1.

Mi nombre es coral, deseo en todo momento en vivir una aventura mágica… pero digo, eso solo se logra en sueños.

Tengo 17 años, y aun me considera una niña, no cabe mencionar la lista de adjetivos que poseo y que cada vez decepcionan más a mis padres.

Llevo este diario sin fechas, más bien es como un libro donde anoto todos mis pensamientos, es algo como una agenda de sucesos, los sucesos que se impregnan en mi memoria, y que no salen de ella.

Me despierto sudando, es tarde… siento como si acabara de despertar de una sueño, y es asi, pero fue muy real, algo parecido a Alicia en el país de las maravillas…como si estuviera en otro mundo. Pero es el mismo sueño desde hace tiempo, 10 noches atrás; las noches pasadas no le tome importancias, al igual ¿Qué puede hacer un sueño?... pero hoy si, es como si en realidad lo hubiera vivido, decidí anotarlo, ya que olvido frecuentemente las cosas y después lo dejo pasar… pero de nuevo llegan a mi mente recuerdos, los recuerdos de ese lugar. Aun no se que significa, pero siento que debo estar allá, ser parte de ese mundo.

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Estaba en lo que parecía una sala, la sala de una casa de familia. Tal vez la suya.

Lloraba porque sentía una opresión en el pecho, no lo había sentido antes, y por esa misma razón no la conocía.

-coral subamos ya, me muero de sueño. ¡Además mañana partiremos! Es nuestra ultima noche, camina…- decía una chica también de 17, era alta, de cabello negro azabache y los ojos completamente azulados; sus labios eran carnosos y muy pálidos como su piel porcelana. Era una muchacha muy hermosa. Se acerco a colar, al verla llorar, se sentó a su lado, en el sillón en el que esta estaba recostada. –Dime porque lloras- le susurro con tacto –si es por cómo te hable, lo lamento, no quise hacerte sentir mal, pero subamos, ya es tiempo de ir a la cama.

-no es eso, necesito estar sola…si no te molesta- musito con dolor contenido esperando la reacción de su amiga –créeme que si te encuentras mal, y a mí me lo parece, no te dejare sola…así lo quieras.- la abrazo y le prestó su hombro para derramar unas cuantas lagrimas mas, antes de subir.

Desperté de nuevo, se me fueron las luces por un momento, fue tan real…es como si viniera de adentro, no de mi imaginación, sino de algo más profundo, algo así como un presentimiento, una visión… no sé si de el futuro. Debo de estar loca, tal vez es por este sueño.

***********************flash**************************************************

-¡coral!- llamaba una señora arreglada pero con muy mal humor –te llago una invitación, ¡no me dijiste que tenías ya reuniones con tus amigos! Ven acá, te estoy esperando- gritaba desde el piso de abajo con la tarjeta entre sus elegantes manos.

Se levantó de la cama extrañada de no estar en su habitación, siguió la voz que la llamaba hasta topar con las escaleras, se dirigió a la primera planta y contempló a la señora que le devolvía la mirada con el seño fruncido. –¡no me mires de esa manera jovencita!, no soy una extraña para ti, soy tu madre…así que hazme caso y ven acá.- ordenó la adulta. –destapa tu carta y báñate, no quiero que estés en pijama todo el día.- coral no dejo de contemplarla después de unos segundos.

Así que era su mama, no se parecía en nada a su madre en donde quiera que estuviera, esa madre con la que acababa de tener una conversación, tenía su carácter, pero en ello notaba que la quería y se ocupaba de ella. De nuevo antes de subir hacia lo que era su habitación, le echo una rápida ojeada a su madre, realmente era hermosa, ya de edad, pero en su juventud debió ser una mujer hermosa. –Mama, ¿te molesta si me baño primero y después leo la carta junto a ti?- pregunto temiendo que la mujer se enfadara por desobedecer sus órdenes. -no mi cielo, estaré realmente encantada. Le diré a tu padre entonces que compre el mercado con tu hermano.- y seguido de esto, la mujer le decido a su hija una linda sonrisa.

Coral dejo encima de su tocador la carta y se envolvió en la toalla dirigiéndose al baño que seguramente compartía con su hermano. Rápidamente se baño, esperando con ansias conocer al resto de su familia, suponía que era pequeña por lo que su mama no había nombrado mas integrantes. Salió envuelta, no se demoro más de 10 minutos, supongo yo, ya que las ansias fueron enormes. Y aun más la distracción por que no se fijo y resbalo.

Cayo sentada, se aferro a su toalla pero no puedo evitar que se le corriera un poco. -¡que fue eso!, ha, coral, debí suponer que eras tú…tanta torpeza tiene nombre propio- un muchacho moreno, de ojos almendrados salió al pasillo. A coral le molesto su comentario por lo cual bufo.

-¿Qué sucede allá arriba? Escuche un ruido, ¿están bien?- grito la mujer desde la primera planta, la casa era pequeña, por lo que no llegaba tan apaciguado el sonido de su voz. –Mama fue solo coral, pero está bien- dijo su hermano con burla –seguidamente levanto a coral con brusquedad y la sujetó fuertemente del brazo, por lo que casi se resbala la toalla.

