Making Of: Winx Club
Nota: Las Winx Club no me pertenecen. Son obra del gran genio Iginio Straffi.
Prólogo
Amaneció en la ciudad de Nueva York un día hermoso. La gente se levantó y comenzó su rutina como cualquier otro día de verano. Lo que pocos avecinaban era que en las noticias de la mañana, el presentador iba a dar la noticia que sin duda daría mucho de que hablar.
Los estudios centrales de la productora nos han confirmado lo que ya se hablaba entre rumores y murmullos desde hace varias semanas. Nos han confirmado que las reuniones han llegado a buen puerto y que se espera contar con el elenco principal de la primera temporada para la realización de la segunda-el presentador se aclaró la garganta-. Señoras y señores, para principios de septiembre aquella serie que supuso un hito entre los jóvenes y no tan jóvenes volverá. Sí, me estoy refiriendo a la gran serie Las Winx Club. La directora de la productora…
A lo lejos, en un ático de la quinta avenida, la cantante más reconocida del país miraba las noticias removiendo el chocolate de su taza. Llevaba así un buen rato con la mirada perdida. Desde luego, la noticia a ella no le inquietaba en lo más mínimo. Ya sabía que habría una segunda temporada de las Winx Club, la serie que supuso el despegue de ella y de sus compañeros de reparto. Musa miró por el gran ventanal de su habitación. Una brisa de aire movió su larga melena y ella suspiró. Sí, volvería a ver a la mayoría de sus amigos: a Sky, a Bloom, Flora, Tecna, Stella, Brandon… Amigos con los que empezó una aventura hacía tres años y que los había convertido en artistas y estrellas. Pero sin duda, volvería a verlo a él, a ese engreído y orgulloso chico del que se enamoró perdidamente tras las cámaras de la primera temporada, sentimiento que en algún fue recíproco y que culminó en cierta esperanza para ella, pero al final las cosas acabaron de una forma horrible para ella y para Riven. Terminó de tomarse el chocolate y se vistió. Le esperaba un día largo en la productora.
También a lo lejos, en cierto gimnasio, un joven golpeaba el saco de boxeo, como hacía todas las mañanas. Riven atacaba el saco como si fuera el enemigo. Antes de convertirse en el orgulloso y oscuro especialista de la serie, fue uno de los mejores boxeadores del país, pero al final, por una lesión en el brazo tuvo que retirarse a la temprana edad de veinte años. Su incorporación a la serie fue como una ayuda caída del cielo. La prensa y los medios de comunicación vieron en él a un gran actor y él se sentía orgulloso de su papel, pero jamás imaginó que la ficción que representaba con aquella joven de piel blanca y ojos azules daría un gran paso y se convertiría en realidad, pero un error suyo acabó con todo.
Sin embargo, el destino cruel y caprichoso volvería a reunirlos nuevamente en aquella serie que los reunió siendo jóvenes e inexpertos y sin duda, jamás llegarían a pensar que su reencuentro les iba a traer tantas sorpresas como desengaños.
