Eran suaves, pensó Chrno, más suaves de lo que se hubiera atrevido a imaginar. También eran cálidos y tenían sabor a cítrico, seguramente por el jugo de naranja que ella había hecho esa mañana. Le gustaba, sí, le gustaba.
Rosette estaba un poco nerviosa, podía sentirlo, después de todo, como ella le había dicho poco antes de empezar todo aquello, era la primera vez que hacía algo así. Pero a pesar de su -un poco evidente- inexperiencia, Chrno lo estaba disfrutando, al menos esa vez. Y cuando Rosette se dio cuenta, se relajó. Se sentía bien.
Chrno suspiró al terminar y le sonrió, con una de esas sonrisas tan sinceras que a ella le gustaban tanto. Y Rosette pensó que sin importar lo que pasara, él siempre estaba allí, sonriendo para ella. A su lado. Rosette miró al demonio y pensó también en lo mucho que le quería.
"Entonces, Chrno" -preguntó, ansiosa- "¿Lo hice bien?"
Chrno la miró e hizo ademán de pensárselo, lo que sacó de quicio a Rosette.
"¿¡Qué le piensas!?" -exclamó, de fondo los quejidos de dolor de Chrono- "¡Lo único que tenías que hacer era decir sí o no!"
"Perdón, perdón ¡Ya suéltame!" -rogó y Rosette se alejó de él, manos en las caderas y mirándolo fijamente. Chrno se llevó las manos a sus doloridas orejas ¿Porqué siempre tenía que golpearlo?
"¿Y bien?" -le cuestionó- "¿Que tal lo hice?"
"Bastante bien" -respondió rápido, asustado ante la posibilidad de recibir otro golpe- "Pero me parece que podrías hacer algo para que el sabor se note más"
"¿Más jugo?" -Chrno asintió. Rosette pareció pensarlo. Sonrió. Se acercó más a él- "Sin contar lo del jugo¿de verdad crees que lo hice bien?"
Chrno suspiró y volvió a asentir.
"Lo suficiente al menos para competir en esa tonta apuesta que hiciste con Satella"
Rosette rió con autosuficiencia. Chrno quería alejarse para siempre de la cocina, llevaban toda una mañana encerrados allí y se había cansado de ser el conejillo de indias de Rosette. Estaba por escurrirse cuando la rubia lo agarró por detrás y lo abrazó.
"Gracias, Chrno" -el demonio se ruborizó ligeramente. Tosió.
"Eso no es nada, Rosette"
Ella lo soltó y alegre se dirigió de nueva cuenta hacia los almacenes. Chrno vio allí su oportunidad y de puntitas salió de la cocina. Cerraba la puerta cuando Rosette gritó, más para sí misma que para él:
"¡Le demostraré a Satella que mis panqués de naranja son mejores que los suyos!"
ooo
XD Sip, al principio era Chrno probando los panques de Rosette ¿que pensaron pervertidas? jaja Escrito durante una muy aburrida clase de bioquímica ¡tenía que hacer algo para no quedarme dormida! Al reverso de una portada vieja y en tinta verde violamelosojos.
Entonces¿Que tal lo hice? XD Primer fic de Chrno crusade
.:Karura Himura
