Disclaimer: ya sabemos que los pjs son de J.K Rowling blah blah sus bolsillos se llenan de euros blah blah pero vale… no me voy a robar sus pjs… solo voy a jugar un ratito con ellos XD
Los merodeadores han sido mi tema favorito en todos los libros por haber de Harry Potter, así que me lanzo a la aventura de escribir un fic sobre ellos, canon, no tan canon, Malfoy por ahí aunque en realidad no coincidieron hahaha un poco de Regulus uno, dos o mas personajes secundarios y mucha música.
En fin espero que les guste…
Is Just Fate~
Dicen que tu vida pasa frente a tus ojos cuando estas a punto de morir, como una película rápida, demasiado rápida por que morir solo toma segundos, puedes agonizar y eso te puede llevar mucho tiempo pero agonizar no entra en la categoría en que se te permite ver la película de tu vida, es la muerte…y si tienes algo de suerte podrás escuchar parte del soundtrack.
Su agonía duro doce años y justo cuando sentía que vivía de nuevo, la muerte llego en un alto velo del que se escuchaban voces de personas que no podía reconocer pero estaban ahí, esperando que alguien más llegara y ese alguien fue el.
A diferencia de lo que dicen su vida no pase ante sus ojos, pero si su destino y como comenzó este. En un andén, en un tren… en un castillo.
Primer encuentro~
Llevaba sus maletas a cuestas y de vez en cuando subía sus gafas que se empeñaban en resbalar por el puente de su nariz, murmuraba para si sobre su madre, su sobreprotectora madre a la que amaba pero jamás lo diría porque entonces todo sus planes se vendrían abajo, el seria un jugador de quidditch, no cualquier jugador, un buscador, el mejor de todos y aunque los jugadores aman a sus madres, no lo mencionan.
Ensimismado en sus maletas y su futuro ya planeado fue a estrellarse con un chico, cabello pajizo, nariz larga, aspecto enfermizo pero que amablemente le paso sus gafas y sonrió con cierta timidez, si algo jamás había sido James Potter era tímido – Estos pasillos están para joderse ¿verdad? –la extrema franqueza provoco que el chico enrojeciera y asintió con una leve sonrisa.
-Para joderse e irse directo al infierno – Cabello revuelto y negro intenso, ojos grises ocultos bajo unos lentes de motociclista y una mirada de pocos amigos, para tener once años daba algo de miedo.
Siguieron su camino pero más allá, mucho más atrás un chico de estatura pequeña corría por que se le hacía tarde. Subió de milagro o de pura suerte, los vagones iban llenos y aquellos que no, los alumnos mayores lo cerraban en su cara, ser de primero no tiene muchos privilegios a menos que vengas de una casa como los Black, oh si, los Black, sueño de toda chica casadera sangre pura y el resto de las chicas.
Sirius subía sus pies sobre sus maletas que si no eran muchas él hacía que se vieran el doble y cerro la puerta de su compartimiento, once años y ya sabía lo que no quería ser en la vida, "El heredero", un Black por todo renombre, un Slytherin, no, él quería ser otra cosa, el necesitaba ser la excepción a la regla.
Podía escuchar el ajetreo en el exterior y deseaba pronto conocer otro tipo de gente y no esa bola de estirados que su madre llevaba a su casa para que fueran sus "amigos" si bien Regulus había encajado él no quería encajar, la puerta de su vago se abrió y un gruñido salió disparado de sus labios cuando vio quien había entrado.
Si de algo Sirius sabia era de niñas bonitas, Walburga había paseado a todas sus primas en sus narices y aunque todas ellas sean hijas del incesto por el cual la familia Black también es celebre, debía de aceptar que no estaban nada mal.
Ojos azules, de un azul intenso y cabello negro despeinado ¿Seguro que no era una de sus primas? No, la habría recordado. Puso el dedo en sus labios y un poco más alto que un susurro le pidió silencio – Shhhhh- eran rosados sin necesidad de maquillaje alguno, chicas, Sirius comenzaba a fijarse en chicas solo por el hecho de que no eran de su familia.
La miraba extrañado, sin saber muy bien que decir mientras que ella se deslizaba cual vil serpiente "Bien podría irse a Slytherin" pensó dejándola hacer sus maniobras y esconderse entre sus maletas – M e busca un tipo, alto, rubio probablemente gay – Y la puerta se abrió de golpe, un golpe seco, poco educado.
