Era difícil de creer todo lo que ocurrió desde que salí de Atlas, si alguien alguna vez me hubiera dicho que escaparía de casa en una nave de carga, seguramente lo habría considerado como una broma de mal gusto. Muchas cosas han cambiado para mí, ahora ya no me importan las apariencias, las cosas han adquirido un valor más allá del dinero y del estatus. Considero que me he vuelto una mejor persona, más fuerte y decidida a pelear por las personas que amo, y claro, por las personas comunes también. Eso es ser una cazadora ¿cierto? Ese era el punto al que un profesor trato de hacernos llegar.
Mi equipo acababa de volver a reunirse con la última integrante, Blake Belladonna, la chica fauno que llegue a querer como un miembro más de mi familia y claro que siempre tendrá mi apoyo incondicional. Las cosas deberían ser más fáciles desde ahora, pero aún hay algo que no puedo controlar y comienza a inquietarme cada vez que lo pienso.
"¿Weiss?" Sentí una voz que me hablo al entrar a la habitación
"¿Si?" respondí fijando mis ojos en mi compañera rubia, ella se rasco la nuca y se acercó sentándose en la cama frente a la mía
"Quería saber cómo estabas" Pregunto con preocupación, no importa cuántas veces esa noche les asegure a las chicas de mi equipo que estaba en perfecto estado, Yang aun lo dudaba.
"Yang, en serio estoy bien" asegure una vez más, ella hizo una pequeña mueca mirándome fijamente, entendía bien esa mirada, ella seguiría preocupada hasta comprobarlo por sí misma. Me puse de pie y me pare frente a mi compañera "No estoy herida Yang, Jaune pudo curarme sin problemas" hable.
Yang miro fijamente el agujero en mi ropa, donde ahora solo había una mancha de sangre "Me cuesta creer que Jaune pudiera salvarte de esta forma, es increíble"
"Lo se Yang, estoy tan sorprendida como tú, solo espero que estés tranquila"
"Lo estoy ahora" dijo sonriendo y se estiro. Tomo su pijama y se cambió en la habitación, yo como siempre me vi forzada a apartar la mirada de su bello cuerpo, luego se quitó su brazo robótico y se acostó "Ha sido un largo día, así que descansa Weiss"
"Buenas noches Xiao Long" Respondí, fui a ponerme pijama y me acosté en mi cama, pero no pude dormir.
Sentí la suave respiración de la rubia tiempo después, entendiendo que ya estaba profundamente dormida. "Yang…" murmure en un suspiro. La rubia que brillaba como el sol, ahora era la persona más importante en el mundo para mí. Desde el día que destino nos unió nuevamente, en un momento y situación que no esperaba, supe que las cosas serían diferentes. Ese día por primera vez sentí que mis emociones se desbordaran, provocando acciones que me llevarían a la necesidad de estar cerca de Yang.
***Inicio Flash Back***
"¡¿Yang?!" grite y nuestras miradas se encontraron, violeta y azul. La chica fuerte que enfrentaba sus problemas directamente, la chica que vi por última vez cuando yacía en el suelo, con un solo brazo y el otro sujetado firmemente por Blake, ahora estaba frente a mí, fuerte y recuperada, con un nuevo brazo.
"¿Weiss?" respondió ella muy sorprendida de verme en aquel lugar supongo, y lo entendí, debía ayudarle a luchar, adiós a la sutileza. Mi Golem guardián creció rompiendo la celda y corrí junto a Yang, lista para el combate.
No fue lo que esperaba realmente, a los instantes de salir de la celda y en medio del caos, la pelea fue detenida súbitamente. Mi captora, y ahora, madre de Yang, ordeno que entráramos a platicar a la carpa más grande del campamento, que obviamente era donde Raven vivía. Vernal fue obligada a regresarme a Myrtenaster, y se retiró amargamente junto a todos los demás miembros de la tribu. Finalmente solo estábamos la rubia y yo en medio del campamento.
No pude controlar mi emoción por volver a verla, un miembro de mi equipo con el que solía discutir, sus puntos de vista eran totalmente opuestos a los míos. Yang siempre parecía no seguir reglas y tomar las cosas a la ligera, era osada y atrevida. Yo a diferencia, era sobria, recatada, de buenos modales y fiel a las reglas. Nada de eso importaba realmente, nuestra amistad era fuerte y yo adoraba a esa rubia, además estábamos a salvo por ahora.
"Perdón por…" Intento decir Yang, pero fue detenida por el fuerte abrazo que le di. Sentí como los brazos de la rubia me rodearon suavemente por la cintura, casi se sentían como un roce, un espejismo carente de fuerza. No podía culparla, jamás actué de esa manera antes, mi frase más conocida era 'No me toques' para cualquiera que se aproximara, pero esto era un momento especial ¿No? Era algo normal sentir la necesidad de un abrazo.
"Te extrañe tanto" dije sintiendo como la emoción me invadía, realmente estaba al borde de las lágrimas. Mi compañera de equipo estaba bien, tenía un brazo de reemplazo y aunque fuera más frio, seguía tan fuerte como antes. Yang pareció entender mis sentimientos del momento y salió de su asombro.
