Ésta historia está hecha de una fan imbécil para fans. Sin fines de lucro.
Los personajes que son narrados aquí son de la autoría de Trey Parker y Matt Stone.


Holaktal. (?) Aqui les traigo el nuevo fanfic que se une a mi cuenta (⊙‿⊙✿)

Surgió en un momento de inspiración random. La verdad no me costó demasiado escribirlo, y para mi propia sorpresa, quedé bastante conforme con el escrito.
El primer capítulo es corto porque mis ideas al iniciar siempre son pobres y fofas, ¡PERO SE PONE MEJOR EN EL SEGUNDO CAPÍTULO, LO JURO! SDKFJDFJKHKDF.

Mis disculpas si llegan a haber errores en el transcurso del capítulo.

Subiré éste fanfic a Wattpad, si alguien está interesado, la cuenta es "cosocosita".

Y bueno, espero que lo disfruten mucho. HUEHEUHEUEHUE -desaparece-. (?)


Capítulo I. Lujuria en la madrugada.

La puerta de la habitación bajo llave. La casa desierta. La computadora encendida con una pestaña abierta. Un joven sentado delante del escritorio, sin sus pantalones puestos y un visible rubor carmesí adornando sus rechonchas y blanquecinas mejillas. Una erección afloraba en en medio de sus piernas. Con su diestra la sostenía y a la vez movía su mano de arriba hacia abajo con una lentitud asombrosa. Mordió ligeramente su labio inferior.

Con su mano izquierda, el joven castaño de 16 años iba saltando los chats de Omegle. Había puesto en intereses «dicks» y en ubicación «South Park». No había encontrado nada bueno hasta el momento, sólo lo de costumbre. De vez en cuando se resignaba y simplemente se masturbaba viendo al hombre que le parecía más higiénico, sin encender su cámara. Sólo lo contemplaba. Era una rutina que seguía durante cada fin de semana a la madrugada, en el preciso instante en el que su madre, Liane, salía de casa.

Sí, ése muchacho no era nadie más que Eric T. Cartman.

Sentado frente al ordenador, buscaba desesperadamente algo que le agradara, y entrecerraba sus ojos cada tanto a causa del placer tortuoso de su erección que no estaba lo suficientemente atendida.

Por fin encontró algo interesante.

«Male.

South Park.

Dicks, redhead, sex, spanish. »

Y en la cámara, como costumbre, se mostraba una polla erecta siendo atendida a gusto por quien era su dueño.

Aquel miembro viril no era como los que había visto anteriormente, aquel era... simplemente perfecto. Tenía un tamaño considerable, a pesar de los pelos púbicos pelirrojos que nacían en sus testículos, y un rosado en el glande que le parecía digno de chupar y succionar como si fuera un delicioso dulce. Movía su mano a la misma velocidad en la que lo hacía Cartman, quien se relamió receloso, como hipnotizado, mientras seguía con su vista el movimiento de la mano ajena. Le sacó una captura de pantalla con rapidez en el momento que mejor le pareció. Suspiró cercano al micrófono con un tono un tanto extraño. Aquél muchacho lo notó inmediatamente, y unos segundos más tarde unas notificaciones de mensaje llegaron a Eric, quien lo leyó presuroso.

«Stranger: Hey.

Stranger: ¿Hay alguien ahí?

Stranger: ¿Puedo verte? »

Escribió como pudo con una mano.

«You: sí... ¿verme?

Stranger: Sí, verte»

Nunca se había mostrado así ante alguien, especialmente porque no deseaba que lo reconocieran, pero el hecho de tener una majestuosa polla enfrente a él lograba tenerlo en un trance maravilloso.

Al cabo de un rato, encendió su cámara tímidamente. Al principio puso su mano arriba de ésta y una pequeña risa se escuchó del otro lado, el que mostraba la pantalla. Eric se ruborizó más de lo que estaba, logrando asimilarse perfectamente a un jugoso tomate.

