Título: Choices

Autora: SweetlyDesolated

Traductora: nekoumori

Pareja: Harry Potter/Lord Voldemort

Series: Vinewood; precuela; Primera Parte

Rating: T

Advertencias: Light slash, sangre

Resumen: Harry Potter se vuelve oscuro. Parece que es lo que todos temían, y están agradecidos nunca haya hecho. O por lo menos eso es lo que ellos creen. Primera parte en la serie Vinewood; empieza en la Tercera Prueba, en el cementerio. Pre-slash, slash HP/LV

Disclaimer: Harry Potter y aquellos con los que se asocia no me pertenecen; él y todos los demás personajes/lugares/hechizos mencionados son propiedad de J. K. Rowling y la gente que trabaja con ella.

"..." - Cuando hablan normal

+...+ - Parseltongue

En cursiva – Hablan mentalmente, hechizos/maldiciones

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Alliances with the dark

-:-

"Podrías ser grandioso, sabes." Dijo el hombre mientras iba de un lado al otro delante de dónde Harry estaba atado en la lápida de piedra. Inconscientemente estaba repitiendo lo que el sombrero seleccionador le había dicho a Harry mientras el chico rogaba por Gryffindor por encima de Slytherin.

El adolescente ladeó la cabeza, mirando a Voldemort con curiosidad. La piel, que lucía como si estuviera hecha de escamas, era muy pálida, los ojos rojos brillaban en su cara sobre su nariz de serpiente. Escuchó un siseo en el habla del hombre. "¿Y cómo iba yo a conseguirlo?" Preguntó curiosamente.

Lord Voldemort paró de caminar y se acercó a la forma atada de Harry hasta que sus caras estaban solo a centímetros de distancia. "Solo tienes que unirte a mi. No te voy a mentir, o quedarme con información, no como Dumbledore." Escupió el nombre como si fuera una maldición.

Harry se miró los ojos de rubí mientras consideraba sus opciones. Era mucho más inteligente de lo que la mayoría creía, pero entre crecer con los Dudley y sus tíos, y haciéndose amigo del celoso Ron y la estudiosa Hermione, Harry había aprendido a esconder su verdadera personalidad.

Consideró la proposición que le dio el hombre. El Profesor Dumbledore le había dejado con una familia que había abusado de él mientras crecía y que nunca le dijo nada de su herencia. Mantenía secretos de Harry y ponía su vida en peligro cada año. Sus amigos evitaban que creciera como persona, y su padrino era un niño en cuerpo de adulto a causa de trece años en Azkaban. Aunque ese tipo había matado a sus padres, Harry estaba seguro que había tenido un buen motivo; a lo mejor se lo iba a decir.

La parte buena de la oferta del lord oscuro era la información, y la posibilidad de alejarse de la casa de sus parientes. Harry tenía un gran sentido de auto preservación, y llegó a la conclusión que Voldemort de entre toda la gente iba a ayudar a mantenerlo vivo. Después de todo, era Voldemort quien había tratado de matarlo cada año, y con una tregua, todo lo que tendría que preocupar a Harry sería mantener el secreto.

Voldemort se quedó en silencio mientras se miraba esos ojos de esmeralda que habían ayudado a devolverle la vida. Vio la decisión del chico, y sintió como una sonrisa ladeada aparecía en su cara.

Harry tomó aire y exhaló nervioso. Le dijo a un sonriente Lord Voldemort, "Yeah, de acuerdo, voy a unirme a ti. Pero espero que cumplas tu promesa de información. Ahora, ¿puedes soltarme? Esta estatua se me está clavando en la espalda."

El hombre mayor rió y agitó las manos. Las ataduras que aguantaban a Harry se rompieron y el adolescente cayó hacia delante … justo en sus brazos. Cogió al chico con facilidad. Y se sorprendió ante lo ligero que era. Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de Harry mientras recobraba el equilibrio poniendo las manos en los hombros de Voldemort. EL hombre le ayudó a mantenerse en pie y le devolvió a Harry su varita de acebo y pluma de fénix.

El Lord Oscuro ignoró el cosquilleo ligero que notó cuando tenía a Harry en sus brazos – ¡el chico solo tenía catorce años por el amor de Merlín! Guió a Harry hasta la tumba de su padre, donde el gran caldero estaba, pero no había el fuego encendido. Encontraron a Pettigrew todavía en luto sobre la pérdida de su mano. Con un suspiro de molestia, Voldemort le mandó un hechizo a la rata que cauterizó la herida para evitar que el hombre se desangrara.

"Gr-gracias M-Maestro." Tartamudeó Colagusano.

Voldemort agitó su mano, callando a la rata. Se giró hacia Harry, y sus miradas se encontraron de nuevo. "Si vas a quedarte vas a necesitar una máscara." Le dijo.

La mirada de Harry le preguntó por qué.

"¿Realmente quieres que Dumbledore sepa que ahora formas parte del lado oscuro? No te van a dejar volver a Hogwarts, y posiblemente va a tratar de matarte."

"Oh." Fue la respuesta del chico. "Pero de puede bloquear mi boca o mi nariz." Continuó con un escalofrío.

Voldemort sabía que Harry no le iba a contestar, así que evitó preguntas sobre eso. Para empezar, Voldemort le quitó las gafas a Harry y susurró un hechizo que iba a corregirle la visión de manera temporal – de otro modo la máscara no iba a encajar. "Cuando te pongas la gafas, el hechizo terminará." Avisó a Harry, y se ganó un asentimiento.

El hombre pasó un dedo por el brazo del chico donde Colagusano le había cortado para conseguir la sangre requerido por el ritual. Recogió unas cuantas gotas de sangre en el dedo mientras el joven siseaba de dolor. Con un gesto de la varita de tejo de Voldemort transfiguró la sangre en una media máscara, de color blanco con diseños rojos. "Como está hecha con tu sangre, solo tú la puedes quitar a no ser que le des permiso a alguien." Explicó el hombre.

Harry asintió con la cabeza y inclinó la cabeza hacia Voldemort para que este pudiera ponerle la máscara. Sintió un zumbido de magia alrededor de sus bordes, y se pegó a su cara sin necesidad de atarla alrededor de su cabeza.

"¿Lo entiendes?" Preguntó Voldemort, tirando ligeramente de los bordes. La cara de Harry se movió con los tirones, haciendo inclinar al chico. Voldemort soltó la máscara pero mantuvo sus manos en Harry. Pasó los dedos por el pelo despeinado, haciendo que su magia lo alargara y añadiera mechas de color púrpura y azul. Finalmente, Voldemort agitó su varita y la ropa de Harry se convirtió en una capa negra con unos pantalones de cuero, una camisa esmeralda y zapatos planos. Deslizó las gafas en un bolsillo del lado de la capa.

