.:Manera:.

And I'd give up forever to touch you 'Cause I know that you feel me somehow.

Aquella no sería una noche diferente a la de los últimos meses o a la de los último años: ejercicios de matemáticas, reportes de literatura, papeleo de rutina, revisión de las cámaras de seguridad e intentar finalmente capturar a Dark. Su vida era rutinaria y hasta cierto punto feliz, y todo eso debía agradecérselo a la 'reaparición' del ladrón fantasma, antes de él sus noches y días eran solitarios y monótonos, con su reaparición ahora el ojiazul tenía una excusa para abandonar cada noche su solitaria y obscura habitación y la más importante de las razones, aquel delincuente le ayudaba a mantener alejado el dolor, -aunque sea de una forma mental- que su antítesis le provocaba.

9:30 pm del 24 de Noviembre, era una noche fresca de otoño, el aviso que llegó a su oficina aquella tarde, rezaba que el atraco se realizaría alrededor de las 10:15 pm, con lo cual le quedaba al peliazul poco más de media hora para afinar detalles. La primera parada de su último recorrido sería el jardín del museo. El museo en cuestión, contaba con grandes extensiones de terrenos, sin ningún tipo de protección a excepción la enorme reja que los rodeaba. Aquel tipo de escenario, para un ladrón, era como una bienvenida con alfombra roja; pero definitivamente esta cuestión no representaba un mayor problema para el comandante de Azumano, así que simplemente colocó una mayor cantidad de unidades en aquella verdosa zona, también era sabido que sin importar el número de policías o el número de trampas, Dark encontraría cada reto más interesante y a la vez más aburrido con el paso de éstos. Basándose en el principio de superioridad y voyerismo que aplicaba el ladrón fantasma, Satoshi apostaba a que aquel precioso y amplio jardín sería la zona donde penetraría su ataque.

Como el reporte meteorológico lo anunció, la temperatura comenzaba a descender mientras que el viento aumentaba, dando la sensación térmica de un aire cortante, ¿la primera víctima de las nuevas condiciones climáticas? La joven mejilla del ojiazul, ya que una vez postrado sobre el balcón frontal del recinto, su cuerpo le recriminó la falta de un abrigo. Él simplemente ignoró las necesidades de su cuerpo y guió sus anteojos a las zonas de seguridad previamente marcadas, pero algo evitó que su mirada siguiera su recorrido, una multitud. Justo del otro extremo de la malla que separaba al museo con las calles, un tumulto de personas se congregaban para presenciar una vez más el espectáculo llamado Dark Mousy.

Aquellos tipos de manifestaciones al comandante siempre le resultaban excesivas y bastante estúpidas, ya que no encontraba sentido a que un puñado de desconocidos se presentaran a observar un delito, en su caso particular un robo de arte. ¿A caso eran sus pertenencias las que estaban siendo hurtadas? Pero la pregunta que más rondaba su celeste cabeza era ¿por qué?, ¿Cuál era la razón de aquellos hombres, mujeres y niños de reunirse por las noches, con un clima mordaz y sólo para ver a un ladrón con peculiares alas negras?

Era un tipo curioso, así que trató de encontrar las respuestas tan ansiadas en las miradas de aquella gente. Algunas personas, las más cercanas a la barrera metálica serían su muestra poblacional. Grande fue su decepción al notar que en varias de esas miradas sólo podía ver una ansiedad e indiferencia, lo cual indicaba que se reunían varias noches a la semana para evitar su aburrimiento rutinario, ya que lejos estaban de admirar o recriminar los actos cometidos por el pelimorado. Justo antes de girar y retirarse de aquel frío lugar, un par de ojos castaños lo detuvieron en seco, lo atraparon mejor que cualquiera de sus propias trampas. Esos ojos marrones le dieron su tan buscada respuesta, aquella chica le estaba diciendo, que Dark era la razón para estar ahí. Era Dark, no el hecho de robar arte, no el querer salir en televisión, lo que la castaña sentía era simple preocupación hacia un monstruo como lo era el ladrón fantasma.

