- No voy a dormir con Reid – Aquellas palabras resonaban en su cabeza como si de una melodía se tratara. Sabía muy bien porque Morgan las había pronunciado pero no mitigaba el dolor que aun sentía en su interior. Durante el caso en Alaska y ahora en el avión aun podía sentirlas como si acabara de escucharlas. El viaje de vuelta iba a ser muy largo y pesado.
Se había sentado lo más alejado posible de Morgan que parecía ajeno a los sentimientos de Reid y había cerrado los ojos nada más despegar escuchando algo de música. Reid lo había observado durante unos momentos antes de intentar dormir algo. No podía, cada poco abría los ojos y observaba a un Morgan que seguía con los ojos cerrados.
Suspiró harto de aquella situación, sentía sus músculos tensos. ¿Por qué se sentía tan desolado por lo dicho por Derek? Porque odiaba que todo fuera un secreto entre ellos, odiaba tener que mentir a aquellas personas que consideraba su familia. Dos años saliendo y no habían sido capaces de contar algo tan importante a sus compañeros de trabajo. Se revolvió en su asiento mirando por la ventana, ajeno a la mirada de García que hacía rato lo estaba observando.
Cuando dejaron de jugar al gato y al ratón y por fin expusieron sus sentimientos, supieron que lo mejor era mantener aquello en secreto. Nadie debía saber en Quántico que estaban iniciando una relación. Reid sabía que aquello podía ser el error más grande de su vida pero con el tiempo su relación se afianzó. Aquellos dos años no los cambiaba por nada. Con Morgan había aprendido a querer y ser querido, algo que le había faltado en su vida por largo tiempo y que no se había dado cuenta de que le faltaba. Estar con Morgan era ver la vida desde un nuevo prisma, con él a su lado todos sus miedos eran mucho más llevaderos, sus pesadillas menos reales y su vida menos solitaria.
Tenía que admitir que aun había veces que le sorprendía que siguiera a su lado. El no era muy sociable, tenía un imán para los problemas y no sabía demasiado de la vida y si de las estadísticas y datos inútiles que soltaba sobre todo cuando estaba nervioso. Derek era todo lo contrario a él, le gustaba salir a bailar, hacer deporte y aunque nunca se lo dijera aun se sentía atraído por algunas mujeres. Pero tenía que reconocer que a pesar de ser tan diferentes se complementaban bien, ambos habían aprendido a confiar el uno en el otro, a apoyarse mutuamente. No necesitaban palabras con una simple mirada podían saber lo que el otro estaba pensando, como se sentían.
Reid volvió a revolverse en su asiento, los pensamientos lo abrumaban. Tenía que hablar con Morgan en cuanto llegaran a casa, no quería seguir manteniendo aquella relación en secreto. Debían hablar con el equipo, estaba seguro que no se opondrían si algo sabían de aquel trabajo era que todos necesitaban a alguien en quien apoyarse y a quien amar. Hotch le intimidaba un poco, pondría objeciones y tal vez esta vez no pudiera ayudarlos. Si uno de ellos tenía que dejar la unidad lo haría, él lo haría por su relación. Podría dar clases en la universidad, escribir algún libro relacionado con sus doctorados o simplemente trabajar en cualquier cosa que le permitiera seguir con Morgan. Tenían que dar aquel paso, sobre todo porque Morgan le había pedido que vivieran juntos y él le dijo que se mudaría cuando tuvieran un fin de semana libre.
Miró hacia Morgan que seguía con los ojos cerrados. No se cansaba de mirarlo. Desvió la mirada sumiéndose de nuevo en sus pensamientos, ajeno otra vez a las miradas de García que comenzaba a ver que era lo que ocurría con el genio. Llevaba varias semanas observando a ese par y cada vez estaba más convencida que ambos estaban juntos y enamorados, cosa que a ella le encantaba. Deseaba que todos pudieran ser felices. Le había sorprendido que Morgan dijera tan rápido que no quería dormir con Reid, pero lo atribuyó a la sorpresa de tener que compartir habitación y que nadie supiera que estaban juntos. Miró alrededor y vio que el resto del equipo dormía por lo que se acercó hacia Reid sentándose en frente de él.