"Estoy imposible de reconocer." Dijo Harry cuando le mostró su reflejo en un espejo conjurado.

"¿Qué crees, es tolerable?" Preguntó Voldemort, girándose hacia Pettigrew para llamar a sus seguidores.

Desde su visión periférica, podía ver como el adolescente asentía felizmente, aún mirando a su reflejo. "Si, y mucho, Voldemort."

EL hombre ignoró el hecho que el chico había dejado de usar su título. Por lo menos no se estaba dirigiendo a él por su odiado nombre muggle. "Dame tu brazo." Le siseó al lloriqueante Pettigrew, que aún lloraba la pérdida de su mano. El idiota no se daba cuenta que podría haberse limitado a cortar un dedo en lugar de la mano entera.

La rata le dio su humeante brazo derecho. "¡Esa no, idiota!" Exclamó Voldemort. LA rata gimió de nuevo pero le dio el brazo con la marca tenebrosa. Colagusano siseó ante el súbito dolor de la llamada del Círculo Interno de Voldemort. Éste oyó a Harry gruñir tras de él, y giró su cabeza justo para ver al adolescente presionar una mano en su frente con una expresión de dolor en la cara. La máscara de Harry estaba agarrada en la otra mano, colgando de sus dedos por los agujeros de los ojos mientras gemía de dolor.

Lord Voldemort soltó a Pettigrew y fue hacia Harry. El adolescente todavía se estaba agarrando la cabeza, y Voldemort no tardó a apartarle las manos y sustituirlas con las suyas. Sintió la calidez que desprendía de la cicatriz. Un hechizo murmurado y la presión de sus labios en la zona ardiendo bajó la temperatura de la piel de Harry.

Ojos abiertos como platos le miraban, miles de preguntas en sus profundidades; Voldemort volvió a poner la máscara en la cara de Harry, escondiendo los ojos momentáneamente. El adolescente no pudo decir nada ya que los seguidores de Voldemort empezaron a aparecer en ese momento. Donde antes habían espacios vacíos, ahora había un gran círculo compuesto de figuras encapuchadas, todas de rodillas ante ellos.

"¡El cuerpo de Cedric y la copa!" Le recordó Harry mientras Voldemort se giraba, tomando la visión de estar alrededor de sus Mortífagos de nuevo. Había muchos agujeros entre ellos – tendría que poner arreglo en ello pronto.

Voldemort miró alrededor y vio la figura tirada al suelo fuera del círculo. Usó un hechizo para que no notaran la presencia del alumno muerto y la copa de la competición con un asentimiento de agradecimiento a Harry. Los labios rojos formaron una sonrisa que mostró todos sus dientes, y Voldemort devolvió su atención sus seguidores, que ahora estaba en pie.

Aunque él sabía sonde la mayoría de los que faltaban estaban, Azkaban o Hogwarts, le preguntó a los que le eran leal si sabían donde estaban, "¿Y dónde está Crouch?" Preguntó. "¿Snape? ¿Karkaroff? ¿Dónde están ellos?"

"¡Lo sabía!" Oyó que exclamaba Harry.

"¿Saber qué?" Preguntó él, atrayendo la atención de los Mortífagos a la presencia del adolescente.

Vio como Harry sonreía de lado. "Que Snape era un Mortífago, por supuesto. Es demasiado malo como para no serlo."

Voldemort negó con la cabeza afectuosamente, con una sonrisa en la cara. Sus pensamientos explotaron – ¿cómo era posible que le tuviera afecto a un adolescente en solo media hora, cuando le había estado tratando de matar durante años? Estudió al chico con cautela mientras seguía hablando con sus seguidores. Estaba bastante contento de ver que ninguno de ellos sabía que Crouch estaba vivo, pero se cabreó al escuchar que Karkaroff, el cobarde, les había desertado.

"Un equipo de vosotros va a cazar a Karkaroff. Mis otros dos son espías, uno en Hogwarts, y el otro con Dumbledore. Si no queremos que Karkaroff suelte más nombres de los que ha soltado, necesitamos encargarnos de él, y pronto."

"Espero que está muerto para la semana que viene." Le dijo Voldemort, pasando los dedos por su varita de tejo amenazadoramente.

Unos cuantos Mortífagos asintieron, señalando que ellos serían los que iban a cazar y matar al traidor.

"Ahora," Empezó de nuevo. "Quiero que empecéis a juntaros de nuevo. Necesitamos más gente en el ministerio. Reclutad a gente joven y ambiciosa que quiera ser auror, estar en las oficinas. En lugares importantes. Poned hechizos de grabación en sus pertenencias en lugar de en sus personas; es demasiado fácil de notarlos. Hablad con ellos después que hayan demostrado que no forman parte del otro bando. Los rangos necesitan llenarse si queremos completar nuestros planes."

La anticipación en el aire era espesa. Con un gesto, Voldemort hizo marchar a sus seguidores. Todos y cada uno de ellos se arrodillaron a besar el pie de su túnica y se aparecieron a sus casas. Todos menos Colagusano y Harry se fueron en cosa de momentos, ninguno quería enfrentarse a la ira del Lord Oscuro.

Voldemort suspiró y se frotó la cara con las manos. "La mayoría de ellos son idiotas; va a ser un milagro si algo está hecho cuando yo lo necesite. Colagusano, limpia todo esto y vuelve a la mansión." Miró a su alrededor y recordó el hechizo que puso en el chico muerto para que nadie lo viera. Lo quitó y se miró al Diggory al que había matado con el Avada Kedavra sin expresión.

Harry dijo, "Deberíamos devolverlo al laberinto; estoy seguro que sus padres van a querer el cuerpo."

Voldemort fijó su atención al chico vivo; ignoró los lloriqueos de Colagusano mientras movía el gran caldero de donde estaba y borraba las señales del fuego, todo con una sola mano. "¿Cómo vas a volver a Hogwarts?" Preguntó.

Se encogió de hombros. "Podrías maldecirme un poco, llamar a Snape, y hacer que él me devuelva a la escuela."

El hombre mayor se lo pensó. "No es un mal plan. Creo que deberíamos decirle que estás conmigo ahora y Obliviarle si trata de decírselo a Dumbledore."

"Eso suena muy bien." Harry sonrió, sus dientes blancos en la casi oscuridad.

Voldemort tragó y desvió la mirada. "Bien, vamos de vuelta a la mansión. Vamos a ver si te gusta el lugar."

"De acuerdo."

Harry evitó usar magia cuando se dio cuenta que podían rastrearla al cementerio, donde no quería que le encontraran. Voldemort usó un Wingardium Leviosa para levitar la copa del Torneo de los Tres Magos encima del cuerpo de Cedric, el cual desapareció un minuto después cuando el traslador entró en contacto con su piel.