"Te extrañe también" dijo Yang acercándome más, eso sí era un abrazo como se esperaría de ella, su fuerza me hacía sentir un poco asfixiada, pero era reconfortante. Sentí una de las manos de la chica alta en mi nuca y su respiración rozándome la oreja, mis mejillas ardieron levemente por alguna razón. La emoción me invadía y era natural, mi querida compañera estaba aquí conmigo, estaba bien y podríamos buscar al resto juntas.
Yang parecía sentir y necesitar también ese abrazo, murmuro una frase que me dejo helada "finalmente volví a ver a alguien que aprecio, y más importante aún, a alguien que me extrañó también". Seguramente también la desconcertó que 'la reina de hielo' la estuviera abrazando así, fuerte, cariñosa, eso parecía tranquilizarla.
Dejándome llevar por ese reencuentro tan íntimo, por este abrazo que llevaba varios minutos y ninguna parecía detenerlo, dejé que un impulso me dominara. Lentamente moví mi rostro besando su mejilla, luego ambas nos dimos una dulce mirada y decidí cerrar la distancia besándola en los labios, para mi sorpresa ella me correspondió presionando más sus labios sobre los míos. Fue un beso suave, casto, tranquilo, pero lleno de sentimientos que no se podían expresar en palabras. No hubo mayor contacto que solo nuestros labios, no hubo profundidad, pero aun así el beso fue cálido y embriagante, duró lo que pudo ser una eternidad, pero a mí me pareció de solo un instante, habría seguido así si no fuera porque la rubia se separó de mí de pronto.
"Lo siento, creo que me deje llevar" soltó con nerviosismo reflejado en sus ojos lilas y un pálido tono rosa en sus mejillas.
"También yo, no le des importancia, fue solo la alegría de volver a verte" respondí con una sonrisa y notoriamente más sonrojada, como su tuviera fuego en las venas.
Yang agradeció mi gesto con su mirada, quizás lo último que necesitaba antes de enfrentar a su madre era un melodrama amoroso, y no sería yo quien se lo daría, al final debo seguir controlando mi temperamento y sentimientos ya que no es ni el momento ni el lugar. Era momento de entrar y convencer a su madre de que nos enviara con Ruby.
La rubia se separó lentamente, dejándome con los pies de vuelta en la tierra, literalmente. Sin haberlo notado, estuve colgando de su cuello durante todo este tiempo. Se aseguró que estuviera bien emocionalmente, cuando me vio asentir y sonreír, supo que estaba lista para seguirla a ver a Raven.
Ambas entramos a la carpa, donde la madre de Yang esperaba, con una promesa silenciosa de no volver a mencionar el tema.
***Fin Flash Back***
Ese beso, había sido tan agradable, pensé tocándome los labios. Si cerraba los ojos y lo intentaba aun podía sentir su calor y el hormigueo en mis labios, aunque trataba de no pensaba en eso con frecuencia, sabía que las emociones suelen traicionar. Tampoco es como si hubiera sido mi primer beso, como para darle tanta importancia, además siempre he sabido que no debo pensar demasiado, porque en el corazón de Yang ya hay alguien, o al menos tengo la sospecha.
Cuando nos reunimos con Ruby y los demás, Yang al inicio parecía ser la misma de antes, alegre y carismática, con una radiante sonrisa, pero yo sentía que algo no estaba bien. Algo en la rubia me inquietaba, ella dejo su trauma a un lado por buscar a Ruby y sus heridas internas por el abandono de su madre, estaban abiertas nuevamente. Yo lo sabía, y por alguna razón me dolía, por esa misma razón trate de proteger siempre a Yang, incluso cuando Nora sugirió jugar a las vencidas, intente detener eso pensando que quizás la rubia aún no estaba preparada, pero una vez más me sorprendió la fortaleza interna que posee, eso la hace ser tan linda... a veces creo que debo confiar más en su fuerza.
Yang, otra vez, era en lo único que pensaba últimamente. Ser la mejor amiga de alguien nunca fue fácil para mí, mucho menos cuando llegas en un momento difícil en la vida de la otra persona, pero de alguna manera yo lo sentí natural. Había decidido hace mucho tiempo que sería el soporte de Yang, decidí estar con ella, sujetar su mano cuando temblara y ayudarla a sanar, dentro de lo posible, estaré ahí, siempre que Yang me necesite.
Todo pensando en el bien de esa chica de ojos lila, solo pensaba en eso, hasta que un día entendí que ya no la veía como una amiga, sentía algo más fuerte, algo más especial y mis sentimientos solo se han ido intensificando. Aún recuerdo perfectamente el día en que me di cuenta…
***Inicio Flash Back***
Una mañana mientras tomamos café al aire libre, Ruby inocentemente menciono a Blake. Por alguna razón siempre evite el tema, por respeto a Yang, y cuando las respuestas de la rubia fueron automáticas, amargas y dolidas, supe que estuve en lo correcto.
"¿no quieres que Blake este aquí?" Pregunto Ruby casi herida
"¿Por qué la querría aquí?" respondió Yang con otra pregunta, seria y seca entrecerrando los ojos. Hace unos instantes Yang sonreía y ahora se notaba que estaba sufriendo, mi corazón pareció temblar en mi interior. La discusión con Ruby pareció alterarla cada vez más, esto amenazaba con empeorar y decidí intervenir.
