Disclaimer: No soy Jotaká, no soy Warner. Inherentemente Harry Potter no me pertenece. Lástima.


LA NENA

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CAPÍTULO ÚNICO | MAÑANA NORMAL, O NO.


«La nena va a la deriva»

― La Nena – Ricardo Arjona.

Nada en esa mañana vaticinaba los terribles eventos que se desencadenarían horas más tardes, el sol se elevó hasta su punto más alto, chorreando con su luz cada centímetro, el cielo estaba totalmente despejado, algunas hojas caían de los árboles, una inequívoca señal del otoño, y el viento era seco y fresco.

Era una bonita mañana de verano.

La señora Weasley se levantó de su cama, cepilló sus dientes, amarró su castaño cabello en un moño, dejó que su esposo durmiese un poco más, se cambió y bajó a preparar el desayuno.

Eran las 6:42AM cuando la señora Weasley subió y despertó a sus hijos, decidiendo comenzar con su hija mayor.

Rose estaba teniendo un buen sueño, uno que olvidó cuando su mamá la despertó. Le sonrió con pereza, se bajó de la cama y se arregló para el colegio.

Hermione agradecía que su hija tuviese tan buen humor cuando despertaba, con Hugo le bastaba…

Después de terminarse de vestir Rose bajó las escaleras, comió, peleó con su hermano pequeño, saludó a su papá y, cuando la bocina sonó, tomó su bolso.

Hermione dejó a sus dos hombres en la mesa y acompañó a su hija a la puerta.

—Te quiero mamá.

—También te quiero, Rosie.

Rose se montó en el auto, saludó al señor Fergus, y se dedicó a mirar por el espejo la figura de su mamá que aún le sacudía la mano; despidiéndose. Rose tenía nueve años, era una niña grande (como decía su papá), sabía que era tonto que se sintiese triste por dejar a su familia, ella misma había peleado para ir a esas clases de Encantamientos.

Cerró los ojos y trató de recordar lo que había soñado; había sido tan bonito.

Rose abrió los ojos abruptamente cuando su cuerpo fue despedido con violencia contra la puerta; su mente no era capaz de procesar lo que estaba sucediendo.

Había luces, ruido, gritos, sus gritos, y dolor.

Cuando Rose volvió a abrir los ojos un hombre con una máscara blanca estaba frente a ella, su pequeño cuerpo se llenó de pavor al ver la sonrisa frívola, los dientes amarillos y las grandes manos agarrándola.

Rose tenía nueve años; Rose no podía entender que la estaban secuestrando.

Rose tenía nueve años, Rose no podía entender por qué esos hombres querían hacerle daño.

Rose tenía nueve años, Rose no sabía que el rencor mueve más que la lealtad.


¡Hola, hola!

Pues aquí estoy \._./ con una historia que era para el reto de halloween y que publico recién porque mi computadora se murió, mi internet también y necesité una semana para poder volver a confiar en él.

Después de estar *se pone a contar* casi cinco meses -mira, chico, cómo pasa el tiempo- sin publicar regreso con esta cosa horriblemente corta y desesperante. Lo sé, qué mala persona u.u

Pero bueno, con mi depresión Mezquina no quiso ayudar y *se encoje de hombros* también la escuela muggle es un asquito y *llora*

En fin, ya me dejo de estupideces que esto está más largo que la historia y qué pena.

Amaly.