Desconcertante fue el descubrimiento del joven de anteojos, no por los sentimientos que la joven Harada albergaba, sino el cómo fue capaz de descifrarlos con sólo un par de minutos mirándola. Y es que aquello no era muy difícil de saber, ya que cualquiera a menos de cinco metros de la chica sabría los sentimientos que ella tenía para con el adolescente ladrón, eso era claro; el problema real era saber desde cuando él se había convertido en una de esas personas que no puede estar lejos de ella por más de cinco metros. ¿Qué caso era peor: saberse una persona cercana a la castaña o poder leer sus grandes y marrones ojos con sólo mirarlos? Las dudas comenzaban a sobre cargar su mente y la habrían hecho explotar de no ser por el ruido de su radio.

–Comandante los perímetros dos, tres y cuatro están asegurados, todo funciona a la perfección.

–Entendido- dijo secamente el aludido, revisando su reloj notó que estaban a menos de cinco minutos del ataque del ladrón fantasma, así que agregó –todos a sus posiciones.

–A la orden comandante- respondieron las voces por el intercomunicador.

En ningún momento quiso despegar su atención de aquella joven, una parte de él deseaba mantenerse ahí y ver la su reacción al ver surcar en cielo al chico de alas negras, pero su deber era evitar que siquiera Dark pusiera un pie en el museo.

–Soy tan patética- susurró Risa para sí. No podía creer que una vez más se encontrara ahí, pasando una helada noche, con personas golpeándola e incluso diciéndole un par de injurias. Aún después de tres años de la primera vez que le vio, seguía sintiéndose la chiquilla de catorce años que suspiraba con sólo verlo por las pantallas o en los diarios, pero ahí estaba con el deseo de verle aunque sólo fuera a varios metros por debajo de él. Algo dentro le decía que para Dark sólo era una loca fan mas, mientras que otra parte la desquiciaba cada noche asegurándole que no era así, que el joven de violeta mirada la tenía en una gran consideración, dado que llevaban tantos años de conocerse, eso era lo que la diferenciaba de una fan mas, durante los años de delitos cometidos, ella lo había ayudado en un par de ocasiones y metido en problemas en otras tantas, pero siempre trataba de estar presente.

El frío no parecía mermar mucho en la condición de la menor de las Haradas, gracias al calor que emanaba de las personas a sus lados, pero de la nada una sensación fría se posó sobre ella e instintivamente elevó su mirada al obscuro cielo, con la intuición e ilusión de finalmente volverse a encontrar con él e inevitablemente se encontró con la fuente de su escalofrío. Justo a en un elevado balcón miró al dueño de la celeste y calculadora mirada, aquel chico la analizaba profundamente.

Una vez que ella le devolvió el gesto al peliazul, éste dio media vuelta para dirigirse a su puesto. Aquellos ojos chocolate fueron la bofetada que necesitó para regresar a sus labores en la vida real, debía dejar de pensar en las personas que rodeaban la vida de Dark Mousy y concentrarse en él y en el cómo atraparlo. El camino a su puesto de control era relativamente corto, pero debía agradecer una vez más a sus inquietos pensamientos que no lo fuera así.

¿En qué momento ella notó su acosante acto? Era la nueva pregunta que acompañaba a Satoshi durante su trayecto. No podía aseverar que fuera una coincidencia. Si esto hubiera pasado un par de años antes tal vez lo afirmaría sin pensarlo, pero ese día no y mucho menos después de todo lo que habían pasado juntos. Aunque sonara extraño, Hiwatari y Risa tenían una historia o algo parecido. Donde se encontrará Dark también lo estaría Risa y Krad al igual que el mismísimo Satoshi, y donde se encontrara Daisuke, se encontraría el peliazul y también la mayor de las Haradas y por ende también lo estaría la menor. Su vida comenzaba a entrelazarse con la familia Harada, cosa impensable en toda su corta vida.

Los encuentros no sólo iban en el plano de lo escolar, ya que nadie hubiera apostado que el ya graduado de la universidad Satoshi Hiwatari desearía cursar nuevamente la preparatoria; claramente no sabían nada sobre su pasado y sus intenciones sobre el futuro. De haber continuado de lleno con su trabajo en la estación de policía, sus encuentros con las gemelas no hubieran cesado. Ellas seguían bastante cerca a la familia Niwa y al ladrón pelimorado, éste último el más deseado por el chico de anteojos. De hecho el contacto entre las chicas con la magia y las obras de arte encantadas era más de lo que él deseaba, ya que estaba seguro que sus cercanas y constantes experiencias las hacían en extremo sensibles a los fenómenos extranormales. Esa era la única razón que el ojiazul encontraba para que Risa lo notara, esto lo descubrió desde el enfrentamiento con Insomnia, tal vez esta nueva habilidad extrasensorial debía agradecérsela a Argentine. Pero definitivamente, fuera lo que fuera; Risa Harada podía sentir a Satoshi Hiwatari de alguna forma, consciente o inconscientemente.