"ok, cálmate" dije con voz suave, tratando de transmitir tranquilidad, pero fui golpeada por un fuerte grito y una mirada furiosa
"¡No me digas que me calme!" Reacciono la rubia
No pude modular palabra, solo sentí una profunda tristeza, sabia lo mucho que le dolía Yang la partida de Blake, pero al verla de esa manera sentí que hubiera dado lo que sea por ayudarla. Cuando Yang se levantó para irse, los ojos de plata se encontraron con los míos, ambas nos miramos tristes y preocupadas.
"No te enfades con Yang, estoy segura que no quiso gritarte" dijo débilmente la líder del grupo
"No podría enfadarme… Yang parece… muy lastimada ¿verdad?" respondí con inseguridad en mi voz
"Si, creo está enfadada porque Blake se fue sin decir nada, Yang nunca ha hablado de como perdió su brazo… sabemos que está relacionado con Blake, pero no podemos preguntar"
"No lo haremos Ruby, si eventualmente nos quiere contar, la escucharemos, pero no es momento de presionar esa herida" le sonreí suavemente "Déjame hablar con ella, intentare ayudar"
"¿Estas segura Weiss? Creo que como su hermana, debería estar ahí, debo apoyarla… yo… también la abandone" Cuando vi que las lágrimas comenzarían a caer por las mejillas de mi propia compañera, posé mi mano en su hombro tratando de tranquilizarla
"Somos compañeras, somos amigas, somos una familia… yo también estoy preocupada por tu hermana. Confía en mí, yo hablare con ella" dicho esto me puse de pie y camine hacia los dormitorios
"¡10 minutos! ¡Iré pasado ese tiempo para asegurarme que estén las dos bien!" grito Ruby, obteniendo una mano alzada y una ligera sonrisa de mi parte, en respuesta.
Estaba decidida cuando hable con Ruby, pero no podía evitar que mi corazón ahora saltara fuertemente en mi pecho, Yang podía estar furiosa, podía estar llorando, podría estar entrenando, podía estar en cualquier lugar en ese mismo momento y el nerviosismo subía por mi espina dorsal. Solo deseaba estar en lo cierto con mi corazonada, golpee suavemente la puerta del dormitorio esperando una respuesta. Así fue, escuche la voz de la rubia y entré sin más.
Yang se veía sorprendida, yo seria, sigilosa me acerque a mi propia cama y me senté con la cabeza baja. Vi de reojo a la rubia secar algunas lágrimas, hubiera deseado ser yo quien las secara, pensé, pero sacudí la cabeza borrando la idea. La rubia comenzó a desahogarse, yo solo espere, hasta que Yang me pidió que hablara. La plática fue sobre mi familia y finalmente me moví para sentarme junto a la chica de ojos lilas. Seguí escuchándola y confortándola, entendiendo que Blake era la persona más importante para Yang, la persona que necesitaba ahí con ella, sentí un pequeño dolor en el pecho, pero no cambie mi expresión.
"Blake volverá" Afirme, apretando mis manos en un reflejo por calmar mi propia angustia al saber tan claramente que Blake era tan importante para mi compañera, mentiría si dijera que eso no me desanimo un poco, pero realmente quería y confiaba que la pelinegra regresaría, además también lo dije para animar a Yang. Solo esa esperanza era lo que la rubia necesitaba en este momento y la expresión de su cara me lo confirmo, puse una mano en su hombro "Aunque no somos muy cercanas, también estaré aquí para ti" Le sonreí viendo sus ojos brillar con mi afirmación y luego suspiro con una sonrisa. En ese momento sentí que mi corazón se saldría de mi pecho, era un gesto simple, pero Yang tenía el poder de subirme al cielo o bajarme al infierno, antes de poder decir algo más, Ruby entro por la puerta, mi tiempo había terminado.
"¿Está todo bien?" pregunto tímidamente
"Estamos bien hermanita, vamos a despertar a los demás para desayunar" Dijo animadamente Yang, pasando un brazo por el cuello de Ruby, la más pequeña le sonrió entusiasmada, luego volteo a verme
"¿vienes Weiss?" pregunto la más pequeña con una sonrisa agradecida, supongo que por regresarle el buen humor a su hermana
"Adelántense, necesito tomar algunas cosas" respondí con una suave sonrisa, la cual se desvaneció en cuando las hermanas salieron por la puerta. Tome la fotografía grupal que vi en la cama de Yang cuando ella se levantó, la sujete entre mis dedos "¿No pudiste darte cuenta Blake?... Yang está enamorada de ti…" Podría jurar que mi saliva se volvió amarga al decir esas palabras, solté un pesado suspiro y me recosté en la cama, con el brazo cubriendo mis ojos. Luego volví a observar la fotografía concentrándome en la rubia, mi corazón comenzó a golpear mi pecho fuertemente y mis ojos temblaron "y creo que yo… me estoy enamorando de Yang…"
Abrí los ojos y me senté de golpe, con las mejillas sonrojadas por mi afirmación anterior, dejé la fotografía a un lado y reflexione un momento. ¿Qué siento por Yang? Pensé en ella un momento, la rubia era fuerte, atractiva, con un corazón tan grande, inteligente, cuidadosa, bondadosa, protectora… solo de pensar en todo eso el aire comenzó a faltar en mis pulmones, mis manos sudaron y mi estómago se apretó.
