Disclaimer: Digimon… ya saben el resto.

Papeles arrugados

Primera hora

Pasillos impecables y blancos, estantes llenos de libros, hojas sueltas, salones y gises que manchan los dedos. Ese es el mundo de un estudiante. Mundo que, sin bien no lo parece, se puede traducir al amor.

Y ella lo sabe, no porque sea una experta en el tema, sino porque ella es amor.

Lo percibe a través de sus ojos obnubilados por un otoño rojo, y a veces sentir es mejor que conocer.

No obstante, y a pesar de que Sora tienen siempre un «te quiero» grabado en los labios, en muchos sentidos, hay algo con lo que no puede lidiar, algo que la hace querer arrancarse cada uno de sus largos cabellos; la Literatura.

—Sora, ¿has escuchado los rumores? Dicen que las evaluaciones se adelantaran una semana.

El estómago se le contrajo, como si de repente se hubiera zampado mil cubos de hielo.

—¿Ah, sí? —fue su única respuesta y aceleró el paso.

En términos generales, nunca tenía problemas para librar las materias, la concentración y dedicación era algo que nunca le escaseaba… Sin embargo su peor tortura era estudiar esas letras que se le escurrían, siempre dejaba su piedra en el zapato para los últimos días, pero ahora, con ese «adelanto de evaluaciones», todo su panorama se descompuso. ¿Cómo iba a repasar tanto en sólo tres días?

—Debido a los cambios recientes, los delegados* de cada clase ayudarán a organizar el papeleo correspondiente a su grupo —anunció el profesor, intercambiando la mirada de un estudiante a otro—. Takenouchi, Ishida, esos son ustedes.

Sora desvió de inmediato la vista hacia la otra persona mencionada.

Era la primera vez que cursaban en el mismo grupo, apenas habían cruzado algún saludo; sus ojos azules, demasiado profundos, la estremecían más de lo que deberían.

Yamato Ishida. Qué persona más misteriosa.

٭٭٭

Se colgó el estuche al hombro y caminó a la salida.

La idea de encargarse de algo que era responsabilidad de los profesores no le agradaba. Caminaba dando zancadas grandes, pateando alguna piedrecilla que se cruzará en el trayecto, cuando un destello de color indefinido cruzó a su lado.

El corazón le saltó y volvió a su sitio casi al mismo tiempo, pues simplemente era Sora quien había corrido junto a él.

Observó cuando se detuvo a charlar con un chico más bajo que ella, pelirrojo también. Y lo más importante, vio cuando su largo cabello revoleó en el aire. Como si de repente el viento se hubiese hecho jirones a su derredor, con la única intención de enredarla en sus ojos.


Chicas del topic Sorato, si llegan a leer esto, les pido disculpas. Ya había comenzado desde hace mucho el fic que les debía, y hoy, al releerlo, no me gusto nada y empecé a escribir de nuevo (de todos modos, no creo que esto sea muy bueno). Será una especie de conjunto de drabbles, que sí tendrán relación el uno con el otro. No sé cuántos sean, pueden ser tres, o veinte (?). Bueno, ya dejo de hablar.

¡Gracias por leer!