El más temido de las Lord Oscuros extendió el brazo derecho hacia Harry. "Agárrate fuerte; Aparecerse es mucho más rápido que andar."

Harry se cogió del brazo del hombre, y experimentó la asfixiante sensación de la Aparición. En un momento estaban en el cementerio, y el siguiente fuera de una puerta de acero. "Tengo que añadirte a las barreras de la casa." Explicó Voldemort. Rió cuando el adolescente se le agarró para recobrara el equilibrio.

Cogió con fuerza a Harry, ya que no él no podía hacerlo por si mismo, y se Apareció en la sala del trono, o el Gran Salón, de la mansión familiar de su padre.

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El lugar era bastante decrépito, pero Voldemort tenía a muchos de los elfos domésticos de sus seguidores limpiando. La antigua mansión estaba progresando su condición cada día mientras la magia la iba fortaleciendo.

Las barreras incluían un Fidelius; como la que la Orden del Fénix, el grupo anti-oscuridad de Dumbledore, usaban como cuartel general, con el guardián secreto siendo Nagini, ya que solo él, y ahora Harry podían entender el parsel. El hechizo impedía que aquellos que no sabían el secreto pudieran entrar, lo que eran todos los seguidores de Voldemort a no ser que les llamara con la Marca Tenebrosa.

Barreras anti-detección-de-magia rodeaban los terrenos también, porque Voldemort no quería que el residuo de los hechizos fuera rastreado a un lugar vacío donde iban a poder destruir el Fidelius.

Había barreras anti-animagus, aunque Pettigrew estaba añadido a las barreras porque era un buen espía, aunque estaba nervioso la mayor parte del tiempo.

Las barreras anti-Aparición tenía la marca tenebrosa añadida, y a veces hacía pequeñas excepciones para que pudiera pasar la marca tenebrosa y un acompañante. Tenía que añadir la signatura mágica de Harry a las barreras, ya que planeaba enseñarle al chico a Aparecerse y a ser Animagus, aunque Voldemort mismo no tenía la capacidad de hacer lo último. Esperaba que eso cambiara, y pronto.

