N.A: ¡Muy buenas, Criaturitas Marvadas! ¿Cómo han estado? Ha pasado un largo tiempo :). Ante todo: Si alguien estuvo leyendo "Algo en ti" hace varios meses atrás, me disculpo por eliminar el fic, pero es que me estaba perdiendo de la idea original e incluso se me hacía un poco incómodo de escribir. Sin embargo, he vuelto con un nuevo proyecto y prometo que valdrá la pena: La adaptación de un fic que estoy publicando en Wattpad. Mejor vamos al punto que todos aquí quieren: ¡Menos blahblahblah y más BoysLove!
Los personajes de Free! no me pertenecen, a excepción del OC que es más mío que mí propio nombre, los personajes sólo so utilizados para crear entretenimiento tanto del escritor como del lector.
Departamento Tachibana, 15:45.
El inicio del invierno se hacía más notable conforme pasaban los días; el frío cada vez era más despiadado, ya había desvestido a los árboles, oscurecía más temprano haciendo que las noches sean más largas, pero esto último no afectaba a Makoto Tachibana.
El chico tenía energías, no hay manera de decir lo contrario, pero sucedía en su organismo lo mismo que con los teléfonos celulares, dura más para cargar la batería que para descargarla. Por eso, las largas noches de invierno eran sus favoritas, y cómo no, si podía dormir "horas extras".
Despertó al sentir una pequeña molestia cerca de su pie, su móvil estaba vibrando. Buscó sin siquiera abrir los ojos, al encontrarlo abrió un sólo ojo y bueno, ¡Sorpresa!:
-70 llamadas perdidas.
-40 sms sin leer.
-35 mensajes KkT.
-Una enorme cantidad de actualizaciones.
-Otra lista de notificaciones.
─Vaya... -dijo sorprendido.
A final de cuentas, todo era la misma persona insistiendo y amenazando. Su mejor amigo, Rin.
Para: Makoto
De: Rin
Asunto: ¿Acaso importa?
Despierta dormilón, no has respondido ninguno de mis mensajes, has sido un chico muy malo ¿acaso quieres una pelea?
En fin, dormiré esta noche en tu casa ¿no hay problema, cierto?
La situación es la siguiente: mis padres, como de costumbre, han discutido y se han reconciliado. Para no perder la costumbre, se han ido de viaje por una semana a... Ni idea de cómo se pronuncia esa ciudad.
¿No dejarías a tu amigo de toda la vida desamparado, verdad?
Pd: estoy en camino.
Pd2: ¡Logré ingresar a la universidad! Eso indica una sola cosa: celebrar en grande.
Residencia Tachibana, 15:53
Makoto suspiró con pesadez y un toque de alegría, eran como gemelos en cuanto a su manera de pensar, no coincidían en muchas cosas, pero nunca había mal entendidos entre ellos.
Caminó hacia la cocina para alimentarse, en su trayecto se encontró con Haruka, su novia durante seis años.
─Rin se quedará un tiempo con nosotros. -Haruka le miró extrañada, como si no supiera de quien le hablaran.-Mí amigo australiano, pelo rojo, dientes de tiburón, a quien llamas cabeza de zanahoria o sharkboy. Sus padres están fuera de la ciudad, quizás del país, no se quiere quedar solo y por eso decidió quedarse aquí.
─No estoy de acuerdo, me niego.
Haruka lucía seria con su decisión, dueño del departamento, su palabra era ley. Iban a iniciar una pelea, pero Rin entró con sus cosas.
─¡Hey!
─¡Hey!
Ambos amigos se saludaron con juego de manos. Haruka limitó a rodar la mirada y encerrarse en su habitación.
─¿Qué le sucede a la víbora?
─Debe andar en sus días. -dijo en tono de broma- ¿Por qué no te quedas en casa de Ai?
─Sigue de viaje. ¿Olvidas por qué estoy viviendo con mis padres?
─Cierto...
─Él está huyendo del divorcio. -dijo con cierto desgane- Aunque es irremediable.
Ambos suspiraron.
Horas más tarde...
Tras varias horas de tonterías, música y comida chatarra, había llegado la hora de dormir. Desconectaron los aparatos que no necesitarían mientras dormían, recogieron el desastre que habían hecho y se asearon. Luego que las luces se apagaron, Haruka entró con un rostro de pocos amigos.
─Makoto... -Dijo con un tono que ante los oídos de su novio era algo común, algo quería.- ¿Estás dormido?
─¿Qué sucede, Haru?
─Es mi último día y no me quedan toallas íntimas -Ambos chicos le miraron como si hablara de algún tipo de pecado.- Es un proceso natural que ocurre en todas las mujeres, dejen de aparentar sorpresa.
─¿Por qué no vas al konbini?
─¿Bromeas, cierto? Son las 2 de la mañana, ¿planeas enviar a tu indefensa novia sola?
─De acuerdo, lo haré. Tienes razón.
Hizo un puchero y tomó su abrigo, su celular y sus audífonos. No tomó sus llaves, tenía una de seguridad bien escondida en el pasillo. Su novia le dio una lista de las cosas que necesitaba y el dinero, incluso propina por el recado a tales horas.