A pesar que en ambas cámaras sólo se veía desde el ombligo hacia abajo, era una situación completamente vergonzosa, especialmente para Eric, quien no podía siquiera apartar sus pupilas de aquel pene. Dejaba que de su garganta rebosen pequeños y gustosos gemidos que no aparentaban para nada ser su tono de voz normalmente. En la habitación que mostraba la pantalla también se lograban sentir unos suaves jadeos alterados por la excitación del momento.

El castaño intentaba seguir el mismo ritmo que el pelirrojo tenía en su mano, y cuando éste empezó a ir más rápido, Eric también lo aceleró, exponiendo unos gemidos más fuertes, sucumbiendo ante la lujuria y encanto de la situación. El ser de la otra habitación también lograba soltar sonidos de puro y ardiente placer, y al mismo tiempo algunos murmullos de impropios reposantes de líbido. A Cartman le habría encantado poder identificar al dueño de aquel falo para ir a darle una mamada personalmente, y asegurarse que solamente sea una suya y de nadie más, un sentimiento de propiedad se había aparecido por primera vez en su cabeza. Sólo decidió ignorarlo, estaba demasiado ocupado con un trabajo entre manos para ponerse a pensar en su sentir.

El sube y baja de ambos llegó a su punto máximo. El desconocido se corrió, dejando un gemido en el aire que llegó a percibirse claramente en su micrófono, y Eric notó que su semen había manchado su pálido y trabajado abdomen.

Cartman tardó un poco más en venirse, y de su boca resonó un gemido mucho más fuerte que los suyos anteriores. La lujuria lo había abrazado desde los hombros, y un gran placer y escalofríos lo recorrió de pies a cabeza, tensándolo por unos pocos segundos hasta que se relajó. Su estómago manchado de aquel líquido blancuzco lo hizo sonreír para sí mismo.

Pasado unos minutos en los que ambas respiraciones se apaciguaron y alcanzaron un compás mucho más calmo, el neonazi pudo notar como en la pantalla de su computadora se señalaba que el desconocido estaba escribiendo.

«Stranger: ¿Podremos repetirlo..?

You: Sí, mnh. Cuando quieras

Stranger: ¿Dos días a la semana te parece bien?

You: Mientras pueda ver esa deliciosa polla por mí está perfecto...

Stranger: Jaja, claro, bonito. Entonces los sábados y martes a partir de las 1 a.m.

You: ¿Y el tag?

Stranger: "Zanahoria y Tomate" suena bien.

You: ¿Por?

Stranger: Porque eres un tomatito y yo soy pelirrojo. ¿Por qué más?

You: No sabía que los pelirrojos la tenían tan grande. Entonces está bien, zanahoria ~ ;) »

Cartman no entendía por qué escribía lo que escribía, simplemente eran impulsos que se plantaban en su mente y que le sería imposible sacar de allí fácilmente. Se escuchó una pequeña risita al otro lado. Cartman sonrió, aunque no se vería.

«Stranger: Hasta el martes, tomatito ;*

You: Hasta el martes, zanahorita :* »

Y el anuncio que el desconocido se había desconectado le apareció. Cartman untó en su dedo su propio esperma y se lo llevó a la boca para probarlo.

Ahora que lo pensaba, era un pelirrojo, ¿y cuántos pelirrojos habían en South Park?

Bueno, habían varios, pero era muy poco probable que alguno de ellos se quisiera acostar con él siendo que los humilló en un pasado, e incluso cuando de vez en cuando les dirigía unas burlas a los colorados. Suspiró. Apagó todo y se echó en la cama, disponiéndose a dormir al fin.

Cartman no se había fijado en algo tan importante como el prepucio de aquel joven.

Unas casas más alejadas, Kyle rezongaba en su cama, arrepintiéndose de algo que había cometido. Una idea que le había parecido genial al principio, pero que en aquellos segundos el arrepentimiento había suplantado su anterior lujuria.

Su computadora estaba encendida, y aún con una pestaña abierta. Omegle.

¿Qué se llegaba a leer?

«Stranger: Hasta el martes, zanahorita :* ».

Terminó dormido, no sin antes apagar todo.

Y a pesar que le costaba admitirlo en aquellos momentos en los que estaba rendido ante su pesar, el martes sería un gran día.