Titulo:

Sin Venganza

Autora:

Vera Rouge

Narrador:

Tercera persona

Adaptación:

Tercer año, mundo de BNHA

Advertencias:

-Puede contener spoilers.

-Esta historia irá avanzando en el tiempo.

-Puede haber escenas para adultos R+18.

-Puede haber lenguaje sensible para algunos usuarios.

Escenarios:

Musutafu, Japón.

Pareja:

TodoMomo

Aclaración:

Los personajes de Boku No Hero Academia no me pertenecen, son obra del maestro 堀越耕平 (Horikoshi Kōhei).

Capítulo 1.- En Blanco.

-''Tu plan es demasiado arriesgado, Bakugō-san. Deberíamos pensarlo dos veces antes de entrar ahí'' –Reafirmó la chica en un murmullo con la voz más autoritaria posible.

-'' ¿Qué es lo que no entiendes, cola de caballo?'' -Refunfuñó un regañado Bakugō- ''Solo limítate al plan'' -Antes de poder decir nada, el chico salió al medio de la calle con ambas manos hacía adelante- '' ¡Muere!''- Vociferó a todo pulmón con su ya sonrisa característica de oreja a oreja, uso una de sus granadas contra el cristal del banco y una gran explosión rugió en el cielo. El cristal se vino abajo como si de lluvia se tratase.

La chica suspiró pesadamente y con su kosei saco una matrioshka y la lanzó hacía el interior del banco. Del interior del recinto salió una luz cegadora que hizo gritar a los presentes. Asui había entrado justo después de esto, y con su lengua comenzó a agarrar a las victimas y lanzarlas hacía el exterior. Yaoyorozu ya había sacado una red gigante, en donde eran cachados los rehenes.

Bakugō junto con la ayuda de Iida y Sero, se metieron al interior del banco a derrotar a los asaltantes.

Asui salió con la última victima para ayudar a los heridos junto con Shoji, quien ayudaba a las victimas a que la caída doliera lo menos posible. Con una de sus extremidades, con un ojo encima, gritó por encima del bullicio para que alguno de sus compañeros prestara atención a un villano que quería escapar. Yaoyorozu logró divisar que uno de los villanos logró salir entre toda la confusión y el humo, dándose a la fuga. Con la energía que le quedaba sacó una vara con la que corrió, se impulsó estirando ambas piernas en el aire, y caer de lleno sobre él.

- ''Tú, perra…''- la chica semidesnuda golpeó la cabeza de este para dejarlo inconsciente. Yaoyorozu abrió más su traje para sacar más sogas de los lípidos que le quedaban. En eso se escuchan unos pasos detenerse en seco delante de ella. Levanta la vista y un sonrojado e incómodo Bakugō la mira fijamente, pero no a sus ojos. La chica ni se inmuta y le lanza las cuerdas, ahorita no tenía tiempo para preocuparse por nimiedades, la adrenalina del momento tenía su mente inmersa en el rescate. Además, a petición de su amiga Jirō se había colocado cintas para cubrir sus pezones.

- '' Bakugō -san, úsenlas para amarrar a los villanos y evitar que se escapen, ¡de prisa!''- El mencionado tomó las cuerdas, y después de un '' ¡No me digas que hacer, exhibicionista!'' se lanzó a correr sobre sus pasos, a auxiliar a Iida y Sero. Los villanos estaban inconscientes, así que el resto sería fácil. Comenzó a atar al villano que se encontraba inconsciente bajo ella.

Yaoyorozu levantó la mirada a la escena. Los civiles se encontraban a salvo y siendo interrogados por sus compañeros, sosegando sus nervios, avisando que la ambulancia y la ayuda ya se encontraba en camino. Al parecer no había heridos. Observó el interior, y no encontró daños estructurales más que el vidrio quebrado. Fuera de ahí estaba todo intacto.

La chica sonrió satisfecha y orgullosa buscó con su mirada al rubio, no pudo dejar de pensar en lo mucho que este había madurado desde su primer año en U.A. hasta ahora. Limitó perfectamente su poder, evito daños y lastimar a civiles. Aunque su actitud fuera todavía demasiado intensa, ya parecía más un héroe. Todos, todos sus compañeros habían crecido mucho en esos años, incluyéndola, pero el cambio en Bakugō era demasiado notorio. Si, aún gritaba y hablaba con groserías, aún era impulsivo, pero no por nada era uno de los favoritos para ser de los tres grandes de la U.A.- ''Tal vez algún día.''- murmuró en voz baja, pensando en ella poder alcanzarlo y lograr ser una de las mejores. Bajo la mirada, sacudió su cabeza dispuesta a ir a hablar con la policía que acababa de llegar al lugar.

-''Exhibicionista''—La chica giró buscando el lugar donde provenía la voz. Un abrigo cayó sobre su cabeza, no permitiéndole ver la cara del rubio—''Antes de ir a dar el reporte, deberías cubrirte. Mierda, creo que deberías modificar ese traje''—La chica agradeció el gesto y se colocó el abrigo. Solo miró la espalda de Bakugō mientras este se dirigía hacía sus compañeros para ver en que podía ayudar. No solo su espalda era ancha, también era más alto, ya hacía casi un año que la había rebasado. Si, definitivamente Bakugō había cambiado.

Su traje, por el contrario, no tanto. El rubio tenía razón, pero para ella era más práctico así. Se ajusto el abrigo y caminó hacía el inspector de policía, el cual ya conocía muy bien.

Después de realizar un informe policial, checar a las víctimas y entregar a los villanos, los chicos, cansados, regresaron a sus dormitorios dentro de la U.A. Su misión, por hoy, había finalizado.

-''Creo que nos hemos acoplado demasiado bien como grupo, después de tres años, era evidente que ya habíamos trabajado con todos alguna vez. Conocemos fortalezas y debilidades de cada uno''- Remarcó Iida pensando en el día productivo de hoy.

-''Te felicito, Bakugō-chan, te controlaste mucho el día de hoy''—Asui sonrió mientras se llevaba uno de sus dedos a su mejilla. El felicitado solo chasqueo la lengua e ignoró el comentario.

En completo mutismo ingresaron al dormitorio del grupo, la mayoría de sus compañeros no se encontraban. Por ser el último año, todos eran llamados por diferentes agencias de héroes para participar. En ellas recibían ofertas para cuando llegase el momento de la graduación se unieran a ellas. Algunos trabajaban siempre con los mismos, otros, como en el caso de Bakugō, Asui y Yaoyorozu, se paseaban por varías para encontrar alguna en la que se sintieran cómodos. Sus llamados a unirse eran demasiados, y quería conocer lo más posible antes de unirse a alguna en específico.

Los chicos se metieron a bañar, y las chicas hicieron lo propio. Después se reunieron a cenar y cada uno paso a su habitación o a ociar en alguna parte de la casa.

