Renuncia: Death Note es de Tsugumi Ohba. El original es de queasy.


Convicciones

No hay ruido, ni colores: así de vacío es el espacio temporal en el que los shinigamis están destinados a existir. Sin cambios, ni movimientos de algún tipo. Miran hacia el mundo de los humanos sin levantarse muy seguido de sus lugares. Aquello que los mortales hacen y dicen, casi siempre acaba siendo repetitivo, con una similitud apabullante entre hecho y hecho. Un jugador tras otro, figura que se deshace y desvanece, tras otra y otra, en una recta interminable. El mundo humano se deja mirar a solas o en compañía. No falta quien se limite a sentarse, sin interés.

El lapso de sus vidas es infinito. Son como su ambiente: nunca les sucede el más nimio cambio significativo. Los ciclos de los mortales en el mundo humano culminan demasiado rápido como para llegar a formar vínculo alguno.

A veces, Rem observa las planificaciones de los humanos para el Hanami: cómo prestan atención a los reportes del clima, cómo elaboran sus comidas y bebidas para la ocasión, cómo arreglan sus manteles, bajo los árboles.

En sí, no mira las flores, que no pasan de ser tan hermosas como efímeras, iguales unas en comparación con otras desde el inicio, con sus diferencias en conjunto con respecto al año anterior. Los ojos de Rem (que en los últimos tiempos han prescindido de brillo y fervor, al igual que el resto de los Dioses de la Muerte) no dejan de observar a Misa.

Es una chica muy atractiva. Sin peculiaridades. Es tan habilidosa como superflua, centrada y torpe, a veces tonta e infantil. No posee ninguna cualidad que no sea compartida por otras muchachas que aparecerán más adelante, que también existen ahora, puesto que siempre lo han hecho.

Misa no se enfada si Rem decide que quiere contemplarla. Nunca se le ha ocurrido experimentar alguna forma de rechazo o miedo hacia ella. Quiere pagar una deuda y hasta es capaz de consumirse la vida con tal de llevar a cabo su única meta, que consiste en hallar a Kira. Le pregunta a Rem sobre el Reino de los Shinigami y le comenta sobre las cosas que encuentra interesantes. Misa la escucha atenta explicar cómo se utiliza una Death Note y le dice todo lo que hará cuando encuentre a la persona que ha causado tantos estragos en el mundo.

Un Shinigami no es mejor ni peor que un ser humano, al menos bajo el punto de vista de Misa. A ella no le hace falta perder su Death Note para olvidarse de que Rem existe. No es algo -alguien- que ésta última se tome muy en serio, a modo personal: la humana es indiferente a todo el mundo de la misma forma. Se deshace de criminales menores para obtener la atención de Kira, al igual que de policías que tratan de interferir con sus deseos, pasando por encima de sus representantes, y está dispuesta a aniquilar a personas inocentes que sólo transitan a su lado.

Rem tiene debilidades, al igual que Ryuk.