Capítulo 1
-¿Cuántas veces te tengo que decir que no me apetece ir a ese aburrido evento de la empresa?- Se quejó una castaña.
-Hermione – dijo su madre pacientemente – Sabemos que ya eres una adolescente, casi una adulta y esta clase de eventos en los que no hay gente de tu edad tienden a aburrirte. Pero cariño, es importante que tu padre y yo vayamos ya que como te dije promocionaremos el nuevo producto que la empresa ha lanzado, como los dueños no podemos darnos el gusto de faltar – Finalizó Jane Granger.
-Mamá ya sé que esto es importante pero es que la última vez iba a dormirme sentada en una silla. – Respondió Hermione con cara aburrida- Si me quedo en casa no los estaría fastidiando toda la noche para que no fuéramos y así ustedes disfrutarían, todos saldríamos ganando.
La Sra. Granger meditó un momento la propuesta de su hija, luego de un minuto volteó a ver a su Esposo y le preguntó - ¿Qué opinas Hugo?
-Hermione, entiendo que no quieras estar en ese "aburrido evento de la empresa" pero piensan en nosotros. No crees que se vería mal que llegáramos tu madre y yo a la fiesta y de inmediato todos se den cuenta que no has ido, pensaran que no te tomamos en cuenta, además no eres la única persona de tu edad en esos eventos, recuerda que también estarán las empresas competencias, entre ellas la de los Weasley y ellos siempre llevan a sus hijos menores Ginebra y Ronald, tal vez puedas…-pero el Sr. Granger no pudo terminar la frase ya que su hija lo interrumpió.
-NI SE TE OCURRA PENSAR QUE PUEDO SER AMIGA DE RONALD WEASLEY – Dijo una Hermione muy alterada por la sugerencia de su padre.
-Hija – comenzó el Sr. Granger – Sé que desde que son niños tu relación con Ronald no es muy buena que digamos pero tal vez… - pero volvió a ser interrumpido por su hija.
-Ni lo pienses papá – dijo Hermione – Desde que conozco a Ronald Weasley siempre ha sido un muchacho egocéntrico, odioso y maleducado que gusta de verme enojada o de molestarme cada vez que tiene oportunidad, nunca va a cambiar, siempre será un niño inmaduro para mí. Me niego a ser amiga de chicos como él.
-Bueno hija no te podemos obligar a ser amiga de alguien y más si ese alguien no te cae bien… Bueno creo que para evitar problemas te dejaré quedarte en casa esta noche, pero no quiero que salgas o si vas a casa de alguna amiga me llames y me lo digas ¿Entendido? – Finalizó el Sr. Granger.
-Trato hecho, me portaré bien y ni los molestaré. Gracias por entenderme, los adoro – sonrió Hermione dándole un beso en la mejilla a su padre y a su madre, de esta forma subió a su habitación.
Al entrar a su cuarto Hermione cerró la puerta para asegurarse de que nadie la oyera. Su habitación estaba decorada con paredes rosa pálido en las cuales algunas secciones tenían afiches de grupos o cantantes de moda, una cama grande color blanco, una alfombra felpuda fucsia típica de una adolescente, un estéreo, su apreciado estante con sus libros favoritos, un escritorio con su lapto y sin poder faltar su enorme armario repleto de ropa la cual fue comprada en todas partes del mundo, de la mesita de noche junto a su cama tomó su celular y marcó a su amiga Luna Lovegood:
-¿Luna? – dijo Hermione.
- Hermione – dijo Luna- ¿Qué paso? Dime que lo lograste.
-Más que eso los convencí, no tienen ni idea. Nos vemos hoy a las 8:00 en "Las Tres Escobas" ¿Si? – Dijo Hermione emocionada.
-Perfecto. Ya Hannah sabe y también logrará escaparse esta noche, su novio Neville irá por ella y Rolf vendrá por mí. Nos vemos en la noche – Finalizó Luna.
-Hasta la noche – Dijo Hermione colgando su teléfono.
La castaña sonreía de oreja a oreja, estaba demasiado emocionada porque al fin lograría ir una fiesta de verdad, en sus 17 años nunca lo había podido hacer ya que sus padres eran muy protectores con ella y no la dejaban salir, a parte estudiaba desde los 11 años en la prestigiosa Academia Beauxbatons la cual era un internado solo para chicas y pues las reglas eran estrictas. Esta noche sería diferente en todos los sentidos, solo debería asegurarse de llegar a buena hora y así no ser descubierta. Nada la hacía más feliz, solo el hecho de que no tendría que verle la cara al idiota de Ronald Weasley era suficiente para que ella pasara una buena noche.
Mientras tanto, no muy lejos de la casa donde se encontraba una castaña muy feliz; un pelirrojo mal humorado discutía con sus padres por razones no muy distintas a las de su castaña enemiga:
-No quiero ir a esa estúpida fiesta ¿está bien? Haría cosas más productivas quedándome aquí en casa que yendo a ese evento tan bobo – finalizó Ron.