-''Momo-chan, ¿no crees que deberías descansar? Usaste demasiado tu kosei hoy''—mencionó la chica rana en tono de preocupación. La mencionada solo negó con la cabeza.

-''Aun tengo cosas que hacer. Informes que entregar y tarea que adelantar. Tengo que hacer el reporte del día de hoy para la escuela y…''—la chica fue interrumpida por una voz grave que no había escuchado en varios días.

-''Creo que Iida podría encargarse perfectamente de eso, Yaoyorozu. Deberías descansar''—Los ojos de ella, asombrada, miraron a los de él, frunció el ceño en señal de preocupación.

-'' ¡Todoroki-san!, ¿qué te sucedió?''—el chico se encontraba sereno, con varios vendajes en los brazos, moretones en el rostro y un cabello enmarañado. A pesar de haber pasado casi tres años, el corte de este no había cambiado demasiado. Pero al igual que la mayoría de sus compañeros masculinos, había crecido y demasiado. Yaoyorozu ya no lo miraba a la misma altura que ella, si no hacía arriba. Al igual que Midoriya, al igual que Bakugō.

-''No es nada, simplemente fue la misión de hoy''—El chico le dedicó una larga mirada a la chica para decir—''me iré a bañar, con permiso''—se alejó de la sala y subió las escaleras para ir por sus cosas de baño.

La chica reaccionó algo tarde, y ya no pudo preguntar más, aunque quisiera, algunos tenían prohibido hablar sobre sus misiones, porque eran en cubierto, y además duda sinceramente que ese chico tan indiferente le cuente algo al respecto. Suspiró pesadamente y se dejo caer en el sofá con sus dedos presionando su sien.

-''Todoroki-chan se preocupa por ti, Momo-chan''—Esta última se reacomodó en el sillón con los ojos como platos por el comentario de su amiga. Un tinte rosado apenas perceptible se coloreo en sus mejillas. —''Entre Iida-chan y yo haremos el reporte, no te preocupes, aún tienes muchas cosas que hacer, procura comer todo lo que debas''—La pelinegro asintió levemente, seguido un dulce gracias. Se quedó sola en la sala con el corazón latiendo cada vez más rápido al pensar en el chico y en el comentario de su amiga rana. Deshecho el pensamiento. Tomo el gran vaso de nieve que tenía frente a ella y comenzó a comerlo. Pensó que ese sentimiento se calmaría con nieve, suponiendo que se encontraba así por el uso de su kosei, al notar que la nieve controló sus latidos, se quedo con esta idea en la mente e hizo a un lado todo lo mencionado. Terminada la cena subió a su habitación, termino sus deberes y se acostó rendida en su cama, que la sumergió rápidamente en la oscuridad del sueño.

oOoOoOoOoOoO

Apenas hace unas dos semanas que había iniciado el curso, y sin embargo parecía que llevaban meses. Entre los deberes de la escuela, los de héroes, todo su tiempo se iba entre misiones y entrenamientos, pero si esa era la vida que habían elegido, no había porque quejarse, y realmente nadie lo hacía.

Yaoyorozu se encontraba absorta resolviendo unos problemas de física aplicada al rescate de civiles, se podría decir que estaba solamente repasando lo básico, aunque lo básico para ella era lo avanzado para la mayoría de sus compañeros. Miro por la ventana y veía las hojas de los árboles de cerezo ser mecidos por el viento. Sintió deseos de hacer un picnic bajo uno de ellos, y poder disfrutar de un día al aire libre. Sonrió para sus adentros, porque a lo mejor y ya había ideado un plan para este fin de semana, si es que no se presentaba algún imprevisto.

Sintió la pesada mirada de alguien sobre su espalda, observo mejor el reflejo del cristal y observo a su compañero de al lado mirándola intensamente. Se puso nerviosa por un instante, pero intento disimular como que no se había dado cuenta siguiendo mirando el paisaje que su aula le ofrecía.

-''Yaoyorozu''—dijo Todoroki en voz grave con dejo de que la había llamado sin pensarlo mucho. La mencionada lo miró sobre su hombro, y se enderezó en su asiento, sin despegar la vista del chico.

-'' ¿Si, Todoroki-san?''—preguntó la chica algo sorprendida. El bicolor parpadeo dos veces, y sacudió un poco la cabeza.

-'' ¿Terminaste los ejercicios?''—la chica asintió levemente.

-'' ¿Ocupas que te explique algo?''—el chico negó con la mano.

-''Es solo que has estado algo distraída desde tu última misión''—La ojinegro se quedó pensativa un momento. No creyó que estuviese diferente a otro día. No sintió que estuviese distraída. Al contrario, había avanzado mucho en sus deberes, que ya casi estaba desocupada de todo. No quiso ser grosera y contesto.

-''Eres muy observador, Todoroki-san. Tomaré en cuenta tus palabras. Sin embargo, creo que no nos hemos visto en mucho tiempo, tal vez y eso sea lo que encuentras diferente''—La chica sonrió gentil y después de dedicarle una mirada dulce al chico, volvió la vista al frente al notar que Aizawa- sensei entraba al salón y pedía orden.

-''Tu eres la que esta diferente''—susurró el chico mirando también al frente. Yaoyorozu volvió a dedicarle una mirada dubitativa, sin encontrar la de Todoroki sobre ella. Bajo la mirada, y se sintió mal por un posible mal comentario que hubiese hecho. Pensó que lo mejor sería hablar sobre esto con él en otra ocasión.

La clase siguió sin ningún contratiempo, Aizawa dio instrucciones sobre un ejercicio en equipo que debían realizar. Se calificaría de manera individual. Vistieron sus ropas de héroes y salieron al campo de entrenamiento.

oOoOoOoOoOoO

-'' ¿Eso dijo? —cuestionó su amiga algo confundida –'' ¿No habrás escuchado mal, Yaomomo?''—la chica se quitó la toalla para comenzar a bañarse. Se sentó a un lado de su amiga.

-'' ¿Tú crees que escuche mal, Kyōka-chan?''—dudó un segundo—''Estoy casi segura de lo que escuche, se me hizo demasiado raro viniendo de él''—Su suceso con Todoroki no la dejó tranquila. Le había estado molestando por cuatro días seguidos. Fue por eso que le contó lo sucedido a su amiga del alma, esperando encontrar respuesta a sus dudas.

-'' ¡Él es raro!''—aseguró Kyōka mirando el busto de su amiga. Le dolía la espalda de solo verla. —'' ¿Por qué no le preguntas directamente?''—Seguía lavando su cabello, mientras que Yaoyorozu se sumergió en la tina común del baño de chicas. Momo negó lentamente con la cabeza mientras sus mejillas se teñían de rosa, probablemente por lo caliente del baño.

