Nota: Luego de ver el último capítulo me surgió esta historia. No sé si será un solo capitulo o más, depende de ustedes. Ya recupere mi PC así que podré escribir. Espero comentarios! =) Elisabeth.
Once upon a…
By Elisabeth
Castle no logra salir de la perplejidad que le ha causado Kate al tomarlo repentinamente de la mano, mientras Martha continúa con su dramatización.
Rick solo tiene ojos para esa unión, ese enlace que le precipita el corazón y lo llena de alegría.
Kate sigue atenta a Martha, sonriéndose, riéndose y apretando la mano de Rick en señal de apoyo cuando la madre dice algo que lo avergüenza.
Cuando Martha finaliza su monologo, Kate suelta a Rick para aplaudirla y abrazarla. Martha solloza de la emoción.
-Realmente me ha encantado, Martha. No deje que nadie le diga lo contrario.
-Gracias, querida. Aprecio mucho que hayas venido y que te haya gustado. No puedo decir lo mismo de mi hijo…
-¡Madre! Sabes que me ha gustado. Eres increíble. Pero… Es raro oír sobre tu vida, y encima algo exageradamente narrada. Aun así me ha encantado.
Rick abraza a su madre. Kate se sonríe al verlos.
-Bueno, basta de sollozos que se me corre el maquillaje y tengo que salir.
-¿A dónde vas, madre?
-Iré con Alexis a llevar a Marcus hasta su casa y luego iremos a comer algo.
-¿Esta bien, papá? Si no puedo quedarme y…
-…No te preocupes, Alexis. Vayan tranquilas. Conduce con cuidado.
Martha y Alexis toman sus bolsos y se despiden de Rick y Kate. Marcus le estrecha la mano a Castle y luego a Kate.
Una vez que se han ido, Rick cierra la puerta y se dirige a Kate.
-¿Te quedas a cenar? Podemos pedir algo.
Ella se sonríe.
-¿Qué pedimos?
Él se sonríe y se dirige al refrigerador donde tiene varios imanes con números de deliverys.
-Lo que quieras… italiana, china, thai, mexicana, pizza, hamburguesas…
-Mmm… pizza suena bien.
-Genial. Elige algún vino de mi oficina, ordenare la pizza.
Rick hace el pedido, mientras Kate se dirige a la oficina a buscar un vino.
Casi media hora más tarde, la pizza llega, Rick toma una manta, un mantel, dos copas de vino y le indica a Kate que lo siga.
Se dirigen a la terraza del edificio, la cual esta tenuemente iluminada con la luz de la luna y las estrellas, y las luces de la ciudad. Él acomoda el mantel en el suelo, el vino, las copas y la comida. Deja a un lado la manta por su más tarde refresca, y se quita los zapatos.
Kate lo imita y luego ambos toman asiento sobre el mantel.
-Este sitio es increíble, Castle. Tiene una vista asombrosa.
-Sí, realmente, sí. No suelo venir muy seguido, pero hay veces que vengo aquí a escribir.
Mientras comienzan una grácil conversación, Rick sirve el vino, hacen un brindis y luego cada uno toma una porción de pizza y empiezan a comer.
-No debes ser tan cruel con tu madre, Castle… Su monologo es realmente bueno, y no creo que nadie vaya a pensar que es cien por ciento real. Además, era hora que sientas en carne propia lo que se siente que otro escriba sobre ti.
-Lo se… pero me ridiculiza, y no me agrada demasiado estar en ese papel. Sé que mi madre lo hace con buenas intenciones… Igualmente, para ser honesto, creo que lo que más me avergonzó es el hecho de que tú lo oyeras.
-¿Qué tiene de malo? No voy a espantarme, creo que ya nos conocemos demasiado para eso.
Ella le sonríe.
-Mi madre puede ser peligrosa hablando de mí. Y no quiero que te lleves una mala impresión de mi persona.
-¿Aun mas mala de la que tengo?
-¡Que graciosa!... Cambiando de tema… Me sorprendió realmente tu visión sobre los cuentos de hadas y los finales felices.
-¿Qué quieres decir?
-¿Recuerdas el caso del mago? Tú no creías en la magia, Kate. Hubiera apostado que dirías que los cuentos son una pavada y los finales felices no existen.
-Seguramente un tiempo atrás eso es lo que hubiera dicho, Castle. Pero… desde que desperté luego del disparo, veo todo con otros ojos. Quiero aferrarme a los sueños, tener esperanza, confiar en esos finales felices… antes me jactaba de no necesitarlos, pero eso no es cierto… todos necesitamos vivir de sueños, deseando que alguna vez en la vida se hagan realidad…
-Por supuesto que sí. Ya verás… Me alegra que seas más positiva, eres una persona maravillosa, Beckett, y mereces realizar tus sueños.
Ambos se sonríen. Kate se sonroja, sintiéndose algo incomoda, por lo cual decide romper un poco el clima sacando a relucir un tema que ha quedado en el aire.
-¿Cómo te sientes luego de todo lo de… lo que sucedió con Sophia?
-Aliviado. Es decir… en cierto modo no quería que volviera a ser parte de mi vida. Sophia fue solo un capitulo, y para mi estaba cerrado, pero siempre imagine que para ella no. Y descubrir que ella era una traidora me dio cierta liberación… no sé, es difícil de explicar…
-…Te entiendo. Sabes… ella y yo tuvimos una especie de conversación sobre ti.