La felicidad que sentí al volver a verla, no se comparó con lo que sentí al ver a Ruby y los demás. Mi encuentro con la chica de ojos lila fue tan lleno de emociones, que incluso llegue a creer que pude haber besado a cualquiera de mis compañeras al volver a verlas, si tan solo me sintiera igual con cualquiera de ellas…. Ahora entiendo que no podría haber sido así, con Yang fue muy diferente, mucho más fuerte que si hubiera vuelto a ver a Neptuno o a cualquier otra persona, diferente incluso a mi hermana Winter.
Suspire en resignación, definitivamente me estaba enamorando de Yang, pero ¿desde cuándo? No lo podría saberlo, pero si tengo algo muy claro, solo deseo que Yang sea feliz. La rubia ama a Blake y hare todo a mi alcance para que cuando nos reunamos, Yang pueda sanar y estar con la pelinegra, eso es lo correcto ¿verdad?
***Fin Flash Back***
Había llegado la hora, pensé. En medio de la intensa pelea, Blake había regresado. Seguramente ese fue el detonante para que yo comenzara a recordar todo esto y meditar tantas cosas de las últimas semanas. Lo mejor será dormir para mañana hablar con Yang.
Desperté la mañana siguiente, pensando que seguramente todos seguían dormidos, pero la cama vacía de Yang me indicaba que ella se había ido a algún lugar. Compartir la habitación solo con la rubia tenía sus ventajas, aunque no fue decisión nuestra. Cuando encontramos a Ruby, ella ya compartía dormitorio con el equipo JNR, pero ahora con el equipo RWBY reunido seguramente esta situación no duraría mucho tiempo más. Me puse de pie, me di una ducha rápida para vestirme y camine a la salida, tenía que hablar con Yang.
Después de recorrer algunos lugares decidí ir al lugar donde hace unos días tomamos café mirando el cielo. Tomé dos tazas de la cocina con el líquido negro y amargo, y salí. Definitivamente acerté, Yang estaba sentada sola mirando el horizonte.
Me acerque sigilosa y cuando vi la cara de sorpresa de la rubia, sonreí sabiendo que cumplí mi objetivo.
"¿Café?" pregunte segura que la rubia no lo rechazaría
"Hey Weiss, gracias" saludo ella recibiendo la taza y sonriendo de lado, pero melancólicamente
"Como siempre te despiertas primero que los demás, me has robado ese honor" bromee intentando animarla "Pensé que siempre seria la que te despertara a ti… y a Ruby claro"
"Naa" respondió Yang tomando un sorbo de café "a veces desearía poder dormir tanto como antes, es difícil cuando tienes pesadillas con…" La rubia guardo silencio bajando levemente la cabeza
"Yang… te lo he dicho antes, si necesitas hablar de algo puedes confiar en mi" dije tocando suavemente el brazo de mi compañera. Sabía que Yang siempre tenía pesadillas, mientras dormía la escuchaba hablar un poco, respirar agitado y despertar de golpe con pequeños gritos. Nunca pude preguntar sobre eso y ahora que había aparecido el tema, parecía un buen momento.
"Lo se Weiss… es solo que no puedo explicarlo"
"Puedes intentarlo" insistí clavando mis ojos azules en su rostro
"Son pesadillas sobre… ese día… cuando perdí mi brazo" Yang hizo una pequeña mueca de dolor, parecía como si una punzada hubiera llegado al muñón de su brazo con solo recordar e instintivamente lo sujeto, aun con su prótesis puesta "Adam… ese tipo… no deja de perseguirme"
"¿Adam? ¿Es el nombre de quien te lastimo?" Pregunte más ansiosa de lo que debería, mirando fijamente sus ojos lilas, rogando por una respuesta
"Si… también fue quien lastimo a… ya sabes quién… y yo… ese día…" Yang apretó los dientes y se levantó de golpe "Ya no importa" dijo sorbiendo su café para calmarse, luego camino hasta la baranda apoyándose para continuar disfrutando la vista.
Yo deseaba saber más, deseaba entender, recordé que aunque intente preguntar qué había pasado ese día, solo me dijeron que Blake repetía una y otra vez 'Lo siento tanto, lo siento' en un estado de shock del que nadie pudo sacarla. Entiendo que algo muy malo ocurrió antes de que Yang perdiera su brazo y tenía relación con Blake. Una idea cruzo mi mente, quizás ahora que Blake regreso, podría preguntarle, pero tampoco quería presionar. Tenía temor de asustar a Blake, y esta corriera nuevamente, dejando a Yang en la miseria… otra vez.
"Siempre tienes razón" Dijo de pronto la rubia, sacándome de mis pensamientos. Yang rio al ver mi cara confundida "Me refiero a que… dijiste de ella volvería… y realmente lo hizo"
"oh… eso" Jugué con mi vestido ocultando mi mirada dolida, luego la mire con una sonrisa radiante, me puse de pie y me acerque a donde estaba Yang, si había algo que sabía hacer era fingir que todo estaba bien. "Eso era de esperarse, somos un equipo, ella iba a volver cuando sus ideas se ordenaran. Así como todas lo hicimos, solo necesitaba su tiempo" Bebí mi café también.
