Era una tarde común yo sal a del trabajo, otro d a igual que esta monotonía me esta hartando... y de casualidad la vi, una chica, claro.
Una belleza, estaba parada, supongo que esperando el bus, ten a una larga cabellera azabache, tez blanca como la piel se ve a tan suave, me incitaba a todo un perfil perfecto, aerodinámico.
No perdí tiempo, me acerque y note que traía uniforme, y un par de libros abrazados.
- Qué hora tienes?
Pregunté, ya saben... alguna manera de entablar conversación.
Ella miro su reloj de pulsera y sin mirarme respondí:
-Son 1:45.
-Gracias.
Susurre algo anonado, su voz era realmente hermosa, y ni que decir su labios rosas, su peque a nariz respingada, y sus mejillas ligeramente rojas.
Estaba fascinado, ahora sí creía que los ángeles si existían.
Ella no me contestó más, mire hacía los lados buscando algo que comentar, y entonces vi que algunos constructores la miraban y la se alaban, casi se la comía con la mirada!
- Pantorrillas de marfil!
Grito un albañil, yo volteé a hacer frente al atrevido constructor... y en el fondo admire su observación.
- Oye! ¿qué te pasa? más respeto por la dama!
Ella también se giro y les hizo frente, los fulmino con la mirada, y les mostró su dedo de en medio.
Uh, con carácter, cada vez me gustaba más.
Note que ella se iba caminando, suspire y apresuré mi paso para llegar a su lado.
- Te ayudo con los libros?
Y a quemar ropa, murmure en mi interior.
-No.
- Puedo acompañarte?
Y sin voltear... otra vez, dijo:
-No.
Estaba tan nervioso, esa chica ni me miraba... pero no podía dejarla escapar... y ante la ausencia de un buen comentario, le dije:
- Sabes? Me gustas... para nuera de mamá.
Para mi sorpresa, me recorrió de pies a cabeza y clavo su mirada en mis ojos; negro y miraba intensamente provocando que un rojo carmesí cubriera mis mejillas, luego solo se dio la media vuelta mirando hacía otro lado y dijo:
-T estas loco, lárgate.
Baje la mirada algo decepcionado y camine rumbo a mi rechazo más para mi lista.
En un arranque de locura me dije que aquella chica ten a que ser m de rumbo y camine l pido que pude, empujando a algunas personas y disculpándome sin detenerme.
Siete cuadras camine hasta que la vi cruzando la calle con la intención de subir a un mi paso y subí por la puerta trasera, mire alrededor y la vi mientras hacía una mueca de lo más graciosa, ya que no había alcanzado lugar, me apresuré y me situé a su junto a ella.
-Hola, otra vez.
Susurre algo avergonzado, y la luz roja del semáforo fue el perfecto celestino.
Ella para mi sorpresa me sonrió, al parecer el flechazo hirió esta vez...
-Bueno me llamo Trunks, me gusta la tecnología, soy algo despistado y olvidadizo... y s que no nos conocemos, pero me gustar a a almorzar, tomar un café ó algo...
claro, si tienes tiempo.
Hable muy rápido y me golpe mentalmente, ésta chica provocaba muchas emociones desconocidas en m .
La miraba dudar, pero luego de unos segundos que se me hicieron eternos, me sonr susurro con su angelical voz:
-Mi nombre es Pan, y un café no me vendría mal.
Sonreí satisfecho.Y ante la ausencia de un buen comentario, le dije:
-Me gustas... para cuñada de mi hermana.
Sus ojos brillaron con diversión y me susurro:
-Tú estás loco... quédate.
Una sacudida del bus hizo que Pan tropezara y se apoyara en mi incline y choque mi frente con la suya mientras rodeaba en un abrazo su delgada cintura.
-No hay más vuelta de hoja, soy el mismo que hizo Dios para hacerte mariposa, aqu empieza una historia te guste o no. Crees en el amor a primera vista? Porque yo sí.
Murmure mirándola a los se paro de puntitas y rozo su nariz con l me susurro con voz dulce.
-Ahora sí.
FIN?