-''No lo sé, no creo que Todoroki sea raro, sino más bien… ¿serio?''—alargó mucho esta última palabra, no encontrando un mejor adjetivo para el chico. —''A lo mejor y si estoy distraída, o a lo mejor notó algo raro. No lo sé''—deshizo su pensamiento sumergiendo su cabeza en poco en el agua.

Jirō se quedó fuera de la tina con las manos en la cintura viendo como su amiga hacia una tormenta en un vaso con agua.

-''Yaomomo, no será que quizás, pudiera ser, que a lo que Todoroki se refería no era nada malo ni fuera del otro mundo. Tal vez y fue una forma de romper el hielo. Tu misma se lo dijiste, ¿no?, hacía tiempo que no se ven. Desde que tenemos nuestra licencia provisional, hemos estado muy ocupados y cada quien con una agencia de héroes diferente. Solo estamos todos juntos en clase y uno que otro entrenamiento. Además, eres de las personas en la que Todoroki más confía, tal vez y solo quiere reafirmar la amistad antes de graduarnos''—la chica terminó el discurso sumergiéndose en la tina junto a Momo.

-''Si, tal vez y tengas razón''—pensó en voz alta, luego buscó la mirada de su amiga, que hacía su cabello hacía atrás y tallaba su cara con las manos, para quitarse el exceso de agua de los ojos—''Entonces, ¿qué debo de hacer?''—cuestionó. Kyōka se encogió de hombros.

-''Habla con él, se tienen mucha confianza. A veces da miedo de como terminan la frase del otro''—No era el momento. Sabía que Yaomomo era hermosa, y la chica más inteligente que ha conocido jamás, pero era sumamente torpe y despistada.

Pasados unos minutos de silencio, en donde solo disfrutaban del agua caliente arrugando su piel, Jirō comenzó a tararear mientras apoyaba su espalda en una de las baldosas de la tina.

-''Kaminari-kun volvió a intentarlo hoy, ¿cierto?''—Jirō se resbaló ante el comentario, sumergiendo toda su cabeza en el agua. Después de unos largos segundos salió y agarro varias bocanadas de aire.

-'' ¡Yaomomo!''—gritó la chica toda sonrojada.

-''Casi siempre que tarareas esa melodía es cuando recuerdas algo con Kaminari''—Jirō se puso aún más roja de lo que ya estaba, abrió la boca intentando decir varias cosas, pero nada salía de su garganta. Después de varios segundos recobró la compostura y volvió a recargarse en las baldosas con los brazos cruzados, denotando indignación.

-''Yo no ando con idiotas''—susurró por lo bajo. Yaoyorozu sonrió de forma maternal y salió de la tina sin decir nada más. Jirō la siguió y no le dedicó ninguna sola palabra. Se colocaron los yukatas con el logo de la academia en el y salieron del baño rumbo a sus respectivas habitaciones. Jirō detuvo su paso en seco y dubitativa pregunto—''Yaomomo, ¿podría ir a tu habitación a secarme el cabello? El idiota de Denki se jodió mi secadora''—La pelinegra asintió con una sonrisa de oreja a oreja, y le dijo que la acompañara. No quiso cuestionar como es que Kaminari descompuso la secadora de su amiga, ya la había provocado mucho el día de hoy.

Subieron las escaleras en completo mutismo y parsimonia, se sentía tan relajadas, que sabían que en cuanto sus cuerpos tocaran la cama, perderían la consciencia.

Jirō seguía los pasos de Yaoyorozu y la miraba por detrás. Si que había cambiado. Su cuerpo se veía más desarrollado, sus facciones un poco más maduras, y su cabello era ligeramente más largo que cuando la conoció. Sabía que Yaoyorozu era bella desde el día que la conoció, pero nunca imagino que pudiera ponerse aún más hermosa. Le gustaba verla con el cabello suelto, y recordó una plática que tuvo con su amiga sobre un cambio de look '' ¿por qué no te dejas el cabello suelto?'', le cuestionó. A lo que su amiga solo se limitó a negar con la cabeza argumentando que sería impráctico para el combate. Tenía un punto, pero creía firmemente que la popularidad de su amiga aumentaría aún más de lo que ya era. Se encogió de hombros mientras sonreía por el recuerdo.

Llegaron al piso dando vuelta, Jirō no reparó en nada de lo que pasaba, solo escucho el golpe seco y en un parpadeo, Yaoyorozu se encontraba tirada en el suelo. Jirō alzo la voz llamando a su amiga, y corrió a como pudo para subir lo más rápido posible los escalones que le hacían falta. Al llegar se sonrojo tan vívidamente, y lanzó un gritito ahogado. Yaoyorozu se encontraba con el yukata abierta de su parte frontal con los senos al aire. Se debió de haber aflojado el nudo en la caída. Levantó la mirada y se escandalizó más por la escena.

La pelinegra se sobaba la cadera adolorida, no dándose cuenta de la escena. Entre abrió los ojos y divisó a un Bakugō sonrojado, no dando crédito a sus ojos. El chico, con los ojos muy abiertos, instintivamente apartó la mirada de la chica, pero ya era demasiado tarde, ese par de pechos rondarían en su cabeza toda la noche.

-'' ¡Carajo! Si que eres una exhibicionista''—dijo este entre tono de burla y de vergüenza, así como algo exasperado por la situación. Yaoyorozu abrió los ojos como platos, lanzó un gritito ahogado y coloco sus brazos en forma de cruz, haciendo lo mejor posible por cubrir sus senos.

-'' ¡Como te atreves, Bakugō -san!''—grito la chica mientras su cara se tornaba de todas las tonalidades de rojo existentes. El rubio levantó la ceja enojado, y volvió la vista a ella.

-'' ¡¿Pero qué mierda dices?!''—vociferó—''ni que fuera la primera vez que me las muestras''—La cara de la chica se puso aún más roja. Y apretó los ojos, para ya no ver la cara del chico.

-''Eso es diferente, aquí acabo de salir de un momento muy íntimo, ¡no del trabajo!''—Para ella eran situaciones completamente diferentes. Una, en su trabajo, era totalmente normal que se le vieran parte de los senos, era parte de su trabajo, no reparaba en ello, Además, sus pezones los ocultaba, por lo que el pudor era soportable. Pero aquí, saliendo de bañarse, después de que su piel se encuentra toda sensible por el calor, donde se notan esos cambios de temperatura viéndose reflejados en sus pezones. Y completamente expuestos al aire.

-''Tienes razón, cola de caballo, es diferente…''—murmuró el chico—''no había visto ese lunar''—lo dijo totalmente serio, con cara de fastidio. Su cara cambió cuando Jirō usó uno de sus earphones Jack sobre él.

-'' ¡YA BASTA!''—le gritó la chica sumamente molesta por los comentarios de este. —''Más te vale, Bakugō, que te disculpes con Yaomomo por todo esto''—El chico estaba activando su kosei cuando una voz grave atravesó el pasillo.

