Disclaimer: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia son de mi propiedad, a excepción de alguno que no conozcan. Son todos de la fantástica Rowlin. Hago esto sin fines de lucro.

ADVERTENCIAS: SLASH, TRÍOS, Mpreg. Es decir, embarazo masculino... y, por supuesto, habrá un viaje en el tiempo. Si algo de esto no te gusta o te molesta, por favor no lo leas.

Parejas: Harry Potter/Salazar Slytherin.

Unas pequeñas aclaraciones antes de leer el fic:

-Diálogos.

"Pensamientos."

Pársel.

Comunicación Mental.

"Way towards the Past"

Por: Agos Malfoy

" ¿Qué es el tiempo? Muchos dicen que se trata de la duración de las cosas sujetas a cambio, otros dicen que es la gran y única condena del hombre. Yo, personalmente, creo que el tiempo es la soberana medicina de nuestras pasiones, pues proporciona nuevos y diversos objetos a la imaginación, que borran las antiguas impresiones por profundas que sean. Es un río que arrastra todo lo que nace; es el destructor de la vida y de los más firmes sentimientos. Si el tiempo es tanto dentro de la vida del hombre, ¿Por qué tenemos que conformarnos con verlo pasar? Dicen que él es irreparable, que lo que sucede no se repetirá jamás. ¿Por qué he de conformarme con tal terrible afirmación? Si sé que en mis manos hay magia, si sé que puedo cambiarlo, lo haré. Cambiaré el pasado, y el tiempo renacerá de las cenizas. "

------ (Historia de amor: "William de Castilla") ------

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Capítulo 1

Sangre. Frío. Dolor. Gritos. Miedo. Cuerpos. Muerte.

Harry trató de levantarse. Aquel ataque lo había tomado totalmente por sorpresa.

Miró hacia su alrededor, y sólo vio aquellas casas, ahora quemadas y destruidas. A unos metros de donde se encontraba, tres cuerpos. Su tía, su tío y su primo.

No había nadie de la Orden. Nadie había venido a ayudarlo. ¿Y al que le tocaba hacer la guardia aquella noche? Seguramente muerto. Como lo estaría él si no hacía algo con rapidez.

Dirigió su vista a la cara de la persona que estaba al frente y le sonreía con burla.

-Bellatrix.- Fue un susurro, pero la mortífaga lo escuchó a la perfección.

-Vaya, vaya, vaya. Veo que al menos me reconoces. ¡Qué bueno es volver a verte! ¿Cómo está tu querido padrino? Oh, cierto… él no está aquí, ¿verdad? Había olvidado que estaba muerto.- Contestó mientras se regocijaba viendo la expresión de furia que cruzaba el rostro del joven.

-Cállate.- Fue un susurro, o mejor dicho un siseo.- No deberías hablar de él y menos en frente de mí. ¡Ni siquiera deberías haber nacido! ¡Tú lo asesinaste! ¡Mataste a tu propia sangre! ¡A tu propia familia! ¿Cómo puedes tener la conciencia tranquila después de eso? ¡Eres una asesina! ¡Vil y cruel asesina!.- El rostro de Harry estaba desencajado por la furia, y sus puños tan apretados que un fino hilillo de sangre comenzó a brotar de las heridas mientras sus nudillos se ponían blancos. No podía seguir conteniendo su enojo, o acabaría por perder el control de su magia... cosa que podría ser muy, pero que muy, peligroso.

Una burlona carcajada pudo oírse en el silencio de la noche.

-Por supuesto que lo soy, Potter. Como bien tú dijiste, soy una asesina. Pero a diferencia de ti, yo no lo niego, al contrario.

-¡Yo no soy un asesino! Bramó Harry fuera de sí. Al diablo con controlar su magia. Esa mujer debía morir, y él iba a encargarse de ello.

-¡Así que lo niegas! ¿Ves, Potter? ¿y... qué me dices del chico Diggory?- La sonrisa de Bellatrix se amplió todavía más, si eso era posible.