Había una barreras repelentes de muggles muy potentes en el lugar, ya que no quería que se preguntaran por qué la mansión ya no estaba en su lugar, aunque nunca llegaron a derruirla. Un día de esos, iba a ir al pueblo a Obliterar la existencia de la mansión Riddle del al mente de la gente, pero iba a tener que ser cunado tuviera más seguidores – por supuesto iba a hacer que ellos hicieran el trabajo sucio.

~~~ooo~~~

Conjuró una silla para Harry al lado de la suya propia encima de la tarima que había en el Gran Salón. Le hizo una seña a Harry para que se sentara mientras consideraba si debía mandar una señal de magia a través de la mansión para Nagini, su familiar y horrocrux. Era una serpiente Inland Taipan sobrecrecida de Australia, pero como una de las serpientes más venenosas del mundo, dependía de ella para sobrevivir mientras esperaba ser devuelto a su cuerpo. Decidió no llamarla, guardando el encuentro para más tarde.

"¿Qué estabas pensando?" Le preguntó a Harry. El adolescente le estaba mirando, con los ojos abiertos a más no poder. Se había quitado la máscara, y se la había dejado en el regazo como si ella, también, le estuviera mirando. Voldemort se miró con cautela al chico silencioso sentado delante de él.

Harry se encogió de hombros, y se relajó. "No lo sé; la mayoría de la gente que vivió la última guerra dicen que eres excesivamente cruel, y aun así solo vas a hacer que maten a Karkaroff porque te ha traicionado. Hoy nadie ha sido castigado con la maldición Cruciatus, aunque supongo que vas a usarla en Snape si no se presenta, o trata de escapar conmigo."

"Ha sido, en general, como una reunión normal en un grupo, excepto cuando se han arrodillado a besar las puntas de tu túnica. ¿Por qué hacen eso?"

Él se encogió de hombros. "Un día, uno de los que estaba torturando lo hizo para suplicarme que dejara de maldecirlo, y los otros lo vieron y lo copiaron. Ahora, ya es algo normal. Aunque normalmente , cuando estamos en un lugar como este, los mortífagos solo se arrodillas y se Aparecen fuera de aquí. Es mucho más simple de ese modo. Y no tengo que limpiar las túnicas antes de volver a usarlas."

Harry sonrió irónicamente. "Así que si estuvieras en pie y yo me arrodillara y te besara los pies, ¿qué harías entonces?" Preguntó el adolescente, con un leve sonrojo en las mejillas.

Voldemort no tenía respuesta, estaba sin palabras. Fue salvado por la llegada de Colagusano, quien básicamente se arrastró por el suelo de piedra, con algo de dificultad al tener solo una mano. La desgracia de hombre extendió su brazo en el último escalón hacia la tarima, con la marca tenebrosa al aire. Voldemort suspiró y le sonrió con cautela a Harry. Bajó las escaleras hasta que estuvo lo cerca suficiente para presionar su varita a la Marca Tenebrosa, siseando, +Severus Snape+ para que solo acudiera ese hombre.

Hizo que Colagusano se marchara y se sentó en su trono. "Deberías volver a colocarte la máscara; no queremos que sepa que eres tú hasta que nos hayamos decidido." Le dijo al chico. "¡Y siéntate con la espalda erguida!"

Harry le mostró los dientes amenazadoramente, y Voldemort le levantó una ceja. Harry le sonrió de lado y se puso la máscara en la cara hasta que la magia de sangre se activó. Dejó caer la mano sobre su regazo, donde sus dedos se entrelazaron formando nudos que parecían imposibles.

Voldemort se encontró mirando impresionado a los largos dedos. Meneando un poco la cabeza, se inclinó para separarle las manos con las suyas, y se las cogió con las suyas. "Para de hacer eso; esta espera me pone lo suficientemente nervioso sin tener que ver tus propios nervios." Se quejó Voldemort.

Harry sonrió pero le hizo caso. Ninguno notó que sus manos se habían quedado juntas en el regazo de Harry. Un suave sonido de Aparición se oyó en la distancia, igual que el sonido de pasos apresurados y una respiración jadeante. Snape entró en el salón, con la túnica ondulándose tras él. Su máscara escondía su expresión facial, pero su nariz era suficiente para identificarle.

"Sseveruss Ssnape." Siseó el hombre, sus palabras sonaron siseantes como siempre que hablaba con sus mortífagos.

Snape miró a su alrededor, mirando a su acabado de revivir maestro sentado en un trono tomándose de la mano con un chico menor con aspecto algo femenino. No vio a nadie más así que procedió a dar una rápida reverencia ante ellos y se quitó la máscara. El escudo blanco no estaba hecho con sangre, pero tenía la forma de su cara y se pegaba con magia. Snape deslizó la máscara en su bolsillo y miró inexpresivamente a su lord.

Como si se diera cuenta de la posición en la que estaba, Voldemort apartó su mano de la de Harry, sus largos dedos enfriándose al separarse de los del chico. Se uso en pie, y bajó los tres escalones de la tarima con calma para quedarse cara a cara con Severus. "¿Qué ha pasado?" Le preguntó al ver el pánico cuidadosamente escondido en los ojos oscuros.

"El crío Potter no ha vuelto de donde el traslador le ha llevado; el trofeo volvió con al cuerpo de Diggory, pero no con el chico, y el resto de la escuela está en pánico por ello. En el caos, me he podido ir sin que me detectaran." Dijo con voz monótona.

"Ya veo." Contestó Voldemort secamente. Por el rabillo del ojos, Voldemort vio que el adolescente se inclinaba hacia delante en su silla, sus ojos esmeralda mirando mal al mensajero.

El movimiento captó la atención de Snape. "¿Cuál es su papel en la orden?" Preguntó, señalando con un gesto a la figura sentada.

Voldemort le dio la espalda al espía, dando unos cuantos pasos. Fue alrededor de la silla de Harry, sus dedos pasando por su largo cabello. "No estamos seguros." Contestó. "Pero es mío y eso es todo lo que importa." Voldemort sintió la pequeña presión de Harry apretándose contra su mano, y sus labios se estiraron para formar una sonrisa. El adolescente era bastante afectuoso con esos que le trataban de hacer daño, se dio cuenta.

Una de las manos de Voldemort pasó por el hombro derecho de Harry y después por el brazo del chico hasta que llegó al codo. Gentilmente le apartó la manga para mostrar el corte de navaja que Pettigrew le hizo para devolverle vida. "¿Tienes encima alguna de tus pociones curativas?" Le preguntó a Snape. Pasó un dedo por la herida, tomando sangre en su dedo.

Harry ignoró el escozor que le provocó, en su lugar se concentró en la mano que estaba acariciando su cabello.

Snape notó cuando Voldemort lamió al sangre de su dedo, aparentemente sin darse cuenta, y volvió su atención al chico de cabello multicolor. "Si, mi Lord." Contestó él, aparatando su atención de la herida del chico y concentrándose en el que controlaba la Marca R¿Tenebrosa. "Tengo una crema, pero no una poción."

Voldemort hizo una seña para que se acercara. "Tráela." Exigió.

Con cautela, Severus metió la mano izquierda – la que no cogía la varita – en el bolsillo delantero de sus pantalones y sacó un pequeño vial para heridas graves. Subió a la tarima lento pero seguro y se paró tensamente al lado de su Lord y el chico.

El brazo se levantó y se extendió en su dirección y Severus cogió la muñeca gentilmente, con cuidado de no apretar. Encontró raro que el chico no hubiera hablado ni una vez en su presencia, pero dejó que el pensamiento fuera al fondo de su mente.