"Yo si lo dudé…. Estaba enojada, pero ahora… la verdad no sé cómo tomarlo" Yang apretó los puños, teniendo cuidado de no romper la taza "¿Crees que volvió por nosotras o solo se quedó porque nos vio en el campo de batalla?"
"Yang…" lleve mi mano hasta su hombro ladeando mi rostro para mirarla mejor "No importa porqué lo hizo, lo que importa es que estamos juntas de nuevo, Ruby lo dijo también" Yang se alejó un poco de mi
"¡Pero a mí me importa!" Note que estaba alzando la voz y solo me limite a alzar una ceja sin cambiar de expresión, ella pareció comprenderlo y lucho un segundo para controlarse "quiero decir… es importante ¿Qué tal si ni siquiera quería quedarse y solo se sintió obligada?"
"Yang… en serio, no es importante" Deje de mirarla y me enfoque en el paisaje naranja "Ruby vino aquí buscando respuestas, tú viniste buscando a Ruby, yo vine para encontrar a Winter y Blake para detener al colmillo blanco" Mis manos se relajaron y volví a mirarla "Todos vinimos por nuestros propios motivos, pero una vez reunidas cada una decidió quedarse, Blake también decidió y es lo que debe importar" Los ojos de la rubia se ensancharon en comprensión y termino su café
"De nuevo tienes razón… eres casi una maldita bruja" rio Yang divertida con algunas lágrimas en los ojos. Yo rodé mis ojos divertida captando la broma.
"Deja de agobiarte tanto Xiao Long, tu amor regreso y debes enfocarte en eso" Dije guiñando un ojo. Yang hizo una mueca avergonzada y los colores subieron a sus mejillas.
"No digas tonterías" Respondió a la defensiva y luego de comprobar que yo seguía con la misma expresión de 'no te creo', la rubia suspiro "Esta bien… si siento algo por ella…" Mi corazón, aunque estaba preparado para esa respuesta, se quebró un poco más, pero yo seguí firme "aun así, no sé qué siento ahora exactamente… ella aun hace temblar mi mundo, pero maldición… estoy herida… además estuvo con Sun todo este tiempo, quizás se estén entendiendo. Solo quiero mantenerme al margen hasta saber qué es lo que ocurre" dijo acariciando su cabello de una forma que me parecía adorable
"Yang… eso es absurdo, debes hablar con ella y…"
"¡Weiss!... por favor no digas nada más" Dijo Yang haciendo que mis palabras murieran en mis labios "Déjame manejar esto por mí misma, te lo agradezco y puedes hacer todo lo que quieras, hablar conmigo de lo que quieras, pero no entres en este tema, yo necesito tiempo y nada de lo que digas me hará cambiar con respecto a esto" Al ver su rostro tan decidido solo me limite a suspirar
"Está bien, solo prométeme que no harás tonterías que te lastimen"
"No puedo prometerlo" dijo ella sonriendo con su buen humor habitual, yo pude sentir nuevamente como el sol brillaba y creo que por un momento mire más dulce que lo necesario a Yang, ya que ella desvió levemente su mirada de mis ojos
"¡Eres incorregible!" chille golpeándole el brazo y tratando de que todo siguiera normalmente
"¡Oye!" Yang rápidamente pasó su brazo por mis hombros, abrazándome como lo solía hacer con Ruby "Hey, Ice Queen, creo ya es hora de despertar a los dormilones" una sonrisa malvada y juguetona se dibujó en su cara, y yo le correspondí
"¿Agua o camas de hielo?" pregunté
"¡ambas!" Chillo Yang y me arrastro por el pasillo. Me sentí feliz cuando la rubia recupero su humor, además desde que volví a verla me volví también la cómplice de sus pequeñas bromas al otro equipo, si eso hacia feliz a mi querida rubia, yo continuaría, siempre.
El día avanzo normalmente hasta el almuerzo, Yang jugueteaba con Ruby y conmigo. El equipo JNR, Sun y Blake también participaban, pero la rubia nunca hablo ni bromeo directamente con ninguno de los dos. De alguna manera logramos parecer todos relajados a pesar del cansancio, la batalla del día anterior nos tenia exhaustos, Oscar aun no despertaba y Qrow dijo que debían darle al menos una semana, ellos dos fueron los más dañados. El resto de JNR también requerían mucho descanso y a pesar de que Jaune logro sanar mi herida, de todas forma me sentía algo cansada, por esto Yang y Ruby estaban comenzando de nuevo con el tema.
"Debería verte un médico de todas formas" Dijo Yang tocando mi costado con su mano, una sensación electrizante recorrió mi cuerpo al sentirla, haciéndome tartamudear y apartarle la mano
"Po-Por última vez, e-en serio estoy bien" Gruñí sintiendo mis mejillas se calentaban
"¡Tu cara parece afiebrada!" chillo Ruby, todos me miraron al tiempo y rieron
"Ruby, si sigues insistiendo, dejare que Yang te dé abrazos de oso" respondí disimulando lo mejor posible
"¡Eso sería perfecto!" Yang se levantó y persiguió a Ruby por toda la mesa, mientras Ruby suplicaba que se detuviera. Blake sonrió mientras las observaba.
