Disclaimer:Los personajes aquí utilizados no me pertenecen, son propiedad de LJ Smith, el canal estadounidense The CW, en general del show "The Vampire Diaries"
Dulce Locura.
.
.
.
Rebekah Mikaelson había sido una vez más utilizada por su familia, estaba totalmente destrozada, devastada y con unas ganas increíbles de matar a alguien, por eso estaba allí, perdida en el bosque llorando desconsoladamente sobre una tumba sin nombre.
Recordó una vez más lo estúpida que había sido por confiar en la palabra de Nik, justo cuando ya estaba a punto de levantarse y volver a la ciudad escuchó un aullido, fuerte, ronco y muy masculino. Rebekah puso los ojos en blanco y miró al frente, donde un lobo reposaba al lado de un árbol mirando su delicado cuerpo vampírico.
- Inténtalo. -bufó aburrida secándose las lágrimas con el puño de su camiseta, cuando ya pensaba que el lobo no podía ser más estúpido se descubrió ante ella.- ¿Lockwood? ¿Qué haces en Nueva Orleans?
Había muy pocas cosas que sorprendían a Tyler, después de que en esos dos años su mundo se hubiese puesto patas arriba, nada llamaba su atención, pero ahora, cuando a la distancia había escuchado un llanto algo se descontroló en su interior, activando su gen lobo sobre el híbrido y sin pensarlo si quiera se había visto conducido hasta ese lugar, delante de la hermana de su mayor enemigo.
¿Irónico?
Posiblemente. Había dejado Mystic Falls y lo que eso significaba para matar a Klaus pero ahora que estaba allí sus planes se habían visto frustrados; durante una milésima de segundo había permitido que su corazón hablase por si mismo.
¿Y qué quería su corazón? Mandar al infierno su venganza para abrazar a esa pequeña muñeca que lo miraba con ojos curiosos.
- ¿Has venido por Nik? -lo dijo con reproche, como si la sola idea de que eso fuese cierto la destruyese un poco más.- Te deseo suerte, misión imposible.
Lo sabía. Tyler sabía que iba a morir luchando por su venganza, todos lo sabían pero aún así le dolió un poco ver la tristeza que reinaba en los ojos de la vampira, como si esperase algo más que esas simples palabras, se acercó a ella, con su velocidad y el olor a flores le embriagó, ¿qué tenía Nueva Orleans para alterarle?
O mejor, ¿qué tenía Rebekah para alterar cada partícula de su cuerpo?
- He venido a por ti.
Pero no fue eso lo que pasó. Cuando Tyler vio un brillo diferente en su mirada, la realidad le golpeó, asustado desapareció en la oscuridad.
