Desperté y me levante del piso, no sabía dónde estaba; Era un cuarto obscuro con una pequeña ventana y una puerta que parecía ser un armario, estaba asustada y mi brazo dolía, me acerque a la ventana para poder ver mejor y al verlo ahogue un grito, había un numero tatuado en mi brazo

- ¡¿Por qué sh*t había un tatuaje en mi brazo?!-.

Okay ahora si estaba asustada, un millón de preguntas aparecieron en mi mente cuanto note un movimiento en el otro lado de ¿cuarto? La verdad no sabía cómo llamarlo.

Fije la vista y vi una silueta levantarse, esta vez no pude contenerme y grite, rápidamente la silueta se me acerco y me tapo la boca.

-¡Cállate!- dijo susurrando, era la voz de un hombre -Nos están observando.- señalo una pequeña cámara en la esquina.

Me soltó y pude verlo mucho mejor era un hombre alto con unos ojos hermosos, creo que eran azules, se veía joven como de unos 20, tengo que admitirlo era bastante guapo, su voz me saco de mis pensamientos.

-Mi nombre es Nicholas; por Dios calmante, puedes confiar en mi-Estaba muy asustada no sabía si confiar en él, lo único que sabía es que estaba encerrada con un desconocido, en quien sabe dónde y quien sabe porque.

-¿Dónde estamos? ¿Qué hacemos aquí? ¿Quién me trajo?-pregunte un poco más tranquila.

-No lo sé lo único, que se es que tenemos que salir de aquí-en eso fui consciente de un olor asqueroso, venia de la pequeña puerta.

-¿Hueles eso?- pregunte y ambos nos acercamos a la puerta.

Nicholas la abrió, y volví a gritar.