Buen día a todos, estoy muy dichosa porque estoy publicando mi primer Fic en esta página que tantos buenos ratos me ha dado. Es un BadaGine (Bardock y Gine) que escribí hace tiempo, y está publicado en mi acc de Instagram, donde tuvo muy buen recibimiento. Lo estoy subiendo ahora a Fanfiction porque siento que aquí es donde debe estar, hay más libertad a la hora de capacidad y es uno de los mejores métodos para que las historias queden archivadas, además que se lo prometí a Sue, la chica que me impulsó a seguir escribiéndolo y que siempre (aún sin quererlo) está enseñando cosas valiosas con su bonita forma de ser,así que esto va para ti, linda Gine.

!Bueno! Basta de charla, vamos a leer. Por supuesto, los personajes y el mundo de Dragon ball no son de mi autoría, sino del Sensei Akira Toriyama-Sama.


Como si hubiera sido ayer lo recuerda todo. Cada olor, cada rojo atardecer, cada gota de sudor bajando por su nuca, cada vez que su rastreador indicaba que él estaba cerca con su gran poder, todo. Hasta las palabras más duras e hirientes que le dedicó, aunque en realidad solo hayan sido palabras preocupadas, disfrazadas de frialdad.

En el infinito aburrimiento de un alma que vaga por las inmensidades del paraíso, cuesta demasiado no sumirse en los recuerdos de una vida pasada, y aunque ése no es problema para esta guerrera, aún se le escapan suspiros melancólicos al pensar en el dueño de su corazón, poseedor de unos cabellos alborotados particulares y una cicatriz en la mejilla, ese hombre que tanto la hizo sentir y que ahora, ni siquiera sabe cuál es su paradero.

Se acomoda la armadura a su menudo cuerpo mientras levita hacia un lago cercano, el lugar que se le otorgó para pasar la eternidad está totalmente desolado y sin rastro de presencia alguna, solo están ella y sus memorias, así que puede disfrutar plenamente de ser ella misma, regocijándose en la soledad que tanto le torturó alguna vez, ya que cuando vivía nunca pudo sentir esa sensación de paz junto a los que se suponía eran los suyos, que la consideraban, poco menos, la vergüenza de su raza.

Se deja caer sobre el pasto verde y húmedo apoyándose contra un árbol, mientras admira el inamovible agua del lago, y de forma inmediata su mente proyecta la imagen de un guerrero de clase baja, su capitán y maestro; imponente, de piel bronceada, mirada intimidante, alto poder de pelea a pesar de su rango y miles de características más, aunque solo unas

revolotean por su mente.

Que es ése saiyajin.

Que lo ama con todo el corazón.

Que aún vive en ella.

Y que es Bardock, su amado.

Su historia jamás contada.


Espero les haya gustado, la historia ya está completa así que no tardaré mucho en actualizar.

¡Besos a todos!