-'' ¿Qué está sucediendo aquí?''—Todoroki se acercó a la escena y su cara se volvió todo un poema de confusión. Ver a una Yaoyorozu tirada semidesnuda con la cara sumamente roja. Un Bakugō molesto, a punto de explotar y una Jirō sonrojada del coraje, que aún tenía uno de sus earphones sobre la oreja del rubio.

Se quitó el suéter que traía encima y se lo aventó a Momo que aún se encontraba tirada en el suelo.

-''Cúbrete, Yaoyorozu''—ordenó con voz más grave de lo habitual. La chica, sin pensarlo dos veces lo obedeció, cuidando no mostrar nuevamente sus senos. Jirō la ayudo, cubriéndola. —''No sé qué paso aquí, Bakugō, pero espero tengas una buena explicación''—el chico se mostró calmado, sin perder la compostura en ningún momento.

-''A mi no tienes que decirme nada, mitad-mitad''—bufó el rubio sacándole la vuelta. Colocó unas hojas al lado de la chica que aún se encontraba en el suelo. Jirō se colocó entre ellos amenazante y Bakugō le dedicó una mirada de soslayo a Momo—''Había ido a buscarte para hacer el informe que Aizawa pidió, pero mejor me largo. No estoy de humor para esta mierda''—el chico colocó sus manos en los bolsillos y comenzó a bajar las escaleras en completa parsimonia. El conflicto había sido evitado.

Todoroki resopló un poco resignado, sabía que Bakugō no diría nada que pudiera comprometer a la chica o hacerla quedar mal. No tenía caso pelear tampoco por un mal entendido. Bajo la mirada hacía una Yaoyorozu, quien miraba como la silueta de Bakugō desaparecía por las escaleras. Su mirar se tornó triste, pensando que probablemente había sido su culpa por haber exagerado su reacción. Bakugō tenía razón, no tenía motivos de ponerse así si ya la había visto antes, aunque no sus pezones, pero pensó que tal vez sobre reacciono. Si ella misma no le había dado tanta importancia al hecho antes. Era una heroína, y sabía que por la naturaleza de su kosei ese tipo de cosas sucederían. Suspiró pesadamente e intento ponerse de pie. Sintió el agarre de su amiga, queriendo ayudarla a incorporarse. Sonrió tímidamente después de un gracias.

-'' ¿Está todo bien?''—preguntó el chico bicolor, a lo que solo le fue correspondido un leve movimiento de cabeza por parte de Momo.

-'' ¿Puedes caminar, Yaomomo?''—pregunto una Kyōka preocupada por el tobillo de su amiga, de la cual se percató de la mueca de dolor que hizo al apoyar su pie en el suelo.

-''No te preocupes, es una leve torcedura. Nada que un poco de hielo no pueda arreglar''—sonrió y comenzó a trastabillar hacía su habitación. Todoroki iba a darle el brazo para que se apoyara en él, pero Jirō se había adelantado al gesto. Se limitó a seguirlas hasta la habitación de la chica, con ambas manos metidas en los bolsillos.

Yaoyorozu abrió la puerta de su habitación, encendió la luz y su amiga la ayudo a llegar a la cama a sentarse.

-''Iré por hielo...''—dijo Jirō en voz baja, más como para ella misma, que para los demás, pero en eso vio como Todoroki se inclinaba frente a Momo y la tomaba del tobillo. Activo su lado derecho, soltando briza fría sobre lo que parecía ser un tobillo cercano a inflamarse. Jirō resopló algo aliviada, tener un compañero con un kosei de hielo era demasiado útil. Una pequeña travesura surcó su mente de forma infinitesimal y decidió ponerlo en práctica, dándole la oportunidad a su amiga de redimirse con Todoroki. —'' Bueno, creo que no me necesitas, Yaomomo, iré a pedirle la secadora a Tsuyu o Mina, así que no te preocupes. Todoroki, te la encargo''—Yaoyorozu intentó replicar, pero Jirō ya había salido de la habitación, cerrando la puerta tras de ella. El chico no se inmuto y continúo utilizando su kosei sobre el tobillo de su compañera.

-''Muchas gracias, Todoroki-san''—murmuró la chica un poco cabizbaja por la situación—''te devolveré tu suéter lo más pronto posible''—el chico negó con la cabeza sin levantar la mirada.

-''No te preocupes, regrésamelo cuando puedas''.

Se sumieron en un silencio sepulcral. La chica no encontraba que decir, ni a donde mirar. Le incomodaba ver a Todoroki agachado frente a ella, tomando su tobillo. Apretó un poco los muslos, esperando que desde el punto donde se encontraba él no se viera nada por el yukata.

El chico ni siquiera prestó atención a la acción, se encontraba demasiado concentrado en su tarea. Cuidaba mucho la cantidad de hielo que utilizaba, buscado no quemar a Yaoyorozu con este, pero aún así buscando que la inflamación no se hiciera tan escandalosa.

Momo suspiró pesadamente, atrayendo unos ojos heterocrómicos hacía ella.

-'' ¿Te está doliendo?''—preguntó un poco preocupado, bajando la intensidad de la briza. La chica negó con la cabeza. Shōto bajo la mirada de nuevo en el tobillo, concentrándose en su labor.

A la mente de la pelinegra vinieron las palabras que le dedicó el chico hace días, sintiendo como su corazón se encogía de solo recordarlo. Aunque si bien es cierto que ella y Todoroki no tenían el mismo contacto de antes, seguían teniendo la misma confianza. O eso es lo que ella quería creer. Porque, aunque Jirō era la persona en la que más confiaba, también estaba él. Con él podía ser más técnica. Podía hablar de combate, de pelea, de trabajo, de estrategias, de tareas. Pero, además de eso... ¿de qué más hablaban? Si decían tenerse la confianza y el respeto que tanto decían, ¿por qué su relación no había pasado más allá de lo profesional? Ella sabe que la situación familiar del chico es demasiado caótica. Pero solo se lo mencionó, y por respeto ella no quiso ahondar en detalles. Será que, ¿debió hacerlo? Buscando reforzar ese lazo. Sabía que a lo mejor no tendría otra oportunidad de hablar con el chico, su amiga tenía razón en eso, ahora que ambos ya casi eran héroes profesionales, se verían cada vez menos, o a lo mejor y ya jamás volvían a verse. Su corazón se aceleró un poco ante este último pensamiento.

Kyōka-chan tenía razón. Si quería que su amistad con Todoroki prevaleciera y quería que no pensara que ella había cambiado con él, debía de aclarar las cosas. Aunque no esta en la posición ni en la situación más favorable posible, pensó muy bien sus palabras antes de hablar. Y aunque las tenía ya preparadas estas aún no se animaban a salir.

