Bueno, este es un fic que desde hace mucho tenía en mente, pero por algunas razones no lo había podido iniciar. Pero ahora cero que ya es el momento de ponerlo.

Declaimer: Los personajes de Inu Yasha no me pertenecen (por desgracia; por más que implore y rece) sino que a la genial y famosa Rumiko Takahashi

-…- (Diálogos)

"…." (Pensamientos)

--------- (cambio de escena)

Blah blah blah (recuerdos)

"Angelus"

(HeavyInu)

(Cáp. 1: "Si la ves…")

Caminaba hacia el templo, con la mirada baja, como ya le era costumbre; la vida que su mirar poseía se había extinguido desde hace tiempo. Para ser exacto 2 años 5 meses con 3 días. Llevaba la cuenta a la perfección, pues jamás iba a poder olvidar lo que había sucedido años antes en la última batalla vivida en el Sengoku…

---------------------------------------(Años atrás)----------------------------------------------

Naraku había tenido una nueva metamorfosis, era la batalla más dura y peligrosa que había presenciado, su hanyou estaba dentro de un campo de energía, junto a su enemigo, se sentía impotente al no poder hacer nada para poder ayudarle.

-¡Inuyasha!-

No se iba a cansar de gritar su nombre hasta escuchar o ver alguna respuesta, miraba a sus amigos, peleando por sobrevivir. Se mordió el labio inferior y su vista regreso al campo, se podían ver explosiones y algunos choques de energía, pero ningún rastro del hanyou o del demonio.

-¡Kagome-samma, cuidado!-

Miro hacia donde provenía la voz, y vio como el youkai que estaba a escasos metros de ella, era absorbido por el kazanna del monje.

-¡Arigato, Miroku-samma!-

Debía de estar alerta a la batalla, no importase cuanto le preocupaba el estado del híbrido, así que volteo y rogó a los Kamis que lo protegieran.

Lanzó una de sus flechas, acabando con algunos demonios, pero por más que lo intentase, su vista regresaba al campo de energía.

-"Vamos Kagome, pon atención en la batalla"

Entonces, ocurrió, una explosión mayor que las pasadas apareció dentro dell campo, haciendo que los youkais escaparan y ellos miraran hacia el campo.

-¡¡Inuyasha!!-

Corrió hacia el campo, pero fue detenida por la mononoke de su amiga, quien la cargo y la llevo junto a los demás, a pesar de las patadas y gritos de súplica que decía.

-¡No…Inuyasha…Kirara regresa!

-¡Kagome-chan, hay que irnos, esto va a explotar!

-¡No sin Inuyasha!-

-¡Pero Shippou está herido, y Miroku envenenado, no podemos seguir aquí!

-Sango…

Miro de nuevo el campo y luego a sus amigos, cerró los ojos con fuerza, antes de subirse con los demás en la mononoke y alejarse justo antes de una explosión que hizo colapsar el campo.

-¡¡¡¡¡Inuyasha!!!!!-

---------------------------------------------------------------------------------------------------------

Derramó una lágrima, no quería ni recordar aquel acontecimiento; hacia que su mente la llevara a tal extremo de sentir ese dolor en el corazón que le indicaba que había cometido un gran error al dejar atrás a su amado.

Recordó el momento en el cual descendieron para ver si había sobrevivido alguien.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

-Inuyasha…Inuyasha…

Buscaba por todos lados, pero no encontraba ningún rastro, todo estaba destruido, no había nada con vida.

-Kagome-samma…

Miro a sus amigos, y comenzó a sollozar al ver lo que sostenían, algunas de las piezas del rosario que tenía él en el cuello. Se acerco y las tomo con tacto tembloroso, para luego sujetarlas fuertemente en su pecho y llorar a todo pulmón.

-¡¡Inuyasha!!-

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si la ves dile que,
Que me has visto mejorado
Y que hay alguien a mi lado
Que me tiene enamorado
Que los días se han pasado
Y ni cuenta yo me he dado
Que no me ha quitado el sueño
Y que lo nuestro esta olvidado

Levantó la mirada, el viejo árbol que le había llevado al verdadero amor, y ahora era el único recuerdo que le quedaba de este. Se acercó y lo tocó levemente, con el rostro bañado en lágrimas.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Pasaron 3 días, todos estaba deprimidos, pues las esperanzas ya se habías perdido, sabían que le hanyou estaba muerto y ahora solo les quedaba orar para que su alma descanse en paz. La miko estaba sentada bajo la sombra del Goshimboku, aún con el rosario en las manos, no lo había soltado, ni lo iba a hacer.

