oh claro, olvidé mencionar que el señor Hummel es uno de los miembros más importantes del consejo. Siempre va viajando de un lugar a otro y siempre a sus retornos le trae algo de ropa nueva a Kurt y uno que otro producto para su perfecta piel – piel de un Pesadilla Monstruosa – oh claro por eso no reconocí la piel fácilmente.
- Me encanta – dije con una sonrisa – y que haces?
- Entreno para la escuela de caza de dragones. Me falta afinar un poco mi puntería, pero en poco tiempo estaré listo para matar a un dragón. – dijo con orgullo.
- Te ayudo si quieres, digo no se mucho de armas pero soy bueno en cálculos – me ofrecí.
- Está bien. Ayúdame – dijo a la vez que tomaba un hacha y la lanzó hacia el árbol, cayendo a unos centímetros del blanco, lo que hizo que Kurt gritara de desesperación.
- Tranquilo, mira colócate así – me posicioné detrás de él, levanté su brazo que traía otra hacha y la movi un poco hasta conseguir el angulo que quería – lo sujetas así – susurré cerca de su oído – y ahora suelta – él hizo lo que le pedí y en efecto, dio en el blanco.
- ¡Gracias, gracias, gracias! – dijo abrazándome fuertemente, a lo que le respondi al abrazo. – Te adoro – dijo a la vez que me daba un beso en la comisura de mi boca, dejándome atonito. – me quedaré aquí un rato más entrenando, no te preocupes por mi – dijo con un guiño y volviendo a lanzar armas, esta vez dándole perfectamente al centro.
Saliendo de mi aturdimiento por lo del beso recordé que tenía que buscar a mi dragón, me alejé de él y seguí mi camino.
Caminé un rato, iba lanzando ramitas y pateando piedras ya sin esperanzas, pensaba que el dragón seguramente se habrá soltado y habrá huido. Me di media vuelta, ya muy cansado de haber caminado tanto. Hasta que…
Un gruñido.
Mi cuerpo se congeló. Miré a todos lados, pensando que abría algo cerca. Nada. Me asomé entre rincones cuando de pronto. Otro gruñido. Seguí el sonido hasta que llegué a una especie de bajada empinada, me deslicé ágilmente cuesta abajo, una roca me detuvo, iba a saltarla cuando lo vi.
Tan grande como el tronco de un árbol, tan negro como la noche, atrapado sin salida en mis redes, el hijo del relámpago y de la muerte misma.
Un Furia Nocturna.
Bueno eso es todo para el primer capitulo. La verdad es que recibí buena critica con el anterior y me pidieron más asi que aquí esta. La verdad es que con el nuevo cole no me da mucho tiempo de escribir asi que probablemente estaré actualizando los fines de semana. No se preocupen que las escenas HOT! nunca faltaran entre cada capitulo 3:) . A ver que mas… AH si. Aquí abajo les dejo lo que yo llamo "El diccionario de dragones". Lo pondré en todos los capítulos. Si tienen preguntas (cosa que no lo creo) háganlas, las responderé encantada :D
Furia Nocturna
Es el dragón mas rápido, fuerte, con una llama de color azul porque es hijo del relámpago y de la muerte misma. Es una de las especies más raras, peligrosas y solitarias. Se distingue por sus ojos amarillo verdoso y su color negro, tan oscuro como la noche misma. Posee las alas más grande respecto a su tamaño, y un cuerpo esbelto, como el aspecto de un tigre o un león, lo que le permite ir a grandes velocidades superando la de los demás dragones y con sus alas volar más alto y rápido que otras especies. Su color oscuro lo hace prácticamente invisible durante las noche, que es cuando realiza sus ataques. El ser analítico, creativo, y el más inteligente de todos le da una ventaja muy por encima de los demás. Lo delata el ruido que hace al ir en picada al atacar (por la alta velocidad que alcanza). Además de su invisibilidad nocturna, su llama es una mezcla de acetileno y oxígeno que explota cuando da en el blanco. La explosión de esta combinación es capaz de destruir y derretir acero al instante. debido a que la llama funciona mas bien como un misil, no se le da el premio de la llama de fuego mas potente. Debido a ser unos de los pocos dragones en tener 6 extremidades y el único en tener las patas mas cortas con respecto al tamaño de su cuerpo es rápido en el suelo y ágil en peleas cuerpo a cuerpo lo que le permite llegar a vencer hasta los dragones mas grandes. Sus dientes son super filosos y retráctiles.A veces puede llegar a hacer engañoso porque puede esconder sus dientes cuando quiera y sacarlos cuando quiera,lo que le da mas potencia a la mordida sin necesidad de gastar tanta energía. Debido a que este dragón es nocturno, ha desarrollado la visibilidad en la noche y ya que sus ojos se encuentran en un angulo intermedio le da una de las mejores visiones. En resumen es el dragón mas rápido en vuelo, el mas ágil en combate cuerpo a cuerpo, una de las llamaradas, visión y mordidas mas potentes, y prácticamente invisible al ojo humano o en otras palabras: el dragón más peligroso.