Recordó la ocasión en la que le tocó hacer equipo con él, donde le confesó que él había votado por ella. El gesto se repitió en el segundo año, y de nuevo en el tercero. Y aunque no logró ser presidenta electa de la clase, el saber que había gente que confiaba en ella la tranquilizaba y la llenaba de alegría. Y todo gracias a un simple papelito con su nombre. Su confianza plasmada en un papel.

Regreso su mirada al chico, y pudo notar sus cambios. Ya no era el chico que solo le ganaba por un pelo. Ahora le sacaba fácil más de diez centímetros. Su rostro ya no era tan redondo como antes, ni con facciones tan aniñadas. Ya era un rostro más tosco y perfilado. Había en sus mejillas rastros del rastrillo, evidenciando que el vello facial le era molesto y tenía que quitarlo. Su espalda era aun más ancha de lo que recordaba. El cabello del bicolor caía aún sobre su frente, conservado el corte, pero algo más corto de lo normal. No le había prestado tanta atención a Todoroki, pero es que muy pocas veces lo tuvo tan cerca.

Tal vez, solo tal vez, la nostalgia se estaba apoderando de ella. Sonrió con tristeza al pensar que no se dio cuenta de los cambios de su amigo, y a penas reparaba en ellos en el último año que estarían estudiando juntos. No debió haber sido tan fría con él.

Sus ojos se encontraron con los de él, se despabilo y reaccionó. Ya no sentía el frío quemar su tobillo desde hace rato. No había reparado en qué momento él dejó de curarla.

-'' ¿Tengo algo en la cara?''—preguntó llevándose la mano a la mejilla. La chica se sonrojo por su descuido y negó vehemente.

-'' No es nada''—tartamudeó nerviosa—'' simplemente estaba pensando en el entrenamiento de mañana, no fije mi vista en nada en especial, disculpa''—mintió. El chico no se molestó en averiguar más.

-'' Bueno, creo que pasaré a retirarme. Descansa, Yaoyorozu''—Se giró sobre sus talones y se encaminó a la puerta. La chica sabía que esta sería una de pocas oportunidades. Aferró su mano al suéter de este que llevaba puesto.

- '' ¡Todoroki-san!''—le llamó una octava por arriba de lo normal. El chico volteó algo preocupado hacía la chica, que solo bajo la mirada para regresarla nuevamente a él. -'' Muchas gracias por lo que acabas de hacer. Realmente me siento mucho mejor''—sonrió mientras se escapaba un suspiro de sus labios, algo resignada. El chico la miró por unos instantes, esperando algo más por parte de ella, pero solo el silencio le respondió.

-''No hay de qué''—mencionó dubitativo de si debía salir o no. Tenía la sensación que no debía. Como ese sexto sentido que te detiene o te habla en momentos muy particulares.

-''Todoroki-san''—volvió a mencionar su nombre, pero ahora en tono normal y con un dejo de vergüenza. El chico volteó su cuerpo completamente hacía ella, esperando por lo que tuviera que comentarle. No tenía prisa, simplemente se encontraba un poco cansado. Pero no le molestaba, la habitación de la chica era, extrañamente, muy cómoda para él. La chica se sintió embriagada por un olor a té negro y aceite de bergamota, combinado con un olor a roble, reparó en el hecho en el que aún se encontraba vistiendo el suéter del bicolor. Este se alejo de la puerta y se colocó a unos escasos centímetros del pie de la cama, esperando a que la chica terminara su frase. Esta se sonrojo un poco, pero continuo—'' Tu siempre me has ayudado en los momentos en los cuales me he sentido más vulnerable, y quisiera que sepas que puedes contar conmigo también para lo que necesites''—el chico perdió por una milésima su semblante serio, sorprendido por las palabras de la chica. Esta continuo—'' sé que tal vez, ya no nos vemos o hablamos como lo hacíamos antes, pero, yo aún confío y creo en ti, aunque pienses que estoy diferente, aún puedes confiar en mi''—.

El bicolor cayó en cuenta el porque la cara y la frase de la chica. Ahora se había percatado de que esta había malinterpretado el comentario que le hizo cuando estaban en clase. Sonrió de manera imperceptible, pero en su mirar se reflejaba esa sonrisa. —'' Gracias, Yaoyorozu. Pero, mis pensamientos sobre tu persona aún no han cambiado''—Se encogió de hombros y continúo hablando—''Creo que malinterpretaste mis palabras''.

-'' ¿A qué te refieres?''—cuestionó la chica en voz baja.

-'' Si, has estado más distraída, pero con ''diferente'' me refería a que habías cambiado mucho físicamente''—el chico jamás perdió su semblante y continúo hablando naturalmente—'' Siempre pensé que tenías una cara bonita, pero hoy tu semblante se veía más allá de bonito y me incomodó un poco el nunca haber notado eso de ti. Eso era todo''—la chica se sonrojo notoriamente ante el comentario. El chico le resto importancia, pensando que tal vez se debía a la lesión del tobillo. Casi todo el rato que estuvo curándola la chica tenía ese sonrojo en el rostro. —''Bueno, me iré a dormir. Trata de secarte el cabello para que no te resfríes''—El chico volvió a encaminarse hacía la puerta después de dedicarle una última mirada a su compañera. Aunque se quedó preocupado por esta, sabía que Yaoyorozu era alguien fuerte. Se fue tranquilo cerrando la puerta de la habitación tras de él, pensando nuevamente en la chica. A pesar de que la curiosidad, y un sentimiento que no entendía, le carcomían por saber del incidente de hace unos minutos con Bakugō, prefirió quedarse con la duda. En otra ocasión le preguntaría por lo sucedido. Lo mejor ahorita era dejarla descansar. Se encaminó a su alcoba, esperando que la almohada le ayudara a comprender sus pensamientos. Antes de ayudarlo, le ganó el cansancio quedándose dormido en cuanto toco el futón.

Una perpleja Yaoyorozu miraba la puerta que se había cerrado tras la espalda de Todoroki. Sus mejillas aún las sentía calientes. Le dedicó unos minutos a las palabras que le dijo el bicolor, pero, sentía que estaba dándole demasiadas vueltas a algo tan simple. Sacudió su cabeza e intento mover el tobillo. Podía hacerlo. El dolor era mínimo gracias a los cuidados del chico.

Se puso de pie y comenzó a andar hacía el pequeño tocador que tenía casi pegado a la cama. Sacó la secadora para el cabello de uno de los cajones y comenzó a secarlo para poderse ir a dormir. Se quitó el suéter y lo colocó sobre la silla de su escritorio, dejándolo a la vista para saber que tenía que lavarlo y regresárselo. Se colocó su pijama sin dificultad y se enredó entre sus sábanas. Decidió no dar mucha importancia a los comentarios de Todoroki. Como Kyōka había dicho, era un chico raro después de todo. Sonrió ante esta última declaración. Y con ese último pensamiento se entregó al mundo de los sueños.