El reloj marcaba las 10:15 pm, todos estaban en su lugar: camarógrafos, reporteros, agentes, policías, comandantes, público e incluso el actor principal se avecinaba a las lejanías. Su larga y atlética imagen se proyectaba en diversas pantallas frente a él; una vez más Dark lo estaba retando y una vez más él no caería. Como lo supuso desde un principio la seguridad y las decenas de oficiales no fueron suficiente barrera para impedir que el famoso ladrón llegara a su objetivo. El alto chico de ojos violetas ya se encontraba en la sala donde se resguardaba una extraña pero hermosa copa de plata, la cual era la siguiente víctima.

–Yo no sé por qué me sigo molestando en colocar tanta gente para contenerte, cuando sé que el desenlace siempre será entre nosotros- se escuchó una voz en el fondo de la habitación.

–Al menos a mí me parece divertido, en casa siempre apostamos por saber cuántos policías colocarás- dijo en un tono divertido el delincuente.

–Bastante agradable saber que compartes en familia tus gustos bizarros por tomar lo que no es tuyo.

–Tal vez no sean de nuestra propiedad, pero al menos evitamos que estas monstruosidades maten a alguien- respondió en un tono serio.

–Bueno si de monstruos hablaremos debemos vernos en un espejo.

–Pero si el espejo a utilizar será uno hecho por tu puño, terminaremos muertos- Dark soltó sus palabras con todo el veneno que fue capaz, ya que recordaba que el último gran problema, hace ya casi tres años fue causado por el poseído Insomnia, el cual intentó cambiar su lugar con Daisuke y éste hecho pareció también recordarlo el peliazul.

–Touché, pero no estamos aquí para hablar de los recuerdos del pasado, estamos por negocios.

–Cierto, cierto- dijo entre risas el pelimorado –y dime ¿qué nueva trampa me tienes el día de hoy?, una jaula electrificada, un pozo de cien metros de profundidad, un lazo paralizante.

–Debo admitir que son buenas ideas, pero así cómo tú, he decidido arriesgarme más, buscar nuevos retos y para poder conseguir el poder de atraparte también debí hacer tratos bastante peligrosos- dijo Satoshi en un tono gélido, cosa que para su interlocutor no pasó desapercibido. Si bien Dark conocía esa faceta insensible del comandante, aquellas palabras calaron en su mente ¿poder, trato? Aquello comenzaba a sonarle bastante peligroso, por lo cual decidió apresurar su salida.

–Bien, si no tienes nuevos juguetes que mostrarme, me retiro, mi hora de dormir se acerca- mientras pronunciaba su discurso se acercaba por la puerta donde entró.

–Tan rápido te vas, no quieres jugar conmigo- estas palabras fueron dichas con una voz diferente y a la vez familiar, definitivamente las cosas se podrían feas.

–No creí que un tipo como tú cayera tan bajo como para hacer tratos con él, ¿tanto es tu deseo por atraparme que decidiste matarte en el proceso?- Dark trataba de persuadir al ojiazul para evitar que su antítesis saliera y causara destrozos.

–Digamos que hicimos un trato, además después de tantos años, la relación comienza a mejorar significativamente- con cada palabra Hiwatari iba perdiendo algo de su apariencia real, el primer cambio: su cabello, éste comenzaba a tornarse dorado y a crecerle desmesuradamente; otro factor sería su estatura y complexión, pero con el paso de los años él había alcanzado la estatura de Krad , por lo que sólo su complexión se torno un poco más musculosa; pero parecía seguir siendo él, ya que sus ojos seguían en un tono celeste y su voz mantenía su serenidad. Pero definitivamente Mousy no se quedaría a averiguar cuánto más el Hikari mantendría el control de su otro ser.