Severus quitó el tapón del vial con los dientes y lo escupió al suelo, donde rodó un poco y se quedó quieto. Rápida pero limpiamente, Severus inclinó el vial sobre la herida y miró como la crema caía. La mayoría de cremas eran una pasta más densa, pero esta estaba diseñada para una rápida aplicación.

Se oyó un leve chisporroteo cuando los ingredientes de la crema curaron la infección, y Severus se sorprendió de no oír sonidos del herido. Le miró a la cara y vio al adolescente mirándole con ojos esmeralda, iguales a los de Lily Evans-Potter. Snape se quedó congelado donde estaba arrodillado y sintió como sus ojos se abrían a más no poder. La única persona que nunca había visto con los ojos de Lily era Potter, el hijo de su ex-mejor amiga. Eso quería decir...

Severus se levantó y dio un paso atrás, controlándose un poco antes de caer de la tarima. "¡Potter! ¿Qué está haciendo aquí? ¿Por qué no has vuelto a Hogwarts?" Su respiración venía en jadeos, y Severus se maldijo a si mismo por no preguntar por el chico antes. Le había prometido a Lily que iba a proteger a su hijo. Estaba más que seguro que tener a Potter allí no era protegerle.

Miró con cautela como el chico retractaba su brazo hacia su propio regazo, pasando los dedos por la herida, que se estaba curando ya. Una traza de sangre le quedó en las uñas, y Potter, también, la lamió sin darse cuenta que lo hacía. "He decidido que me conviene mucho estar en el mismo bando que Lord Voldemort en la guerra en lugar del de Dumbledore. Si sientes el deseo de salir corriendo de este encuentro con la información que tienes hasta ahora a contarle al Director, te vamos a capturar, Obliviar, y asesinar por ser un espía. ¿Entiendes eso, Profesor Snape?" Preguntó Harry. Su mirada se centró en Severus.

"Estás bromeando." Dijo Severus inexpresivamente.

"Te aseguro, Severus, que Harry está hablando en serio."

Severus se miró boquiabierto a la pareja. Voldemort pasó sus dedos por el cabello de Harry una última vez y volvió a su trono. Rápidamente conjuró una silla detrás de Severus, extendiendo la tarima unos cuantos metros a la misma vez.

"Estás atrapando moscas." Le dijo Harry a Severus. LA boca del hombre se cerró con un snap cuando procesó el humor muggle. Por lo que podía ver de la sonrisa irónica del Lord Oscuro, él también lo había entendido. ¿Por qué el Lord Oscuro sabía bromas muggle?

Severus se sentó en la silla conjurada con presteza, aún mirando inexpresivo a su lord y al chico escapado. Potter se quitó la máscara rojo sangre de la cara, mostrando claramente sus facciones a la habitación. Levantó su brazo a nivel de sus ojos y examinó la herida. Sangre seca se estaba resquebrajando mientras la crema lo curaba. "Eso me va a dejar cicatriz." Dijo Harry.

Snape rodó los ojos. "No lo va a hacer, Potter." Le dijo al adolescente.

Harry le miró, y volvió su atención a la herida de nuevo. "Si lo hará; no importa qué pociones apliques, todo lo asociado con Lord Voldemort," Dijo él, asintiendo hacia Voldemort, "se me cura completamente. Creo que tiene algo que ver con la cicatriz de la maldición, pero nuca he estado muy seguro."

"Dame un ejemplo." Le retó Snape.

Harry se subió aun más la manga, mostrando un óvalo de piel blanca de cicatriz. "Segundo año; incluso con lágrimas de fénix quedó cicatriz." Contestó.

Las cejas de Severus se elevaron de sorpresa. "¿Y con qué te hiciste eso?"

Harry se preguntó por qué el hombre no lo sabía, pero llegó a la conclusión que Dumbledore no debía haber sentido la necesidad de contárselo. Era una lástima; Harry podría haber sobornado al hombre con partes de basilisco a cambio de que Snape le ignorara en clases. "Un colmillo de basilisco me travesó el brazo; se me clavó en el hueso cuando penetró mi brazo."

Voldemort hizo una mueca. "Lo siento por eso, Harry. Mi yo joven era un poco... engreído... con su superioridad del Parsel, y con las serpientes en general."

"¿Estás intentando decir que ya no lo eres? ¿Y qué con Nagini, la serpiente más venenosa de tierra que existe hoy por hoy?"

Un sonrojo apareció en el rostro de Voldemort – el hombre le echó la culpa a estar en un cuerpo nuevo y a no estar acostumbrado a él – mientras contestaba, "Ella era necesaria para mi supervivencia."

Los ojos esmeralda rodaron. "Por supuesto, y yo soy ingenuo."

Un ceja se levantó ante la conversación. "Y yo soy el Profesor Snape." Le dijo Severus a Harry, uniéndose a la conversación. Tendría que preguntarle al chico por los restos del basilisco más tarde.

Harry frunció el ceño en confusión; Voldemort se lo miró todo divertido. "Pero tu eres el Profesor Snape – ¿a no ser que prefieras que te llame Sev?"

Severus atragantó. "Dios lo perdone – si debes, es Severus, nunca Sev. Y si eres ingenuo, Potter. Este torneo lo ha demostrado."

El engendro de Potter le asesinó con la mirada. "Explícame cómo podría haberme escapado de esta, entonces." Le dijo al maestro de pociones.

"Las normas son que un competidor debe competir hasta su nivel de enseñanza – nada más es necesario. Podrías haber tratado algo simple, como mandar un hechizo hacia el dragón, y retirarte porque no sabías nada más."

Harry frunció el ceño. "El profesor Dumbledore insinuó que debería hacerlo lo mejor posible."

"Pero no tuviste en cuenta la auto-preservación Slytherin cuando se te ocurrió la estrategia, ¿cierto, Harry?"

Él suspiró y se apoyó contra el respaldo de su silla, cerrando los ojos y presionando sus dedos en sus sienes. "Supongo que no lo hice, Voldemort."

Severus dejó escapar una corta risotada. "Potter no tiene ni un solo hueso de Slytherin en su cuerpo; es completamente Gryffindor como su padre."

Voldemort le miró con cautela. "¿Necesito ir a por Nagini? Creo que sería más fácil matarte y mandar a Harry con tu cuerpo que Obliviarte a este punto."

La sangre se fue de la cara de Severus, dejándole más pálido de lo normal. "Por favor, no, todo menos la serpiente." Contestó él, bajando de la silla y arrodillándose. Había visto a Nagini matar a alguien antes – primero el veneno paralizaba a la víctima, y entonces lentamente absorbía la magia de ellos. Con la pérdida de la magia, la víctima moría del shock. Era una manera muy dolorosa de morir, si los gritos de esos desgraciados era alguna indicación.

"Para tu información, Severus, el Sombrero Seleccionador quería meterme en Slytherin. Solo después de que le rogara me metió en Gryffindor. Así que hay una buena cantidad de huesos Slytherin en mi cuerpo."

Severus estaba estupefacto. ¿Potter casi acabó en su Casa? Estaba a punto de preguntarle al chico por qué sintió la necesidad de no estar en Slytherin cuando su lord habló de nuevo. "Bien, Severus, ¿vas a ayudar a engañar a Dumbledore, o te tengo que matar?"

Severus bajó la cabeza y la levantó, conectando su mirada con la de su Lord. Dejó que el hombre entrara en su mente, sintiendo el Lord Oscuro deslizarse alrededor de sus barreras y protecciones para que pudiera ver la verdad. Unos minutos después y la presencia desapareció de su mente hasta que sus pensamientos eran suyos de nuevo. "Voy a ayudarle, mi lord. ¿Qué desea que haga?"

