... Se que nadie a frecuentado este foro, y posiblemente nadie lea esto jamas, pero me e quedando pensativo en lo ultimo que publique en Diario de Agonía. Much os aprecian a Madotsuki y yo lo unico que hice fue matarla en esta historia, pero tambien esta la posibilidad de que todos sean salvados de un modo...

Yume Nikki y sus personajes no me pertenecen, sino a kikiyama

La ultima salida (Final alternativo)


Para Madotsuki, todo lo que le ocurría era como vivir un infierno, el perder a un ser querido, sentirse despreciada, el que la gente quiera que seas algo que tu no eres. Por ello se encerró en su pequeña habitación en un intento de escapar de eso.

Pero en el mundo de los sueños, tampoco podía escapar de esos tortuosos recuerdos. También se encontraban alguno que otro recuerdo bueno, de amigos, familia, sus seres queridos. Es por ello que cuando se despierte para escribir sobre cada una de sus experiencias en su diario, siempre se le escapan las lagrimas de sus ojos, lagrimas de odio y amor.

Hasta que un día no pudo soportar mas esta nueva tortura, y entre un charco de lagrimas, se le ocurrió una manera de escapar...

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Escapar también de la vida propia, porque era...

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La ultima salida.

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Entonces salio al balcón pudo notar que había unas escaleras de metal junto al barandal, solo se limito a sonreír de oreja a oreja para seguido, acercase y subirlas. Y entonces cuando estaba lista para saltar...

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Alguien la agarro de la cintura, impidiendo que cometiera su acto, era una chica rubia, a quien le había causado dolor.

-Poniko...- Murmuraba con frialdad. -...Déjame ir...-

-No lo haré, no dejaremos que mueras cargando el dolor y la culpa de algo que no fue culpa tuya.-

¿Nosotros? ¿Que estaba diciendo? Se supone que solo era ella en el balcón, pero no, Masada-sensei, Monoko y Monoe estaban también allí. Las hermanas la sujetaban de un brazo mientras que Masada la abrazaba por la cabeza.

-...Perdóneme por lo que les hice, realmente lo siento...-

-No te preocupes Madotsuki...- Decía la de coletas entre débiles sollozos.

La castaña no quiso creerles, sabia que ellos solo le tenían lastima.

-Por favor... No mueras...Mereces ser feliz.- Agrego el profesor.

-Por favor... ¡Abre los ojos!-

Esa ultima frase la dejo confusa.

-Despierta...-

-Despierta.-

-¡DESPIERTA!-

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Abrió los ojos de golpe. Miro su habitación confundida. ¿A caso eso fue un sueño? ¿Fue una señal? Entonces pensó en las palabras de ellos. Deseaban que siguiera viviendo aunque quiso reunirse con ellos. Pensando en que la perdonaron. Sentía que perdió un gran peso de encima. Un alivio.

Se levanto de la cama observando todo otra vez. Finalmente miro a su puerta, misma por la que mucho tiempo se negó a salir. Cuando se acerco a esta, esas nauseas ya no estaban, sentía que puede volver a salir al exterior.

-Gracias por esta nueva salida que me han dado.-