-oye ¡ten cuidado tonto!- le reclamo coral con cara ya fastidiada, por poco y me pillas desnuda- ella asegurándose de estar cubierta se metió en su cuarto, y aun si saber el nombre de su hermano.

-demonios, pensé que era menor- maldecía en voz baja –jamás imaginé que tendría que vivir con un cabezota…- seguía murmurando mientras buscaba en donde estaban sus cosas, notó que se bestia muy diferente que en su otra vida, si así le podemos llamar-¿vestidos de abuela?, debe de ser broma…- ella normalmente vestía en casa ropa desgastada pero nunca formal ni anticuada.

De todos modos, al final decidió colocarse un vestido color crema que no resaltaba ninguna de sus curvas ya adquiridas, pero era el que mejor le quedaba. -¡mama!, ¿lista para leer la tarjeta?.

Se sentaron juntas en la mesa, la mujer esperando…-vamos hija, deja tanto misterio. ¿A dónde te invitan?- dijo expectante. –a ningún lado mama, esto no es una invitación, es una carta de aceptación…- dijo angustiada, la señora, al ver la reacción de su hija, le arrebato el sobre de las manos y lo leyó. –esto debe de ser una broma, querida no te preocupes, en otra oportunidad ya te llegaran diferentes cosas para tu cumpleaños… tal vez tus amigos quisieron que te rieras un poco, o algún chico travieso al que le gustas te la envió. Pero alégrate, se acordaron de esa fecha tan especial para ti.

Coral no salía de su asombro cómo era posible, enterarse que dentro de un mundo que obviamente no era el suyo, ella perteneciera a otro más extraño que estaba dentro de este. –Mama, ¿de que fecha importante hablas?- indago, se sentía en verdad confundida y su madre no le ayudaba para nada, se notaba a leguas que no conocía a su hija, pensó en alguien con quien seguramente se relacionara a menudo… -¡pues tu cumpleaños coral! El 12 de marzo, fue apenas hace dos días… niña estas muy rara últimamente, aterriza o empezarás a preocuparme.- su mama se levantó dejando la carta sobre la mesa. Coral la tomo y se fue hacia a cuarto de su hermano.

-estas ahí?. Toco por segunda vez, no sabía si preguntarle en verdad, ya que por la manera en la que la trato al salir del baño, notaba que no le tenía pareció, tampoco llevaban una relación cordial. La puerta se abrió interrumpiendo sus pensamientos –si estoy, ¿se te ofrece algo?- insinuó con burla.

-bueno- titubeó –necesito tu ayuda, por favor escúchame- le suplico, el chico al ver su urgencia la dejo pasar. Entro a una habitación varonil, de aspecto ordinario, y descuidado. –oye, no mires todo como si fuera mierda enana, si no quieres...

-ya para y déjame hablar, se que me conoces, pero yo a ti no, me desperté esta mañana no sabiendo quien era ni en donde demonios estaba, así que por favor cuéntame todo, para por lo menos actuar normal- al ver que el chico replicaba continuo –y no hagas preguntas, solo dímelo y ya. Quiero salir de acá.

El muchacho empezó por narrarle que era su hermano mayor por 2 años, el se llamaba Davé y tenían una hermana pequeña que había muerto en un accidente de coche que tuvieron sus padres, le dijo también que su madre Sara no lo había superado y había veces en que alucinada con sentir la presencia de la pequeña, que su padre no era el mismo y que ella coral, había dejado de crecer. Eso había sucedido más o menos 3 años atrás. Coral se aterraba cada vez más, al escuchar su vida, era triste pero tenía que seguir indagando, aun no sabía cómo salir de allí, si es que era un sueño. Su sueño, y se encontraba atrapada en el. –estudiamos en la preparatoria del condado, tu vas en quinto año y yo curso el ultimo. Nos encontramos en vacaciones de verano, así que si decides ser una coral nueva, aunque más rara. ¡te ayudo!- le decía Davé con buen humor, aunque en sus ojos se encontraba aun la tristeza de una hermana perdida.

-bueno Davé, acepto tu ayuda- dijo mirándose –la verdad, odio admitirlo, pero necesito comprarme ropa, no me gusta esta… ¡me veo horrenda!- después de unas cuantas risas por parte de los dos; salieron de la habitación y caminaron por el vecindario hasta llagar a la parada de autobús. –sabes, a mama se le hiso extraño vernos salir juntos…- comento Dave mientras esperaban el bus. –si, pero se alegrara. Lo cierto es que no es raro que permaneciera alejada de ti todo este tiempo, eres un capullo.- dijo con sorna-

-¿ha si?, pues te recuerdo que este capullo te ayudara… así que si no quieres hacerlo sola, trátame bien. En este momento soy tu único amigo…y hermano- acabo triste. –Dime, ¿Cómo era ella?- tomo a Davé por los hombros y lo obligo a mirarla. –la verdad es que era muy hermosa, y también encantadora…era mi luz de vivir, todos girábamos entorno a ella, tu sufriste mucho cuando partió, pero más yo. Éramos mas unidos…aunque se parecía a ti, no eran ni parecidas a la vez, creo que por eso te odie después, por no ser ella, por ser diferente y no recordarla ni mantener su recuerdo vivo. Era menor que tu por solo dos años, y por esas fecha ni siquiera le había mentido a papa ni a mama. Bhha, ni yo mismo logro entenderme, Laisé tenía un carácter fuerte, buenos modales y su sonrisa… te hacia olvidar las otras cosas cuando te la mostraba.