"Hey Yang, ¡tú nuevo brazo se ve genial!" Exclama Sun despreocupado, Blake lo mira atónita con las orejas de gato pegadas a la nuca
"¡Sun!" Lo reprende la pelinegra incómodamente
"Pero es cierto, se ve genial" dice el chico rubio en su defensa. Yang alza la mano con una sonrisa de lado
"Gracias" Responde y vuelve a sentarse junto a mí, ya era una costumbre que siempre nos sentáramos una al lado de la otra.
"¿Qué hay con ustedes Sun? ¿Qué han hecho estos últimos meses?" Pregunta Ruby realmente interesada.
"Estuvimos en Menageri ¡Es un lugar increíble! Está lleno de Faunos, Blake es una especie de princesa del lugar…"
"¡Sun!" volvió a protestar la pelinegra avergonzada, ocultando su cara en su taza de té.
"¡Pero es cierto! Si solo hubieran visto su casa, era como… ¡una gran mansión! Está justo en el centro de la ciudad y sus padres son los jefes del lugar. Ya los conocieron antes, su padre es un gran gigante, su madre luce unas hermosas orejas como las de Blake" Pude sentir el leve gruñido de Yang, pero preferí ignorarlo para que los demás no lo notaran. Moví mi mano sobre la suya, Yang me miro directamente solo para sonreír, no necesitaba mirar su mano para saber que era yo quien la sostenía, yo siempre estaría ahí.
"Luchamos con el colmillo blanco ¡quemaron su casa!... luego Ilia se unió a nosotros" Sun como de costumbre no paraba de hablar y de hacer ruidos. Yang parecía molestarse un poco cada vez que el rubio hablaba, más ahora que con su conversación confirmo que siempre estuvo con Blake. Sé que Yang deseaba internamente haber estado en lugar del chico fauno, aunque jamás lo admitiría, pero apretaba mi mano en ciertos momentos y eso me lo confirmaba. "cuando reclutamos al ejercito del nuevo colmillo blanco y vinimos aquí, apareció Adam ¡Y pateamos su trasero!"
"¡¿Qué?!" Yang se levantó súbitamente son los ojos rojos en furia, los puños apretados "¡¿Vencieron a Adam?!" ambos faunos se miraron ante la expresión de la rubia y sus ojos acusadores
"¡No!" admitió Sun "Es decir, solo lo detuvimos porque él escapo" La confusión general inundo a todos, incluyendo a Sun, que tampoco entendía bien lo que ocurría.
"¡Maldita sea!" Fue lo último que dijo la rubia antes de salir hecha una furia. Blake y yo nos levantamos rápidamente y fuimos tras Yang, dejando a todos los demás en la confusión.
"¡Blake!... ¡Blake!" Corrí logrando sujetar a la chica fauno del brazo, cuando la mire noté la conmoción en su rostro, preocupación, miedo, tristeza… "Blake, tranquilízate"
"¿Cómo podría?... Debí… debí decírselo a Yang yo misma, es solo que no tuve oportunidad, Sun solo… debo hablar con ella ahora" Intento alejarse, pero no la solté.
"Debes calmarte primero Blake, si vas ahora así como estas, Yang no te escuchara. Solo será peor" la pelinegra me miro con las orejas aplastadas en su cráneo y dolor en sus ojos
"Tú no entiendes Weiss… no sabes…" murmuro ella
"Se más de lo que crees Belladonna" interrumpí mirándola fijamente y con rostro serio "Adam… él lastimo a Yang y a ti ¿cierto?"
"¿Cómo…?"
"¿Cómo lo sé?" Me adelante a su pregunta "Solo fue algo que Yang menciono en una ocasión, ella sufre pesadillas con él Blake, te necesita con ella para recuperarse, más si él dejo de ser una amenaza"
"él aun es peligroso" Intervino Blake "él volverá, y por eso estaré aquí, no permitiré le vuelva a hacer daño" La mirada de Blake era decidida y fuerte, realmente la chica fauno había crecido en este tiempo
"Me alegra oírlo, por favor habla con ella, si Adam escapo ella seguramente estará dispuesta a volver a enfrentarlo" Termine de decir y Blake asintió, luego la vi alejarse caminando a paso firme por el pasillo esperando encontrar a Yang. Yo por mi parte decidí ir a mi habitación a descansar un poco, esperando que mi intervención ayude. No era la mejor sensación del mundo saber que estaba ayudando a que Yang se alejara de mí y volviera con su otra compañera, pero era lo correcto, aunque corriera el riesgo de que al volver a verla fuera Blake la que sostuviera su mano y compartieran un beso.
***Blake***
Sentí que camine lo que le pareció una eternidad antes de poder encontrar a Yang. Ella estaba afuera de la residencia, sentí sus gritos, gritos de combate, por lo cual me apresure a llegar a su lado. Cuando llegue a una especie de jardín que conectaba a un pequeño bosque, pensé que todo en esa ciudad estaba lleno de naturaleza. Recorrí revisando un poco más, logre ver a Yang golpeando un árbol con desesperación y aparente cansancio. Mis orejas de fauno desaparecieron en mi cabello de lo bajas que estaban, tenía miedo, miedo de lo que Yang pudiera decirme.
"Yang…" Llame suavemente, ella no parecía querer detenerse "Por favor, tenemos que hablar" dije tocando su hombro con cuidado. Yang apretó los puños, las marcas de su sangre habían teñido parte del tronco, pero gracias a su aura no se lastimo demasiado.