Reid no la miró y ella le cogió la mano que el chico tenía encima de la mesa. Esperaba que no la retirara porque sabía que el contacto físico no era el fuerte de Reid, pero pudo ver que el chico no se movió y lentamente la miró.
- ¿Estás bien Reid? – no quería ser muy evidente pero necesitaba saber que le ocurría.
- Si… yo… solo estoy cansado. – respondió sin mirar a la chica. - ¿Tú cómo estás?
- No he venido a hablar de mí, solo quiero saber porque estás tan tenso y no puedes dormir. – el chico hizo un gesto de disgusto porque la chica no le había contestado – Vale – suspiró la pelirroja – yo te diré como me siento si tú me cuentas que te ocurre – sonrió levemente incitando al chico que hablara pero lo único que notó fue como Reid entró en pánico y él supo que no podía decirle lo que realmente le ocurría porque traicionaría a Morgan. Negó con la cabeza.
- No puedo García… Mi problema no es solo mío. – volvió la mirada a Morgan y luego a la chica que lo miraba con una sonrisa en los labios de felicidad.
- Me lo imagino, no dejes que salga con la suya, su ego es más grande cuando gana. – Reid abrió los ojos como platos y se dio cuenta de que la chica lo sabía. – No me mires así, no podéis ocultar que os amáis, pero no te preocupes no se lo diré a nadie. Tu secreto estará a salvo conmigo.
Reid se quedó pensativo, pasó la mirada por el avión comprobando que todos estaban dormidos y entonces dando un gran suspiro se acercó más hacia la chica y susurrando comenzó a hablar. Estaba asustado, aquello era lo más duro que iba a hacer en mucho tiempo. Movió las manos inquieto por todo lo que iba a revelar.
- Llevamos dos años saliendo juntos – Ahora fue la chica la que abrió los ojos por la sorpresa – nadie lo sabe y de momento debe seguir así, ni siquiera debes decirle nada a Derek – se sonrojó al utilizar el nombre de pila de su compañero, si iba a exponer sus sentimientos no podía llamarlo por su apellido. La chica sonrió. – Ambos decidimos llevar esto en secreto y ahora creo que no puedo…
- No me dirás que lo vas a dejar, ¿Verdad?
- No, yo no lo haré solo que… este caso me ha recordado que no quiero que sea un secreto. Lo he pasado mal por no poder estar ni un minuto con él y no quiero que eso vuelva a suceder.
- Y yo lo he acaparado – Reid la miró y no quería que ella se sintiera mal. Morgan era una persona que siempre estaba ahí para sus amigos y él no quería que eso cambiara.
- Tú no has hecho nada, yo mejor que nadie sé que es ser protegido por Derek y eso no va a cambiar. No quiero… que te sientas mal. El problema es… que podíamos haber estado juntos en la habitación pero el miedo a que nos descubrieran… hizo que dijera que no quería dormir conmigo, es por eso que necesito hablar con él y aclarar nuestra situación. Yo lo amo y eso no va a cambiar…
- No te preocupes amor sé que él no te dejará marchar. Y yo me siento mejor sabiendo que mis chicos son felices asique habla con él y despeja todas tus dudas. Yo cuando llegue el momento os apoyaré. – Reid asintió y ella le apretó la mano levantándose y volviendo a su sitio con una sonrisa en la boca. No hacía falta decir nada más, ella estaba feliz de que sus compañeros de trabajo encontraran la felicidad juntos.
Reid se dejó caer en el sillón con una expresión de alivio y cerró los ojos pensando que si todos se lo tomaban como García decirlo no sería tan difícil. Pero él mejor que nadie sabía que no todo el mundo aceptaría su relación. De momento disfrutaría de saber que García los apoyaba. El resto del viaje intentó descansar porque al llegar a casa tenía una conversación con Morgan.