– ¡Wiz ven!- y sin más preámbulos el aludido apareció –me encantó la reunión, espero y podamos repetirla para las festividades- corrió e intentó saltar por el enorme ventanal, pero fracasó ya que un par de alas blancas lo interceptaron. Al mirar al portador de aquellas resplandecientes extremidades, comprendió que el proceso de transformación casi terminaba, lo único de aquel cuerpo que pertenecía al joven estudiante eran sus ojos. Mientras violeta y celeste se encontraban, el ángel de alas blancas tomó al de alas negras por el cuello y lo azotó contra el frío mármol de suelo.

–Pensé que te gustaban los juegos y las apuestas- rió desmesuradamente el rubio, definitivamente la voz era de él, Satoshi se había perdido una vez más en el dolor y odio que ése ser generaba. Le costaba respirar, el agarre de su agresor era brutal –hagamos una apuesta, será sobre si saldrás vivo esta noche- una vez que Krad terminó de mencionar el trato, levantó y arrojó por la ventana a su adversario, pero sin alejarse de él. Las cosas no pintaban bien: un Dark colgando de un segundo piso, dependiendo de un maniático Krad y una Risa escalando presurosamente el árbol cercano a la pelea.

– ¡Suéltalo!- ordenó la ingenua castaña.

Ella abrió a la multitud que exaltada veía como una ventana era hecha añicos por un par de seres alados; ella daba tirones y jalones a la par que aceleraba para brincar la valla de seguridad que la alejaban de su amado. Esa noche ella quería ser de ayuda, ella lo salvaría como él lo había hecho incontables veces en el pasado. Para ello debía escalar el frondoso árbol frente al museo y así lo hizo, al parecer bastantes años persiguiendo a uno de los más buscados ladrones le dieron las habilidades de éste.

– ¡Te he dicho que lo sueltes!- reiteró su petición, ahora más cerca de la escena.

– ¡Risa, aléjate!- respondió un casi inconsciente y preocupado Dark, él temía que su atacante cambiara de objetivo. Sorpresa se llevó al notar que Krad no movía un sólo músculo.

¿A caso era una tonta? Qué no sabía que estar tan cerca de él y en ésa forma, corría un gran peligro. Hace un par de minutos que dejó que el rubio tomara la voluntad de su cuerpo. Satoshi apostó a terminar de una vez por todas, el eterno duelo entre los Niwa y los Hikari, dejando que Krad hiciera el trabajo sucio, pero nunca imaginó que la castaña lograra infiltrarse. Ahora debía recuperar el control de su cuerpo, a pesar del dolor que significaría una nueva pelea con su otro ser. Aunque el dolor era algo que simplemente dejó de importar, cuando se trataba de evitar lastimar a otros y para su 'suerte', la persona más cercana a cada uno de sus ataques era la Harada menor.

Su cuerpo comenzaba a ganar sus rasgos característicos, señal de buenas y malas noticias; porque ahora debía alejarse para evitar ser descubierto. Soltando el cuello del ángel negro, desplegó sus blancas alas emprendiendo el vuelo, siempre mirando debajo de él, siempre mirando el dejo de gratitud en los ojos castaños de Risa.

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Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Yukiru Suguisaki y a los correspondientes.

Bueno aquí estoy de nueva cuenta con un nuevo fic, esta vez de algo diferente del primero; el anime. Y que mejor que con mi favorito y con mi pareja favorita un SATORISA :3

En fin, sólo un par de aclaraciones, decidí situarlo después de la saga de Insomnia, pero sin que ocurriera la parte del baile, en dónde pues ya saben Riku le pregunta a Daisuke sobre como debe llamarlo 'Daisuke o Dark' y todo eso. También siguiendo un poco el estilo de mi fic anterior (Howl) me inspire en una canción, la cual es el mismo título que el fic Iris, tal vez algunos la conozcan y a los que no pues ¿qué esperan? xD es de el grupo goo goo dolls y pues para mayores referencias, la canción fue parte del soundtrack de la película 'city of angels' y hasta donde recuerdo en español es 'Una ángel enamorado' o algo así.

Así que espero sus comentarios, creo que me pase con el capítulo me salió algo largo y eso que no andaba inspirada xD y pues es como la tercera vez que lo edito, bueno al menos las notas del final s:

Para las dudas ya saben que están los reviews , también en mi fb (el link está en mi perfil) podrán ver mejor la imagen de portada para este fic, ya que fanfiction me la corto :/