Aquella mañana los Slytherin que salían de sus habitaciones quedaron sorprendidos al encontrar en la sala común a dos figuras medio desnudas durmiendo tranquilamente en uno de los sillones. Luego de la primera impresión la mayoría de ellos siguió camino al comedor otras cuchicheaban con tanta fuerza que hicieron que los durmientes despertaran. El asustado miraba a todos, intento cubrirse lo mas que pudo y salio corriendo a su habitación. Ella tenía una sonrisa de triunfo, se quedo bien echada y les dijo a los que observaban vayan a desayunar.

Durante el día en Slytherin nadie comento otra cosa. Bellatrix Black había pasado la noche con Cancerbo Hopkins, eso no tendría nada de raro si, el chico en cuestión no fuera el novio de la hermana de Black, Andrómeda; pocos querían verle la cara a Andrómeda, mientras que bellatrix se pasea feliz por todas partes como si nada hubiera pasado, pero Hogwarts y la sala común de Slytherin no es tan grande, por la noche las hermanas se encontraron frente a frente en la sala común, Andrómeda pretendía pasar desapercibida pero Bellatrix le grito, oye gane la apuesta, ya ves nadie puede resistírseme, de la varita de Andrómeda, salió un rayo azul de frente al pecho de su hermana pero esta no solo lo esquivo sino que le devolvió otro aún mas poderoso.

Se acerco a Andrómeda quien yacía humillada en el suelo y le dijo. Perdiste, acéptalo, yo siempre ganó; además tu novio no es tan buen amante. Es tan soso como tu.