Terror Terrible
Inconfundible por ser la especie más pequeña. Con cuerpo alargado y pequeñas alas y patas. Aunque solo no puede causar mucho daño, el Terror Terrible suele ir en manadas y una gran concentración de estos es capaz de raptar una oveja. Son curiosos y exploradores; ocupan más tiempo y energía peleando con los de su propia especie por espacios territoriales. Sus destellos de fuego son tan certeros que causan un efecto más como pequeñas balas que como llamas.
Gronckles
Tienen cuerpo pequeño, cabeza grande y cola redonda. Son tan perezosos que pueden dormir en pleno vuelo y prácticamente nunca caminan. Sus alas son rápidas como las de un abejorro. Son lentos en el vuelo, pero son capaces de maniobrar en distintas formas. Son tercos y directos como un rinoceronte. Son tan dormilones que es imposible despertarlos incluso en una tormenta. Suelen llevar piedras en su estómago para luego expulsarlas en el fuego, como balas de lava caliente. Su cola se expande y sirve para golpear.
Nader Mortífero
Fácilmente reconocible por su cuerpo azul brillante y sus grandes espinas amarillas, que lo cubren de pies a cabeza. Activo a cualquier hora del día, logra volar grandes distancias pero debe bajar a tierra antes de atacar. Suele ir en manadas por lo que es muy peligroso. Es muy vanidoso y pasa mucho tiempo acicalándose. Es ágil, agresivo y de temperamento explosivo. De aspecto gallináceo, no ve nada que este frente a su nariz. Su llama es la de más alta temperatura: puede derretir metal o reducir a cenizas a un hombre. Además las púas de su cola atraviesan árboles, paredes y, por supuesto vikingos.
Cremallerus Espantosus
Es uno de los dragones más peligrosos e inconfundibles debido a sus dos cabezas. Cada una de ellas posee pensamientos y personalidades diferentes. El Cremallerus Espantosus sale al atardecer y prefiere cazar de manera solitaria. Vuela, pero por sus alas cortas prefiere pasar tiempo en tierra. Escurridizo y tramposo, sus cabezas trabajan en equipo para neutralizar a cualquier enemigo. Debido a los pensamientos independientes de las cabezas, cuando discute consigo mismo (literalmente) es un blanco fácil. Una cabeza lanza gas, mientras que la otra lanza chispa, cuando las dos se combinan logran un ataque con una explosión masiva.
Pesadilla Monstruosa
Es el más feroz y temible de los dragones. Es gigante por su cuerpo alargado y esta cubierto de espinas. Puede comerse a un hombre entero y ataca a cualquier hora del día, desde el aire o en tierra. Agresivo, violento y tenaz, nunca se le verá huyendo de una batalla. Pero se les engaña fácilmente y se atacan entre ellos. A veces por mala costumbre se prende fuego a sí mismo y ataca de esta manera.
Muerte Roja
Es el líder de los dragones, inmenso, más grande que cualquier otro dragón conocido y por ello algo lento y torpe, sin embargo su tamaño no le impide volar. Su cráneo está reforzado y tiene seis ojos por lo que no tiene punto ciego. Su cola también está reforzada, de manera que puede usarla para aplastar enemigos. Controla a los dragones del nido para que le lleven comida. Si los saqueos no son suficientes, se los come a ellos. No tiene límite de llamaradas aparente y su torrente de llamas alcanza objetivos a docenas de metros. Teniendo características de dragón seria destruido por todos los dragones o por un furia nocturna.