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Durante el transcurso de la mañana solo podía pensar en que le debía una disculpa al rubio. Le enterraba la mirada en la nuca desde su lugar, buscando la manera idónea para acercarse a él, sin recibir una mala cara o un insulto de respuesta. Exhaló pesadamente, siendo notado por Todoroki que se encontraba a un lado de ella. Llevaba varios minutos preguntándose que tanto veía a Bakugō.

-'' ¿Está todo bien, Yaoyorozu?''—cuestionó el bicolor mientras jugaba con un lápiz entre sus dedos.

-'' Creo que le debo una disculpa a Bakugō-san''—reflexionó la chica sin voltearlo a ver—'' Fui muy ruda con él ayer, creo que exageré mi reacción''—bajo un poco apenada la mirada mientras inconscientemente mordía su labio inferior. Al chico le gustó este detalle.

-'' ¿Tu reacción?''—cuestionó sin despegarle la mirada, esperando que ella sola disipara sus dudas.

-'' Verás, tu sabes que mi traje de héroe se debe por la naturaleza de mi kosei. En ciertas ocasiones he mostrado un poco de más''—el chico asintió levemente mientras recordaba la primera vez que vio de más en el entrenamiento en pareja que tuvieron contra Aizawa. —''Pues, bueno… no es de que me moleste que me vean, creo que la balanza costo-beneficio esta muy inclinada. Si puedo salvar gente, y detener villanos, mi pudor sería solo un obstáculo para lograr lo que quiero. Pero…''—hizo una pausa buscando las palabras adecuadas para continuar—'' que Bakugō -san me viera así por primera vez y además de esos comentarios tan fuera de lugar''—No se dio cuenta que comenzó a apuñar sus manos con algo de coraje, esto no pasó desapercibido ante los ojos heterocromáticos de Shōto.

-'' ¿Qué tipo de comentarios?''—preguntó mucho más serio de lo normal con una mirada tan afilada que parecía cortar la atmosfera, sin embargo, la pelinegro no le prestó atención al semblante de su compañero. Seguía con su mente perdida en las palabras que le diría al rubio.

-'' Me dijo que ni que fuera la primera vez que me ve y aparte se fijó tanto en mis senos que se percató del lunar que tengo sobre…''—se quedó muda al darse cuenta que estaba hablando sin saber a quién se dirigía. Volteó la mirada por fin al chico el cuál se encontraba iracundo. Se colocó enseguida de pie, a punto de activar su lado izquierdo. Yaoyorozu en su desespero se colocó de pie justo enfrente del chico.

-'' ¡Todoroki-san!''—murmuró alarmada esperando que el rubio no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. Antes de que su compañero dijera nada lo empujo fuera del salón. El chico se dejó empujar molesto de la acción de su amiga—'' ¡¿Qué pensabas hacer?!''—exclamó la chica por lo bajo, con voz más aguda de lo normal.

-'' ¿Es en serio? Después de lo que te dijo o como te vio y tú ¿estás pensando en pedirle disculpas? No pensé que eso había pasado ayer, me lo hubieras dicho, Yaoyorozu''—quiso volver a caminar al interior del salón, pero la chica se interpuso delante de él.

-'' Aprecio tu preocupación y enojo, Todoroki-san, pero por favor deja que me encargue de mis problemas. Esto no tiene que ver contigo''—Clavó su mirada en la de él, y noto como este recobró la compostura de mala manera. Colocó sus manos en los bolsillos y le sacó la vuelta a la chica después de dedicarle una última mirada.

-'' Como quieras''—resopló molesto y se metió de nuevo al interior del aula. Se sentó en su lugar y se quedó con la mirada fruncida clavada en el paisaje que la ventana le mostraba.

Momo lo observó desde la entrada del salón. Al parecer nadie más que ella se había dado cuenta del percance, afortunadamente. Su corazón se contrajo con tal fuerza al ver el perfil molesto y decepcionado de Todoroki, que sintió una punzada. Al parecer ahora debía de dar dobles disculpas por sus comentarios. Últimamente todo lo que hacía, de acuerdo a sus relaciones sociales, salían terriblemente mal.

Desvió la mirada hacía Jirō, la cual le miró con algo de preocupación. Hizo ademanes para saber si había ocurrido algo, o saber la razón por la cuál su amiga se encontraba con esa cara en la puerta del salón. Momo simplemente se limitó a negar con la cabeza, se giró sobre sus talones y se fue con paso lento al baño, pensando en todo lo que había ocurrido y saber que tipo de solución podría darle.

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Todoroki se encontraba mirando por afuera de la ventana, buscando distraerse de lo que había ocurrido con su compañera. Se encontraba molesto, pero por diferentes razones. Una, la actitud del rubio hacia Yaoyorozu. Dos, la actitud de su compañera al no dejarse ayudar. Tres, la actitud que tomó por toda esa situación, y sin tener motivo ni razón. Yaoyorozu tenía razón, no era de su incumbencia, pero algo muy dentro de él, que no sabía como explicar, lo hacía hervir de rabia.

-'' ¿Todoroki-kun?''—escuchó que alguien le llamaba. Alzó la mirada encontrándose con Midoriya a un lado de él. Vaya si había crecido. Midoriya era ahora, fácil, uno de los alumnos más altos de la clase—'' ¿está todo bien?''—inquirió el chico de cabello verde. Todoroki volvió a mirar hacía la ventana.

-'' Si, todo bien''—contestó cortante.

-'' Yaoyorozu-san y tu salieron de la nada del salón y te veías algo molesto''—quiso indagar más, pero sabía que Todoroki le diría después todo y más al verlo presionarse el puente de la nariz con sus dedos.

-'' No entiendo nada, Midoriya. Últimamente no sé cómo hablarles a las personas. Creo que esa última misión con aquel villano aturdidor me ha de haber matado algunas neuronas''—El peliverde quiso reír, pero se contuvo, se veía que su amigo realmente estaba hastiado.

El portador del One For All le propuso a su amigo que hablaran hoy en el café que siempre iban que estaba fuera de la agencia en la cual por el momento estaban rotando juntos los favoritos para ser los tres grandes. El bicolor no recordaba que hoy le tocaba misión junto con Bakugō. Su tarde no hacía más que empeorar. Resopló resignado y asintió solamente dándole su aprobación a Midoriya.

Las clases transcurrieron normales en la primera mitad de la mañana, el bicolor no tardó mucho en concentrarse de lleno en las clases y olvidar todo lo que había sucedido en la primera hora. Después de hablar con sus compañeros de proyecto sobre el reporte que le entregarían a Aizawa se dispuso a irse por su traje de héroe, y prepararse para irse a la misión que tendrían el día de hoy.