"Si quieres decir algo solo dilo" me respondió de manera fría, mirándome con los ojos aun rojos dejándose llevar por la ira del momento. Me sentí aún más nerviosa, mis manos sudaban y era la primera vez que hablaría con ella realmente.
"Solo quiero que sepas que… realmente lamento lo que ocurrió… yo solo…"
"Dime lo que quiero saber, lo demás no me interesa en este momento" nuevamente sus palabras me cortaban como el hielo, sentí un nudo en la garganta, pero comprendía su actitud hacia mí.
"Está bien Yang… Adam… estuvo aquí, estuvo ayer dirigiendo el ataque del colmillo blanco, mientras ustedes luchaban con el grupo de Cinder. Yo no sabía que ustedes estaría aquí, yo enfrente a Adam por la academia, nunca estuve buscando esto… cuando vi que estabas aquí, trate con más fuerza de detenerlo, fue en ese momento que Sun intervino y Adam escapo" acaricie mi propio brazo con nerviosismo, no quería causar más enojo en Yang
"No fue lo que Sun dijo, él dijo que habían pateado su trasero…" Los ojos rojos de la rubia se clavaron directamente en los míos "¿Sabes lo frustrante que suena eso? Sun es un payaso, siempre todo lo toma a la ligera, siempre está jugando… y aun así el logro ser de ayuda y enfrentar a Adam, quizás golpearlo o al menos tener un combate con él…" Los ojos de Yang temblaron y comenzaron a cambiar a su lila normal "En cambio… yo ni siquiera pude luchar con el 3 segundos, me acabo en un instante, me venció antes de siquiera darme cuenta y no hay día que pueda olvidar ese momento" Yang apretó los dientes y sujeto su brazo mecánico, donde debajo de él estaría su muñón.
"No es así…" Mis ojos ámbar no pudieron contener las lágrimas "El momento fue muy diferente, tu actuaste desesperadamente por salvarme, no teníamos a nadie más, solo estábamos tu y yo contra ese monstruo… y aun ahora que teníamos todo el apoyo incluso de la policía él escapo… él nunca será vencido por Sun, se necesita un plan, una estrategia. Confía en mi… cuando el día llegue pelearemos juntas… venceremos" dije tratando de sonreír esperanzada.
"Yo…" Yang me miro tristemente, parecía como que estaba resistiendo el impulso de acercarse a mí, lo sentía en sus ojos y el temblor de su mano. Quería abrazarla, tan fuerte como mis fuerzas me lo permitieran, necesitaba tanto sentir su calor, demostrarle que estaba frente a ella, que había regresado y nunca volvería a dejarla. Intente acercarme a ella, pero Yang retrocedió bajando la mirada y ocultando el rostro con su dorado cabello "El día que yo vuelva a ver a Adam… no lo entregare a las autoridades… ¡lo matare!" dijo casi en un gruñido y se dio la vuelta, parecía como si ella ya no resistiera estar un momento más ahí.
Yo sentí que estaba paralizada, Yang solo deseaba la muerte de Adam, y Adam la muerte de Yang, parecía un círculo que fuera cual fuera el camino, los llevaría a la destrucción. Cuando vi a Yang irse, el aire se sintió espeso y casi no ingresaba a mis pulmones, dolor y frustración era lo único que parecía sentir Yang hacia mí. Me quede de pie en el mismo lugar, limpie mis lágrimas con el revés de mi mano y trate de controlar mis sentimientos, debía ser fuerte.
***Weiss***
Estaba sentada en mi cama, mirando una vieja revista para distraerme. La publicidad de Dust Company, las modelos con vidas lujosas llamando a eventos de caridad por Beacon, las protestas de la gente contra la milicia de Atlas por 'atacar ciudadanos inocentes'. Todo ya lo había visto alguna vez, todo había sido tema central en la mesa de la mansión. Mi cabeza volvió al presente cuando escuche fuertes pasos, unas botas resonando con furia por los pasillos, la puerta se abrió y una rubia con la cabeza baja entro a la habitación.
"¿Yang?" pregunte poniéndome de pie, la rubia alzo la vista con los ojos violeta inundados en lágrimas, y sin pensarlo dos veces se lanzó a mis brazos, llorando como una niña. Hice mi mejor esfuerzo por no caer, pese a mi sorpresa y mala postura, intente calmarla "¿Qué ocurre? Tranquila Xiao Long" mi querida amiga de cabello dorado no respondía, solo subía y bajaba los hombros tratando de ahogar su llanto. Entonces comprendí y comencé a acariciar su cabello, a riesgo que ella se enfadara aún más, su cabello era lo más preciado, pero contra mis pronósticos Yang se fue calmando poco a poco. También pude calmarme y al darme cuenta mejor de la situación, mi corazón empezó a martillear tan fuerte que tuve miedo, miedo que en silencio y la cercanía Yang lo escuchara. Yang solo pareció relajarse, ella siempre era tan cálida, tan fuerte, su olor a flores y su sola cercanía lograba nublar mi mente, llenar mi cuerpo de una sensación extrañamente agradable, pero también tortuosa.
"Hable con… ya sabes… sobre Adam" dijo de pronto sin apartarse. Quise parecer sorprendida y alce un poco la voz.
