ZOMBIELAND.

Sandra miró desde el árbol en el que estaba subida, mientras dos de esos ''bichos'' la intentaban coger, no le hacía gracia, ahora mismo, la menor, había visto matar a esas cosas, y eso había sobrepasado su imaginación, ahora mismo, se imaginaba como deberían ser las cosas en su ciudad, que aproximadamente estaba a un océano de distancia y un poco más, por ahora, sólo sabía que estaba muy jodida.

Se sentó pegada al tronco principal del árbol, mientras miraba hacia arriba, veía el horrible Sol de Atlanta, Georgia, donde se encontraban ahora, se había ido de final de carrera, dejando a toda su familia en España, de donde provenía y tampoco había podido llegar al aeropuerto, por culpa de bichos como esos dos cabrones que la miraban y gruñían desde abajo.

'' Que puto asco de vida, estoy por tirarme'' Y ahora hablaba sola, genial, miró otra vez abajo con cara de asco, su vena española estaba saliendo a relucir, no veía a nadie en la carretera, salvo alguna hoja como las de las películas del oeste o algún zombi que se quedaba mirándola y se iba, esa situación pasaba lo surrealista, como hubiese dicho su madre.

Tocó su mochila, una mochila Adidas de color azul con cuadritos de colores y una chapa de su cantante favorita, Lady Gaga, a la cuál iba a ir a ver cuando volviese a su casa, después de tragarse unas doce horas de vuelo.

Oh, los dos caminantes que la seguían eran su profesora de dibujo y una amiga, Leire, le caía bien, pero tampoco como para llamarla de mejor amiga, la cual estaba en un árbol de más adelante, gritando socorro, lo raro es que los ''bichos'' iban a por ella, ignorando completamente a su amiga, que fue escuchada por un hombre que iba en un caballo. ¿UN PUTO CABALLO? Madre de Dios, la gente se había vuelto completamente loca, el hombre se acercó al árbol donde estaba su amiga y disparó a los dos zombis que intentaban coger a Sandra.

'' ¿Estáis bien?''

'' Si, señor policía, estamos perfectamente. '' La voz de su mejor amiga, Elena, sonaba irónica, básicamente, estaban las dos muy enfadadas, y sinceramente, hablar inglés con un americano les enfadaba aún más (ACLARACIÓN: TODAS LAS CONVERSACIONES QUE NO ESTÉN EN CURSIVA ESTÁN HABLADAS EN INGLÉS, SOLO QUE EL INGLÉS SE ME DA DE PENA Y LAS ESCRIBO EN ESPAÑOL)

'' No le haga caso, está enfadada, ¿está usted bien?'' Sandra siempre había considerado la educación que sus padres le habían enseñado, sonriendo ante cada comentario y hablando de usted a los desconocidos.

'' Oh, no importa, soy Rick Grimes, soy…bueno, era oficial de policía, como veis en la placa'' Rick ofreció la mano a la chica más educada, mientras la otra bufaba y rodaba los ojos, apoyando su peso en una pierna y cruzando los brazos.

'' Yo me llamo Sandra, y esta es Gisela'' Sandra apretó la mano de el sheriff, que llevaba un sombrero muy… amplio.

'' ¿Sandra? ¿Gisela? Esos nombres no son de por aquí, sois de México o Argentina ¿quizá?'' Rick se extrañó al oír esos nombres tan raros y difíciles de pronunciar.

'' No exactamente, somos de España'' Gisela dijo, con un tono triste y mirando al suelo, mientras Sandra se le acercaba y la abrazaba.

'' Llevamos bastante tiempo viajando, desde hace dos semanas, no tenemos coche ni nada por el estilo, solo esa moto de ahí, con medio tanque lleno'' Sandra se tocó el pelo, lo llevaba en una coleta a un lado de la cabeza, tapándole una oreja.

Sandra tenía rasgos españoles, como el noventa y cinco por ciento de mujeres españolas, era castaña y tenía los ojos marrones, una nariz media y poca barbilla, igual que Gisela, solo que Gisela tenía el pelo un poco más corto y liso, ya que el de Sandra era ondulado y un poco salvajado.

'' ¿Desde dónde venís?'' Rick miró a los lados de la carretera mientras cogía el caballo y se subía en él.

'' Nueva York, hemos perdido a mucha gente, esos dos que te has cargado venían con nosotras, las mordieron hace unos kilómetros y nos siguieron a pie, no tiene sentido'' Sandra pateó el cadáver de la profesora que tanta guerra le había dado mientras Gisela miraba al sheriff con cara convencida.

'' Oye, ayúdanos a salir de aquí, vamos hacia Atlanta, ¿vienes o te quedas?'' Gisela era clara, así que puso las manos extendidas a los lados y sonrió, subiendo una ceja en señal de pregunta.

'' Genial, vamos a Atlanta, cuanto antes, mejor'' Rick sonrió a las dos chicas y empezó a correr con el caballo.

Pararon justo antes de llegar a Atlanta, a los tres les recorrió un escalofrío la visión de una carretera proveniente de Atlanta de coches carburados y llenos de cadáveres.

'' Quemaron la ciudad, o al menos esto, ¿qué hacemos, seguimos o algo'' Gisela sonaba preocupada, se tapó la boca.

'' Debo seguir, quizá mi familia esté ahí, si queréis venir es el momento'' Rick miró hacia Atlanta, encima del caballo.

'' ¿Qué quieres hacer?'' Rick miró como las dos chicas discutían en español, no se molestó en traducirlo, hasta que le Sandra le miró, sonriendo. '' Está bien, vamos, tú delante y nosotras detrás. ''

Se adentraron en las desiertas calles de la gran ciudad, mientras las dos chicas iban en la pequeña moto, cada vez con menos gasolina, hasta que Rick paró en seco con el caballo, que saltó, haciendo que cayese del caballo, las dos chicas bajaron de la moto y ayudaron a Rick a incorporarse, las dos subieron a un tanque cercano, mientras que Rick, se escondía debajo, mientras veían como los bichos se comían al caballo.

'' ¡Entra en el maldito tanque, Sandra, es el momento!'' Gisela arrastró al interior de la estructura blindada a la chica, que miraba como despedazaban al caballo, las dos se sentaron en una pared del tanque, mientras Rick, agitado entraba al tanque por la entrada de abajo, se sentó al lado de un soldado muerto, que empezó a levantarse.

'' Dios mio'' Rick disparó, sorprendido y asustado al soldado zombi, mientras las dos chicas se aferraban a lo que podían.

'' Eh, gilipollas, ¿estáis cómodos ahí?'' La voz de la radio sonó sobresaltando a los tres por igual, ahora, estaban un poco más seguros.