Aún no eran proclamados como los tres grandes por parte de la U.A., pero las agencias de héroes ya los llamaban a ellos tres de esa forma. Midoriya, en el que tenían todas sus esperanzas puestas para convertirse en el próximo símbolo de la paz. Bakugō, que a pesar de ser alguien con mal carácter, había pulido demasiado su actitud y había adquirido mucha popularidad como héroe reconocido, era un gran estratega y gran peleador, más si él y Midoriya lograban hacer de lado sus diferencias y ponerse de acuerdo. Y Todoroki, hijo del actual héroe número uno, el cuál ya había ganado la simpatía de muchos. Desde primer año había sido reconocido como superior a un héroe profesional. No había duda por parte de la gente fuera de la escuela y por parte de los demás héroes, ellos tres serían una de las mejores generaciones de héroes que jamás se haya visto.

Midoriya esperaba fuera del condominio a Todoroki ya vestidos con sus trajes de héroe. Afuera de la escuela, ya tenían que lucir como héroes.

-'' ¿Dónde está Bakugō?''—preguntó Shōto al ojiverde.

-'' Al parecer ya está en camino''—mencionó el joven mientras se colocaba su mochila. Todoroki no dijo nada y ambos salieron en uno de los autos de la escuela, por seguridad.

Llegaron a la agencia en donde se encontraba parte del equipo de Endeavor, Jeanist, entre otros héroes conocidos, Bakugō también ya estaba ahí. La misión no sería sencilla, pues se dice que localizaron otra fábrica de Nomus a las afueras de la ciudad.

Shigaraki se había estaba moviendo nuevamente. Después de la pelea tan grande que tuvo contra Midoriya hace un año atrás, pensaron que el tipo había muerto, pero todo parece indicar lo contrario. Endeavor ha acabado con la mayoría de Nomus que han aparecido después de aquél que le hizo la cicatriz. Y aunque la actividad de los villanos había estado relativamente tranquila estos últimos meses, se siente que no tardan en hacer su movimiento.

Escucharon atentamente el plan de los profesionales, Midoriya era quien más hablaba de los tres alumnos que había ahí.

-'' En una hora más se reunirá el equipo de rescate junto con nosotros''—mencionó Endeavor—'' Deku, tu vendrás conmigo en la línea principal''—el ojiverde solo se limitó a asentir mientras apuñaba los puntos al costado de su cuerpo. Al parecer el que Shigaraki siguiera vivo y no haberlo atrapado la última vez que peleó con él es algo que lo ha estado frustrando. Esto no pasó desapercibido por ninguno de sus dos compañeros. —'' En cinco horas más nos reuniremos en el punto acordado, ¡cuento con ustedes!''—sentenció Endeavor mientras salía con otros héroes profesionales fuera del recinto.

-'' Todoroki-kun, ¿vamos?''—mencionó Midoriya mientras la sala se iba quedando poco a poco vacía. El bicolor asintió caminando hacía su amigo—'' Kacchan, ¿quisieras…''—pero su pregunta quedó suspendida en el aire. Bakugō había sido de los primeros en salir de la sala de juntas. Midoriya sonrió apenado, sabiendo que, aunque podían llevarse mejor, no se consideraban amigos. Por lo menos no del todo. Para Shōto, el que no los acompañara el rubio le resultaba mejor.

Ambos caminaron en silencio hacía la planta baja del edificio de la agencia de héroes en la que se encontraban. Justo afuera había una café que se había vuelto el punto de reunión de ellos dos. Si bien tenían que comer, esperar o matar el tiempo sabían que tenían que hacerlo en ese lugar pues ya se había hecho casi una tradición. Tenían prohibido hablar de la misión fuera de aquellas cuatro paredes blancas que era la sala de juntas.

Llegaron al lugar y tomaron asiento al fondo, cerca de la ventana. Después de ordenar un café con chocolate y un té negro, Midoriya miró a su acompañante a ver si este empezaba la plática, pero al no tener respuesta del bicolor sabía que él tenía que comenzar la conversación. Sonrió apenado, pues conocía a su amigo, y sabía que era un hombre de pocas palabras.

-'' Ha estado muy caluroso este día, ¿verdad?''—Todoroki levantó la mirada algo mosqueado, no entendiendo a que venía el comentario. Levantó los hombros en señal de negación. Midoriya entendió el gesto. Sabía que con su amigo lo mejor era ir directo al grano—'' ¿Me contarás sobre lo que sucedió el día de hoy?''—inquirió.

-'' Ya te lo dije, creo que tanto combate me ha matado varias neuronas''—lo dijo tan serio, que Midoriya se dio cuenta que el bicolor realmente estaba hablando en serio cuando hizo ese comentario. No sabía si reír o guardar silencio. –'' Ocurrió un malentendido entre Bakugō y Yaoyorozu, y simplemente quería ayudarla, pero no me deja hacerlo''—su voz comenzó a hacer cada vez un poco más grave—'' Creo que le molesta mi persona, últimamente me resulta difícil hablar con ella. Y cuando intento decirle algo luego lo mal entiende''—terminó dándole un sorbo al té.

Midoriya guardó silencio tratando de entender un poco más la preocupación de su amigo, porque realmente se veía muy frustrado con la situación.

-'' ¿Hablaste con ella?''—quiso suponer. El bicolor asintió levemente. —'' ¿Y qué te dijo?

-'' Que no tenía que ver conmigo''— Dijo tras un gran resoplido. Midoriya se sorprendió por el comentario, no pensó que Momo tuviera ese tipo de actitud.

-'' ¿Yaoyorozu-san?, ¿estás seguro?'' —de nuevo, Shōto se limitó a asentir. –'' ¿Pues qué fue lo que ocurrió para que te hablara así?

-'' No lo sé. Un día le dije que ella estaba diferente, y me mal entendió creyendo que me refería a su actitud. Luego, todo el incidente de Bakugō me dio rabia, no pensé que había pasado eso, y en la mañana me dejé llevar. En serio tenía ganas de golpearlo''—Izuku se perdió entre las palabras del joven.

-'' ¿Todoroki-kun?''— preguntó, pero el bicolor siguió hablando.

-'' No lo sé, Midoriya, al parecer no solo acabo con las manos, al parecer también con las amistades''—Izuku se reprimió la carcajada. Al parecer Shōto se tomaba muy a pecho las cosas.

-'' Mira, no entiendo por qué Yaoyorozu-san esta así contigo, no entiendo que le dijiste o que fue lo que sucedió con Kacchan. Pero una cosa si te aseguro, ella te aprecia y te escucha, habla con ella''—le animó. El bicolor desvió su vista la ventana—'' A lo mejor y si esta diferente como dices, pero la mayoría lo estamos, ya es el último año juntos, hasta Kacchan ha cambiado su actitud''—el joven sonrió, pero no recibió una sonrisa por parte de Todoroki.