-¿De verdad?
-Solo un intercambio de palabras. Suyas más que mías. Y a mí también me causo alivio que ella fuera una traidora. Porque entonces me di cuenta que sus palabras eran mal intencionadas, mentirosas… y realmente me alegro comprobar eso.
-¿Qué te dijo?
-No importa… Ya no tiene sentido… ¿Piensas que respecto a tu padre fue sincera?
-No lo sé. No estoy seguro de querer saber sobre él. Pero en cierto modo tiene sentido que sea de la CIA.
-Si quieres puedo ayudarte a hallarlo.
-Por ahora no, gracias. Prefiero no saber de él e imaginarlo como yo quiera.
Por segunda vez aquella noche, Kate posa su mano sobre la de él y la aprieta un poco.
Para ella parece ser un acto reflejo, natural. Pero él nuevamente se queda perplejo mirando la unión y luego a ella.
-¿Qué sucede, Castle?
-Nada… solo… ¿Te diste cuenta que es la segunda vez en la noche que me tomas de la mano?
Kate baja la mirada hacia sus manos entrelazadas y luego vuelve a mirarlo a él.
-Lo sé. Me salió hacerlo, pero si…
-…me agrada que lo hagas, Kate.
Él le sonríe, provocando una sonrisa en ella.
Al finalizar de comer, y casi de beberse toda la botella de vino, Kate se recuesta sobre el mantel mirando hacia el cielo, atrayéndolo a Castle consigo, aun sin soltar su mano.
-Castle…
-Dime.
-Nunca te pregunte como me sacaste del coche cuando estaba hundiéndose en el rio.
-¿Qué es lo último que recuerdas?
-No mucho… yo estaba forcejeando con mi cinturón, mientras tú buscabas mi arma caída… luego te desapareciste, el agua seguía subiendo de nivel, y creo que me desmaye.
-No desaparecí. Como no pude sacar tu arma de debajo del asiento porque estaba enganchada con algo, opte por salir del coche por la puerta trasera e intentar tomar el cuchillo del baúl. Costo, pero lo logre. Luego debí salir a la superficie por aire, sino no podría sacarte. Enseguida regrese abajo, corte tu cinturón y te saque hacia la superficie. Estaba realmente asustado, estabas desmayada y no lograba reanimarte. Yo creía que… entonces, hice las pocas cosas de primeros auxilios que se, y por suerte reaccionaste… pero bueno, eso ya lo recuerdas.
-Sí, lo recuerdo. Eres muy valiente, Castle. Nunca dejes que nadie te diga lo contrario.
-Tú me haces valiente.
Enseguida se quedan en silencio, contemplando el cielo estrellado, hasta que Kate mira la hora y se sienta sobresaltada y soltándole la mano a Rick.
-¡Wow! Es bastante tarde, Castle. Sera mejor que me vaya yendo.
Rick toma asiento y mira su propio reloj. Este marca las 3 AM.
-¿No quieres quedarte? Sabes que el cuarto de huéspedes es en realidad tu cuarto. Siempre va a estar para ti.
-Gracias, Castle, pero no. Prefiero ir a mi casa.
-Bien, al menos déjame acompañarte.
-Estoy con mi coche, Rick.
-Lo sé. Te acompaño hasta tu apartamento y luego me vuelvo en un taxi.
-No es necesario que te tomes esa molestia, yo puedo…
-…por favor, Beckett. Quiero hacerlo.
La mirada suplicante de él le saca una sonrisa a ella.
-Bien. Acompáñame.
Rick se sonríe, le toma una mano y la besa.
Luego, él junta todas las cosas, se colocan los zapatos y regresan al apartamento de él.
El deja todo, ella toma sus cosas y salen.
No tardan mucho en llegar al apartamento de Kate, ambos bajan del coche, él la acompaña hasta la puerta y se despide.
-La pase muy bien esta noche, Kate. Espero que se repita.
-Yo también. De verdad, Castle… Quiero que se repita.
-Que duermas bien.
-Tú también. Por favor envíame un mensaje cuando llegues.
El asiente y atina a irse, pero ella lo detiene de un brazo, le da un beso en la mejilla y luego lo deja ir, yéndose ella misma hacia el interior del edificio.
Él se sonríe, y enseguida detiene un taxi y se va.
Kate entra a su apartamento sin poder parar de sonreírse. No sabe que cambio, pero algo paso que la llevo a avanzar un poco más en la relación con Castle, y no desea retroceder.
Una vez que ella ya se ha puesto el pijama y se dispone a acostarse, su teléfono suena avisándole de un nuevo mensaje.
Toma el teléfono y lo lee: "Sano y salvo en casa. Dulces sueños, Beckett. Nos vemos por la mañana, besos, Rick."
Responde el mensaje y luego se va a dormir contenta, como hacía mucho no se sentía.
Por otro lado, Rick se coloca el pijama, se recuesta, y su teléfono le avisa de un mensaje: "Dulces sueños a ti también, Castle. Nos vemos, no olvides mi café, besos, Kate. Pd. Creo que esta noche podemos considerarla nuestra primera cita. ¿Qué dices?"
"¿Cuándo planeamos la segunda? =)"
"Nada de planes. Lo nuestro es lo espontaneo. =)"
Y con una sonrisa en el rostro de cada uno, se quedan dormidos con sus teléfonos sobre sí.
