NOTA: Definitivamente Glee no me pertenece, y lo único que obtengo al publicar la presente historia es la experiencia, porque es la primera vez que publico en esta plataforma.
I
Los tacones de Rachel sonaban más de lo debido, hacía eco al caminar por los pasillos angostos y vacíos que conducían a los vestidores de la cancha de fútbol. Estaba decidida pero no pasó mucho tiempo para que se diera cuenta que aún después de 20 años de carrera artística profesional, actuando en los mejores teatros del mundo y cantando ante miles de personas, estaba nerviosa. Al llegar a la puerta respiró profundamente y tocó con un golpecito apenas audible, se regañó a sí misma, ella era la mujer más decidida del planeta, los titubeos no cabían en su vida. Al escuchar una voz familiar invitándola a pasar, tomo el picaporte y se fijó que estaba temblando. Él la miró, se paró de su asiento, le dedicó una media sonrisa y estaba a punto de abrazarla cuando ella dio un paso hacia atrás, sacó la fuerza que venía guardando y simplemente le dijo todo:
-Finn, estoy embarazada, tú eres definitivamente el padre pero puedes elegir estar presente en la vida de mi hijo o no.
La vida de Finn Hudson ha sido buena y tranquila, no se queja. Es verdad que después de terminar la educación básica en el McKinley, se había enfrascado en una tormenta sin precedentes, porque para un chico de 19 años estar suspendido en el espacio sin un proyecto de vida significaba el fracaso, había dejado ir al amor de su vida para que ella luchara por sus sueños y con ella se fueron sus propios sueños. Al principio creyó fielmente que el amor que sentía por Rachel podía resistir cualquier cosa, y grabó en su cerebro la idea de que, así pasaran mil años ella y él serían por siempre el final de juego " the endgame", sin embargo conforme pasó el tiempo y encontró su camino en la docencia y Rachel brillaba más y más en el firmamento de Broadway la creyó inalcanzable y se rindió, se conformó, porque eso era lo que sabía hacer mejor.
Su trabajo era bueno, aún recién graduado, con la experiencia de codirigir New Directions, no le costó nada hacerse de una titularidad, ganaba lo suficiente y un poco más, daba clases de Ciencias, tenía un pequeño taller de música, era entrenador del equipo de fútbol y por supuesto que con esa capacidad de liderazgo era el maestro favorito de alumnos y demás maestros.
Se casó a los 22, la verdad todo mundo esperaba que un buen día dejara Lima y corriera a los brazos de Rachel, pero encontró confort en brazos de alguien menos complicado, alguien que le daba estabilidad y alguien de quien creyó estar enamorado. No pasó mucho tiempo antes de que ese alguien lo hiciera padre de un hermoso niño y entonces sí que se creyó por completo feliz, pero le duró muy poquito la felicidad, si él se había engañado, no logró engañar a su esposa, había veces en que, con el pretexto del trabajo, no se aparecía en su casa hasta muy noche y había veces en las que el subconsciente lo traicionaba y llamaba a su mujer "Rach"…esos detalles y muchos más terminaron por cansar a la madre de su hijo y aunque hicieron hasta lo imposible por salvar su matrimonio, luego de 5 años de casados, terminaron con un divorcio pacífico.
Aunque en un principio estar solo de nuevo le pegó fuertísimo, volvió a encontrarse después de conocer a Ray, un alumno que era brillante con la batería y al que le tomó mucho aprecio, pero del que después supo estaba en líos de pandillas y drogas, trató de rescatarlo pero la situación se le fue de las manos y Ray murió víctima de una sobredosis. Finn supo entonces que quería hacer algo por los jóvenes que se perdían en el mundo de las sustancias prohibidas, recordaba a cada instante a su padre y pensó que el mismo pudo haber terminado así. Creó entonces la fundación "Estrellas Doradas" (no pregunten por qué, simplemente le apeteció llamarla así), que se encargaba de encontrar el talento escondido de miles de chicos que vivían en situación de riesgo y pobreza, con clases de música y deporte aprendió a pulir cada don de los chicos y sobretodo les daba un motivo para vivir y luchar, era su amigo y de alguna manera un gran líder que logró sacar adelante a muchas generaciones.
"Estrellas Doradas" presentaba resultados y muchas asociaciones y filántropos patrocinaban su trabajo. Había logrado tener una sede para la fundación con edificio, sala de música y cancha propias, se había extendido tanto que incluso Puck, Queen, Tina y Mike la hacían de voluntarios con él. A sus 40 años se sentía satisfecho, todos los días hacía algo para mejorar al mundo y siempre tenía el apoyo de su hijo con el que mantenía una hermosa relación a pesar de vivir separados.
Había una parte que odiaba de la fundación, esa en dónde tenía que preparar y asistir a cenas de gala, de donde, si bien es cierto obtenían gran parte de los recursos para mantener en pie a "Estrellas Doradas", también es cierto que eran tediosas e insoportables. Ese dÍa caluroso de verano, La asociación de actores teatrales había hecho una cena a favor de la fundación, se suponía que Queen iría en su representación pero de último momento enfermó y tuvo que ir personalmente y ahí estaba, sólo con esa corbata que siempre lo asfixiaba lentamente, estaba a punto de salir a tomar el aire cuando una voz familiar lo saludó
- ¡Hey Hudson! los años por ti no pasan…
Volteó y se topó con esa entrañable sonrisa maliciosa y sarcástica de la que sólo podía ser dueña Santana López. La saludó con la misma efusividad, lo último que había sabido de ella era que estaba tomando clases de baile en NYADA y después nada…así que de verdad le dio muchísimo gusto verla, estaba a punto de preguntarle por su vida, por lo que hacía cuando ella interrumpió
- ¿sabes por quién tampoco pasan los años? Por Rachel Berry, le va a dar mucho gusto saludarte, mírala ¡está allá Hudson!...
Finn quedó pasmado, había oído el nombre que tanto tiempo no había sido mencionado y ahí entre la gente vestida en colores sobrios estaba ella enfundada en un hermoso vestido rojo escarlata, tan pequeña y tan enorme con ese brillo inigualable