Pero antes de que Harry pudiera contestar, un grupo vestido con túnicas rojas con un fénix en el pecho, se había aparecido de repente. Los demás mortífagos, a los cuales ni Harry ni Bellatrix les habían prestado atención, sumergidos como estaban en su discusión, trataron de huir. Algunos lo lograron, otros fueron capturados por la orden y llevados al ministerio y los demás restantes, que eran los más experimentados en batallas contra los aurores, fueron los únicos que lucharon para lograr defenderse.

Pero había alguien que no huyó, ni trató de defenderse. Bellatrix Lestrange seguía de pie, impasible, como si no hubiese notado el arribo de la Orden del Fénix encabezada por el mismísimo Albus Dumbledore. Su vista estaba fija en el muchacho de ojos color esmeralda, que en esos momentos estaban opacados por la rabia y la tristeza.

El jefe de los fénixes se encaminó hacia las dos personas que no se dejaban de enviar expresiones de odio, como si en ello se les fuese la vida.

Los demás miembros observaban, expectantes, lo que haría el anciano a continuación.

Unas largas cadenas surgieron de la varita del mago mayor, haciendo mover rápidamente a la mortífaga para no ser sujetada. Dándose la vuelta, la mujer encaró de nuevo a Harry olvidándose por unos momentos de Dumbledore, que en ese instante le susurraba algo al oído de ojo loco Moody y este asentía con la cabeza.

Con un imperceptible movimiento de varita, Bellatrix hizo aparecer de la nada, una filosa daga negra con incrustaciones doradas, y un filo plateado que brilló a la luz de la luna cuando fue lanzada en dirección al joven.

-¡Harry cuidado!- Gritó alguien desde el grupo.

Pero muy tarde. Al estar distraído estudiando a la mortífaga, Harry no logró esquibar a tiempo el golpe. Todo pareció detenerse e ir en cámara lenta.

Notó como algo frío y de gran tamaño se incrustaba en su estómago, y cómo aquel frío parecía expandirse con rapidez a través de sus venas, llegando al corazón. Todo comenzó a dar vueltas más y más rápido, y una extraña somnolencia empezó a invadirlo.

"Mamá, papá, Sirius, lo siento. No pude vengarme. Pero juro que las pagarán, ella y el traidor de Pettigrew." Fue en lo único que pudo pensar, cuando persivió un líquido caliente que se deslizaba desde la herida cada vez en más abundancia.

Lo último que sintió antes de sumergirse en la anciada oscuridad, fue el duro golpe al pegarse contra el suelo, y muchas voces llamándolo, asustadas, desesperadas.

-¿Te has fijado que rara vestimenta?.

-Quizá no es de aquí.

-¿Tú crees que es un mago?.

-¡Por supuesto! Llevaba esto cuando lo encontré.

-A ver, préstamela.

-¡No! ¿No te parece extraña? Nunca había visto una como esta.

-¡Dámela! Quiero verla más de cerca.

-¿Podrían callarse, ustedes dos? Creo que nuestro huésped está despertando.

En efecto, Harry comenzó a parpadear muy lentamente. De lo primero que se dio cuenta, era que ya no sentía ningún dolor, sólo un gran cansancio. Oh, si al menos pudiera seguir durmiendo...

Lo segundo, que ninguna de las voces que escuchaba le resultaba familiar. ¿A caso lo habían secuestrado? Pero rápidamente descartó esa idea. Quizá eran los nuevos miembros de la Orden, a los cuales él personalmente no conocía.

Pero... ¿por qué se preguntaban si era un mago? Si estaban en la orden era lógico que supieran...

Lo que también desechaba esa posibilidad. Entonces, lo único que tenía que hacer, para resolver sus dudas y asegurarse de donde se encontraba, y para dejar de oír esa absurda conversación, no era más que abrir los ojos.

Pero una cosa era pensarlo, y otra muy diferente hacerlo. Sí, el cuerpo no le dolía, pero le resultaba imposible realizar algún movimiento. El cansancio y el mareo estaban a punto de llevarlo a la inconciencia de vuelta.