"Bien, por una vez podrías decir la verdad, Severus." A Harry, Voldemort le dijo, "Esta magia se llama Legeremancia, y es cuando uno invade la mente de otro. La magia opuesta y protección de la Legeremancia, en al que Dumbledore destaca, se llama Oclumancia, donde uno construye una barrera en su mente, algún lugar en el que esconder sus pensamientos." Harry asintió y absorbió la información. "Sé que Severus tiene unos cuantos libros que deberían ayudarte en eso para que Dumbledore no pueda meterse en tu mente. Dáselos y asegúrate que le explicas todo lo que no entienda." Le ordenó al Maestro de Pociones.

Entonces le sonrió a Severus, y para Snape, parecía fuera de lugar en la car de serpiente. "Voy a necesitar que me ayudes a maldecir un poco a Harry. Puedes volver con él y decir que le has salvado del corte que le abandoné para que muriera al lado de la tumba de mi padre. Eso va a explicar la poción en su brazo, y puedes decir que era mucho más profundo, casi hasta el hueso, y que la arteria estaba cortada." Se giró hacia Harry. "Voy a ir a recogerte este verano. Nos vemos en once días; vas a estar con tus parientes una noche y voy a mandar a alguien, lo más seguro es que sea Severus, a recogerte el día cinco."

Harry miró entre los dos durante un rato, procesando el plan y preguntándose si sus máscaras iban a estar en par con el reto. "De acuerdo, lo voy a hacer." Estaba indeciso, pero Harry sabía que era mejor para él volver y que no sospecharan de él y no tener a Dumbledore y los demás tras él para la eternidad, o bastante cerca.

Snape sonrió maliciosamente de repente. "Vas tener que usar la Cruciatus, mi Lord. Es lo que usabas cuando estabas en control en años previos; si Dumbledore cree que no has cambiado, no va a sorprenderse mucho de que haya conseguido huir con Potter vivo." Seguro, Potter estaba en el lado oscuro ahora, pero Potter aún odiaba al incompetente chico.

Voldemort miró mal a la nada mientras Harry asesinaba con la mirada a Severus, con el desagrado claro en los ojos. "He visto lo que ese hechizo hace; Viktor lo usó contra Fleur en el laberinto. Preferiría que lo usaras contra mi, muchas gracias."

El hombre do ojos color rubí suspiró y dejó caer su cabeza contra el respaldo de su trono. "Tiene razón, Harry. Voy a dejarlo por último para que para que te curen de inmediato, pero vas a necesitar residuo del hechizo para que no parezca improbable que te dejara a morir sin tortura."

Harry hizo un puchero, cruzándose de brazos sobre el pecho y levantando la barbilla al aire. Voldemort suspiró y se levantó, caminando y luego arrodillándose al lado del adolescente protestante. Snpae no podía oír lo que el hombre le estaba suspirando al chico.

+¿Realmente quieres que Dumbledore tenga sospechas?+ Le siseó Voldemort a Harry. Usó parsel porque sabía que Severus no podía entenderlo, pero habló en voz baja como si necesitaran extra seguridad. +Si tiene sospechas, va a poner gente alrededor de tu casa, y no voy a poder ir a por ti. ¿Acaso disfrutas vivir con los muggles durante todo el verano? Si el odio que has mostrado por ellos es algún tipo de indicación, vivir con ellos debe ser parecido a mi historia en el orfanato.+

El habla sibilante le dio escalofríos a Harry, dejándole sorprendido de la audacia que mostraba Voldemort. Estaba siendo bastante posesivo, de eso no había duda, especialmente si no quería que Harry fuera controlado por el viejo y sus amigos. +¿Orfanato¿+ Preguntó. Harry bajó la barbilla y se descruzó de brazos, poniendo una de sus manos sobre la que Voldemort había usado para mantener el equilibrio. Voldemort giró la mano para poder coger la de Harry en un gesto gentil.

+Te lo voy a explicar durante el verano si dejas te que maldiga durante un minuto.+ Devolvió Voldemort.

Harry cerró los ojos. +De acuerdo, lo haré.+ Le dijo al hombre. +Pero si te pasas del minuto, voy a estar muy enfadado contigo.+

"Buen chico." Murmuró Voldemort. Pasó su mano desocupada por el cabello de Harry, quitando el glamour. Sacó las gafas del bolsillo donde estaban y las deslizó sobre los ojos de Harry. El hombre tomó la máscara abandonada y la metió en uno de sus propios bolsillos; al hacer sonar los dedos deshizo la transfiguración de la ropa de Harry, volviéndolas en la ropa del torneo de nuevo.

+Ven aquí, Harry.+ Le dijo Voldemort. El dúo de puso en pie. Voldemort estaba aguantando la mano de Harry para confortarlo. El adolescente siguió al hombre con mínima resistencia, y mantuvo su cara baja incluso mientras el hombre cancelaba su silla y la de Snape y le guiaba bajo de la tarima.

Snape les siguió, mirando sus manos entrelazadas. Esto era ciertamente algo en lo que no había pensado de la vuelta de su señor. Su maestro siseó de nuevo una vez hubieron llegado fuera y estaban en un lugar lleno de césped, y Potter se tumbó en el suelo sobre su espalda. Severus llegó a la conclusión que su lord le había dicho que se tumbara ya que sino se podía hacer daño al caer a causa de la Cruciatus.

Voldemort sacó la varita y la apuntó a Harry, con una disculpa en la mirada. Con un murmurllo, una luz roja salió de la punta y chocó con Harry.

El adolescente se dobló al aire, con solo la cabeza y los talones tocando el suelo. No hizo ningún tipo de ruido mientras la maldición le afectaba, pero se mordió el labio hasta sangrar. La sangre brotaba de la herida mientras su espalda se quejaba por la posición en la que estaba y se caía rendido al suelo sin esperanza, aún silencioso.

Voldemort alternaba entre mirar a Harry y el reloj de arena de un minuto que tenía en la mano. Una vez cada grano de arena estuvo en la parte baja, Voldemort, deslizando el diminuto reloj en un bolsillo, canceló la maldición y cayó de rodillas al lado de la elegante figura de Harry. El hombre hizo un gesto para que Snape fuera a su lado, ya que el otro estaba ya preparado con pociones que contrarrestaban los efectos de la Cruciatus. Voldemort limpió la sangre de la barbilla de Harry con los dedos de su mano izquierda. La esparció por el suelo, murmurando unas palabras en pársel que iban a añadir al chico a las barreras. Ayudó a Severus a abrirle la boca al adolescente para poder hacerle tragar las pociones y masajeó su garganta para hacerle tragarlas.

Harry se atragantó por el gusto que le asaltó la lengua e hizo arder el labio mordido, pero el dolor ardiente de sus músculos empezó a desaparecer. Mantuvo los ojos cerrados mientras esperaba que la poción le anestesiara el dolor.

+La Maldición Cruciatus ataca a los nervios y a los receptores del dolor del cuerpo, esencialmente friéndolos. Se dice que el dolor ha hecho enloquecer a muchos. Los padres de Neville Longbottom son muestra de ello.+ Dijo Voldemort. La cabeza de Harry yacía en su regazo mientras los dedos de Voldemort pasaban por su suave cabello para calmarlo.

Harry abrió los ojos, mirando a los de Voldemort. +¿Qué pasa con los padres de Neville?+ Preguntó con curiosidad.

Los ojos rojos miraron a la nada. +Los Lestrange, bajo mis órdenes, atacaron a los Longbottom la misma noche que fui tras tu familia, ya que él también era un candidato para ser el niño de la profecia. En lugar de matarlos con un simple Avada Kedavra, sus padres fueron torturados bajo las Cruciatus hasta que sus mentes se rompieron. Viven en St. Mungos, el hospital de los magos, ya que no tiene ninguna noción de donde, ni quienes son.+

