Título: You are like a doll.
Fandom: Twilight.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la trama sí.
Claim: Jane/Bree.
Rated: M
Advertencias: Al raiting me remito. (Sex, sex, sex).
Summary: Porque Jane tiene un juguete. Un juguete con piernas bonitas, cabello negro y labios rellenos.
Notas: Para el reto Palabras para el recuerdo, del Foro LOL. (Palabra clave: Marioneta).
You are like a doll.
Decidió conservarla porque hace mucho tiempo no tenía algo con lo que jugar. Sólo tuvo que mirar con ojos peligrosamente amenazantes y le fue concedido.
Su propio juguete nuevo. Con cabello negro largo hasta media espalda y ojos profundamente rojos, con facciones de niña y labios rellenos. Con nariz respingada y brazos finos, caderas anchas y pocos senos, con piernas torneadas y largas. Con aroma a camelias y hortensias, con pasos lentos y nerviosos. Con saliva jodidamente adictiva y manos traviesas.
Le gustaba llegar a su habitación y abrir la puerta de la que sólo ella tenía la llave. Una tonta satisfacción le recorría el vientre al saber que pronto la tendría contra una pared a su merced. Joder, no sabía en qué momento le había agarrado tanto gusto a la caricias de Bree.
Cuando entra a la habitación la encuentra acostada en la cama, en pantaloncillos cortos, mirando al techo. Sonríe perversamente ante la imagen que observa y se relame los labios.
—Hola, Bree —murmura, roncamente. Los ojos de ella se posan en los de Jane y están tan, tan negros que ella no puede evitar gemir.
—Hola, ama —contesta. Jane se acerca y la levanta de la cama bruscamente.
—Desvísteme —ordena, con voz potente. Bree asiente, para después dirigir las manos al nudo de la capa y desatarlo.
Le recorre los costados hasta llegar al borde de la camiseta, con una lentitud jodidamente exasperante, y se la quita delicadamente. Se permite acariciar el vientre de su ama y besar su cuello con adoración, humedeciéndolo en el proceso.
—Apresúrate —manda Jane. Bree suelta el botón de su pantalón enseguida, para luego bajarlos delineando toda la extensión de sus blancas y cremosas piernas. Gime ante la visión de Jane en sólo ropa interior de encaje rojo.
—Te desnudaré ahora, pero no quiero que gimas ni una sola vez —demanda—. Guárdalo para cuando te esté metiendo mano en serio.
Asiente, como buena sumisa que es. Siente las pequeñas manos de Jane romperle la blusa de tirantes y los pantaloncillos cortos, sus bragas y el sujetador siguen después. No sabe cómo fue capaz de contener los gemidos que amenazan con salir con tal intensidad que podrían desgarrarle la garganta.
Cuando termina con Bree, Jane se quita la poca ropa (si así se le puede denominar) que le queda. Están ambas desnudas, frente a frente, bebiéndose la visión de la otra.
No saben bien en qué momento, ni quién comenzó, pero ya Jane tiene a Bree contra la pared mientras le acaricia los muslos, tan cerca de su intimidad pero sin llegar a tocarla. La boca de Bree está entretenida en sus senos, lamiendo como pueda; la posición es tan jodidamente sensual que se siente en una película porno.
Se trasladan, como pueden, a la cama. Donde Jane explora con rudeza el cuerpo de Bree, quien jadea ante las sensaciones. Bree se dedica a jugar con el sexo de su ama, mientras ésta le intenta clavar las uñas en la piel debido al placer.
—Eres mi muñeca favorita, mi juguete, mi marioneta —le dice, posesivamente. Bree asiente.
—Si ser tu marioneta es disfrutar de esta manera, entonces no me importa serlo para siempre.
Jane sólo la besa, con mucha lengua y choques de dientes, antes de penetrar su intimidad con sus dedos. Entre juegos de manos llegan al orgasmo y se Jane se desploma sobre su marioneta favorita.