-Hijo – Dijo su padre – Ya sé que desde niño haz tenido que ir a estas cosas con nosotros pero recuerda que por muy aburrido que sea algún día tu deberás tomar el mando de la empresa "Weasley" y no podrás perderte estos eventos por nada en el mundo, no lo tome a mal Ron, pero si vas con nosotros podrás familiarizarte con tu futuro.
-¿Familiarizarme con mi futuro? – Repitió Ron – ¿Más de lo que lo he hecho desde que tengo uso de razón? Papá sé que cuando sea mayor debo hacerme cargo de la empresa pero ahora francamente no me importan esas cosas, he ido a muchas a lo largo de mi vida y por una a la que falté no pasará nada ¿no? Anda, ya Bill y Charlie trabajan en la empresa y conocen todo lo relacionado con eso, y yo no tengo el talento de Fred y George como para abrir mi propio negocio y no atender el familiar, así que tú tranquilo – Dijo Ron.
-Arthur, cariño creo Ron tiene algo de razón en lo que dice ¿no crees? – Dijo su esposa Molly – Solo tiene 17 años por lo menos yo no lo obligaré a ir a esos eventos de adultos. Ron – Dijo mirando a su hijo – Aunque te apoyo en cierta parte creo que deberías acompañarnos pero no te obligaré, si decides a ir recuerda que hay gente de tu edad como la hija de los Granger, esta chica linda, Hermione, tal vez ella… - pero fue interrumpida por su hijo.
-CON MENOS RAZÓN QUIERO IR A ESA FIESTA, NO QUIERO VERLE LA CARA A HERMIONE GRANGER – Dijo Ron un poco rojo de la rabia.
-Vamos Ron – Dijo su madre un poco fastidiada – no te pondrás como un niño a quejarte solo porque tú y Hermione no se llevan bien.
-No es sólo por eso mamá. Esa chica no es más que una mandona, sabelotodo y regañona, lo único que sabe es meterme en problemas. No quiero estar cerca de ella – Finalizó Ron.
-Está bien Ron, ya no dejaste claro tu punto – Esta vez habló Arthur – Si no quieres ir está bien, por esta ocasión te dejaré quedarte pero debes prometerme que no saldrás de la casa y no hará tonterías y que nos debes acompañar al próximo evento ¿He sido claro?
-Más que claro. Gracias, estaré en mi habitación si me necesitan antes de irse – Dijo Ron desde las escaleras despidiéndose de sus padres.
Ron llegó a su habitación que quedaba al final del pasillo en la segunda planta de su casa la cual estaba apodada "La Madriguera". Este cuarto tenía paredes oscuras dignas de un chico resaltando los afiches de su equipo de futbol favorito los Chudley Cannons, poseía un escritorio con su lapto y todos sus materiales para los momentos en los que le daba por dibujar, tenía una guitarra acústica la cual era su más grande tesoro, seguido de su enorme cama estaba su gran armario, no era fanático de la ropa pero su madre y su hermana si, por lo cual se empeñaban en comprarle todo tipo de prendas. Tomó su celular del escritorio y marcó a su amigo Neville:
-Neville – dijo firmemente el pelirrojo.
-¿Qué hay Ron? ¿Lograrás salir para esta noche? – Dijo Neville.
-Por supuesto que sí, no me perdería la fiesta en "Las Tres Escobas" por ningún evento aburrido de mis padres. ¿Es a las 8:00, no? – Preguntó Ron emocionado.
-Si – Afirmó Neville – Rolf irá por su novia Luna y yo pasaré por Hannah… Por cierto no te desanimes, Hannah me ha dicho que una amiga de ella y Luna irá pero llegará sola, no pasarás la noche tan solitario después de todo Weasley.
-Con que una amiga… Eso me agrada, me preocupaba estar de florero con ustedes y sus novias pero ya tengo todo resuelto, será una gran noche amigo – Dijo Ron-
-Sí que lo será. Nos vemos más tarde – Dijo Neville despidiéndose.
-Hasta la noche – Y luego colgó.
A Ron lo cabía la emoción, por fin se libraría de esas ridículas reuniones del trabajo de sus padres y podría divertirse con sus amigos fuera de la escuela a la que asistían desde niños, Durmstrang el cual era un instituto solo para varones, era un internado y pasaban ahí la mayor parte del año, muy poco salían e iban fiestas pero como ya recién se habían graduado no podrían desaprovechar las vacaciones antes de ir a la Universidad.
Se sentía realmente feliz de que podría estar con sus mejores amigos y tal vez coquetear con algunas chicas que estén en el lugar. Pero nada le hacía más feliz que el hecho de que no tendría que ver a la amargada Hermione Granger, eso lo emocionaba más que nada en el mundo -Será una excelente noche- pensó emocionado Ron.
Lo que no sabía Ron es que a pocas calles de su casa se encontraba una castaña pensando también en lo fantástica que sería esa noche. Lo que ninguno sabía eran las sorpresas que le depararían a ambos en tan esperada noche.