Cuando el auto bus se estaciono, los chicos se internaron entre la multitud para poder pasar y hacerse un campo dentro del transporte. Coral le dio dinero al chofer y este enseguida arranco hacia el centro comercial que iban a visitar.

-esto es grande- fue lo único que le dijo a su hermano apenas se bajaron. –si… yo también lo dije la primera vez que lo vi, pero aquí conseguiremos todo lo que quieres, te presto y después me pagas, si así gustas…

-no descuida, encontré esto debajo del colchón. Se nota que no lo uso desde hace tiempo, así que llego la hora.- le mostro a su hermano el paquete, un sobre que contenía dinero. –Genial- canto este –después comeremos... de eso estoy seguro.- dijo ansioso, entrando al edificio.

Dentro coral compro muchas cosas, algunas atrevidas, otras recatadas y formales. Vestidos también pago, pero esta vez mas lindos y que se adoptaran a su forma. Se dio gusto comprando sandalias y shorts de jean, franelas vaporosas y accesorios, le compro unos aretes a su madre y una correa de cuero para su padre.

Al final del día invito a comer a su hermano, ya estando en la mesa. –esta nueva coral me gusta más. Tenemos que salir más a menudo…al igual ya no me daría pena hablarte ni invitarte a almorzar junto a mí y a mis amigos en es instituto. Ahora te vistes guay y no se… eres diferente.

-bueno, me alegra que me lo digas, pero debo decirte que…- coral puso cara amarga, en realidad no sabía si comentarle lo que pensaba sobre la carta, pero en alguien tenía que confiar.-bueno, esta mañana recibí una carta Davé, es de una nueva escuela, algo diferente, pero no sé si es real, y además… bueno, léelo tu mismo.- e paso el sobre, al abrirlo Davé leyó en voz alta.

Estimada señorita coral Thompson

Rrrrr Le informamos que ha sido cordialmente invitada a formar parte de Hogwarts, colegio de magia y hechicería, allí aprenderá a controlar y canalizar la magia de la cual usted es portadora, es de suma importancia que usted acepte esta invitación y se comunique con el director Albus Dumbledore lo antes posible.

E.S.M

-¿crees que sea cierto coral?, una escuela de magia.- pregunto aun sorprendido Davé.

-si lo creo hermano, pero mama no… y aun no se cómo comunicarme con ese señor Albus.- confeso seriamente coral. –pero yo aun no te he visto hacer ningún truco hermanita. ¿o me dirás que has volado ya?

-para, esto no es broma Davé, debo decírselo a mama. Estará en casa esperándonos.-

Los chicos tomaron un taxi, llegaron a casa con un montón de bolsas y paquetes envueltos. Su madre los recibió con un gran abraso.

-hola madre, hay algo que debo comentarte- le informaba coral ya en la puerta, Davé estaba terminando de bajar los paquetes del carro. –en otro momento será querida; ¡tenemos visitas!- anuncio. En la sala se encontraba sentado y hombre viejo, con larga barba blanca y usaba lentes. Al ver entrar a coral se puso de pie, he hiso una reverencia –Ho, pero que caballeroso- comento Sara.- querida, el es Albus Dumbledore.

-es un placer señorita coral, por favor no me tema, solo soy un anciano, no hago daño.- le indico que tomara asiento -te informo que estará será una larga conversación con tus padres.

-lamento decirle señor Dumbledore, que mi esposo no ha regresado del trabajo…

-descuide señora Sara, estará con nosotros en unos minutos- interrumpió en anciano. Coral lo miraba expectante. Atenta a cualquier comentario que delatara que la información de la carta era correcta, ¿pero que más que la presencia de ese señor afirmaba que era totalmente cierta?

Marcus el padre de coral ingreso a su casa por la puerta principal, coral no habia visto jamás a un hombre tan parecido a su abuelo en su vida, la que se supone que es real… juraría que estaba soñando, pero cuando este le dio un fuerte abrazo se le borro todo pensamiento. Tenía exactamente su mismo olor, tabaco mexicano. Jamás se confundiría, así que le devolvió el abrazo con igual fuerza.

Después Marcus saludo a su esposa, y le estrecho la mano al director. Ya una vez que tomaron haciendo, bajo Davé por un vaso de agua a la cocina.

-por favor Davé, siéntate con nosotros, es una asunto familiar del que debo hablarles- informo Albus. –señores Thompson, yo soy el director de unos de los pocos colegios en Europa de magia y hechicería.