Harry movió su cabeza en un leve asentimiento. Eso explicaba por qué Neville reaccionó tan fuertemente cuando les mostraron la maldición en clase de Defensa.

+¿Ya eres capaz de volver, Harry?+ Le preguntó Voldemort, con preocupación evidente en su siseo, si no en sus expresión.

Harry suspiró, +Supongo, aunque protesto contra volver a hacer esto, Voldemort.+

EL hombre sonrió de lado. +Lo sé, pero solo van a ser once días hasta que estemos aquí de nuevo. Solo vuelve con Severus, y él te irá a recoger de la casa de tus parientes.+

Harry frunció el ceño. Se levantó torpemente del suelo antes de finalmente conseguir rodar sobre sus rodillas y ponerse en mano. Le extendió la mano a un sonriente Voldemort, y ayudó a ponerle en pie.

+¿Quien es Crouch?+ Preguntó con rapidez, recordando la conversación durante el encuentro que le había presentado la idea del Profesor Snape siendo un Mortífago.

Voldemort se encogió de hombros. +Es un mortífago que está estacionado en Hogwarts. Severus no sabe que está allí; es mi segundo espía en caso que Severus acabe estando en el bando de Dumbledore antes de acabar la noche.+

Harry ladeó la cabeza. +¿Así que lo conozco?+ Voldemort y él empezaron a caminar de vuelta al camino de la zona de césped donde le habían torturado. Snape les siguió de cerca, molesto por el hecho de que no podía entender nada de su conversación porque era en pársel. Aún así, pensaba que era muy interesante oír a dos humanos hablar la lengua de las serpientes, en lugar de escuchar a su maestro hablar con su serpiente gigante Nagini.

El lord le sonrió de lado. +Es un instructor en tu escuela.+ Respondió vagamente.

Harry pensó en la semi-respuesta. Solo había un profesor que cambiara cada año, y los demás actubana como siempre lo había hecho durante los años anteriores. Sonrió contento consigo mismo. +Es el Profesor Moody, ¿no es así? ¿Pero cómo lo hace para esconderlo? ¿No tendrá sospechas el Moody de verdad de que alguien use su imagen para estar más cerca de Dumbledore?+

+Poción multijugos, por supuesto. Y creo que Crouch ha reportado que tiene al hombre escondido en un compartimento de su propio baúl, bajo los efectos de un Aturdidor o la Imperius. Barty también ha reportado que eras capaz de soportar la Imperius. Eso es bastante impresionante, Harry.+

+Gracias.+ Contestó el chico, sonriendo al hombre mayor. +Y esa explicación tiene sentido. También explica porque siempre está bebiendo de esa petaca suya.+

EL hombre estuvo de acuerdo con él. Para entonces, el grupo se había reunido en la entrada a la mansión de Voldemort. Snape estaba impaciente, sus dedos moviéndose nerviosas cada dos por tres.

"Once días." Susurró Harry mientras miraba al horizonte, con la expresión triste.

"Vas a estar de vuelta antes de que te des cuenta." Contestó Voldemort para tranquilizarlo. Pasó un brazo por las hombros del adolescente y le dio un abrazo a Harry, apoyando la barbilla en el nido de pájaros que era su cabello.

"No es suficientemente pronto." Gimió Harry contra su hombro, pero se soltó, enmascarando su expresión con lo que parecían años de práctica. Voldemort sentía curiosidad por ese hecho, pero se estaba haciendo tarde y Severus aún tenia que devolver a Harry a Hogwarts.

Voldemort le hizo un gesto a Snape para que se acercara. "Vuelve a Hogwarts, Severus. Espero que le llevas y cubras a Harry. Vuelve a mi el día cuatro, o te voy a llamar, dolorosamente."

Severus tragó duro y trató de esconder su reacción. Asintió y extendió el brazo a Potter. "Aguanta mi brazo con las dos manos, y voy a Aparecernos en los bordes de las barreras de Hogwarts. No te sueltes sin importar lo que sientas."

Harry se puso a su lado, compartiendo una última mirada con Lord Voldemort. Agarró el antebrazo de Snape, sus dedos aplastando su túnica contra su piel de manera incómoda. "Mi Señor." Le dijo Snape a Voldemort, bajando la cabeza hacia el hombre. Un rápida medio paso hacia delante, unido a un giro, y él y Harry estaban en el vacío. La presión le aplastó contra Harry unos segundos y llevó al dúo justo delante de las puertas de Hogwarts.

Harry cayó de rodillas, teniendo arcadas. Contra su voluntad, Severus, se encontró reconfortando al adolescente. Recordaba su primera Aparición compartido muy bien, ya que había acabado vomitando al llegar a su destino. Pasó los dedos por el cabello de Harry asta que el adolescente estuvo lo bastante bien para ponerse en pie. El cabello de Harry tenía la misma textura que el de Lily, recordó Severus distraídamente.

Severus agitó la varita hacia la puerta. Reconociendo su signatura mágica, la parte izquierda de la puerta se abrió. Los dos entraron, Harry caminando al lado de Severus. Cuando los dos estuvieron el los terrenos de la escuela, la puerta se cerró de un golpe. El sonido de unas voces gritando asaltó sus oídos cuando Harry y Snape se acercaron al campo de Quidditch. La gente se se juntaban, los padres alrededor de sus hijos protectoramente.

Un círculo de túnicas amarillas, con el negro de los profesores alrededor del grupo, estaba en los bordes del laberinto, y era el centro de la mayoría del griterío. Harry llegó a la conclusión que el cuerpo de Cedric debía estar en el círculo del laberinto, seguramente acompañado de sus padres. Él y Snape intercambiaron una mirada, y el hombre le miró pasivamente. Harry suspiró de nuevo; el engaño dependía de él. Harry tropezó, cayendo contra el costado de Severus. Puso sus brazos alrededor del hombre para mejorar su equilibrio, procediendo hacia el borde del grupo. Snape andaba tensado, un brazo alrededor de la cintura del adolescente para que no tratara de escapar. Además, los efectos de la poción iban a pasar en cualquier momento, y seguramente el dolor iba a tirar a Potter al suelo.

Una Hufflepuff fue echada a un lado cuando Harry y Snape entraron en el círculo. Ella gritó. "¡Profesor! ¡Lo has traído de vuelta!" Se movió para tratar de apoyar a Harry, pero el Profesor Snape la empujó fuera de su camino, un oscuro aviso en su cara. La alumna dio un paso atrás, junto a los demás que Snape había apartado de su camino. Al ver lo ocurrido, los otros se apartaron, mirando a Harry con extrañeza. El adolescente bajó la mirada y consiguió llenar sus ojos de lágrimas. Unas cuantas se deslizaron por sus mejillas y bajo su barbilla, cayendo en su uniforme de Campeón sucio y lleno de sangre.

El Director Dumbledore estaba al lado del cuerpo, su barba metido bajo su cinturón para evitar que se le pusiera en la cara al padre de Cedric, quien estaba de rodillas cogiendo a su fallecido hijo contra su pecho. Su esposa estaba a su lado, agarrando una fría e inmóvil mano. "Has vuelto, Severus." Comentó Dumbledore cuando vio a su espía aguantando al destrozado adolescente. "Llévale a la escuela; voy a encargarme de los Diggory." Ordenó.

Snape asintió y se giró, arrastrando a Harry con él hacia la escuela. A medio camino a allí, Moddy se unió al dúo. Harry se miró al hombre por debajo su flequillo. Este era el otro seguidor de Voldemort, pensó. Moody – Crouch – alternaba entre observar la escuelo, sus alrededores, y Hrry y Severus. No se ofreció a ayudar a cargar con Harry, dejándole con Snape.