Caminó, o eso parecía, porque en realidad seguía el ritmo de la música, se dejaba llevar por ella moviendo la cabeza y haciendo pasos de baile con los pies. Al llegar al konbini fue directo a su destino, el área femenina, era peligroso caminar a esas horas y si alguien intentaba robarle no estaría muy feliz a darse cuenta que robó artículos íntimos femeninos.
Cuando fue a pagar, la señora que hacía de cajera sonrió y le miró un poco extrañada al ver los artículos que compró.
-¿Son para su novia? -Dijo confusa.
-¿Para mi uso no es posible? -dijo bromeando, la señora sonrió.
-Disculpe la intromisión, pero si su novia se hace está clase de prueba de embarazo -Le enseñó a Makoto aquel objeto, el cual no tenía forma típica y quizás por eso no notó lo que era, pero a fin de cuentas eran cosas del área femenina y eso era un mundo nuevo para él- Es porque otras han dado positivo y aún no está segura, como es la mayoría de casos cuando compran estas... Creo que no necesitará las compresas. Si es positiva, mis felicitaciones.
La señora sonrió de nuevo, pero Makoto sintió un agudo dolor, esto no podía ni debía suceder. De acuerdo, su novia y él son adultos jóvenes, que saben el ciclo de la vida y tienen años viviendo juntos, pero él nunca la había tocado y ella estaba bajo su responsabilidad mientras viviera en su departamento. Sus padres iban a matarlo.
Caminó a paso apresurado hasta su departamento, al llegar algo le dijo en su interior que guardara la calma y que fuera discreto, su intuición no se equivocó.
Escuchó jadeos, no los de cualquiera, eran los de Haruka y Rin. Estaba perplejo, se sentó en la alfombra de la entrada a asimilar la situación, la cual era no muy difícil de descifrar. Los jadeos se detuvieron y un gruñido se escuchó. Hubo un momento de silencio.
-Es tu último día, eh... ¿Desde cuándo le mientes a Makoto? -bufó Rin- Pero hubiera sido una verdadera lástima si fuera cierto.
-¿No que eras su mejor amigo, su hermano? -sarcasmo, del más hiriente.- Al contrario, debió haber llegado, pero es el segundo mes que no baja.
-No me digas que estás embarazada...
-Pues no te lo diré.
-Si estás en cinta, te lo advierto desde ahora, no me haré responsable. No quiero hijos con Ai, menos contigo.
Sintió su corazón romperse en mil pedazos, apretó los puños y tomó su celular. Revisó cierto blog adulto, allí estaba, Rin lo había hecho, como el jugador que es.
Entre todos los defectos de Rin se encontraba ese, era un blogger, pero no cualquier blogger. Era conocido por escribir relatos íntimos, ¿Su inspiración? Las chicas con las cuales se acostaba, entre ellas estaba Ai y ahora su novia.
Presionó un botón, el necesario, Denunciar.
Al parecer no se habían dado cuenta que se estaba publicando material adulto de manera libre. De un momento a otro el link se "cayó" y presento un mensaje diciendo que ese url no existía. Una carga menos.
Dejó las compras en la entrada y salió a tomar aire, sí que lo necesitaba. Caminó, caminó y caminó hasta que la vida de su celular soportó y la música se detuvo.
Miró a su alrededor, estaba sólo, aunque no del todo, había una pareja a unos pocos metros, pero a esa distancia no notarían que él estaba llorando. Su mejor amigo de toda la vida lo había traicionado, su novia por quien sabe cuánto había mentido y ocultado cosas, una traición doble. Dejó que todas las penas salieran y aliviara su pecho, al sentir que no había razón para llorar se dirigió a los baños para lavarse el rostro.
El agua estaba fría, tanto que podría causarle un resfriado en ese instante. Iba a sacar un pañuelo de su bolsillo, pero algo cayó y rodó, lo buscó con la mirada y le encontró segundos después. Era una barra humectante que le había comprado a su novia. El frío del invierno maltrata mucho el rostro, en especial los labios. Tomó el objeto y lo miró con aprecio.
─Sabes que Rin es mi mejor amigo, ¿por qué haces esto? -interrogó al labial con un deje de tristeza o decepción, mejor dicho. Es como si viera a Haruka en aquel objeto -Él no es hombre para ti...
Inhaló todos los sentimientos y se los tragó antes de salir de aquel cuarto de baño. Aire fresco, justo lo que necesitaba. Una luna oculta entre nubes grises, empezó a pedir que lloviera a cántaros, más su pedido se desvió en el aire.
Siguió el camino de la acera sin mirar a donde se dirigía, un sendero sin rumbo, pero quizás el necesario. Una chica con paso apresurado chocó su hombro y siguió su camino, tras ella un hombre.
"Quizás se han peleado" pensó. Makoto empezó a mirar la chica desde atrás; piernas largas, pero no muy delgadas; al parecer tenía la piel tan blanca como la porcelana misma, no logró verla bien; su pelo, aunque no se distinguía bien por el gran abrigo que llevaba, puso ver que era de color castaño; también olía muy bien. Debía ser una chica muy bonita y él muy idiota por discutir con ella.