-Black .- lo que le faltaba, por supuesto que conocía al tipo alto, rubio y gay, amigo de la familia, prometido de una de sus primas y muy amigo de la otra, que mejor ni mencionaba.
-Malfoy – un saludo escueto, lleno de asco, en persona tenia la representación de todo lo que sus padres hubieran soñado que el fuera, incluyendo lo gay.
- Busco a alguien, una chica – dijo como si fuera lo mas obvio del mundo, Sirius volvió a sus lentes oscuros y reacomodo sus piernas ignorándolo – Se supone debería cuidarla – y consiente o inconscientemente acomodo su placa de prefecto – Amiga de la familia – ni una sola palabra, se le daba eso de ignorar, llevaba once años practicándolo.
-Vale, es obvio que aquí no está, quien querría meterse en el vagón de una rata – y la máscara de educación había caído, Malfoy no lo soportaba, Sirius menos, era un odio mutuo.
De entre dos baúles la fugitiva por fin salió, parecía todo menos "amiga de la familia" y menos de los Malfoy que prácticamente habían grabado en su puerta 'Prohibido la entrada: sangre sucia, traidores a la sangre, gente divertida y animales' Casualmente él seguía entrando.
-Gracias en verdad me salvaste – hizo una par de señales hacia la puerta y unos ademanes imitando a Malfoy que le robaron una sonrisa – Ah ahí esta –señalo su sonrisa – no estás enojado, bueno gracias – señal de paz y salió tan rápido como entro, su mirada se quedo fija por más de lo que hubiera deseado, pero el ahorita tenía que ocuparse en otras cosas, como la manera de fastidiar a su familia solo un poco más.
El cabello negro de la chica volaba por los pasillos, Lily tuvo que moverse para dejarla pasar y que no la tirara y acabo en brazos de Severus, su amigo de la infancia, con quien había venido muy emocionada al colegio – Demasiada emoción – y sus ojos verdes brillaron, este era un mundo nuevo donde no tendría que estar escuchando las constantes quejas de su hermana.
-Demasiada – acido, frio incluso con ella no podía dejar su personalidad atrás, aunque verla así como una niña que acaba de abrir su regalo de navidad lo embelesaba más de lo que él se podía permitir.
Entraron a un compartimiento vacio y acomodaron sus pertenencias para después sentarse a platicar, Snape se esforzaba pues quería mantener a Lily interesada, sabía que una vez dentro del colegio no sería el único que le hablara de magia, tenían que estar en la misma casa, rezaba, se encomendaba a Merlin y todos aquellos grandes magos y suplicaba…
-Slytherin la mejor casa del colegio – James quien ya había encontrado con quien platicar, Onen un chico de segundo de la casa de Gryffindor cazador del equipo de quidditch, iba con el pasando despreocupado, moviendo su cabello de sus ojos miel se detuvo frente al compartimiento y vio a los chicos hablando, arqueo la ceja incrédulo y se dirigió a su compañero de platica.
-Si yo quedo en Slytherin tendré que irme del castillo – y esta vez se dirigió a Lily y Severus - Yo iré a Gryffindor, donde residen los valientes, como mi papá – Orgullos siguió platicando con Onen y se metió una rana de chocolate a la boca antes de que se escapara.
Severus bufo y cerro de manera brusca la puerta, eso era exacto lo que quería evitar, la curiosidad de Lily por otra casa que no fuera la de él, ella debía desearlo con las mismas fuerzas para que aun, siendo muggle, el sombre la pusiera en la casa verde y plata.
No ningún cuatro ojos, flacucho y de mente corta le iba a sembrar la semilla de la duda, no el tenia aun tiempo para contarle maravillas sobre Slytherin.
-Supongo que es solo suerte no crees Sev? – suspiro – Es solo suerte
No, la suerte nunca estaba de su lado, no podría dejarlo a algo tan vago como la suerte, la maldita suerte no podía quitarle lo único valioso que tenia.
-Uno hace su suerte Lily, uno lucha por ella
Lily se encogió de hombros y salió del compartimiento para ponerse su uniforme conteniendo la emoción de la llegada y viendo de reojo al chico de los lentes, Gryffindor sonaba bien si se decía con ese ahincó. Gryffindor sonaba a hogar.