No, no debía permitirlo. Necesitaba saber dónde estaba y qué era lo que había ocurrido. ¿A caso no estaba muerto? Debería de estarlo. Al fin y al cabo, de lo último que se acordaba era de estar desangrándose sobre el suelo. Quizá parecía exagerado, pero era la verdad. Ese líquido caliente saliendo a borbotones desde su estómago no era más que su propia sangre.

Reuniendo todas sus fuerzas, luchó y luchó para abrir sus ojos. De a poco fue consiguiéndolo.

Al principio no vio más que figuras y sombras borrosas. Sin embargo, al esforzar su vista a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en la enfermería de Hogwarts. Bueno... eso le parecía.

A un lado de su cama, se encontraban cuatro personas. Dos hombres y dos mujeres. Todos lo observaban con curiosidad y algo de cautela.

Uno de los hombres se acercó un poco más hacia él.

-Creo que los necesitas. ¿No es así?- Le preguntó con una sonrisa amable mientras le tendía sus lentes.

-Gracias.- Respondió Harry. Al instante se arrepintió de hacerlo. Un escozor en toda su garganta lo hizo gemir.

-Tranquilo.- Escuchó la voz de una de las dos mujeres a su otro lado.– Aún debes descanzar, y no esforzar tu voz ni tu cuerpo.

-Estabas muy débil cuando te encontré en el bosque.- Oyó como le respondía otra voz diferente a las anteriores a la pregunta que él no había formulado.

-¿En, en, en el bosque?- Trató de preguntar lo más despacio que le permitía su estado.

Pero qué hacía él en el bosque? Si antes de desmayarse se encontraba en la acera de Privet Drive... algo extraño estaba sucediendo allí. Y tenía varias preguntas que hacer... y muchas dudas que resolver.

-Oh, muchacho, todo a su debido tiempo... debes recuperar fuerzas, y luego estarás listo para hacernos las preguntas que quieras.- Le contestó el hombre que le había alcanzado sus lentes.

-Godric tiene razón, debemos dejarlo descansar. Su magia aún está en un muy bajo nivel y descontrolada.- Dijo la segunda mujer, que en esos momentos había estado chequeando a Harry mientras que este mantenía esa pequeña conversación con los tres miembros restantes de la habitación.

"¿Godric?" Se preguntó Harry atónito. "Ese nombre lo he escuchado en alguna parte... oh, sí... los fundadores. Pero, ¿cuántas personas llevarían ese nombre?" Él todavía no había conocido a nadie que lo llevase...

-Por supuesto, Helga. Vendremos más tarde. Ya sabes, cuando despierte llámanos. Aún quedan varias cosas por resolver.- Respondió amablemente el supuesto 'Godric'.

"¿Helga? ¿Godric? Oh no... esto debe ser una broma." Pensó algo inquieto el joven mientras escuchaba como se cerraba la puerta de la enfermería, dejándolo con 'Helga'.

-Y ahora, querido, debes tomar esto. Te ayudará a que te recuperes más rápido.- Le dijo la mujer, mientras le obligaba a tomar una poción de color amarillenta.

Lo último que pudo oír antes de caer en un profundo sueño, fue la suave voz que le decía. –Seguro que Rowena, Salazar y Godric van a tener una larga conversación contigo cuando despiertes.-

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Nota de la Autora: Sí, quizá sea un poco corto, pero trataré que los demás capítulos sean un poco más largos. No sé si voy a poder actualizar frecuentemente, pero lo que sí sé es que no me demoraré con esta historia, dado que es de unas de las que más tiempo he estado planeando escribir.

La pareja Salazar/Harry... no sé, no he leído muchos fics de esta pareja, y ninguno en español. Una pareja extraña, que me llama mucho la atención.

Cierto que dije que no iba a publicar esta historia en pero me han dicho que la publique igual y aquí estoy. Igualmente la he publicado también en slasheaven.

Espero sus comentarios, para ver si la continúo o no. Todo depende de ustedes.

Muchas Gracias!

Agos Malfoy

Miembro de muchisisisisisisisisimas órdenes.

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