-'' Yo no siento que ella haya cambiado su actitud''—dijo dirigiéndole la mirada por primera vez al ojiverde—'' Solamente quería ayudarla y volver a hablar como antes''—volvió a desviar la mirada hacía la ventana con su mejilla apoyada en su mano izquierda.

Midoriya no encontró que decir al respecto, y se quedó callado por un momento intentando entender la situación. –'' Ese maldito''—susurró Todoroki. Izuku miró a su amigo el cual su semblante había cambiado por completo. Estaba totalmente recto en la silla, con el ceño fruncido, su mandíbula tensa y sus manos crispadas en puños. Dirigió la mirada hacía donde el la estaba dirigiendo, y por la ventana divisó a Bakugō hablando con Yaoyorozu. Le extraño demasiado la escena, pues veía a un sonrojado Kacchan y una sonrojada Momo. A pesar del sonrojo del chico se le veía mosqueado, mientras que ella se veía con mucha vergüenza. –'' Ese pervertido''—dijo poniéndose de pie con la intención de salir.

-'' ¡Todoroki-kun!''—le llamó el ojiverde tomándolo del brazo—'' ¿qué crees que haces?''— Izuku se quedó pensativo un segundo, ¿acaso Todoroki había llamado pervertido a Kacchan?

Se escuchó un grito dentro del café seguido de un estruendo. El cristal del café se había venido abajo, y en el suelo de este se encontraba Bakugō cubriendo con su cuerpo a Momo. El rubio se encontraba mirando al frente con su brazo derecho levantando, de su equipo salía humo, señal de que había utilizado su kosei.

El rubio colocó inconsciente su mano izquierda en el pecho de su compañera. Todoroki notó esto estupefacto. Bakugō de sentir algo suave sintió algo duro, grueso y de metal, volteó rápido hacia su compañera, que no sabía que seguía ahí, y vio que estaba activando su kosei. Bakugō agarro fuertemente el objeto que Momo estaba creando y lo utilizó para defenderse del Nomu volador que atravesaba el agujero donde estaba antes la ventana, directo a atacar al rubio. Lo colocó de defensa entre los dos, usando su derecha para atacarlo directamente en la cara sin mucho resultado.

Bakugō colocó sus piernas en el abdomen del Nomu, queriendo quitárselo de encima, pero le era imposible, era sumamente pesado y fuerte. Repentinamente sintió frío debajo de su cuerpo, viendo como el cuerpo del Nomu se cubría de hielo en un santiamén, volteo y se percató que Shōto utilizaba su lado derecho para detener al villano, antes de decir nada sintió el peso del enemigo quitarse de encima de él, viendo como este salía volando por donde había entrado seguido de un ''SMASH''. Bakugō vio a Deku salir volando junto con el Nomu al cual había visto golpear directo en la cara. Instintivamente el rubio se puso de pie para ir ayudar a su eterno rival.

-'' ¡Creati, evacua la zona!, ¡Sígueme Mitad-Mitad!''—gritó extasiado mientras se impulsaba con su kosei para proyectarse hacía arriba y poder ir a pelear junto a Deku.

Todoroki le dedicó una última mirada de determinación a Momo para salir del lugar siguiendo a sus compañeros, pero un grito de ella le detuvo.

-'' ¡Shōto cuidado!''—el chico volteó rápidamente, pero solo un golpe fue lo que miro antes de salir proyectado hacía afuera del café. Uso su mitad derecha para amortiguar el golpe. La chica le pidió a la gente que saliera por la puerta de atrás, mientras ella sacaba matrioshkas de su cuerpo, colocándoselas en su cinturón. Por último, de su brazo comenzó a sacar una lanza, que colocó justo delante de ella para defenderse del ataque enemigo.

El Nomu la tumbó sobre su espalda, y esta le propició una patada en el pecho haciendo que el Nomu se tambaleara un poco hacía atrás, y tener la oportunidad de aventar una de las matrioshkas que había creado, develando así una bomba de humo. Corrió afuera del lugar queriendo alcanzar a Todoroki, pero el Nomu la había alcanzado nuevamente. Con su brazo izquierda creo un escudo para defenderse del golpe, pero la fuerza del enemigo la sobrepaso tumbándola nuevamente.

Una llamada de fuego cruzo sobre ella, haciendo al Nomu retroceder. Shōto usando su izquierda la había defendido y con su derecha logró limitar los movimientos de este. Creati aprovechó la oportunidad para usar su lanza para clavarla sobre el hombro del enemigo y subirse sobre la espalda de este. El Nomu lanzó un alarido de dolor, a lo que la chica aprovechó para lanzar una de sus matrioshkas dentro de la boca de este. Bajo corriendo hacía Todoroki, mientras creaba un manto flexible de un material aislante.

–'' Shōto, crea un muro, es una bomba''—le apresuró esta mientras se tumbaba sobre Todoroki con el manto, el cual era más pesado de lo que aparentaba. Todoroki hizo un muro de hielo mientras con su brazo izquierdo atraía el cuerpo de la morena hacía él, para alcanzar a cubrirla lo más posible. Una explosión fue lo último que se escucho antes de quedar sumergidos en la oscuridad del manto.

To be continued.

Hola a todos. Espero les haya gustado este primer capítulo. Haré todo lo posible por estar actualizada y subir mis capítulos a tiempo. Si leen que Yaoyorozu le dice Shōto a Todoroki, no le llama así por confianza, si no por el nombre de héroe del chico. A Bakugō le sigue llamando por su apellido, porque aun no sé cual es el nombre de héroe de este.

Solía escribir fanfics ya hace varios años atrás, pero entre el vivir y el mundo real me he desconectado un poco de este mundo. Mis fanfics solían ser capítulos muy largos, este me ha quedado muy corto a comparación.

Desde ahorita les advierto, mi historia no avanzará rápidamente. Me toma mucho tiempo desarrollar personajes. Además, desde mi punto de vista las cosas no ocurren de un día para otro, debes darles chance a los personajes con las dudas, el coqueteo, las mariposas en el estómago, etc.

TodoMomo es mi OTP de BNHA. Y ambos personajes se me hacen igual de inocentes y despistados, además de que siento que se toman las cosas muy literales, no entendiendo indirectas, así que no esperen que en el otro capítulo ya estén besándose o haciéndolo.

De que ocurrirá, ocurrirá. De que daré escenas cute entre ambos dejando crecer el amor, se las daré. De qué les de escenas explícitas smut, muy probablemente, así que solo tengan paciencia y disfruten de la lectura.

Comentarios positivos y recreativos (feedback, etc.) son completamente bienvenidos. Si no más dejarán comentarios criticando mi modo de relatar la historia, mi lentitud o bien el TodoMomo, absténganse. Ya hay mucha mierda en el mundo real como para aparte tener que lidiar con ella aquí.

¡Muchas gracias por leerme 😊!