Título: Compañía
Rating: T/PG-13
Palabras: 550+/-
Pareja/Personajes: España/Italia del Sur/España (Antonio/Lovino/Antonio)
Summary: "¿Quién soy?" le dijo, acercándose por detrás y tapándole los ojos.
A/N: No puedo decirles cada cuanto voy a actualizar, pero voy a tratar de hacerlo con rapidez. A no ser que diga lo contrario, ningún drabble/fic está relacionado con otro.
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Antonio sonrió, viendo a Lovino a poco de llegar a Italia del Sur, sentado en el enorme patio tras su casa.
"¿Quién soy?" le dijo, acercándose por detrás y tapándole los ojos.
Lovino le pegó un codazo en el estómago.
El español se rió (a pesar de que le dolía un poco). "Ah, sabías que era yo…"
"No conozco a alguien mas lo suficientemente idiota para hacer algo así," Lovino dijo, volviendo a tirar piedras hacia ningún lugar en particular, como hacía antes que el español llegara.
España se sentó a su lado, mirando alrededor. "¿Eh? ¿Y tu hermano?" preguntó, extrañado de no verlo cerca.
Lovino se dio vuelta, enojado. "Se fue con Alemania," dijo "si lo buscabas, seguro aún lo puedes alcanzar." Haciendo un gesto despectivo con la mano, se dio vuelta, cruzándose de brazos.
"¿Ah? No, Lovi~" Antonio dijo, sonriendo, sin notar su enojo en lo más mínimo "no venía a verlo a el"
"¿Ah, sí?" mierda, ¿por qué se estaba poniendo colorado?
"Dije que vendría pronto a visitarte, ¿no?" abrazándolo, Antonio le dio un beso en la mejilla, frotando su mejilla contra la de el.
Lovino lo empujó. "¡Quita, idiota!" Ugh, ¿es que siempre lo iba a tratar como si fuera un niño?
España rió de nuevo. "Perdona, es la costumbre," le dijo sonriendo, "pero si ibas a estar solo, ¿por qué no me llamaste, Lovi? Debes estar muy solo cuando Ita se va…"
"Para nada, imbécil. Es bueno tener un poco de paz, de vez en cuando."
La sonrisa de Antonio se volvió triste cuando notó las manos de su Lovi blancas por apretarse tanto, y ese puchero tan pero tan lindo que hacía cuando negaba algo descaradamente. Dios, Lovino era tan reacio a admitir las cosas a veces…
"¿Está bien si me quedo?" dijo al fin "si te molesta que esté aquí…"
Lovino se dio vuelta, sonrojándose. "N-no hace falta," dijo, cruzando los brazos "¿ya estás aquí, verdad? Sería estúpido volverse ahora, ¿o no?"
"Sí, tienes razón," España sonrió, ya mas animado. Al menos tenía una excusa para hacerle compañía ahora "¿Qué te gustaría hacer, Lovi? Es un día precioso, ¿tienes ganas de dar un paseo?"
"Supongo," Lovino dijo, levantando los hombros y parándose.
Cualquier cosa era mejor que quedarse pensando en el idiota de su hermano y el idiota de las papas.
"Vamos, entonces~" España dijo, tomándolo de la mano y avanzando con paso decidido.
Lovino iba a decirle que no lo tocara, pero Antonio se dio vuelta en ese momento, sonriéndole como si tuviera lo que mas quería en el mundo, o algo así.
La sangre se le agolpó en las mejillas, y, evadiendo su mirada, decidió que por ese día, iba a complacer al idiota.
La sonrisa del español cambió, y Lovino trató de hacer como si no notara que sus dedos se entrelazaban.
España tiró, haciendo que ambos estuvieran lado a lado, en lugar de llevar a Lovino detrás.
Lovino miró nervioso sus manos. Antonio le dio otra sonrisa, apretando su mano, y Lovino desvió su mirada con un "hmph," pero ni una vez trató de quitar su mano.
… excepto para pegarle una que otra vez, pero bueno… para la tercera vez que Lovino le había pegado por sus "comentarios idiotas" Antonio estaba que flotaba de felicidad.
Porque la mano de Lovino, sin falla, volvía contra la suya cada vez.
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A/N: Las cosas que acabas haciendo porque una amiga te manipula diciendo que por qué tenés fics en inglés, pero no en la hermosa lengua que España te dio (diría algo de que el Español de Argentina es bonito, pero soy tsundere respecto a eso; digamos que mejor no opino, que con la misma intensidad lo amo e insulto).
En fin. Los amo. Los amo los amo los amo, puta madre, los amo. No me importa cuántos chistes sobre tener un complejo de Edipo por mi Madre Patria (o de Electra si hablamos de Antonio, ahaha) me tenga que comer, ni los chistes de mi masoquismo porque amo a Lovino. Amor, les digo –flota entre corazones–.
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