No pasó mucho para que el hombre la alcanzara y agarrara su brazo, sólo que lo hizo de manera brusca, llamando la atención de Makoto. El hombre la estaba forzando a caminar y apresurando el paso.
Makoto los imitó, estaba a la distancia suficiente para notar que la chica hacía señas de auxilio a espalda de aquel hombre con la mano que tenía libre. Por un momento, sólo por un momento, vio a Haruka en aquella joven.
─Oiga... ─Dijo Makoto mientras tocaba el hombro de aquel hombre.
El hombre se giró en sus talones y la joven también, estaba asustada y con los ojos rojos. Actuó sin pensar y le proporcionó un puñetazo al sujeto, sujetó la mano de la joven y la miró con firmeza.
─Corramos.
Y así hicieron, corrieron como si su vida dependiera de ello y bueno, quizás era de esa manera. Tras varios minutos corriendo, notaron que no eran perseguidos. Habían llegado al otro extremo del parque. Los árboles que no tenían hojas debido al invierno no le daban un efecto lúgubre sino que todo lo contrario, de cierta manera se veía hermoso, aquella chica se veía hermosa con las luces de la ciudad
Makoto se acercó a la barandilla donde ella se encontraba y notó los detalles que no pudo ver antes. La chica tenía el pelo hasta los pómulos y lacio, tenía unas cejas con forma extrañas, pero con su rostro lucían muy bien. Sus labios, eran pequeños y rosados. Unos ojos rasgados y tan verdes como los suyos.
─¿Tengo algo en el rostro? -Dijo cortante, pero notó el cambio de reacciones del chico.- Lo siento, no debí hablar de esa manera y por lo de antes, muchas gracias.
─No hay problema. -Sentía su corazón latir de una manera extraña, pero se sintió bien, no lo había sentido así con Haruka y había olvidado las escenas de hace unas horas. Miró su reloj, eran las 4:00 A.M.- ¿Qué hacías caminando a estas horas sin compañía?
─Buscaba inspiración para una canción que estoy componiendo. -Makoto estaba sorprendido de aquella chica en todos los sentidos.- Mi padrastro piensa que es una pérdida de tiempo, así que decidí escapar por unos momentos. ¿Y tú? ¿Qué hay de tu historia? Te vi llorar hace un rato en el otro lado del parque.
─Tienes una vista aguda. -Sonrió y le explicó su historia.
─ ¿Por qué me cuentas estas cosas? Soy una persona extraña.
─Porque necesitaba soltar esta pena y quizás no te vuelva a ver. -suspiró,
de verdad que ya empezaba a sentirse mejor.- Pero sabes, no los odio.
─Tienes un corazón de acero, eres muy fuerte por lo que veo. -Esquivó la mirada.
Una brisa hizo notar su presencia y Makoto miró al cielo con cierta calma, pero no esperó eso. Estaba nevando, la primera nieve de ese año. Un copo, dos copos, tres copos, muchos copos. Sonrió de manera sincera, como necesitaba hacerlo. Bajó la mirada y ahí estaba esa persona frente a él, sonriéndole.
─Al parecer hasta las noches con desgracias pueden ser bellas. -su sonrisa se amplió.- Mi nombre es Do WuLee, soy de Korea del Sur.
Sintió un pequeño dolor en los labios luego de sonreír, posó sus delgados dedos sobre ellos. La temperatura había bajado bastante, sus labios están resecos y agrietados. Por inercia Makoto se acercó y besó sus labios, sentía simpatía hacia ella, quizás era atracción a primera vista. Sólo quizás.
─Tienes razón, pueden ser muy bellas. -Dijo al separarse a chica, había sido un beso para humedecerle sus agrietados labios. Ella está sorprendida y él se sentía un poco feliz.- Mi nombre es Tachibana Makoto, soy nativo.
─Oye creo que estás un poco confundido, yo... -Sus labios volvieron a estar como hacía unos momentos, unidos a los de Makoto.
─Ten. -Le extendió la mano, con dudas, pero aceptó. Le entregó la barra humectante que había comprado hacía unas horas.- Tus labios están un poco maltratados.
Makoto se sintió avergonzado, detuvo y pagó un taxi, era muy tarde para estar en un lugar tan solitario. Le envió a casa sin que pudiera decir una palabra al respecto. En cuanto a él, caminó a casa pensando en lo que había ocurrido, sería un buen recuerdo para olvidar lo que sucedía en las paredes de su departamento.
Bueno, esto ha sido todo por ahora, pero actualizaré pronto. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo, siéntanse Free! de expresar sus opiniones al respecto. Manténganse saludables, sigan bellos, duerman mucho y consuman mucho material Yaoi~
¡Oh, por cierto! WuLee es hombre, Makoto lo encontró tan bien parecido que pensó que era chica, no os preocupéis, la única bitch de este cuento de hadas es Haru-chan, al menos por ahora, a menos que...
Sayonara (^^)~