De repente, Harry se congeló. Snape suspiró, habiendo esperado que pasara. Estaba bastante sorprendido que Potter hubiera tardado tanto a encontrarse con el dolor de la Cruciatus, pero no importaba. Harry respiraba con dificultad, tratando de hacerse un ovillo. Snape le forzó a seguir andando, y cada paso era agonía para sus extremidades. "¿Qué ha pasado?" El disfrazado Crouch preguntó.

"EL Lord Oscuro lo ha torturado usando la Cruciatus, y los efectos de la poción contra el dolor han pasado." Dijo Snape. Las grandes puertas de la escuela se abrieron cuando se acercaron más, y Severus llevó a Harry a la Enfermería.

"Vayamos a mi oficina; está más cerca y los efectos secundarios de esa maldición son muy doloroso." Dijo Moody.

Snape estaba a punto de protestar, pero el agarrón de la mano de Harry en su hombro le pararon. "De acuerdo." Siseó, y siguió a Moody.

La distancia fue una tortura para Harry, pero se aguantó las lágrimas de dolor, expresando sudistress tensando sus extremidades. Finalmente, la puerta de madera que daba al despacho de Moody apareció. El hombre abrió la puerta y Severus y Harry entraron. Dio un gesto a una silla para que Harry se sentara, y Snape guió al adolescente hacia ella lo más indoloramente posible.

Severus sacó la varita y dijo, 'Tempus'. La hora apareció en el aire, y se la miró antes de hacerla desaparecer. Sacó otra poción de su túnica y se la pasó a Moody. "Dásela en siete minutos; voy a decirle a Dumbledore que Potter está aquí contigo."

Snape dejó al habitación pensando que Moody iba a ayudar a Potter. Después de todo, no sabía que Moody era Coruch, y que Barty pensaba que Harry había escapado de su Señor.

Barty miró como la puerta de su despacho se cerraba. Sonrió maliciosamente y se giró hacia el adolescente. Harry estaba descansando en la silla, su cabeza apoyando al respaldo y sus ojos cerrados. Crouch pasó por delante la silla y se poyó contra la pared, fuera de la línea de visión de Harry. Se inclinó y empezó a quitarse la pierna de madera. "¿Cómo estás Sr. Potter?" Preguntó con curiosidad. Si tenía razón, su señor había usado el hechizo en el mocoso, y Potter estaba en un infierno de dolor. LE hacía feliz saber que el chico sufría la ira de su señor.

"Duele mucho." Susurró Harry. "¿Han pasado ya los siete minutos?"

"No todavía." Contestó Barty. Se quitó las ataduras del ojo falso de alrededor de la cabeza; los efecto de la multijugos iban a pasar en cualquier momento, y planeaba matar al chico por su señor y escapar, volviendo al lado de su señor una vez dejara las barreras que rodeaban Hogwarts, Barty maldijo cuando el ojo cayó al suelo. Rodó por el suelo, girando mientras miraba en todas direcciones.

"Sabes, Barty, no tienes por qué correr. Podrías matar el Moody de verdad y desaparecer del todo. Dumbledore va a tener sospechas si estoy aquí, muerto, con Alastor Moody encerrado en su propio baúl." Dijo Potter.

Barty se quedó congelado allí donde estaba, tratando de coger el ojo. Lentamente, su único ojo se levantó hasta que miró a Potter, el pequeño crío de su Señor. "¿Qué ha sido eso, Sr. Potter?" Preguntó, no atreviéndose a creer lo que había oído.

"HE dicho que no tienes que correr. Puedes quedarte lo que queda de curso escolar y volver con tu señor cuando empiecen las vacaciones de verano. Dejándome con vida, por supuesto." Contestó, diciendo lo obvio. Como si fuera por una alarma invisible, Harry extendió su mano para Crouch. "Pásame la poción, ¿quieres? Estoy shock de dolor no son muy divertidos."

Barty todavía estaba congelado, pero las palabras del chico habían llegado a él. Se enderezó y se inclinó hacia delante, poniendo el vial en la mano ofrecida. Potter se llevó el vial a la boca. Mordió el tapón, lo quitó y lo escupió a la otra punta de la habitación. Levantó el vial a su boca y se tragó sus contenido. Se movió incómodo mientras la poción empezaba a quitarle el dolor, mientras al mismo tiempo hacía una mueca ante el mal sabor.

"Exactamente ¿de qué estás hablando?" Preguntó Barty. Se miró el reloj y tomó nota que solo tenía dos minutos para volver a tomar la multijugos, o iba a volver a su aspecto natural.

"He cambiado de bando, por supuesto, y Voldemort me ha dicho que eres el que espía a Severus por si éste decide permanecer leal a Dumbledore."Harry giró su silla para estar encarando a Barty, sus movimiento ya venían más fácilmente ahora que ya no sentía el dolor y sus músculos se había relajado de nuevo. Harry se preguntó sobre por qué estaba actuando como lo hacía; normalmente, Harry no le decía nada importante a nadie a no ser que se lo arrancaran a la fuerza de palabra a palabra.

El falso Moody se lo estaba mirando con curiosidad. "¿En serio?" Preguntó el hombre.

"Sep; Voldemort me añadió a las barreras y me quedo en su casa durante el verano. Si no me crees, le puedes preguntar a Severus: estuvo a allí la mayor parte del tiempo. Y también me debe unos libros sobre Oclumancia, para que Dumbledore sea incapaz de saberlo todo."

Crouchse sentó de nuevo en su silla. Evaluá el chico mentalmente y decidió que estaba diciendo al verdad. Con un suspiro deprimido, Barty sacó su petaca y tomó tres tragos de poción. La asquerosa papilla le pesó en el estómago, pero su disfraz no se anuló. Con movimientos lentos y aburridos, Crouch volvió a ponerse la pierna. El ojo fue a él cuando lo invocó, y se lo puso de nuevo también. Aun con como estaban las circunstancias, Barty estaba feliz de poder verlo todo de nuevo.

Harry estaba dormitando en su silla, confiando en Barty. Dumbledore, Snape, McGonagall, y Pomfrey se estaban acercando por el pasillo.

"Recuerda, no menciones nada de lo que he dicho." Le ordenó Harry. El hombre estaba horrorizado de que le diera órdenes, pero meneó al cabeza y se relajó en su silla, esperando a que los tres profesores y la sanadora llegaran.

Madam Pomfrey entró primero al despacho, mirando alrededor a los cuestionables objetos que flotaban en igualmente cuestionables líquidos en las jarras que había en las estanterías. Vio a Harry y rápidamente fue a su lado, sacando su varita y murmurando frases agitándola en diferentes patrones.

"¿Qué le ocurre al Sr. Potter?" Preguntó Dumbledore a la preocupada mujer.

"Necesitamos llevarte a la Enfermería." Le dijo Poppy a Harry, ignorando a su jefe en el momento. Conjuró una camilla, usando Wingardium Leviosa en Harry para meterlo en ella. El adolescente no protestó ante el tratamiento, y le guiñó el ojo a Crouch mientras lo sacaban de la habitación. Los otros tres profesores siguieron a la enfermera y al Campeón de Hogwarts restante, dejando a Barty solo para preguntarse sobre el futuro del Mundo Mágico si Harry Potter, el Chico Dorado ya había cambiado de bando.

Notas de la Traductora:

Ala, aquí os dejo el primer capítulo de tres de la primera parte de las series Vinewood. Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo hice en su momento.

Voy a tardar bastante en actualizar porque estoy muy atareada y encima los capítulos son muy largos.

Nos leemos ^^