-Inuyasha…gomen ne…gomen ne…

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Dile que yo estoy muy bien
Que nunca he estado mejor
Si piensa que tal vez me muero
Por que ella no esta que va
Dile que al final de todo
Se lo voy a agradecer
Aunque pensándolo bien
Mejor dile que ya no me ves

Se sentó bajo el árbol, en el mismo lugar en el cual lloro por días la pérdida de su hanyou; sujetó sus piernas con sus brazos, recargando su barbilla en las rodillas, y comenzó a sollozar.

-Inuyasha…te extraño tanto…

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

No había otra escapatoria, debía de hacerlo para lograr olvidar, aunque bien sabía que se le iba a hacer imposible, llevaba al hanyou grabado en el corazón como si se tratase de un tatuaje.

-Bueno chicos, pues…

-¡Buuuaaa!-

-Shippou-chan, no llores

-Pero…no quiero…que te…vayas

-Shippou, lo único que quiero es descansar un poco, olvidar…

-Te vamos a extrañar Kagome-chan

-Yo también los voy a extrañar chicos

Dio la vuelta y miró el oscuro poz;, miro a sus amigos por última vez y saltó dentro, debía olvidar todo lo ocurrido en esa época, y tal vez, en algunos años, se armaría de valor para regresar.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si la ves dile que ya no espero su llamada
Y que ya no me despierto
En plena madrugada
Y que ya no la recuerdo
Y que ya no me hace falta
Dile que ya estoy curado
Y que lo nuestro ya es pasado

Levantó la mirada, y se sobrepuso un poco, debía de hacerlo, la vida iba a seguir. No importaba ya, lo pasado debía de dejarlo en el pasado, y no estarse atormentando por eso, ya que…no podía revivir a los muertos.

Se puso de pie y entro a la casa, saludó a su madre fingiendo una sonrisa y subió a su habitación para dejarse caer sobre la cama y cerrar los ojos, dormir era una oferta muy tentadora.

-Te tengo que olvidar…kuzo

Que me he perdido
Y que no voy a regresar
Y dile también que
Aunque me llame no contestare
Si la ves

Oculto la cabeza bajo una almohada, repitiéndose la palabra "olvidar" una y otra vez, hasta que sintió algo sumamente extraño¿una presencia? Con algo de temor, levantó poco a poco la almohada para ver de quién se trataba, y se encontró con la ventana abierta y una carta.

-No puede ser…

Se levantó temblando de la cama y tomo la carta, y la fue desdoblando poco a poco, vio que la letra era algo ilegible y el papel estaba manchado, solo pudo distinguir unas cuantas palabras, pues la tinta se había corrido.

Rencor…Sengoku…tú y yo…escapa…muerte…ayuda…Kagome…Inuyasha

Releyó una y otra vez la carta, pero era todo lo que entendía, tal vez era un códice o mensaje secreto, pero no le encontraba sentido absoluto a aquellas palabras.

-¿Inuyasha?-

Tenía cierta duda, o más bien temor¿acaso había sido aquel hanyou que creyó muerto años atrás? Agacho el rostro, intentando despejar su mente; dejó caer la carta al ver lo que había en el piso: tierra, unas gotas de sangre y una pluma blanca. ¿Una paloma entró a su habitación para dejarle la carta y Buyo la mató, o qué?

Y Dile que yo estoy muy bien (aunque yo se muy bien que no)
Que nunca he estado mejor (miente un poco por favor)
Si piensa que tal vez me muero por que ella no esta que va
Dile que al final de todo (no sigas mintiéndole)
Se lo voy a agradecer
Aunque pensándolo bien mejor dile que ya no me ves

-¿Qué demonios pasó aquí, y quién dejó esta carta?

Miro por la ventana, la luna ya alumbraba el cielo, suspiro y miro al astro sintiendo una extraña necesidad¿prisa, deseo, temor, riesgo? No sabía con cual sentimiento relacionar lo que sentía, pero una cosa era segura, eso estaba relacionado con el Sengoku y con el hombre que había cautivado su corazón.

-Tengo que volver, me están llamando…

Volteo y abrió el ropero, sacando su mochila amarilla de un cajón, metió algunas cosas, solo las más necesarias (o sea, comida, medicina, y un cambio de ropa) y la dejo a un lado de la cama.

-Mañana, al alba, me iré.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Eso es todo, esperare sus opiniones ;3

chao!