"¿y qué ocurrió?"
"Nada, solo aclare algunas cosas, pero me descompone el tema. Creo que por eso solo quería venir a mi cuarto, no esperaba verte aquí" La rubia se separa de mí y me mira de una forma que casi me derretía "Pero me alegra que estuvieras" al oír sus palabras, solo pude dedicarle una de mis sonrisas más encantadoras. Aunque Yang estuviera con los ojos un poco hinchados y restos de lágrimas en su cara, aun se veía hermosa, sus rasgos, su piel, su hermoso color violeta intenso. Sentí que me perdía en sus ojos y nacía en mí un nuevo impulso por besarla, pero me limite a limpiar sus lágrimas con la manga de mi vestido.
"No podría decir lo mismo, mojaste mi vestido" respondí con una sonrisa juguetona ganándome un abrazo aún más fuerte.
"Dios, ¡Como te adoro Ice Queen! ¿Qué haría sin ti?" Rodé los ojos aunque Yang no pudiera verme, sus palabras causaban un efecto en mí que ella no imaginaba. Si solo supieras lo mucho que yo te amo… nunca pensarías que podría dejarte, pensé mordiéndome la lengua.
"Creo que ambas sabemos la respuesta, serias un desastre" solté, ambas nos reímos y disfrute el momento. No pude evitar preguntarme si Blake y Yang habrán arreglado las cosas, por lógica asumo que no, ya que de lo contrario quien habría estado consolando a Yang seria Blake, no yo.
Transcurrió una semana desde el reencuentro del equipo y ya todos parecían recuperados, los padres de Blake decidieron volver a Menageri para encargarse del nuevo colmillo blanco, e Ilia regreso con ellos para ayudar, Sun decidió permanecer con nuestro grupo mientras se reunía con su propio equipo.
Cuando todos supimos que Atlas seria el nuevo destino, creo que fui la menos feliz, debía volver al lugar de donde escape hace poco tiempo y seguramente mi padre haría lo imposible por hacer mi vida miserable por esa traición. Él nunca fue un hombre de perdonar, menos lo haría si consideraba esto una tercera traición de mi parte; Primero ir a Beacon en lugar de quedarme en Atlas, segundo ridiculizarlo en la fiesta de beneficencia que organizó y tercero huir nuevamente de casa.
Cualquiera pensaría que Qrow seria de utilidad para llegar rápidamente a Atlas, pero al estar las comunicaciones cortadas entre los reinos, no había forma de que contactara al general Ironwood.
Yo pude ser una opción, pero al mencionarles que escape de casa, que fui desheredada y que además las fronteras estaban completamente cerradas, todos entendieron que debían valerse por sí mismos una vez más. Todo lo ocurrido y el poco dinero que teníamos, nos limitaba a realizar el viaje a pie. Por esa misma razón necesitábamos prepararnos para el largo viaje, eso incluía comprar comida, agua, mapas y carpas para poder dormir en la noche o al menos sacos de dormir.
"Muy bien equipo, hoy la misión es buscar las provisiones para llegar a Atlas, y no queremos tener los inconvenientes que tuvimos al venir a aquí" Dijo Ruby y los del equipo JNR respondieron fervientemente.
"Ya imagino las penurias que habrán pasado, irse sin un plan ni provisiones a viajar, solo a Ruby se le ocurriría" Dije con una sonrisa irónica.
"¡y a Jaune!" se defendió la joven líder "Pero… el punto es que nos dividiremos en equipos para comprar lo indicado" Ruby les dio una lista al equipo JNR "Sun, tú ve con ellos para estar iguales en número"
"¡Si señora!" respondió el mono fauno
"Ok equipo RWBY ¡nos vamos!" exclama Ruby enérgicamente y las demás integrantes la seguimos. Cuando vimos que la joven líder nos guía hasta una pastelería, Yang se adelantó y le quitó la lista mirándola rápidamente
"Hey, aquí no dice que necesitemos ni dulces ni galletas" dijo la rubia con una sonrisa a su pequeña hermana
"¡¿Qué?!... seguramente alguien olvido escribirlo" se defendió la pequeña con una sonrisa inocente, a veces realmente parece una niña
"No sé cómo aun confió en ti" juguetee con mi particular tono irritante
"Oh ya sabes, debes confiar en mi hermana, aunque no te agrade es la líder" Rio Yang, yo rodé los ojos
"Al menos me agrada más que tú" Bromee de vuelta y Yang fingió estar herida dramáticamente, ante esto Blake rio y nos observo un momento, luego miro a la rubia directamente. Podría haber notado el brillo de sus ojos aunque hubiera estado a kilómetros, en ese momento me pregunte si ocurría lo mismo conmigo
"Creo que estaría más tranquila si tú nos guías esta vez Yang" Dijo Blake, la chica de ojos lila la miro de reojo y luego le dio la espalda
"Como sea, ¡sigamos!" respondió la rubia con despreocupación tomando la delantera, Ruby y yo la seguimos sin darle mayor importancia, esto pudo ser para que Blake no se sintiera mal o porque la pequeña líder estaba sufriendo demasiado por sus galletas, pero notoriamente Blake seguía sintiendo el rechazo de la Rubia, su expresión lo decía todo.
Continuara...