Cuando Morgan entró en el avión vio a Reid ya sentado en la otra punta del mismo y supo que el chico estaba incómodo por lo que optó por no hablar con él, no era el mejor momento. Cogió su ipod y puso música para relajarse. Estaba tenso porque durante el caso se había sentido mal. Se había concentrado y hecho su trabajo de forma profesional, había ayudado a García y se sentía bien por ello. Pero en su empeño por el trabajo bien hecho había dañado a la persona que más quería.
Su relación no era fácil porque ambos eran personas que habían tenido una vida difícil, habían pasado por mucho, tanto en lo personal como en el trabajo. Todo había empezado como una amistad y un deseo por parte de él de protegerlo por ser el más joven del equipo, a pesar de ello no había podido ayudarlo siempre pero había hecho todo lo posible por estar allí cuando estaba mal. Salir con él no entraba en sus planes para la vida, siempre había sido un ligón y nunca una relación había durado tanto como ahora pero era porque nunca se había enamorado de nadie como estaba en aquellos momentos. Tenía que admitir que estaba enamorado de Spencer y eso no iba a cambiar, por eso estaba dispuesto a dar el siguiente paso y decirle al equipo que eran pareja y afrontar lo que viniera.
Sabía que contarlo podría ser un problema porque tal vez alguno de ellos tendría que dejar el equipo y él no quería irse, amaba su trabajo pero si para seguir con Reid tenía que irse a otro departamento lo haría. Su trabajo no era importante si perdía a la persona que mejor lo conocía después de su madre.
No podía descansar a gusto y a través de sus ojos entrecerrados vigilaba al chico dándose cuenta de que estaba intranquilo. Deseaba poder levantarse y abrazarlo, deseaba eso desde que llegaron a Alaska y él se había encargado de que no pudieran estar juntos ni en la habitación del hotel, maldijo su estupidez por tener miedo de que sus compañeros descubrieran lo que posiblemente ya supieran porque eran gente que hacía perfiles y estudiaba el comportamiento de las personas y él demasiadas veces se quedaba como un idiota mirando para el chico porque nunca se cansaba de hacerlo.
Vio como García se acercaba al genio y ambos hablaban entre susurros. Le hubiera gustado saber de que hablaban pero para ello tendría que moverse y se delataría. Si sabían que estaba despierto dejarían de hablar y aunque era raro, podía ser que Reid y García estuvieran hablando del caso. Aunque viendo como interactuaban sobre todo Spencer, se dio cuenta de que era algo personal y eso avergonzaba al genio.
Tenía que hablar con Reid, cuando llegaran lo llevaría a su casa y tendrían una conversación sobre el punto en el que estaba su relación.
Media hora más tarde aterrizaban y todos se despidieron en el aparcamiento de la unidad. JJ se había ofrecido a llevar a Reid pero este denegó el ofrecimiento y se quedó esperando por Morgan que se despedía de García y de Kevin. Cuando se metieron en el coche y todos se habían ido, Morgan lo atrajo hasta él para besarlo algo que había estado deseando hacer desde que llegaron a Alaska. Reid pasó sus brazos por el cuello de su amante correspondiendo al beso deseando que este no terminara nunca.
Reid se separó del otro hombre respirando pesadamente. Ambos se miraron durante unos segundos. Reid no quería romper la atmósfera que allí se había creado pero se dio cuenta de que aun estaban en el aparcamiento de la unidad y que alguien podía verlos. No era una gran idea seguir allí por más tiempo.
- Debemos ir a algún sitio, Derek. – susurró. Derek solo asintió, aun era temprano y propuso ir a cenar a su restaurante italiano favorito. Reid aceptó pensando que tal vez no fuera buena idea ir a casa con su cabeza dando tantas vueltas, un poco de distracción no le vendría mal.
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Yo no soy dueño de Mentes Criminales, si lo fuera sería feliz poniendo a Morgan y Reid de pareja.
